Self-insert Para mi profesor y el mundo; aún le extraño.

10 de Junio de 2020:


El 25 de marzo de 2020 le escribí una carta, y ahora deseo escribirle otra.

Este 10 de junio, aún en el ajetreado y "devastador mundo del 2020", sigo pensando en usted. A veces me acuerdo ocasionalmente, otras veces me pongo a pensar en la muerte y por claros motivos pienso en usted.

Hoy día lloré con mi madre después de llorar sola en mi cuarto. Le hablé de varias cosas, pero entre ellas le conté que me interesaría saber dónde está su tumba, ya sabe; para hacer lo único que puede hacer un vivo por un muerto, ir a visitar un cadáver que nada nos confirma que siga sepultado.

Otra cosa que me da gracia es que cada día me siento más "creyente", a pesar de que no creo en algo específico: ¿Eso me hace una "super" creyente? ¿O una creyente de pacotilla por no ser leal a una sola creencia? No me interesa encontrarle respuesta a ello, así que supongo que seguiré siendo una "atea" desleal al ateísmo.

Me gustan las ciencias, pero nunca me gustó el estrés que me implicaba comprenderlas, así que puedo decir que la música y las artes visuales siempre me apasionarán más que el poder conocer como funciona el mundo...

Me da algo de gracia, porque eso último es muy pedagógico ¿No cree? "Me gusta más poderles enseñarles al mundo como funciona el mundo, a través de sonidos y colores; que entender el mundo y complicarme por cosas "triviales" que ocurren queramos o no" En serio que me doy mucha risa yo misma, claramente se volvió parte de mi retorcido humor de echarme tanta basura encima que ya me hecho basura solo para reírme de la estupidez humana, lo que me haría una estúpida, por lo que apenas y tengo remordimientos con ello.

Cada día siento que me alejo más de las cosas que podría haber tenido... Profe, me gusta escribir. Me demoré 6 años en descubrirlo, y me hace entrar en una paradoja... ¿Me gusta escribir, porque se escribir; o se escribir, porque me gusta escribir? Ni idea, pero a veces pienso que sería genial componer canciones, pero como nunca he sido totalmente dada con un instrumento, pues antes lo veía difícil. Ahora cada vez soy más consciente de que no puedo ser todo lo que deseo, pero puedo aportar a otros para que juntos consigamos un deseo en común. A lo que me refiero, es que nunca seré una buena guitarrista, pero podré encontrar un buen guitarrista y si llego a escribir canciones, se las muestro por si le interesa a adaptarlas a sus canciones. Nuevamente me doy risa: no llevo ninguna canción escrita, pero ya hablo de crear canciones con un o una guitarrista, vaya chica acelerada le tocó como alumna ¿No?

También me siento media loca por andar escribiéndole cartas a... ¡Sorpresa! Alguien que falleció, pero... No sé, como que es agradable al mismo tiempo. Tipo: no recibiré ninguna respuesta, así que no me acomplejo en contarles puras tonteras. Aunque por eso mismo este relato lleva puesto "Para mi profesor y el mundo", porque ya no solo escribo para usted estas cosas, si no para todos aquellos que quieran saber las cosas que no pude contarles. Todos los humanos tienen algo de metiches al fin y al cabo ¿no? No puedo culparles, porque si yo fuera reina de algo, de seguro sería la de las "metiches" o de las que meten las narices donde no les incumbe.

¿Sabe que me da algo de lata? Qué escribir esta "carta" es como hablar con un amigo imaginario, pero hay dos problemas con eso: Primero, usted no es mi amigo, es mi profesor; Segundo, no es imaginario, es un fallecido. ¿Me entiende? Espero que si, pues sería el colmo que (por cosas de lo "anti-natural" o "sobre-natural") usted pueda leer está carta para que al final resulte que no entiende nada de lo que digo, en serio que eso sería un cambio de acontecimientos demasiado grandes y me causa mucha risa.

En fin, que con su muerte me dejó más marcada de lo que pensé, así que... ¿Hágase responsable, espíritu de mi profesor, dónde quieras que estés? Ahora que el 2020 parece una fiesta de desgracias, me siento hasta aliviada de que haya muerto antes de que todo esto se volviera un caos total, lo digo de manera genuina y sin malas intenciones.

Cuando hablo de usted con mi madre, que es la única con la que hablo en persona de usted, siempre termino llorando. A mi me carga mucho llorar, como bien podría haber notado, pero últimamente lo tomo como una manera más de expresar emociones; como la risa. Reírse mucho también duele, hasta te puedes ahogar en tu propia risa y sufrir dolores de guata después, por lo que llorar es lo mismo: si es poquito, está bien; si es un mar de lágrimas, está mal.

Cunado hablo con mi mamá lloro, pero escribiendo esto me he sentido más feliz que triste, porque... No sé, solo espero que su "ente" dónde sea que se hospede lo tome como una muestra linda de afecto y no una manera de burla ante su difunta persona... Digo, no quiero que me venga a tirar de las patas por las noches ni nada de eso ¿Vale? ¡Da mucho miedo! Y lo más gracioso es que lo veo más plausible que cuando tenía 6 años y me aterraba la oscuridad y los "fantasmas" que según yo, no existían... ¡Pero ahora le estoy hablando a un muerto! ¡Y el único que podría leerlo sería su fantasma, profesor! Por eso ahora no puedo decir "Soy atea" Porque tengo la pequeña posibilidad dentro de mi corazón de que estos sentimientos le llegarán de alguna u otra manera...

¡Y puedo intentar justificarlo, profesor! ¡Delante de todos estos intrusos lectores! Así que, bienvenidos damas y caballeros; aquí tendrán a una Mori explicando por qué los sentimientos rompen barreras intagibles:

¿Han escuchado eso de que "El tiempo no existe"? Un día me intentaron explicar eso. Era como... Que el mundo, los sucesos y demás, estaban formados como en "capas" o "placas" en las que uno se... ¿Podía mover? ¡Bueno, es muy complejo y aún no sé si está totalmente comprobado! Pero me gusta pensar que mis sentimientos de alumna feliz le llegué a su yo de 18 o no sé cuantos años que decidió decir "Voy a ser profe de música" Porque si usted no hubiera sido profe de música, lo más probable es que no le hubiera conocido y, por ende, tal vez me hubiera tocado presenciar "La Muerte" de una manera mucho más violenta o triste que la suya.

Por si no me entendió; usted, con su muerte, logró que entendiera mejor —algo irónicamente— la vida. Tipo, ahora entiendo por qué diablos sufrimos tanto... Le dio un giro de 180° a mi vida, profe; nunca volveré a hacer la misma atea de siempre por culpa suya, cosa de la que se debería sentir orgulloso, porque siempre me han gustado las historias fantásticas y ahora creo en fantasmas sin tenerles miedo, porque bajo mi propia filosofía... No debo temerle a los fantasmas cuando estoy siendo bien intencionada, porque los únicos fantasmas que andan mosqueando en el mundo terrenal son aquellos que tuvieron asuntos pendientes o quién sabe qué leseras más.

Tipo, ahora la frase de mi abuelo "Le tengo más miedo a los vivos que a los muertos" agarra demasiado sentido, con el simple hecho de que ahora soy capaz de contarle todo esto por que está muerto y no vivo. Me hubiera gustado poder tener una charla (a pesar de que esto es un monologo) tan casual así con usted, pero eso es solo un deseo que nació a base de su muerte, por lo que no me quejo y prefiero escribirle cartas al cadáver de un profesor y al espíritu de usted.

Okey, creo que ha sido mucho por hoy y esto aburriría a cualquiera que no sea yo... A menos que esta carta tenga algo de contenido valioso que meditar, cosa que también estaría muy bien.

Desde ahora, la algo creyente "Mori" (EsMiAlíasAcáEnEsteForo) Le deseo los mejores deseos, las mejores "descanse en paz" y espero poder seguir escribiéndole lo más genuinamente posible, porque ya sabe: con el tiempo la figura del fallecido deja de ser una "realidad" tangible y pasa a ser una "idea", como las del mundo de las ideas de Platón (ElegíElElectivoDeFilosofíaPorqueSiempreMeGustó)


Okey, ya, de nuevo tengo que pararme la chachara sola.

Un gusto haberle conocido, espero que siga descansando en paz, se despide cordialmente:

Su alumna (LaQueNoLlorabaPorProblemas)—​