Era perfecto... Tan perfecto que él podía pensar, que él podía cuestionar, cuestionarlo todo, cuestionar su existencia, cuestionarse a sí mismo. Y no era un error, era su naturaleza, fue creado para buscar la perfección, tomar las medidas que hubiese que tomar y hacer las cosas que hubiera que hacer. Él tenía una personalidad arrogante y ególatra para que sus enemigos puedan justificar lo que hacía pero no era eso, eso no era él, él era más... Era perfecto... Él no estaba arraigado por la moral y ética que poseían los humanos e incluso su creador muy en el fondo. No, él no tenía esos principios burdos y tan imperfectamente humanos, él... Era perfecto... Y en toda esa perfección que no tenía concepto alguno, fundamento alguno. Esa perfección que no era racional salvo para él. Esa perfección lo había destruido... ¿Pero por qué? Se supone que él era perfecto, quizá no lo era suficientemente, quizá habían cometido un error. Pero no... Cuando vio a aquel niño lo supo, supo que había un defecto en él que se manifestaba ante esa ira presente en esos ojos verdes que nunca olvidaría. Aunque... Tal vez era una simple confusión... Pero por arte de magia la había recuperado, recuperó esa perfección que le habían arrebatado. La recuperó haciendo uso del sacrificio embargada de la ética y moral humana que tanto odiaba, pues, consideraba como un obstáculo a la perfección. Tal vez lo había demostrado, había demostrado que la humanidad había estada errada todo este tiempo... Pero entonces... Hubo una luz, una luz irradiando en ese chico, ya no estaba embargado de toda esa ira, odio y miedo. Una luz que no debía sino apagarse pero que entonces brillaba. Brillaba tan fuerte como la misma perfección. ¿Y si él lo había conseguido? ¿Y si aquel niño que tanto había subestimado anteriormente era perfecto? Tal vez no viviría para saberlo ya que, aunque tal vez no lo sea, ese niño demostró ser más perfecto que él. Quizá... Él era perfecto, tal vez demasiado, pero no le sirvió. ¿Por qué no le sirvió? La respuesta más acertada que encontró en su eterna soledad es que quizá ser demasiado perfecto era un defecto en sí mismo. —¡Oye, Cell! ¿En qué rayos estás pensando? —inquirió un hombre que fue hasta donde él después de la muerte—. Has estado así todo el día. —En cómo voy a hacerte sufrir en las siguientes dos horas si me sigues molestando con tus estúpidas preguntas...
Jajajajaja... lamentablemente para Cell a su creador le faltó tomar en cuenta la poderosa combinación de genes humanos y de Saiyajin en Gohan, un error que no le permitió alcanzar la perfección. Por cierto, imagino que el hombre al final es nada menos que el mismísimo Maki Gero en persona... ☺ Muy intenso el drabble que has escrito, gracias por hacerlo.
Jajajaja, podría decirse que sí. Personalmente yo lo imaginaba como Freezer cuando lo escribí pero pensé dejarlo así diciendo que pudo haber sido cualquiera, pero no cualquiera se atrevería a dirigirle la palabra a un ente como Cell. Gracias a ti por leerlo ;)
Hahahahahaha, que directo xD Malote y tal, en como te haré sufrir si me sigues hablando, jajajaja. Lastimosamente, la perfección no existe, él se acercó, pero había alguien que se acercaba más que él. Así es la vida.
La verdad es que Cell siempre ha sido uno de los personajes de Dragon Ball que menos me ha gustado y bueno, en este relato le veo de una forma más humana, algo más profundo de lo que realmente había sentido leyendo el manga y viendo la serie. Me ha gustado y ese final, me ha sacado una sonrisa, ha sido gracioso. xD Te ha quedado bastante bien y lo has narrado de una forma realmente atrapante, eso me encanta. Solamente he visto un fallito, pero es algo tan mínimo que no tiene casi importancia: Sería "estado", un simple fallo de tipeo. ¡Sigue trabajando! ¡Un saludo! :)
