Pasadizos Secretos del Salón de Trofeos

Una serie de pasadizos secretos ocultos detrás del Salón de Trofeos, en el tercer piso. Quien sabe cuantas entradas tenía, o hacia donde conduciría…

Todos los pasadizos secretos son idénticos: oscuros, húmedos, con paredes de piedra. La iluminación es prácticamente nula, proveída por una única antorcha encendida que se encuentra al comienzo del pasadizo y puede ser tomada por un estudiante si éste quiere.

​

 

Los primeros en caer por el tobogán fueron Adam y Evelyn. Ambos estudiantes de Hufflepuff cayeron deslizándose por una de las múltiples salidas que tenía el tobogán, y les era imposible subir de nuevo por esa salida sin resbalarse y caerse en el intento.

El único camino que tenían para continuar ahora, si querían salir de este pasadizo, era hacia adelante.

Contenido oculto

Bueno, como verán, estarán todos separados en distintas partes del pasadizo secreto, en grupitos de dos o tres personajes. La idea es que irán avanzando a través del pasadizo para llegar a la salida… si es que logran llegar, muajajaja (?)

@Liza White @Noir
Este será su camino:

Para avanzar, deberéis lanzar un dado de 10 caras.
1 - Enemigo
2 - Enemigo
3 - Nada
4 - Enemigo
5 - Enemigo
6 - Nada
7 - Nada
8 - Enemigo
9 - Nada
10 - Enemigo

Necesitáis hacer 10 posts para llegar a la primera intersección.

 

En un tramo diferente, pero idéntico al anterior, habían caído Daniel y Melinda. Los dos jóvenes estudiantes de magia se pusieron de pie y descubrieron que sólo ellos dos habían caído allí, y que tendrían que arreglárselas y trabajar en conjunto para poder salir de allí.

Contenido oculto

@Bruno EVF @Lucas Diamond

Para avanzar, deberéis lanzar un dado de 5 caras.
1 - Enemigo
2 - Enemigo
3 - Nada
4 - Enemigo
5 - Enemigo

Necesitáis hacer 8 posts para llegar a la primera intersección.

 

En un extremo diferente del pasadizo, podemos encontrar a Victoria y Emma. Ambas jóvenes habían terminado deslizándose por la misma salida por accidente, y ahora las dos debían hacer equipo para hallar una forma de salir de aquel pasadizo y regresar a sus dormitorios sanas y salvas.

Contenido oculto

@SweetSorrow @Amane

Para avanzar, deberéis lanzar un dado de 15 caras.
1 - Enemigo
2 - Nada
3 - Nada
4 - Nada
5 - Enemigo
6 - Nada
7 - Nada
8 - Nada
9 - Enemigo
10 - Enemigo
11 - Enemigo
12 - Nada
13 - Nada
14 - Enemigo
15 - Enemigo


Necesitáis hacer 12 posts para llegar a la primera intersección.

 

En otro lugar del extenso pasadizo secreto habían caído Kara y Ryder. La chica de Hufflepuff se levantó primera, luego el de Ravenclaw la imitó. Sólo ellos dos se encontraban allí; tendrían que cooperar si querían hallar una forma de salir de aquel tenebroso lugar.

Contenido oculto

@Steve Yops @Nekita

Para avanzar, deberéis lanzar un dado de 5 caras.
1 - Nada
2 - Enemigo
3 - Nada
4 - Enemigo
5 - Nada

Necesitáis hacer 8 posts para llegar a la primera intersección.

 

Por último, en el tramo más ancho del pasadizo, habían caído los últimos tres estudiantes: Andrew, Danielle y Kyle. Los tres se pusieron de pie, descubriendo que eran los únicos que habían caído por aquella salida del tobogán… no les quedaba más que avanzar para descubrir cómo salir de allí.

Contenido oculto

@LuKe @Hey Miguel @EliLover

Para avanzar, deberéis lanzar un dado de 10 caras.
1 - Nada
2 - Nada
3 - Enemigo
4 - Nada
5 - Nada
6 - Enemigo
7 - Enemigo
8 - Enemigo
9 - Enemigo
10 - Nada

Necesitáis hacer 10 posts para llegar a la primera intersección.

¡Y ahí están todos! Ya pueden comenzar a avanzar por el pasadizo secreto… buena suerte :3

 

Adam Tyler

Todo ocurrió rápido. Tan rápido que, antes que pudiese darme cuenta Evelyn y yo estábamos deslizándonos por lo que parecía ser un oscuro y estrecho tobogán subterráneo. ¡Woah! Apenas podía ver nada más que la espalda de la chica desde mi posición entre destellos de luces y sombras... y puede que tal vez en otro momento esto me hubiera parecido divertido, caer y deslizarnos... ¡pero este no era el caso! ¿hacia dónde nos dirigíamos?

—¡A esto me refería cuando dije que me sentía como una oveja antes de que la hagan Haggis!— chillé, sosteniendo los hombros de Evelyn con manos temblorosas—. ¡Waaaah!

Y caímos y nos deslizamos sin rumbo fijo, entre gritos de terror (al menos por mi parte) ... Cuando llegamos a tierra nuevamente me dolía el trasero, y necesité un tiempo para reponerme y volver a sentir que tenía la cabeza en su sitio. ¡Agh! Tuve que sostenérmela con la manos. ¡Tío, seguro que estaba más verde que un sapo! Por pura inercia volví a mirar arriba, más allá del túnel... el Salón de Trofeos quedaba ya muy lejos. Eché un vistazo rápido a mi alrededor, curioso, y le dirigí a Evelyn una sonrisa nerviosa. Que vergüenza, me había visto asustado como una nena...

—Disculpa— dije, entre ligeras risas—. No me esperaba eso para nada...

 

Kara Willson

Todo había ocurrido demasiado rápido para que pudiera saber exactamente como habían sucedido las cosas, pero en un abrir y cerrar de ojos ya me estaba deslizando por ese extraño tobogán hacia un destino totalmente desconocido, pero eso lejos de molestarme me estaba divirtiendo demasiado, ¡quien diría que Hogwarts tuviera una sección de toboganes para sus alumnos!, ¡esto simplemente no podía ser mejor!

Peero, mi emoción no duró mucho, antes de darme cuenta ya había aterrizado en el suelo y una pequeña queja salió de mis labios, ¿por qué si había toboganes no podían poder algo en lo cual caer? Fruncí ligeramente el ceño y me levanté lo más rápido que pude para arreglar mi falda y quitarle el polvo de encima para comenzar a ver el lugar que me rodeaba, era algo tenebroso, sí, pero eso no me impedía sentir emoción en lo absoluto más cuando noté que no estaba sola, el señorito Ryder estaba acompañándome nuevamente.

— Oh Ry, Ry, quien diría que volveríamos a estar juntos para explorar nuevamente — dije con una sonrisa en mi rostro y mis manos sobre mi cintura sin darle mucha importancia al asunto que probablemente era algo muy serio. — ¿Te parece si trabajamos juntos otra vez?

[1/8]

 

Melinda Frenerich

...el chiquillo de Slytherin dijo el Salón de Trofeos...

...el chiquillo de Slytherin...

...Slytherin...

Las palabras latían en mi mente mientras me deslizaba por aquel tobogán tan peculiar, cuya existencia debía ser desconocida hasta para mis hermanos, que nunca lo mencionaron. Todo había sucedido en un abrir y cerrar de ojos, causándome confusión y sorpresa. Lo menos que podía hacer en un momento como éste era conservar la calma y estar preparada para cualquier adversidad.

El transcurso de la caída estuvo plagado de gritos y desvío brusco. Hubo un punto en que no logré distinguir bien a los demás estudiantes, cuyas siluetas se me presentaron borrosas y distorsionadas debido a la velocidad a la que caíamos. Hubo un punto en que quedé justo detrás del Llorón, sólo él y yo. Un momento después llegamos al final del tobogán…

El chico aterrizó ágilmente sobre sus pies. Pero yo no pude aminorar mi velocidad y acabé embistiéndole con mis antebrazos, haciéndolo caer de cara al suelo en tanto que yo lograba un aterrizaje perfecto y elegante sobre la suela de mis botas.

—No esperes que me disculpe por eso —dije con indiferencia.

Miré a mí alrededor… Noté que nos encontrábamos en un pasadizo secreto. Era húmedo y sus penumbras apenas eran espantadas por una antorcha solitaria que se hallaba en la pared. Sin pensarlo dos veces, la bajé de su sitio para iluminar el camino.

Iluminé el cuerpo del Llorón, que seguía tendido en el suelo. Lo miré con un brillo frío en mis ojos.

—Sé que no te agrado y el sentimiento es mutuo —espeté—. Pero si quieres salir de aquí, lo mejor será que dejes tus lágrimas de lado y cooperemos —y en voz baja, hablando para mí, agregué— Estúpidos Slytherin.

 

Ryder Parker.

—¡¡Groahhhhhhh!!

Liberé un potente gruñido que retumbó en todas las paredes. La situación se tornó exageradamente molesta y patética, como los dramas rebuscados de esas películas de miedo malas. Si es que existía la remota posibilidad de que el par de "organizadores" de esta cosa hubiera planificado todo, al final salió todo como lo pensé pero en una forma más penosa: Nos metimos en problemas con ellos incluidos. Y para peor hicimos el tremendo número de circo deslizándonos por unos toboganes que de quién sabe de donde salió de este edificio freak con aparente vida propia.

—¡Es que no pueden ser más retrasados mentalmente! —alegué, estaba sumido en una cólera inmensa—. Ese par de focas con aspecto humanoide se las dieron "¡Arf, arf! Somos chicos rudos, ¡mírennos! Haremos un duelo súper secreto con alto riesgo de que nos descubran, ¡arf, arf!". Y lo peor de todo es que yo accedí a ser parte de semejante tontería gigante, por lo que igual me culpo a mí por ser severo estúpido...

Cuando terminé de expresar parcialmente mi odio por el mundo entero (en realidad por Hogwarts y su "gente/no-muggles/lo que sean"), apareció la niña pseudo-gimnasta de la otra vez y se puso a celebrar como si todo se tratase de un juego de Kinder. Pero... What the fuck!?
La tal Karla, Caña o cualquiera que sea su nombre habló de algo de explorar juntos el laberinto gótico pasado de moda en el que nos habíamos metido. Tomé aire y clave mi mirada en ella.

—Muy bien, Dora la exploradora —le espeté—, si con explorar te refieres a buscar la forma de salir de aquí, pues exploremos de una vez. Supongo que tus neuronas se encuentran haciendo sinápsis y tienen la cognición suficiente como para saber que estamos perdidos en un lugar horrendo y tenemos que encontrar la forma de volver a nuestros dormitorios, ¿verdad que sí?

Sin esperar respuesta alguna, comencé a caminar. Que fastidio de noche, y me la acabo de ganar gratis. Patético.

 

Danielle Abbadie.

No sabía si era la mejor opción lanzarme a la vida por el pasadizo desconocido, pero no quería quedarme sola en el salón de trofeos, así que tras tomar una bocanada de aire baje por el tobogán. El recorrido fue horrible, no sabía donde terminaría y admito que sentí un gran alivio cuando mi cuerpo conecto con el frió piso.

Me levante lo más rápido del suelo, realmente el lugar no se veía de lo más limpio y no quería mancharme la ropa, mire a mi alrededor, me topé con Andrew y Kyle, seguí buscando al resto, deseosa de que no se escondieron y esto se tratara de una broma. Al confirmar que éramos sólo nosotros tres suspiro molesta.

Sabía que nada buena pasaría si intentaba romper las reglas, en casa me lo habían repetido miles de veces, "Si rompes las reglas pagaras las consecuencias", bueno, ahora veia mis consecuencias, estar atrapada en un pasillo para nada confiable, al menos no estaba sola.

Analice las opciones, avanzar por el feo pasillo o quedarnos quietos esperando auxilio, ninguna de las dos ideas me apetecía, amas tenían sus pro y contras, sólo que más contras. Fruncí la nariz pensativa.

—Supongo que lo mejor sería buscar una salida —intenté usar un tono calmado, pero la situación me lo impedía.

 

Contenido oculto

La confusión fue tal que no recuerdo bien lo que nos pasó. Eso si, los sentimientos que me recorrieron hace un momento fueron de los más extraños. Primero, el confort de estar con mis compañeros por fin para iniciar la batalla épica. Más tarde, el terror absoluto al oír los pasos de Filch acercándose a la Sala de Trofeos. Y yo que pensaba que al tercer piso no entraba, pero parece ser que razones tenía para investigar. La cabeza no me dejaba pensar, las piernas me temblaban de nervios y no sabía que hacer. Por suerte Raven nos encontró un pasadizo secreto (Hogwarts tiene un humor bastante curioso) por el que entrar. Como todos fueron metiéndose, no se si yo decidí pasar o alguien me empujó hacia dentro por inercia, la cosa es que caí en el tobogán. Y me vino otra sensación. Euforia. ¿Por que, si nos están persiguiendo para hacernos los castigos más atroces que pueda imaginarme, me pongo como una moto? Ni yo lo entiendo, solo se que al caer por el tobogán lo disfruté como el niño que soy. Esa adrenalina que me vino al notar el viento correr por todo mi cuerpo, se me olvidaron los acontecimientos de apenas unos segundos, y me puse a sonreír y estirar los brazos. Lo cual no fue demasiada buena idea, porque provocó que mi cuerpo se girara en si mismo y acabé bajando el tobogán de espaldas. Mala idea.

Con el tropezón que vino, ahora me encuentro tirado en el suelo de cualquier manera. Solo se que rodé una vez acabado el recorrido, pero se movía todo tanto que no se si algún zapato me había dado un golpe en la cabeza. Eso si, me dolía un rato. Levanto la mirada, apoyando las manos y las rodillas en el suelo, para ver que ha pasado. Tengo el pelo revuelto, la túnica manchada de polvo y mi varita a escasos centímetros de mi mano. La agarro, y sacudiéndome la ropa me pongo de pie. Delante de mi encuentro lo que es un pasillo totalmente oscuro, de piedra, que continua hasta la negrura más espesa. Al inicio de tal una única antorcha ilumina su entrada y la sala en la que nos encontramos. Un cubo de piedra, con el tobogán como entrada, pero sin servirnos de salida. Me entra la curiosidad al observar el corredor de piedra, y al quedarme un rato observando, la vista me juega una mala pasada y siento como si el pasillo se deformara y la profundidad se hiciera mayor de la que es. Incluso empiezo a oír ruidos extraños dentro de el, como pitidos y una risa de fondo.

Oigo una voz detrás mío, la bendición que me hace volver a la realidad y agitar la cabeza para dejar las ilusiones de lado. Me giro para ver quién ha hablado, y confirmar que todos los alumnos estamos bien y hemos llegado. Cual es mi sorpresa que, en cuanto me doy la vuelta, encuentro a Danielle y Andrew, los dos chicos de Ravenclaw, en la sala sin nadie más. ¿Somos los únicos que hemos llegado aquí?

— ¿Y el resto? —la preocupación me asalta, ya digo que en eso de las emociones me están viniendo como una montaña rusa, y me marea un poco. Me viene un residuo del comentario de antes a la mente "buscar una salida" de esto que inconscientemente se te quedan las palabras, y me doy cuenta de la situación. — Salida... Vale, tenemos que salir de aquí cuanto antes, hay que ver si el resto se encuentra bien donde quiera que hayan acabado.

Recorro mejor la mirada por toda la sala. Es enana, y como antes, aparte de el tobogán cerrado herméticamente por el otro lado, el pasillo siniestro y la antorcha, no hay más que hacer ahí. Me acerco al umbral de pierdra, y me quedo cerca de la antorcha observando la llama. — Deberíamos llevárnosla para ver algo, ¿no?

 

Contenido oculto

Al fin asdpeñs. Empecemos, querida @Amane <3
Lanza el dado y prepara la varita(??

Emma Tyler~

Mis ojos se mantenían firmemente cerrados mientras sentía mi cuerpo caer, deslizándome por una superficie resbalosa que, de vez en cuando, giraba bruscamente. Estaba cayendo sin rumbo fijo, y el temor se instalaba en mí. El aire chocaba contra mi cara y me dificultaba respirar, pero trataba de mantener la calma a pesar de lo incierto que era todo.

En nada sentí el suelo bajo mis pies, provocando que perdiese el equilibrio, y al instante caí en un frío y húmedo suelo. No me había hecho daño, pero era incapaz de moverme o mirar alrededor. Todo había sucedido muy deprisa y mi corazón latía sin parar.

"Eso sí fue adrenalina, wow."

Escuché un ruido cercano, y el cómo la escasa luz que había se movía incesante. Al final tuve que forzarme a mirar y, para mi alegría, había otra alumna conmigo. Se acercó a mí y me tendió su mano.

"Parece que hemos acabado todos en distintos lugares... deberemos colaborar para salir de aquí, ¿te parece? Por cierto, soy Victoria Stone de Gryffindor, no recuerdo haber hablado contigo antes pero... creo que nos conoceremos bien en lo que salimos~"

Ella me sonrió y, agradecida, acepté su mano. Parecía ser muy maja, y eso me tranquilizó bastante.

—¡Claro que sí! Oh, y encantada de conocerte, Victoria...—Sonreí algo avergonzada.—Yo soy Emma Tyler, de Hufflepuff.

"Y espero que nos llevemos bien", pensé.

—Supongo que lo único que podemos hacer es seguir ese pasadizo...—Di un par de pasos, y me volteé sonriente hacia ella.—¿Vamos, pues?

 

Emma Tyler~

"Encantada igualmente~"

Ambas comenzamos a caminar por aquel oscuro pasadizo, con un aire tan húmedo y pesado... Victoria llevaba con ella una antorcha que, al parecer, era lo único que nos daba luz en aquel lugar. Realmente no había nada alrededor, sólo eran simples paredes de piedra.

"Lo mejor será que tengamos las varitas a mano..." Observé a mi compañera sacar su varita y al instante imité su acción. Ahí sí me puse un tanto nerviosa... ¿qué haría yo con un simple hechizo? ¿Algo nos podría atacar en este lúgubre sitio?

Respiré hondo. Quizás estaba pensando demasiado.

[2/12]

 

Andrew Aldridge

Cuando Raven encontró el pasadizo secreto detrás de una estantería, no dudé en lanzarme por el agujero ni un segundo. Mi instinto me decía que era mucho mejor que ser descubierto y así también lo pensaron los demás, pues uno a uno fuimos tragados por la oscuridad del agujero. Resultó ser una especie de tobogán por el cual nos deslizamos chocando unos contra otros de vez en cuando. No podías saber contra quien se golpeaba tu cabeza porque la oscuridad del lugar no te lo permitía. Estábamos completamente a ciegas pero yo tenía más miedo de lo que nos esperase al final que de la oscuridad. Algunos gritos se dejaron escuchar durante el escape, pero otros parecían alejarse, ¿sería una especie de sistema de tuberías del castillo?

Mis dudas fueron respondidas cuando dejé de sentir el tobogán en el trasero y el frío piso de piedra me indicó que había llegado el final del recorrido.

—A-auch... —me sobé las posaderas algo adolorido y me puse de pie para limpiarme el uniforme. Por suerte había dejado la capa, me hubiera estorbado en el tobogán y seguro me habría hecho caer como aquel chico despatarrado.

Miré a mi alrededor buscando a los otros. El chico (que creo se llamaba Kyle) y Danielle parecían ser los únicos que estaban conmigo. Ambos preguntaron por los demás y supe que lo del sistema de tuberías parecía ser lo correcto. Suspiré y me llevé una mano a la sien derecha, ya que me sentía algo mareado por la caída.

—Ese tal Wolfgang nos delató —solté más para mí que para el resto y luego los miré a ambos, reparando en la situación en la que nos encontrábamos.

Danielle me sacó las palabras de la boca y observé que el pasadizo tenía una sola dirección a la qué ir. Era un túnel oscuro de apariencia siniestra, como casi la mitad de cosas aquí en Hogwarts.

—Sí, nos será muy útil por si a los monstruos de las mazmorras se les antoja asar unos malvaviscos—bromeo tomando la antorcha y me adelanto un poco para liderar la marcha—. Los demás ya se habrán adelantado... Me imagino que han traído sus varitas, ¿no? Será mejor que las tengan a mano—tras decir esto saco la mía y comienzo a avanzar—. Tranquilos, no nos pasará nada... probablemente.

[1/10]

 

Evelyn Holder

¿Quién iba a decirlo? Al final las malas lenguas tenían algo de razón y no todos los Slytherin eran buenas personas, al menos en el fondo. No, no, aquel tal Wolfgang nos había metido en una trampa sin salida a traición, atrayéndonos como moscas al Salón de Trofeos para luego darle el chivatazo a Filch. Oh, era un plan bastante ingenioso, no os voy a mentir, pero eso me había sentado mal. Creo que a todos los presentes, como para no. Pero contra todo pronóstico, no podría estar enfadada con ese chico ahora mismo. Después de todo si no fuese por él...

¡...no podría haber sabido nunca de la existencia de estos toboganes tan chulos! ¿Acaso le faltaba algo más a este lugar? ¡Tenía de todo, las sorpresas no paraban de llegar cuando menos te las esperabas!

No hacía falta decir que me lo estaba pasando en grande allí dentro. No dejé de gritar y reír en todo el trayecto, y mis carcajadas se acentuaban cada vez que oía los grititos de los estudiantes asustados, ahora más los de Adam, que al parecer lo tenía detrás de mí. Cerré los ojos por unos momentos, sintiendo toda la adrenalina y emoción del momento, dejándome deslizar por aquellos pasadizos a su total antojo hacia un destino incierto. Percibí entonces que la mayoría de voces comenzaban a desaparecer en la lejanía, como si los alumnos estuviesen siendo conducidos hacia diferentes salidas. ¿Estarían bien ellos solos por ahí en ese caso?

Finalmente, un pequeño y brusco salto acabó por devolverme a la realidad y al abrir los ojos me encontré tirada en el suelo, mirando el techo del lugar al que había ido a parar, iluminado por la débil luz de una antorcha cercana. Poco a poco las risas cesaron y me erguí, sentándome en el rocoso suelo y con la capa enmarañada sobre mi cabeza. Traté de despejarla de mi cabello, hallándome toda despeinada y llena del polvo de los pasadizos por los que pasamos, y traté de recolocarme un poco. Vaya pintas que tenía, por favor.

—Esto... ha... sido... ¡¡super guaaaaaaay!! ¡Quiero volver a repetirlo otra vez, qué pasada! ¿Por qué nadie nos contó nada sobre este parque temático super secreto? Son unos egoístas, no querían compartirlo con nosotros —exclamé, agitando mis brazos mientras daba vueltitas sobre mí casi haciendo el avión, hasta que llevé mi mano al bolsillo y noté que faltaba algo. Dejé la emoción a un lado y comencé a observar a mi alrededor, curiosa—. Anda, ¿has visto mi varita por aquí, Adam?

Y como si acudiese a mi llamado por arte de magia (nunca mejor dicho), la varita apareció por el pasadizo y me dio en toda la cabeza, avisándome así de su llegada. Sonreí divertida y la tomé entre mis manos para comprobar a la luz de la antorcha si se trataba de la mía. Síp, todo estaba en orden ahora, menos mal.

"Disculpa —escuché entonces decirme Adam, entre ligeras risas—. No me esperaba eso para nada..."

Le sonreí, conteniéndome otra risa al ver lo nervioso que estaba; no era momento de seguir con mis infantiladas y reírme de lo asustado que le había visto hacía unos instantes, por lo que en su lugar le indiqué que todo estaba bien y olvidé el tema como si nada. Me levanté del todo, comprobando si estaba entera o si por casualidad me faltaba alguna extremidad, y entonces caminé hasta tomar la antorcha cercana con mi mano libre. Me costó un poco quitarla de la pared pues le tenía algo de respeto al fuego, pero pronto me encontraba alumbrando cada recobeco del oscuro pasadizo en el que nos encontrábamos perdidos.

—Wow, ¿así que ahora en vez de un club de duelo jugaremos a explorar pasadizos secretos? ¡Hogwarts es demasiado interesante, cada vez amo más y más este sitio! —alumbré entonces a mi ahora compañero de aventuras y le señalé el camino a seguir como toda buena aventurera, sin vacilar ni un solo instante—. Pues nada, solo nos queda ir en esa dirección y encontrar una posible salida así que...

Me acerqué al chico y le agarré de la manga de su camiseta como parte del juego al ver que no parecía querer empezar a moverse por su cuenta, y comencé a caminar hacia delante tirando de él como si nada. Empuñé la antorcha hacia el techo con toda la determinación que me era posible en aquellos momentos, y así comenzó nuestro recorrido por el laberinto de pasadizos subterráneos.

—¡Adelante, hacia la aventura! ¡Los exploradores Adam y Evelyn encontraremos los primeros la salida, ya lo verás! ¡Yujuuu!

Nuestras voces fueron perdiéndose en la lejanía al igual que la tenue luz de la antorcha, hasta acabar adentrándonos totalmente en la inmensa oscuridad.

[1/10]

 

Adam Tyler

—¡Ah!

Exclamé tomado por sorpresa cuando sentí el leve tirón de manga que me había dado Evelyn. Me había quedado de piedra, sí... pero no era para menos. En cuanto pude ver mejor dónde estábamos, había observado con un brillo de preocupación y asombro a mi alrededor.

Tío... era un lugar grande, frío y húmedo... de hecho, la humedad era tal que te calaba muy hondo en los huesos, y pronto sentí que me congelaría allí. ¡Y yo era un mago de aire, así que eso no ayudaba para nada! ¿Qué clase de maga sería Evelyn? ¿Luz? Parecía ser una maga de luz...
La oscuridad se extendía a los largo y ancho del túnel, tan negro y profundo como la boca de un lobo. Lo único que lograba espantar un poco las tenebrosas tinieblas, era la luz solitaria de una antorcha que reposaba en la pared de piedra, y de la que la chica no tardó en apropiarse.

—¡E-espera Evelyn!— exclamé, nervioso y preocupado—. ¡No sabemos hacia donde vamos, podemos perdernos aún más!

El fuego bañó nuestros rostros con una luz cálida y vacilante, mientras mi compañera me arrastraba de la manga tras de sí. Era muy extraño estar siendo llevado de esa forma. Me recordaba cuando Emma se ponía en plan pesado y me llevaba de este mismo modo. Como ese día en que la gata de la vecina tuvo gatitos y mi hermana no cesó hasta que la acompañé a verlos, porque la granja de la señora Francis estaba muy lejos de la nuestra y era peligroso ir sola.

Volví un momento la vista atrás. ¿Dónde habría caído Emma? ¿Estaría bien? Podría volver a reunirme con ella en cuanto lográramos salir de allí, fuera lo que fuera lo que sucediese ahora. ¡Sin ninguna clase de duda lograría volver con ella! En silencio, le deseé a mi hermana toda la suerte del mundo.

—¡Adelante, hacia la aventura!— chilló Evelyn entonces, llena de determinación— ¡Los exploradores Adam y Evelyn encontraremos los primeros la salida, ya lo verás! ¡Yujuuu!

—¡A-aye!— exclamé en mi escocés materno con un tono de ligera inseguridad—. ¡Definitivamente lo lograremos!
>>O... por nuestro bien eso espero— finalicé por lo bajo, escuchando como nuestros pasos apurados resonaban a lo largo de todo el pasillo.

 

Una criatura se cruzó entonces en el camino de Kara y Ryder. Se parecía a una de las babosas que Kara había enfrentado en el jardín de Hagrid, pero ésta era un tanto diferente… esta babosa era de color rojo y era un tanto más grande; no podía significar nada bueno para los dos jóvenes.

Babosa de Fuego (lvl 4)
Piel de Fuego [no le afectan conjuros de fuego; los de agua le causan doble de daño]
Salud: 200/200
Res: 20
Ataques:
-Furia Ígnea: Le quita 5 MP a un oponente para lanzar una bola de fuego, la cual causa 100 de daño a todos los oponentes. [Fuego]
-Escudo Ígneo: Sacrifica 1/4 de sus puntos de salud para duplicar su resistencia.