One-shot de Inuyasha - Preguntas y Respuestas

Hola, pues este es el primer fic que escribo y es acerca de un juego que me gusta mucho. Es un One-Shot y espero que les guste.

Preguntas y Respuestas.​

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Era una tarde tranquila en el Sengoku, los arboles se mecían gracias a la brisa. Los pájaros trinaban. Sango, Miroku y Shippo no estaban con nosotros ya que se habían quedado en la aldea, mientras nosotros íbamos a visitar a Jinengi para pedirle unas cuantas medicinas.

– Ahh, Kagome esta comida pica la lengua.– grité mientras intentaba calmar el ardor de mi lengua.

– Inuyasha si no le he puesto nada de picante.– se quejo como siempre, era obvio que siempre le colocaba picante a la comida, solo para molestarme.

– No mientas, esa comida pica demasiado.– me queje, crucé mis brazos y le di la espalda.

– Escúchame bien Inuyasha, primero: no le coloque nada de picante a esa comida, segundo: no es momento de que te quejes por tales tonterías.– dijo molesta.– Deberíamos continuar un poco más, no debemos estar muy lejos.

“Ja ella no debería estar enojada, después de todo ella fue la que le puso picante a esa comida”–pensé.

– Feh, ya te dije que no puedo, esta oscureciendo y hoy es luna nueva. Aunque lo intentará antes de que oscureciera, no serviría de nada, mi olfato ya ha perdido prácticamente todo su poder. Solo terminaríamos perdidos en el bosque.– expliqué molesto mientras la miraba de reojo.

– Ya veo.– suspiró.

Me senté junto a la fogata. Estaba esperando pacientemente a que desaparecieran mis poderes. ¡Maldición! ¡Como odio las noches de luna nueva!.

Kagome guardaba los trastes que había usado para hacer la cena “picante” y luego de terminar se sentó a mi lado.

Si no estuviésemos solos no me sentiría un tanto incomodo, la verdad era que hacia tiempo que no estábamos completamente solos y en cierta forma era agradable. Solos, en el bosque, sin nadie, sin nuestros amigos. Me senté frente a la fogata, mientras esperaba pacientemente.

– Oye Inuyasha.– llamó con voz dulce.

– ¿Qué quieres?– contesté.

– Vamos a jugar al juego de preguntas y respuestas ¿si?– sugirió con una sonrisa en su rostro.

– ¿Preguntas y respuestas?–repetí confundido. De inmediato se percato de que no conocía el juego.

– Verás es un juego simple, yo hago una pregunta y tu debes contestarla con la verdad, solo con la verdad, pero la verdad completa. Luego tu haces una pregunta y yo debo contestarla. Es un juego divertido.– dijo ilusionada.

– Bueno…esta bien.– “si estamos solos no creo que haya problemas en jugarlo. Pensé. “Además, de seguro serán preguntas tonta, también no quería seguir peleado con ella”.

– A ver yo comienzo.– se quedo pensativa por un momento hasta que.... – Inuyasha ¿Qué te comentó mi hermano antes de que lo ayudarás a confesar sus sentimientos por Hitomi?– pregunté divertida.

Comencé a sudar como loco, no me esperaba una pregunta así, como iba a contarle eso a Kagome, algo tan vergonzoso como esa charla…

– Recuerda que es un juego, así que contéstame con la verdad.–me dio animo.

– Pues veras el… en ese momento…

Flash Back

– Pues es que se supone que son novios ¿o no?.– dijo el niño colocándome en una situación un poco embarazosa.– ¿No es cierto? De lo contrario mi hermana no faltaría tanto a clases para estar allá, ni tampoco tu vendrías a cuidarla cuando ella se encuentra enferma ¿o si?

– Ahh.– no tenía ni la menor idea de que contestarle.

– Dime ¿Quién de los dos fue? ¿Qué tipo de confesión hicieron? – preguntó curioso.

– No seas tonto, te equivocas, jamás le diría algo así a Kagome.– dije un tanto nervioso y sin mirarlo. “¿Por qué jamás le diría algo así a Kagome? No es momento para pensar en eso.”

– Entonces fue mi hermana la que te dijo.– sonrío el pequeño.– ¿Cuáles fueron sus palabras?

– Emm..– Este mocoso me estaba preguntando cosas demasiado comprometedoras.

– No me digas que todavía no han declarado sus sentimientos…– dijo un tanto decepcionado.

– ¿Qué…estás…diciendo?– sentía como todo mi cuerpo temblaba debido a sus preguntas.

– Parece que no…– suspiró desilusionado.
Me quede hecho piedra, ese niño me llevo a un colapso nervioso.

– ¿Qué… te… pasa… Souta?– apenas y podía hablar con un poco de tranquilidad, estaba al borde de los nervios.

End The Flash Back

– Y bien Inuyasha ¿Qué fue lo que hablaron ese día?

– Pues…– y ahora ¿cómo salgo de esta?– Pues veras, Souta lo único que me pregunto antes d que llegara era, de que si yo había tenido algún tipo de relación amorosa antes, y quería saber como había confesado mis sentimientos hacia esa persona.– conteste , aparentando no darle mucha importancia “ Buena salida” pensé. Kagome coloco una mirada de desilusión por un momento.

– ya veo…Bueno es tu turno Inuyasha ¿Pregunta lo que desees?– me animó.

Hacia mucho que deseaba preguntarle esto, desde que no llegue a tiempo, ella no deseaba contarme en ese momento por eso deje las cosas así, sin embargo…

– ¿Qué fue lo que ocurrió el día en que tu y Kikyo estuvieron solas? Me refiero al día en que te robo los fragmentos de la perla.– aclaré, trate de hacer la pregunta con el mayor cuidado posible.

– De verdad ¿quieres saberlo? Eso no cambiará nada.– me aseguró.

– Solo contéstame Kagome.

Flash Back

– Kikyo, Kikyo ¿estas bien? Estas a salvo, estábamos preocupados por ti.

De repente una flecha rozo el rostro de la jovencita, una flecha proveniente de Kikyo. De repente un hueco enorme se hizo en la tierra y cayo en el. Kagome sostuvo su mano de una rama mientras veía a Kikyo, asustada.

– He descubierto que Naraku te tiene miedo, por eso me manipulo usando uno de los fragmentos, para que finalmente peleara contigo Kagome…

End Flash Back

– En ese momento, lo único que ocurrió fue que ella me quito los fragmentos es todo.– comentó con cuidado, estaba ocultándome todo.

– ¡No mientas! ¡¿Por qué no me dices de una vez que Kikyo intento matarte?! Ella mismo lo admitió en ese momento, porque no deseas contarme lo como lo intento, acaso no me tienes la suficiente confianza.– grite, estaba harto de que me ocultara aquello, ya había pasado mucho tiempo.

– Es que no entiendes acaso que no deseo lastimarte.– reprocho ella.– No te has dado cuenta que siempre cayo lo que he vivido con Kikyo a tus espaldas para no herirte ¡Como eres terco!¡Y poco delicado!

– ¡¿Pero que te pasa? tonta!– le reclamé ante su actitud.

– ¡Además acabas de arruinar un gran juego!

– ¡¿Pero si solo te pregunte por Kikyo?!

– ¡Cállate y abajo!

Me estampé contra el piso. Definitivamente no volvería a jugar ese juego, total ninguno de los dos decía la verdad…

Fin​