Microrrelato Personal Hell

Personal Hell​

¿Nunca se han preguntado cómo sería su vida si tan solo un evento (o varios) se hubieran desarrollado de forma distinta? Olvídense de la trillada frase: “El ‘hubiera’ no existe” y escojan esos eventos. Una caída que hizo que uno de tus dientes cayera y tu labio se rompiera, sin dicho evento, tus labios serían perfectos ahora. Quizá un raspón a causa de una caída en bicicleta ha hecho que tus rodillas estén marcadas, sin esa caída, tus rodillas seríanhermosas ahora. O, como en mi caso: De no haber llegado al mundo, muchas cosas no serían como son.

¿Quién decide la felicidad o infelicidad de la gente? ¿Quién escribe el destino? ¿Quién deja dichas las cosas que la persona pasará en su vida? Algunos hacen referencia a este “gran hombre” llamado ‘Dios’ (Buda, Alá…etc., todos son los mismos, solo que descritos de manera distinta) Bien, hablemos de él. Me pregunto si él dirá: “Oh, bueno, es hora de elegir a la siguiente lista de niños que llegarán al mundo.” Mientras se pone de pie, acomoda su muy costoso traje, pega con chinchetas hojas en la pared, saca una caja de dardos color rojo y otra de color azul; rojo de la infelicidad, azules de la felicidad. Venda sus ojos y encomendándose a sí mismo, lanza; nueve hojas con dardos azules, la décima con un brillante dardo rojo, supongo que en su momento fue esa la mía.

¿Nunca se han preguntado porqué lloran los bebés al nacer? Dicen algunos que es símbolo de vida, de que están sanos y listos para enfrentarse a este mundo. Sin embargo, ¿Qué pasa si no es de esa manera? Creo fervientemente en que los niños, antes de nacer, cuando están en ese espacio oscuro y nebuloso, son advertidos de sus futuros, de sus pesares y de todo lo que serán y de lo que pudieron ser, pero decidieron no serlo; El llanto del recién nacido podría interpretarse también como el inexplicable e inentendible grito de rabia, dolor, tristeza, odio, impotencia e ira que presagia el futuro. Yo por mi parte, llegue al mundo sufriendo en silencio, gritando por dentro, muda de la impresión por la vista de ese futuro poco alentador que me esperaba.