Perversa [Ichijôu&Sara]

Tema en 'Vampire Knight' iniciado por rhapsodic, 17 Junio 2011.

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    rhapsodic

    rhapsodic кучко. Comentarista empedernido

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    Escritor
    Título:
    Perversa [Ichijôu&Sara]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    958
    Título: Perversa
    Disclaimer: Nada me pertenece, estoy pensando en quitarle los derechos de VK a Matsuri Hino-sama limpiamente... Tan sólo tengo que encontrar un muy buen abogado. Escribo sin fines de lucro. Publicado en otros foros.
    Tipo: One-Shot
    Pareja: Shirabuki Sara & Takuma Ichijôu
    Advertencias: -----
    ______________
    Perversa

    Una extraña picazón lo invadió completamente al ver aquella enorme puerta; desde que era un crío había tenido aquel especial síntoma al ponerse extremadamente nervioso, y aunque esta situación no era de vida o muerte –ya que había venido a pedirle autorización para ir a ver a Aidôu Hanabusa- la ansiedad por saber qué sería de él después de aquella experiencia lo invadía terriblemente.

    Tragó duro.

    La verdad es que jamás en sus años de vida había experimentado tanto miedo, incluso ni siquiera cuando se enfrentó a su abuelo tuvo las increíbles ganas de salir corriendo y esconderse bajo una roca sumamente pesada, para que así nadie pudiese levantarla y no lo encontraran en un buen tiempo, como ahora. ¿Cómo se había metido en aquel pleito? Todo por andar de metido en donde no le importaba; ahora que lo pensaba fríamente, debió de haber muerto honorablemente a manos de su perverso abuelo o, pudo haber escapado del hogar de ella a escondidas, por más cobarde que sonara… Así al menos, no se encontraría en esa situación tan horrible, bizarra, bochornosa y permanecería libre para hacer lo que se le diera en gana.

    Y él mismo en medio de aquella recapacitación mental se preguntaba ¿cuándo demonios ella dejaría de fingir a cuestas de él, para conseguir todo lo que deseaba? Estaba seguro de que la rubia había estudiado actuación alguna vez, eso o los dotes de actriz le llegaban naturalmente al ser una princesa purasangre.

    Risas se escucharon desde la otra habitación, y una voz suave pero demandante lo llamó ante ella.

    Pasó una mano por su cabello, alborotándolo y con su típico rostro de seriedad entró en la habitación. Allí estaba ella, portaba un hermoso vestido azul cielo con bordados en cinta, lazos rojos y de estilo bombacho de la cintura para abajo. Su cabello rubio y grácilmente rizado caía por su espalda, rebasando el asiento en el que se encontraba sentada hasta prácticamente tocar el suelo; no era extraño verla rodeada de aquel montón de jóvenes hipnotizadas por su inhumana belleza. Su tez blanca y aquellos ojos mieles que le dejaban anonadado y sin aliento se posaron en él, mientras con simpatía y a la vez, desgano le sonreía de manera hermosa.

    Podía verlo en su mirada, ella era sumamente peligrosa… Manipuladora, mentirosa, hermosa y provocadora a niveles casi imposibles.

    Sara Shirabuki le hacía honores al título de purasangre.

    —Ya te habías tardado —enfatizó sonriente, acariciando los cabellos de una de las ingenuas chicas —¿Algo que quieras compartir con nosotras, Takuma?

    —En absoluto…

    —Bien, porque sabes que cualquier cosa que sientas, eres libre de decírmelo —agregó falsamente, observándolo con burla disimulada en sus irises nuevamente. Él bufó derrotado.

    Las chicas observaron a ambos vampiros, susurraban cosas entre sí y una vez todo hablado en secreto, se marcharon, dejando a ambos rubios solos. Takuma Ichijôu sintió miedo.

    La oji-miel se levantó, acercándose decidida al ex vicepresidente de la clase nocturna. Posó su mano en la mejilla masculina y el oji-verde se tensó en el acto, más no pudo reprimir el deseo de colocar su mano sobre la de la fémina de hermosos y falsos ojos.

    ¿Era su imaginación, o aquella sensación que ella irradiaba era calidez? No, no podía ser, ella era el ser más frio y sin compasión sobre la tierra, ni siquiera Kaname-sama podía comparase a ella, la reina del caos. La oji-miel se relamió los labios, tentando al Takuma. ¡Por Kami, que él no era de piedra! Y ella lo tentaba de esa manera sabiendo que él no podría ser capaz de tocarle un solo cabello, estaba prohibida.

    Pero en la vida podían cometerse excepciones ¿no? Así que con un brillo singular destellando en sus irises verdes, posó ambas manos a cada lado del rostro de la fémina y con la misma lamió sus propios labios, observando la sonrisa de la purasangre. Shirabuki le alentó a continuar, por lo tanto, no se hizo esperar el hecho de que el joven de hebras doradas se inclinara hasta sus labios y los rozara con los suyos propios.

    Ambos soltaron un sonoro suspiro, y la fémina posó ambas de sus manos en el pecho del oji-verde, apartándolo repentinamente de ella. Takuma, confundido hizo ademan de duda.

    Shirabuki sonrió maliciosamente.

    —Eso te enseñará a decirme la verdad, Takuma Ichijôu —musitó calmadamente, se volteó y volvió a sentarse en su silla —Sí puedes ir a ver a Aidôu-san si eso es lo que deseas, ahora retírate.

    La observó perplejo, ella ya lo sabía, y ya que él le había ocultado su razón de estar allí sosegado por el miedo y el temor, ella le jugó una mala broma con el propósito de escarmentarlo. Una vez más se había burlado de él, usando esta vez su inhumano encanto, burlándose de su ego como hombre.

    Sara Shirabuki sí que era perversa en todos los sentidos.
     
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