One-shot Pokédisfraz. [Pokémon rol]

No puedo permitirme vivir si no escribo algo de Halloween con Elisa, simplemente no puedo.
Esto sale cuando dejan que escriba hasta las tres de la mañana :D

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Etiqueto a los dueños de los personajes que robe para escribir esto, espero estén bien usados (?) @Hey Miguel @Noir

La entrenadora sonrió emocionada a la par que llevaba una pila de telas a su habitación, no todos los días podía darse el lujo de encerarse en su cuarto del centro pokémon en Témpera a preparar disfraces, su especialidad, para la mejor de las noches del año, día de brujas, ocasión que le daba la excusa perfecta para levantarse temprano para ir en búsqueda de material, ya que, como siempre, había dejado todo a ultima hora.

Desde pequeña había disfrutado haciendo trajes simples para los compañeros de sus padres, imaginando que los usaban en los más grandes concursos pokémon de la región, claro que el espectáculo era solo para sus progenitores, o en la mayor parte del tiempo su padre, los cuales disfrutaban la sonrisa grabada en el rostro de la pequeña niña a la hora de exhibir algo nuevo.

Ahora más grande y con mayores habilidades en el manejo del hilo y la tela se había propuesto el hacer un disfraz a cada uno de los compañeros que quisiera tener uno, para así poder ir a pedir dulces como el equipo unido que eran.

Así paso la mayoría de su día, el cual estuvo lleno de trabajo duro, equivocaciones y pequeñas heridas en su dedo índice o anular, pero esos contratiempos menores no la hicieron detenerse, la chica se había mantenido determinada en su tarea. Al final terminó un par de horas antes de que el sol se pusiera, un tiempo record a decir verdad.

Fue hasta su bolsa con cuidado de no pisar nada de lo que había dejado en el suelo, de ella sacó cinco pokéball y uno por uno fue liberando a sus compañeros, a los cuales había regresado al esférico esperando los trajes fueran una sorpresa de noche de brujas.

El primero en salir fue Ivysaur, el cual estiro su cuerpo antes de notar el desastre y comenzar a levantar trozos de tela, le siguió Drifloon, la cual de inmediato voló hasta la entrenadora, para así colocarse en su cabeza. Gengar salió solo de la pokéball, entusiasmado por la idea de alborotar el orden que el planta/veneno se esforzaba por mantener. Gothorita simplemente se sentó en la cama, expectante por el disfraz que le tocaría y por ultimo Phantump, el cual solo se limitó a mantenerse cerca de la chica, mirando como los otros pokémon hacían lo que querían en la habitación.

—Bien muchachos — llamó la atención de sus compañeros la humana —, me he esforzado mucho, así que espero les gusten las ropas que confeccione para ustedes —añadió mientras iba a la mesa, donde había dejado una pila de ropa con diseños varios.

La primera, como siempre, en querer su vestuario fue Drinfloon, pronto se vio con un gorro de bruja y una capa de color negro, el sombrero adornado con una pequeña cruz anaranjada junto al lazó que marcaba el límite entre la visera y el resto de la prenda, el broche de la capa a juego con la decoración de la gorra.

El siguiente en verse vestido fue Ivysaur, el cual simplemente conto con una corona de flores a la medida, claro que esta no era de tonos muy alegres, mostrando principalmente negro y rojo, con algunos otros colores de por medio.

El tercero fue Gengar, también con un sombrero de bruja, pero este en lugar de ser solamente negro tenía un espiral morado oscuro, intercalando ambos colores, el adorno que marcaba el límite visera/cuerpo era una pequeña calavera de un blanco brillante.

Después vino Gothorita, ella recibió una capa completamente negra, la cual la cubría hasta los pies y se podía cerrar casi completamente, el broche fue un simple moño rojo sangre.

Por ultimo venia Phantump, quien solo fue cubierto por tela blanca en algunas partes del tronco, tela que simulaba ser un vendaje, las partes cubiertas fueron: el lado izquierdo de su cara, dejando la zona del ojo libre, y un poco de la rama del mismo lado, en el cual se pusieron algunos trozos colgando.

La entrenadora miró satisfecha a todos sus amigos, lucían realmente adorables con esos disfraces, cada uno con un traje a la medida y que combinaba con el diseño natural del pokémon, se sentía orgullosa de sí misma.

—Lucen perfectos, ahora denme un minuto para ir a cambiarme, así podremos salir a pedir dulces —anuncio mientras tomaba un vestido y corría al baño.

Unos minutos más tarde se pudo ver a una Elisa vestida con un pomposo vestido, el cual simulaba a la perfección ser un Pumpkaboo, la parte baja con diseño de calabaza y un par de círculos amarillos, parte que contaba con tela sobrepuesta de color negro, la cual venia de la parte que cubría el torso de la entrenadora como una camisa de mangas largas y anchas al final. La chica completo el conjunto con sus medias negras de siempre y un sombrero con calabazas por diseño.

—Y bien ¿cómo luzco? —preguntó dando una vuelta sobre sus talones para modelar, recibió sonidos de aprobación de sus compañero —, muchas gracias, mamá me lo envió desde Kalos, escribió que apenas lo vio pensó en comprarlo, ¿no es ella un encanto? —nuevamente la acompañó la aprobación grupal.

Sonrió antes de tomar su bolsa y guardar un par de cosas dentro, ya era momento de salir, quizá no a pedir dulces, pero si a bajar para comer algo, llevaba todo el día trabajando y por miedo de no tener tiempo no se había detenido.

Mientras cerraba su habitación y se preparaba para ir por algo a la cafetería se topó con Mimiko, la cual la miro extrañada de pies a cabeza, no todos los días se veía a una amante fantasma vestida como uno, pero después de pensarlo un poco se dijo que era normal ese tipo de cosas en ella. Este encuentro fue aprovechado por parte de Elisa, la cual al comprar tela de más, por no tener tiempo para pensar en cuanta necesitaría, había creado uno trajes adicionales, por si se topaba con alguno de sus amigos.

De su bolso salió una capa de color negro, su broche en forma de rayo, la castaña expresó que le encantaría ver a Luxaray usando ese simple vestuario, la rubia en respuesta dijo que solo se lo pondría ya que fue creado especialmente para él y que los regalos no podían simplemente rechazarse.

Con una sonrisa en los labios y más animada que antes la originaria de Hoenn se despidió y dando pequeños saltos se alejó por el pasillo seguida por un sequito de pokémon.

Ya instalada en la cafetería del centro pokémon Elisa se permitió comer algo, una comida bien merecida, sus compañeros la acompañaron con sus respectivos alimentos.

—¿Elisa? —escuchó su nombre a sus espaldas —, ha pasado un tiempo desde la última vez que nos topamos

Al voltear la chica se topó con un sonriente Chad y un Fósforo de brazos cruzados, la entrenadora se levantó de un salto y con el impulso del movimiento abrazó al chico.

—Tantas lunas desde la última vez que te vi —comentó separándose —, ven, toma asiento, tenemos mucho de qué hablar —invitó con una gran sonrisa.

El castaño asintió y ocupó el lugar frente a la chica, claro que dejando el correspondiente espacio para su inicial. De inmediato la chica comenzó a ponerse al día con el entrenador.

—Y dime Elisa ¿a dónde planeas ir con ese disfraz?

— ¡A pedir dulces! —exclamó como niña pequeña —, nunca se es muy viejo para hacerse con un botín azucarado. —Chad soltó una risa ante el comentario.

—Suena divertido, ¿tus pokémon también planean conseguir caramelos? —fijó la vista en los disfraces variados de las criaturas.

La mención de sus compañeros le recordó algo a la chica, asintió a la pregunta y de inmediato comenzó a rebuscar en su bolsa, llamando la atención del castaño. No tardo en encontrar lo que buscaba, cosa que coloco sobre su falda, lejos de la curiosa mirada café rojiza.

—¿Me harías un favor? —pidió de repente la chica, Chad hizo un gesto afirmativo, movido por la curiosidad —, libera a Flare —solicitó Elisa.

Con la duda pintada en la cara Chad hizo lo que se le pidió, una Fennekin se materializo frente a la castaña, la cual la recibió con una sonrisa.

—Perfecto —comentó —, ahora cierra los ojos.

—Elisa, ¿por qué me pides todo esto? —preguntó —, ¿será acaso que tratas de robar a mi pokémon? —añadió a modo de broma, la chica solo negó sonriente.

—Vamos, solo cierra tus ojos y confía en mi —pidió con el tono infantil que empleaba en sus padres, Chad termino cediendo ante la voz de niña pequeña.

Entonces la castaña prosiguió a hacer lo que tenía en mente, con Flare no tuvo conflicto, la pequeña se mostró realmente contenta con el regalo, por otro lado Fósforo había dado problemas, se había negado rotundamente a participar de la pequeña sorpresa, claro que después de mucha insistencia y de una mirada realmente adorable termino cediendo.

—Listo —anunció la chica —, puedes abrir sus ojos.

Frente al entrenador se encontraba Flare usando un vestido de un suave tono anaranjado, estampado con muchas calabazas en un tono más oscuro, sobre la cabeza de la misma descansaba una cinta a juego. De pie tras la entrenadora un molesto Fósforo de brazos cruzados lucia lo que parecía ser una capa de vampiro, de color negro forrado con rojo sangre.

—Ta da —expresó Elisa con una sonrisa mientras levantaba sus brazos—, disfraces a la medida para dos de tus compañeros, hubiera confeccionado más, pero no me dio el tiempo, así que elegí a los que creí se verían mejores, ¿qué opinas?

—¡Son fantásticos! —exclamó en respuesta el originario de Hoenn —, Flare luce realmente adorable y esa capa le queda perfectamente a Fósforo, incluso actúa como un malhumorado vampiro.

El fuego/lucha no lo resistió y descargo la molestia de tener que usar ese ridículo traje en su entrenador.

—Bien, admito que ese me lo busqué —comentó mientras acariciaba la zona que había sido golpeada.

La entrenadora rio suavemente ante la escena, no era muy común ver a un Blaziken vampiro golpeando a un entrenador indefenso. Cuando Fósforo se tranquilizó los humanos continuaron hablando, Elisa le contó a Chad que desde pequeña solía hacer atuendos para pokémon y al ser noche de brujas había decidido darles un regalo a sus amigos, y que después se encargaría de hacer las entregas, ahora solo tenía una misión en mente, pasar un feliz Halloween conversando con un buen amigo en la clásica cafetería del centro pokémon.