[PRE] Debajo de la locura

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Hades_, 15 Noviembre 2010.

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    Hades_

    Hades_ Guest

    Título:
    [PRE] Debajo de la locura
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Poesía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3367
    Hola amigos de atomix, esta vez les escribo por que me gustaria su opinion como foreros sobre este cuento corto que estoy escribiendo. Apenas llevo el primer capitulo pero quisiera que me dieran sus opinones.

    Antes que nada, quiero decirles que estoy MUY MUY conciente de que tengo una pesima ortografia jeje [​IMG] , Espero quitar todas las faltas para la version final, mientras estaria bien que las ignoraran jeje xD

    Pues aqui se los dejo a ver que opinan. Yo lo defino como una mezcla entre SilentHill+Sesion9+Siren+unpocodeREC

    Contenido:

    Capitulo 1: La Visión
    Al subir a su auto y despedirse de su familia Rebecca Matus, no se sentía afligida por la vida que dejaba atrás, ni temerosa por su incierto futuro; únicamente pensaba en el hecho de conseguir un significado a su hasta el momento vacía vida.
    Rebecca era una joven Psiquiatra de 33 años del estado de México, que por varios años ejerció su profesión en diferentes hospitales y fue reconocida como una eminencia medica en su campo. Toda su vida la vivió en la gran ciudad con sus padres; a quienes ella misma se refería como los “viejos”.
    A pesar de su hasta entonces tranquila y exitosa vida, Rebecca vivía en su propio mundo casi desconectada de la realidad que le rodeaba, siendo para ella el éxito no mas que una serie de sucesos favorables. Ella estaba consciente de lo vacía que se sentía y de lo desconectada que podía llegar a ser y en múltiples ocasiones llego a pensar en que tal vez en eso radicaba su éxito como psiquiatra, incapaz de sucumbir ante los horrores que había presenciado y de atarse a sus pacientes.
    Rebecca había sido invitada para formar parte de un hospital Psiquiátrico poco conocido y de apenas unos años de antigüedad que había sido establecido en un pequeño pueblo cerca de Oaxaca. Había tenido la oportunidad de estar en hospitales mucho mejores y de mas prestigio pero la oferta le pareció una oportunidad sin precedentes para comenzar una vida muy distinta a la que llevaba. El hospital solicitaba su ayuda de manera caritativa le daba hospedaje y apenas le pagaría unos pesos, pero ella no necesitaba el sueldo, solo necesitaba la excusa.
    Apenas subió lo necesario a su auto y dando una despedida un tanto seca Rebecca partió.
    El hospital se llamaba “San Simón” y se encontraba en un pequeño pueblo en el limite entre Tuxtla y Oaxaca llamado “Silmarion”.
    Durante todo el trayecto en su auto Rebecca se preguntaba como seria el vivir en un pequeño pueblo, alejada de todo el materialismo que había en la ciudad. También se cuestiono acerca del hecho por que de poner un hospital psiquiátrico en medio de la nada. Días antes ella había hablado con el director del hospital y este le había comentado que la zona tenia un alto índice de pacientes que necesitaban atención de ese tipo y que los hospitales psiquiátricos se encontraban muy alejados de esa zona, asi que podía decirse que era un punto estratégico.
    Atardecía y Rebecca estaba cansada después de manejar por varias horas; paso por un poblado llamado “Huaxitlan” y decidió buscar un hotel para poder pasar la noche. Estuvo cerca de quince minutos buscando algún hotel que pareciera decente y con estacionamiento para poder dejar seguro porshe, que sin duda alguna llamaría la atención en la oscura calle. Encontró entonces el hotel “Imperial”, el cual era el único en todo el pueblo que parecía tener estacionamiento, aparco su auto y entro al hotel. Entro al humilde lobby. Era un cuarto grande con una sala que tenia la recepción en el centro, las escaleras del lado derecho que llevaban al segundo piso y del lado izquierdo el pasillo que alojaba a las habitaciones de la planta baja. Rebecca se encontró con un hombre robusto y moreno con apariencia descuidada y sucia en la sala viendo la television.
    - ¿Es usted el encargado? – Dijo Rebecca en tono seco
    - Si – El hombre tenia una voz aguardentosa y algo desagradable
    - Quisiera una habitación para una noche
    - Permítame – El corpulento hombre se levanto con esfuerzos y se dirigió así el mostrador - ¿Sabe usted a ron o a tabaco? – Le dijo el hombre a Rebecca en un tono serio
    - ¿Perdón? – Rebecca pensó no haber escuchado bien las palabras del hombre
    - ¿Puedo darte una mordida? – Mientras hablaba su expresión parecía volverse demencial
    - No se dé que está hablando, creo que mejor debería ir a ver…- Rebecca intentaba retroceder mientras el hombre se seguía acercando. Mientras el hombre se acercaba el pánico inundaba a Rebecca, no solo el aspecto del hombre era grotesco sino también su olor.
    - Solo te dare una pequeña mordida- El corpulento hombre estaba a unos centimentros de Rebecca, esta intento uir pero el hombre la sujeto por el brazo.
    - ¡Sueltame! – Grito con toda su fuerza, pero antes de que pudiese intentar golpearlo el hombre le dio una fuerte mordida en el brazo
    Rebecca grito y golpeo al hombre en la cara haciendo que este la liberara. Tomo sus bolso y estaba a punto de salir corriendo cuando escucho una voz.
    - ¡Victor! ¿Qué hiciste? – Era la voz de un hombre alto, vestido formalmente y con un aspecto mas agradable que el de el corpulento que le acaba de asestar una mordida
    - Ella me golpeo, no sabe a nada, ¡sabe a lumbre! – Dijo en un tono idiota el gordo
    - ¡Señorita discúlpeme porfavor! ¡Dejeme ayudarla! El es mi hermano Víctor como podrá ver tiene problemas mentales – Dijo el hombre angustiado mientras levantaba a Rebecca. Ella seguía impactada por lo ocurrido - ¿Esta bien? Porfavor conteste
    - Si, estoy bien…- Apenas pudo decir rebecca
    - Déjeme traer unas vendas y alcohol …-
    - No es necesario soy Doctora tengo un botiquín me podre atender- Al decir esto Rebecca se sintió algo avergonzada, pues a pesar de ser una especialista, no pudo darse cuenta de que aquel hombre padecía alguno de los problemas que ella seguramente había visto ya cientos de veces – Lo mejor será que me vaya …
    - Porfavor, quedese le dare una habitación, gratis – Insistio el hombre
    - Lo siento pero creo que no me sentiré comoda estando aquí – Rebecca intentaba sonar algo ofensiva pues aun después de explicada la situación, se sentía ofendida por lo ocurrido
    El hombre siguió insistiendo y después de que los empleados del hotel la ayudaran a curar su herida, Rebecca decidió quedarse.

    - Por cierto me llamo Julio- Dijo el hombre de la recepción
    - Rebecca, mucho gusto… supongo
    - De verdad lamento todo lo ocurrido Rebecca, te daré la mejor habitación que tengo – dijo Julio aun en un tono apenado
    - Gracias pero te pagare por mi hospedaje, fue un accidente y en parte fue mi culpa por no darme cuenta
    - Como gustes, pero en realidad quisiera compensarte. Almenos dime ¿a dónde vas? Tal vez te pueda ayudar
    - Voy Silmarion, al hospital “San Simon”
    - Vaya ¿asi que eres psiquiatra? – El tono de Julio cambio drásticamente
    - Si, me acaban de contratar
    - La ruta a Silmarion la sigue la carretera vieja, son como 3 horas en auto te sugiero salgas mañana temprano – Esta vez Julio paresia mas cortante y sin afán de seguir la conversación
    - Gracias tomare el consejo
    Sin más, Rebecca fue a la habitación Once la cual para ser la mas lujosa de aquel hotel, le parecía muy simple. Observo por las ventana el pueblo. Las luces en la calle eran pocas y dejaban ver un panorama algo sombrío. La calle escasamente iluminada con una luz rojiza dejaba ver una iglesia que llamo la atención de Rebecca por la Gótica arquitectura y el gran tamaño que fácilmente podrían ser mas de una cuadra.
    Rebecca decidió recostarse sobre la tiesa cama. Tal vez fue el largo viaje o tal vez el susto que había recibido, pero apenas cerro los ojos cayo en un profundo sueño.
    “Me veo a mi misma, en un largo pasillo blanco, hay puertas a los lados hasta donde alcanza mi vista. Las puertas tienen ventanas, son claramente puertas de un hospital. Camino apenas unos pasos y escucho gritos, no son gritos cualquiera son gritos de horror. Los gritos provienen de los cuartos, me asomo a ver en el interior de uno de ellos. Es horrible hay sangre por todas partes, los cuerpos están hechos pedazos hay viceras en el techo, extremidades en cada esquina, rostros con una horrible expresión que solo refleja una muerte tremendamente violenta. ¿Qué hizo esto?. Mas adelante escucho una voz que pide auxilio. Corro por el pasillo intentando llegar a la persona que pide socorro, alcanzo a ver atravez de las ventanas de los demas cuartos que en todos hay sangre y descuartizados. Por fin llego al cuarto de donde proviene la voz. Veo a una mujer tirada en el piso la oscuridad la cubre casi por completo, únicamente veo su cara, esta sufriendo, hay alguien mas con ella. Son unos seres demoniacos, de color verde con ojos negros como la noche y con bocas repletas de colmillos llenos de sangre… ¡SE ESTAN COMIENDO A LA MUJER!. La tienen abierta del abdomen estan devorándola. Los seres se dan cuenta de mi presencia y corren hacia mi. Intento escapar pero me siento muy lenta y pesada. Intento correr pero mis piernas apenas responden. Algo me golpea por la espalda, me hace caer y entonces como un relámpago cae una mordida sobre mi pie izquierdo…
    Sabe a lumbre – Dijo una voz profunda con tono demoniaco
    Tan fuerte como pude di un grito de horror, entonces desperté”
    Rebecca despertó gritando y bañada en sudor. Le tomo varios minutos poder calmarse, aun no había amanecido, miro el reloj y eran las cinco de la mañana.
    - Me largo de aquí
    Rebecca se quito las sabanas de encima dispuesta a tomar sus cosas y salir de ese lugar a toda prisa, puso un pie en el frio piso y quedo horrorizada con lo que vio. Su pie izquierdo estaba sangrando y tenia marcas de haber recibido una fuerte mordida. Rebecca grito al igual que en su sueño con todas sus fuerzas. A pesar del dolor que sentía, se puso de pie fue hasta su maleta y saco algunas vendas. Apenas se había enjuagado y medio puesto una venda en el pie, cuando Julio el encargado del hotel entro al cuarto y vio la mancha de sangre en la cama de Rebecca.
    - Dios mío… ¿Qué paso? – Dijo julio mientras buscaba a alguien en la habitación
    - ME LARGO DE AQUÍ, SI INTENTAS HACER ALGO TE CLAVARE ESTO – Rebecca salía del baño y amenazaba a Julio con un bisturí de manera histérica
    - Tranquila… siéntate y dime…-
    - Alguien entro a mi cuarto y me ataco, si no te quitas de en medio te juro que no responderé – Rebecca seguía apuntado el bisturí contra Julio mientras intentaba llegar a su maleta para poder irse
    - No lo puedo creer yo soy el único que tiene la llave, tal vez algún animal – Dijo intentando calmar a la muchacha
    - Vete al demonio tu y todo este lugar – Rebecca Tomo su maleta y aun en piyama estába dispuesta a irse
    Julio se quito de en medio y le dio el paso a Rebecca, esta cruzo la puerta y le dio la espalda, estaba lista para correr hasta su automóvil. Antes de que pudiera empezar a correr escucho una voz que pensó que era la de Julio, a pesar de que el tono era muy distinto
    - Si yo fuera tu no me iría puta
    El tono fue tan aterrador que Rebecca se giro y le clavo el bisturí a Julio en la mano, este solo alcanzo a dar un fuerte alarido. Rebecca por fin corrió hasta la salida. No tuvo que bajar ninguna escalera ya que el cuarto estaba en la primera planta. Salió al todavía oscuro estacionamiento. El estacionamiento era pequeño y solo estaba el coche de Rebecca aparcado en el. Rebecca corrió a su auto y desesperadamente abrió la puerta, metió su maleta. Antes de entrar ella al coche miro la entrada del hotel, pensó que tal vez había exagerado y que probablemente había lastimado a Julio y necesitaría ayuda, además no se había topado en la salida con ningún otro empleado del hotel por lo que probablemente estaría solo y le costaría llegar al hospital. Mientras titubeaba comenzó a llover y todavía no amanecía así que la oscuridad era casi completa. Intento marcar a emergencias pero su celular no tenia señal. Rebecca decidió ir a verificar que Julio se encontrara bien, después de todo era una Psiquiatra y su comportamiento había sido exagerado. Con cautela entro de nuevo al Lobby
    - Julio escucha, acabo de llamar a emergencias – Rebecca caminaba con cautela por el lobby – Vienen en camino
    Se escucho una carcajada en el fondo
    - ¿Crees que no se que no hay señal? ¿A que se debe tu extraño sabor? – Era sin duda la voz de Víctor, provenía de las escaleras, pero esta vez su voz parecía diferente, no se notaba el retraso en ella
    - Víctor… yo… - Rebecca miraba la escalera tratando de encontrar a Víctor pero estaba muy oscura y no podía alcanzar a distinguir nada
    - Tal vez si te pruebo una vez mas lo sepa – Rebecca se paralizo de miedo al oir esto miro entonces al techo y se dio cuenta de que Víctor no estaba en las escaleras, estaba en cuatro patas sobre el techo, una posición alucinante y físicamente imposible.
    - AHAAAAAA – Rebecca solo alcanzo a gritar. Corrió a toda velocidad hasta llegar a su auto de nuevo, lo encendió y salió hacia la calle. Antes de salir dio un ultimo vistazo a la entrada del lobby. Víctor se era apenas visible entre la oscuridad, aun con la poca luz pudo aprecia que se encontraba en cuatro patas y con la cara llena de sangre.
    Rebecca apenas salió de aquel lugar hecho a llorar con todas sus ganas. No sabia que había pasado ni siquiera si había sido real. Condujo por el pueblo sin dirección alguna evitando pasar por la calle del Hotel. Llego a una gasolinera a las afueras de “Huaxitlan”, Ya había amanecido. Estaciono su auto y continúo llorando por un rato más. No sabía si llamar a la policía. Los empleados de la gasolinera al notar a la crisis de la muchacha se acercaron al auto para ofrecerle ayuda.
    - Señorita ¿se encuentra usted bien? – Dijo un hombre de aproximadamente 30 años de tés blanca y cara lampiña
    - No, no lo estoy – Dijo Rebecca entre sollozos – Vengo del hotel imperial, los dueños me han atacado y…
    - ¿Qué ha hecho ese Víctor esta vez? Los foráneos siempre tiene problemas con el por …
    - ¡No entiende! ¡Intentaron matarme! – A Rebecca le desespero que el hombre intentase calmarla
    - Lo dudo mucho, Víctor está enfermo y a veces ataca a los extraños pero Julio es un buen hombre…- Rebecca pensó que seria inútil tratar de razonar con el hombre, sería inútil ir a la policía, ni siquiera ella estaba segura de que había pasado, solo sabía que por ningún motivo quería regresar a aquel lugar y mucho menos ver a Víctor o Julio.
    - Olvídelo- Rebecca subió el vidrio de su auto arranco, se seco las lagrimas. No solo se sentía profundamente asustada si no también humillada, ella una eminente psiquiatra fue incapaz de darse cuenta de la clase de gente que eran Julio y Víctor. Ciertamente era un peligro que Rebecca no denunciara a esos locos, pero pensó que estando lejos podía mandar al ejercito si era necesario, mientras tanto debía llegar a su destino original “Silmarion”
     
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    Sandritah

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    En el primer post de una discusión debe figurar el cuento corto/largo o, en caso de ser una historia de varios capítulos, el prólogo o en su defecto el primer capítulo de la historia, no el archivo adjunto. Puedes editar el post y colgar el contenido de la historia o, sino, deberé cerrar la discusión :(.
     
  3.  
    Hades_

    Hades_ Guest

    EDITADO :)
     
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