Escuchas cantares de pajaritos, pitogües y sientes el cálido ambiente que te rodean, la piel arde produciendo calor por todos los poros. Una mosca llega, se posa en una pierna, lo observas, sabes que mira sin que puedas asegurarlo, levantas la mano, estas seguro que lo lograrás y... ¡zas! ¡splash! —se escucha el resonar de tu mano chocar con tu piel. Dolor y una marca roja haz de observar, con un pucherito posar en tus labios mientras miras mal a la mosca, tu mirada se pierde entre algunos pensamientos vagos. Sin más reflexionas: Aquel que mira através de aquellas puertas abiertas puede encontrar tesoro, pero también misterio tras misterio. ¿Queréis sabéis en que os habéis equivocado? Pues a aquella mermelada no le gusta añadir muchos ingredientes y tampoco conoce muchos. Sólo sus preferidos. Aquel ser que la observa aun no tiene sabor o ella no la encuentra pero cuando lo encuentre quién sabe si lo volverá loco como aquella Muffin.