PINO NEVADO —El panorama era hermoso. Uno que nunca había visto antes en mi vida. Con un grueso abrigo salí. Mis pies pisaban la blancura mientras mis oídos deleitaban el pisar de la nieve. Observaba con atención el vapor que mi boca generaba y se elevaba hasta perderse en el cielo —Se mojó los labios con un poco de saliva. —¿Le traigo un poco de agua? —preguntó el joven adulto. La tenue luz iluminaba las dos figuras. Uno de ellos llenos de experiencia y de premios detrás de él. El otro siendo más joven que el primero. —No, estoy bien, Gabriel —carraspeó la delgada figura. Recordó en que parte se había quedado de lo que contaba—. Era de noche, pero el cielo reflejaba claridad porque era iluminada por el mismo panorama nevado. Caminé y continué caminado, sin un aparente rumbo. Deleitándome de la vista y dejando a un lado como mis viejos huesos crujían con aquel aire frío. —Sus viejos y cansados ojos se iluminaron como si estuviera viviendo de nuevo aquel recuerdo. Sintió como un fuerte escalofrío recorrió su espalda, no solo su mente viajaba a esos años, al parecer, también su cuerpo. —¿Y luego que pasó? Después de caminar y caminar por la nieve —interrogó Gabriel, a su lado, aún a pesar de que no era la primera vez que escuchaba esa anécdota. Y esperaba que no fuera la última. Él antes podía contar una historia de pies a cabeza sin tener que detenerse. Sus años de experiencia le habían dado una buena mente, pero todo aquello se había acabado con los años que le pesan en la espalda. —Y entonces lo vi. Aquel imponente pino que a lo lejos sobresaliendo sobre todos los demás árboles. Era enorme y, cada vez que me acercaba más a él, solo quedaba más admirado y prendido de su vigor. Verde, frondoso, vestido de blanco. Adornado de naturales cristales. Su brillo siendo alimentado por las mismas luces de la calle. Era hermoso, y fue entonces que… Tosió y con su dedo huesudo apuntó el escritorio. —Allí, en el cajón, está el manuscrito. Gabriel se levantó y se encaminó al escritorio. Abrió el cajón y de ahí sacó un conjunto de hojas cuyas letras pintadas estaban escritas con letras de molde. Se acercó y volvió a sentarse en la silla que estaba a un lado de la cama. —Es el manuscrito de su nueva novela, ¿cierto? —interrogó Gabriel volviendo la vista al anciano que descansaba sobre la cama, sin poder moverse. —Es mi último trabajo —dijo. —Pero no está terminada. ¿Cuál es el final? —Con dificultad puedo mover los brazos, a mis dedos ya no los coordino bien y, mis ideas ya no se quedan en un mismo lugar. Leé lo que llevo, leelo con detenimiento, cuéntame qué te ha parecido y el final ya se lo escribiré o ya te lo contaré. Hubo un silencio, un silencio que se alargó toda la semana. Aquel hombre expiró esa misma noche. Y una nota escrita entre las páginas del manuscrito, dirigida a Gabriel, comenzaba... «Aquella noche era muy fría...»
¡Buenas noches! ¡Aquí Yoko-chan comentando! ¿Qué puedo decir? De los escritos que he leído hasta ahora en la actividad, es de los más cortos. Pero debo admitir que el tamaño es el correcto y encaja en este pequeño fragmento. Todo tiene armonía, y me encanta la forma en que has descrito la situación del amigo de Gabriel, la verdad la redacción me recordó a otros relatos como "Sonidos en el bosque" (creo se llama así) o a la historia de "Tantadel"; me encanta la forma en que estás estructurando tu historia. La verdad quedó de una forma poética (hasta cierto punto) con toques de nostálgica. Y el final, fue un hermoso cierre. Que encaja con toda la narración del paisaje y la... ¿Frustración? de un escritor que no ha terminado una idea completa de una historia (por lo que alcancé a entender). No tengo más que agregar, sólo que me gustó leerte y espero leerte en un futuro. ;) ¡Cambio y fuera!
Ah, está muy bonito. Desconozco para qué actividad haya sido realizado el relato. Pero creo que está impecable en muchos sentidos. Me gustó su extensión, porque es conciso y directo. También la sustancia del relato me parece bastante auténtica. Y los diálogos son evocadores y cargados de mucha nostalgia. Los personajes son tridimensionales, se pueden comprender como individuos reales, la escena está muy bien lograda por las descripciones intercaladas entre las participaciones de cada uno. Además, mantiene mucha tensión a lo largo de la historia, de manera que uno queda intrigado por saber qué ocurrirá al final, si terminará de contar el desenlace de su novela y cómo será. El final es algo abierto. Lo interpreté como un ciclo que intenta cerrarse para abrir uno nuevo. Gabriel es el heredero de aquella novela. No sé si es lo que intentaste, pero me satisface mucho pensar en ese final. Gracias por compartirnos tu cuento :)
Me ha agradado mucho el relato. Las descripciones que has usado me han parecido bastante acertadas y te hace evocar la historia y las imágenes de la misma de manera bastante nítida. El final realmente me ha intrigado, osea, el escritor fallece pero al mismo tiempo, le deja como su legado a su aprendiz. Es bonito y al mismo tiempo resulta triste, aunque bueno, supongo que te hace pensar un poco en que las historias no mueren con su escritor, si no que simplemente continúan una y otra vez con cada lector o con cualquier otro que quiera darle una continuación. Al fin y al cabo, esas historias que más te llenan, que más hacen volar tu imaginación, querer más y más, son las que más te marcan y es la magia de los escritores. No tengo ninguna pega a nivel técnico. Creo que has sabido encajar perfectamete la imagen con lo que finalmente has escrito y creo que lo has hecho de una forma hermosa. Espero poder leer en un futuro más relatos tuyos. Un saludo. :quis:
