Prayer [Torneo]

Tema en 'Relatos' iniciado por Silent Love, 5 Julio 2013.

  1.  
    Silent Love

    Silent Love ♥ ShikaTema Cannon ♥

    Virgo
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    Mensajes:
    88
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Prayer [Torneo]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1419
    [Actividad] -.-“Torneo de momentos” -.-

    Géneros: Ciencia Ficción, Drama, Tragedia, Sobrenatural

    Canción: Prayer – Disturbed

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    ...​
    Prayer



    Mi respiración estaba agitada, mis manos temblaban, sentía que de mi frente bajaban grandes gotas de sudor, mi vista cada vez se hacía más borrosa y de seguro mis pies no resistirían más.


    Todo estaba totalmente oscuro, no lograba verte por ningún lago, ¿Dónde te habías metido? Era en lo único en lo que podía pensar, mientras mis pasos se hacían cada vez más lentos. ¿Acaso te escondes? ¿Aún no lo entiendes?, aquellos lugares llenos de alegría donde papá y mamá jugaban a nuestro lado.


    Han desaparecido... — sentí mi voz débil y frustrante — ¡Todo se acabó! — Grite tan fuerte como para que me escucharas, aun así, mi desesperación aumentaba, y el no encontrarte me daba más miedo, que el darme cuenta que por mis mejillas bajan gotas saladas por montones y el no poder controlaras me afligía mucho más.


    — Amy — Escuche un grito a mi espalda, mis castaños ojos se abrieron a mas no poder ¡eras tú!, mi corazón se aceleró y tenía intenciones de voltearme y abrazarte, pero por alguna extraña razón tenía miedo de hacerlo ¿miedo?, es casi imposible tenerte miedo, tu que me cuidaste y estuviste conmigo en todo momento… Tú, quien en ese momento eras mi única familia, pero, aun así tenía miedo al darme cuenta que quizás cuando me decidiera en voltear no eras tú el que estaba hay, después de todo a ese paso en nuestra vida humana, ya no se sabía quién estaba vivo y quién no.


    Luego de desplazar los malos pensamientos de mi mente, me decidí y te di la cara; de todas formas era a ti al quien buscaba sin importar en qué condiciones llegáramos a encontrarnos. Una sonrisa en mi rostro no dudo en aparecer, ¡estabas bien!, era demasiada la distancia que nos separaba, pero eso no me impedía salir corriendo con intenciones de abrazarte y replicarte mil y una vez más; si era necesario, que te quedaras siempre a mi lado.


    No podía negar que mi corazón se aceleraba cada vez que te sentía más cerca, ¡estaba feliz!, de repente mi pies frenaron en seco y mis ojos se abrían tal cual plato de cocina, ¡No lo podía creer! Uno de aquellos desagradables y repugnantes demonios estaba prácticamente sobre tu espalda, de seguro él estaba mucho más cerca que yo y lo pude notar, ¿Cómo? Pues sencillo en mi cabeza solo pasaba la imagen más desastrosa que alguna vez pude imaginar, de inmediato reaccione, te gritaba e imploraba que te alejaras y ninguna de mis suplicas ayudaban, es más nisiquiera alguna de ellas lograbas alcanzar a escuchar.


    Nuevamente mis parpados se sintieron pesados y mis ojos hinchados, salieron lágrimas recalcando así un camino por mis mejillas y desembocando en el abandonado suelo. Baje mi cabeza, no deseaba ver tal escena, pero aun así me partían el corazón los gemidos de dolor provenientes de mi hermano.


    — ¡Corre! — Su voz sonaba entrecortada y sus ojos se cerraban poco a poco. ¿Cómo pretendía que lo dejara hay? Aunque por más que me doliera, sabía perfectamente que el pronto seria parte de aquel recuerdo de lo que una vez fue mi familia y pasaría a ser uno más de esa pesadilla que se había convertido en mi realidad.


    Sin dudarlo más, salí corriendo con lágrimas en mis ojos, ellos me había arrebatado de nuevo algo especial, habían enterrado y nuevamente sembrado en mí, el dolor y el sufrimiento. Aunque… sinceramente de alguna manera debía dejar todo aquello atrás, de hecho, nosotros mismos acabamos con nuestros sueños, solo para aumentar nuestro dolor y ambición. Ahora solo somos simples animales en extinción, la existencia humana comienza su decadencia de esta manera, llegando a tal punto en que nosotros mismos nos enterramos y resucitamos. El lugar al que llamamos una vez hogar es el mismo infierno, gracias a nosotros.


    A veces, me odio a mis misma por no haberme preparado para un momento como este, mis piernas sin duda, no aguantarían más y aquel sin fin de demonios unos paso atrás no me ayudaban mucho, saque fuerzas de donde yo creía ya no tenia y me aleje más de ellos, pero mi poca lógica que me quedaba me engaño y termine en medio de un callejón cerrado y las mismas repugnantes bestias a mi espalda. En momentos como estos es donde agradezco tener la capacidad de estar viva y tener razonamiento; o bueno, ser diferente a ellos. Nunca antes lo había intentado, pero como pude escale la reja de metal que me impedía el paso y salte al otro lado, con la esperanza de no tener que encontrarme con más de ellos.


    Por primera vez agradecía estar totalmente sola. Esta vez, ante mi tenía viejos recuerdos de aquel lugar desolado en el que me encontraba, pues, se podría decir que era el lugar favorito de mi hermano, el campo de futbol americano, decidí recorrerlo por un tiempo, bueno decidí quedarme hasta que pasara a ser parte del infierno que me rodeaba. Pero de hecho, por estar allí sola me lleve un gran susto, las luces de la cacha se hicieron presentes, alumbrando de esquina a esquina, dejando solo mi oscura silueta parada en la puerta principal. Un chico con apariencia despreocupada se acercaba al centro del campo; de seguro era alguno de los jugadores y obviamente otro sobreviviente, pues, caminaba en normales condiciones, aunque parecía algo extraño, pues solo miraba hacia la tribuna sin parpadear.


    Decidí acércame a él, ya no tenía miedo, después de todo ¿algo peor podría pasar?, no, no lo creo, de hecho, ya nos consume el infierno, ya todo lo malo nos está acechando, ya para que más. Pude verlo más claramente, su cabello era rubio y tenía en sus manos un reproductor de música, con su respectivo audífono a cada lado, pero cuando quería terminar la distancia que nos separa, él salió corriendo por el mismo lugar que entro, seguro no se había dado cuenta de mi presencia. Ahora era yo la que estaba mirando un punto fijo en la tribuna, con alguno que otro recuerdo en mi cabeza e imaginándome las sonrisas que antes se hacían notar en medio de un partido de Futbol. Al poco tiempo él volvió y por lo que percate al notarme se sorprendió un poco, yo por mi parte solo me que mirándolo con una pregunta algo salida de la situación en ni cabeza. ¿Acaso pensaba tocar en un momento como este?, aquel rubio tenía en su mano una guitarra eléctrica y en la otra el amplificador ya conectado.


    — Esta es la manera en la que rezo… — como si hubiese leído mis pensamientos, susurro aquello y luego se acercó, sin tomarle mucha importancia a mi presencia.


    En parte lo entendía, no valía mucho la pena luchar por sobrevivir y menos si estas solo. Comenzó con acordes muy fuertes que aumentaban a cada segundo, son perfectos para mi gusto, aunque parecía que él también lo disfrutaba, cuando comenzó a cantar lo hacía para el mismo, dejando salir mucho odio y melancolía. Al terminar la canción dejo su guitarra a un lado y se posó junto a mí; sobre el amplificador, sin decir palabra alguna puso uno de sus audífonos sobre mi oreja, dejándome disfrutar de la misma melodía que el tocaba minutos atrás.


    No era necesario comunicar palabra entre nosotros, de hecho, creo que ambos sabíamos que no tendría sentido hacerlo, yo, solo quería por un momento olvidar el infierno en el que me encontraba y así fue. Mi miedo desde un comienzo era la soledad, tenía miedo de que me hallaba sola y ese miedo creció mucho más al perder a mi hermano… Pero…



    Esta vez he encontrado "Una esperanza en medio del infiernoӃl es aquella esperanza que me llenara de fuerza y voluntad.

    ...
     
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    Sheccid

    Sheccid Usuario común

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    Siempre se encuentra una esperanza en medi de lo peor...supongo que es la vida,Dios o el destino que no te dejan desistir, por mas que parezca que todo el mundo terminó,siempre hay algo que nos detiene a abandonar toda la esperanza...
    Noté una falta de ortografía: cuando hablas de "dejarlo hay" debiste haber usado "ahí "o" allí" hay es del verbo haber.
    Fuera de eso,la historia me parecio corta y llena de contenido,incluso me levantó un poco el animo...Yo amo a mis hermanos y no sé que haría si los perdiera...pero supongo quue se apareceria en mi vida alguien que me diera fuerzas,como lo que pasó en la historia.
    Gracias por invitarme y perdona no comentar antes,tu fic me gustó mucho n.n
     
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