Planeta Emoción

Oh, sí, he decidido hacer un Fanfic tipo película infantil :$

Summary: —Estás en el planeta emoción —había dicho aquella mujer.Y aunque él no lo podía creer, decidió dejar que aquellos extraños humanos -o lo que fueran- lo llevaran con su reina a buscar una solución. ¿Qué más podía hacer?

PRÓLOGO.

—Verá, señor Taisho, el universo es un lugar muy grande, demasiado tal vez —comenzó a explicar Mioga— Y nuestra compañía se caracteriza por entregar siempre la información más certera y detallada que podamos. Es por eso que hemos decidido enviarlo a usted a inspeccionar los planetas.

Una carcajada escapó de los labios del ambarino. Y costó más de 20 minutos dejarle claro que hablaba en serio. Cuando lo logró, se ganó una mirada incrédula e irritada.

—¿Inspeccionar los planetas? —enarcó una ceja. Debía ser una broma— ¿qué se supone que voy a inspeccionar? Existen 9 planetas; está comprobado. Y no son más que un montón de roca desierta —bufó.

—En realidad, según las teorías son 8. Recuerde que Plutón resultó no ser ningún planeta, además no olvide la posibilidad de que haya vida —suspiró con melancolía, para luego abrir los ojos y mirarle con más firmeza.

—Como sea... —murmuró el joven— No tengo pensado lanzarme un viaje al espacio sólo porque quieras re-comprobar lo ya comprobado. Estás enfermo —escupió mientras comenzaba a levantarse.

—No tienes opción —soltó Mioga con seriedad— Vas a ir... —Inuyasha le miró, dispuesto a aclararle que no iría— o te despediré —añadió.

—¡¿Qué?! —la indignación de su tono fue tan notoria, que su jefe y padrino se sintió ruin— ¿Vas a despedirme sólo por negarme a ir a inspeccionar si de verdad existen 8 planetas? ¡¿Acaso estás loco?! ¡Es simplemente una locura el imaginar que yo iré al espacio! ¡No soy un astronauta! —con su voz alzándose a medida que hablaba, resultó muy difícil no ceder. Debía admitir que su ira llegaba a ser muy convincente.

Aún así, resistió.

—Irás, aunque ese sea el motivo. ¡Velo como una aventura! No creo lo que digan esos tontos astronautas, sin embargo confío en ti y tu eficiencia. ¡Imagina tan sólo el que haya aparecido otro planeta! —chilló emocionado— ¡Seremos los primeros en saberlo! Y nuestro número de ventas crecerá enormemente. Áh, los número 1 en libros de Geografía —parecía muy ilusionado, pero su sobrino no sintió más que repulsión.

Lo miró colérico. ¿Aparecer otro planeta? ¿No confiar en lo que decían los astronautas, cuando estaba confirmado por los científicos? ¡Por favor!

—Además, tendrás un compañero. Un verdadero astronauta. Tú sólo serás una compañía para él... Alguien de confianza que me confirme que es cierto lo que dice.

Gruñó unos cuantos insultos, a la vez que se levantaba y cerraba de un portazo. Entonces Mioga supo que había aceptado, porque si no lo hubiera hecho, le hubiese sonreído con sorna, mientras arrastrando las palabras le decía que no iría.

Áh, su ahijado era muy orgulloso como para aceptar una derrota. Pero esta vez tendría que hacerlo.

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Oh, sí, yo espero que les guste.

Fragmento del próximo capítulo:

—¿Entonces... son alienígenas? —preguntó atónito.
—Define eso —pidió el oji-azul.
—Seres... extranjeros al mundo, de otro planeta —explicó, sintiendo que su definición era algo extraña.
—Pues, si dices venir de otro redondo, supongo que para ti sí. Mas has de tener en cuenta, que el alienígena aquí eres tú.

Y el joven sintió como si le lanzaran un vaso de agua fría, porque Miroku tenía razón.