Padre soltero

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por SaKaSu, 6 Noviembre 2013.

  1.  
    SaKaSu

    SaKaSu Entusiasta

    Tauro
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    Padre soltero
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
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    Un nuevo Uchiha
    Era una junta importante la que ahí se desarrollaba, sin duda, lo que se decidiera en ella, cambiaría el futuro de la empresa Uchiha drásticamente. Empero, la atención de todos, aunque no quisieran, estaba enfocada en la figura del presidente de la empresa, y no precisamente porque él dictaminaría a lo que se haría o no, sino más bien, porque en sus brazos llevaba a un recién nacido que de vez en cuando balbuceaba. Eso sin mencionar, que desde que Sasuke llegó con el pequeño, lloraba cada dos horas y mediA y con suerte, cada tres. Nadie discutía que ese niño tenía grandes pulmones, pues pese a que el azabache no tardaba en darle el biberón, el tiempo que le tomaba en taparle la boca, estresaba a todo el mundo.

    Nadie se atrevió a cuestionar al jefe, a pesar que a todos en la empresa les daba curiosidad de saber de quién era el niño y el por qué Sasuke lo llevó a la oficina. Pero la curiosidad aumentó al doble cuando Naruto, uno de los mejores amigos de Uchiha, logró sacarle parte de la verdad frente de todos. Si, ese niño sorprendentemente era su hijo pero ¿y la madre? Nadie le conocía novia o con quien estuviese comprometido y claro que ello, hacía un escándalo en el lugar.

    Esa era la razón por la cual, todos en la sala de reuniones miraba la escena paternal, tratando de buscar alguna respuesta. La curiosidad era tal que muchos ya ni siquiera eran discretos.

    —¿Seguirá con la explicación o permanecerá callado por más tiempo?

    Llamó la atención del expositor que hacía pausas cada vez que el bebé balbuceaba, aunque no era el único. Para esas horas del día —pasadas de la 1:00 p.m. —, la curiosidad de todo el mundo era tal, que habían olvidado la discreción. Cuando oyeron la imponente voz de Uchiha dieron un salto y desviaron las miradas en distintas direcciones.






    Pasó una semana en la que Sasuke llevó al infante a la empresa, todos lo miraban con el niño en brazos o meciéndolo en una cuna que había mandado a traer dentro de su oficina. La escena era inusual, especialmente porque, a diferencia de cualquier otra persona que ve a un recién nacido con alegría e ilusión, Uchiha mantenía una mirada fría e indiferente.

    Sin embargo, hay que aclarar que lo que veían los empleados en el trabajo tan sólo eran escenas superficiales, pues el azabache, estando a solas dentro de su oficina o en casa, el cuadro era muy distinto. Bastaba con ver al padre levantarse por las madrugadas a alimentar al pequeño o estando con él en la oficina, la forma en que lo miraba dormir.

    —Me encargaré bien de ti… —Murmuró Uchiha al pequeño mientras pasaba con delicadeza su mano por las mejillas del infante. Su frase no fue pronunciada por completo al oír abrirse la puerta de su oficina— ¿Quién…?

    —¿Y cómo lo harás sin ayuda? No puedes pasarte toda la vida callando a los empleados cuando duerma o haciendo esperar a los clientes cuando necesite un cambio de pañales—Itachi entró al lugar cerrando la puerta tras de sí, esbozó una sonrisa— ¿Al fin me explicarás todo este asunto de tu hijo? Al menos así podríamos buscar una solución a todo esto.

    Sasuke frunció el ceño, no había sido avisado de la llegada de su hermano, y estaba seguro que no era culpa de nadie más que de Itachi, pues él solía llegar de esa forma sólo para molestarlo. Sin mencionar el hecho de que podía deducir de su comentario, que no creyera que el niño fuera suyo.

    —No son cosas que se discutan en este lugar —se alejó de la cuna tomando asiento detrás del escritorio—Mejor dime ¿qué haces aquí?

    —¿Hay algo de malo? —rió por lo bajo— Decidí darme vacaciones.

    —¿En estos momentos? Itachi, aún nos falta…

    —Tranquilo, tengo a alguien trabajando en ello. Además, quería saber si era verdad lo que me decías por teléfono —se acercó a la cuna, no sin recibir una amenaza con la mirada de parte de su hermano menor, al pendiente de que el niño no fuera molestado— ¿Cuánto tiempo tiene? ¿Ya lo registraste? ¿Cómo se llama?

    Uchiha mayor no dejaba de mirar al pequeño dormir con una sonrisa, era el tipo de mirada que cualquier otra persona dirigiría a un bebé, además, la mirada tenía especial ternura, pues el niño le recordaba en demasía a Sasuke recién nacido.

    Por otro lado, el azabache menor se irritaba cada vez más, especialmente por las múltiples cuestiones de su hermano, además de su presencia. Ello le hacía pensar que Itachi no lo creía lo suficientemente responsable para criar al niño.

    —Espero que sea de fiar —se refirió al primer comentario de su sangre e hizo una pausa —Estaba hablando muy enserio cuando lo hablamos —tomó unos papeles que comenzó a ordenar para no exteriorizar su enfado—Se llama Kisho, Uchiha Kisho y ya está registrado. Mañana cumple diez días de nacido.

    Itachi miró su reloj y al conocer la hora, tomó al niño entre sus brazos haciendo que su hermano se levantara de un salto de la silla. Sasuke lo miró con dureza.

    —Es hora de la comida, vamos a algún lado y cuéntame sobre la madre —notó que la mención de la susodicha irritó más –si se podía— a su hermano. El menor quiso quitar al infante de brazos de familiar, pero éste no lo dejó y se encaminó a la salida—No seas envidioso hermanito, yo soy su tío, también quiero cargarlo.

    Itachi salió con el niño en brazos, mientras Sasuke tomó a toda prisa su saco y salió tras de él.

    —¡No vayas a despertarlo!

    —Tú lo despertarás con tus gritos.

    Ambos hermanos se fueron siendo seguidos por la mirada de todos, pues pese a que su curiosidad respecto al niño seguía a flor de piel, lo que los tenía más sorprendidos, era que por primera vez veían a ese niño en brazos de alguien más que no fuera el Uchiha menor, ni siquiera Naruto había sido capaz de convencer a Sasuke de que le permitiera cargar al niño, y es que aunque no conocían al reciente padre en todas sus facetas paternas, todos estaban de acuerdo en que era sobreprotector.

    —Itachi, dame a Kisho, no sabes cargarlo.

    Se oía la voz del Uchiha menor con reproche mientras seguía al aludido por los pasillos de la empresa. Por desgracia, no alcanzó al hombre antes de que el elevador se cerrara, claro, eso no lo detuvo y bajó corriendo por las escaleras. Ahí sí que lo atrapó, pero su pariente logró evadirlo para continuar adelante.

    —¿Qué no sé cargarlo? Te cargué a ti todo el tiempo.

    La persecución siguió y termino hasta llegar al auto de Sasuke, las miradas no se quitaron de ellos hasta que se perdieron en el camino.

    No todos oyeron el nombre del niño, pero en menos de cinco minutos todos los empleados ya lo sabían. Confiaban que la presencia del mayor de los hermanos les daría más pistas del origen de Kisho, si no es que toda la historia.

    Lo que si fue seguro, es que la actitud de su jefe cambio, que si bien no era la más sensible y conmovedora, de menos ya dejaba ver una que otra mirada cálida hacia el bebé enfrente de los demás.
     
  2.  
    himeko hyuga

    himeko hyuga Usuario común

    Piscis
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    ola! pues vengo de metiche por aqui y no me arrepiento de hacerlo jeje
    la historia me atrapo totalmente! me encanto, me fascino y quiero más!
    todo se maneja de una manera tan... misteriosa! quien será la madre y porque no quiere hablar de ello? Sasuke maneja muchos misterios y hojala su hermano sea capaz de arrancarselos o al menos algunos ¬¬
    me hizo gracia el que Sasuke llevara a su hijo a sus juntas, es lindo imginar como lo tomaba en brazos y ponia su atencion en el pequeño ignorando por instantes a sus empleados, sin duda es un padre sobre protector, pero Itchi se encargara de hacerle pasar sus corajes muajajaja

    hojala puedas continuarlo pronto, que tengo mucha curiosidad.

    att:Himeko-chan =)
     
  3.  
    Kai Uchiha

    Kai Uchiha Iniciado

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    ¡Oh, por Dios!
    Me encantó, me encantó, me encantóóó.
    Digamos que muero por saber los detalles de Kisho. ¿Quién será la madre? Omgggg
    Me agradó la idea de tener a ambos hermanos Uchiha en una empresa y con un bebé.
    Excelente todo, ojalá puedas continuar pronto porque la curiosidad me está matando.
    Un abrazo.
     
  4.  
    SaKaSu

    SaKaSu Entusiasta

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    Me disculpo por la tardanza, los finales en la uni me tenían aprisionada, entre otras cosas. Espero que la historia aún sea de su interés.

    Ella

    Sasuke Uchiha, un hombre importante de negocios, que en teoría debería estar muy ocupado como para pensar en otras cosas que no fuera el negocio familiar. Muchos pensaron que por sus ocupaciones, seguía soltero a los 30 años, aún teniendo a un montón de mujeres listas para darle el sí, si él se los proponía, pero mucha gente a su alrededor quedó sorprendida al ver que un hombre como él fuera padre soltero. Y lo que más sorprendía, era que no era del tipo de progenitor que daba a sus hijos todo a manos llenas sin educarlos o convivir con ellos, pues todos los que lo conocían, veían el cómo solía repartir su tiempo lo mejor posible.

    Probablemente no era del tipo de hombre que abraza o dice un “te quiero” a sus hijos, pero todos podían notar el amor que le tenía a su primogénito con ver, el cómo ese niño de escasos ocho años, era su prioridad ante todo. Claro, habían situaciones en que lo que Kisho Uchiha necesitaba, podía esperar un poco ante una crisis de negocios, pero era entendible.

    Muy pocos sabían la verdad respecto al origen del hijo de Sasuke, muchos creían que era adoptado y el parecido era coincidencia, parte de la elección al adoptar, pero habían muchos rasgos en él que hacían dudar de aquellas sospechas. Pocos conocieron a la madre, y aquellos que estaban seguros que tal hijo era legítimo, pero desconocían la verdadera historia tras su nacimiento, creían que la madre era una mujer sin instintos maternales que abandonó al niño, e incluso, surgieron muchos otros rumores mucho menos agradables.

    Sin importar ello, había algo seguro en todo esto. Desde que Kisho fue reconocido como hijo del menor de los Uchiha, éste último había estado al pendiente de él. Sus más íntimos amigos —que eran dos o tres— sabían que él se levantaba por las madrugadas a darle de comer, a cambiarle el pañal o atenderle cualquier malestar, pero también se dieron cuenta —junto con otros más— que si quería mantener la empresa en pie, no podía dedicarse al cien por ciento al niño.

    Una niñera fuer la solución, algo que poco le agradó al hombre. Pese a ello, el trabajo de aquella empleada no estaba en casa; Sasuke no desperdiciaría cualquier momento libre para estar con su hijo, por ende, la nana estaba obligada a seguir día y noche a Uchiha, para que éste pudiera atender al niño de vez en cuando. O al menos en la mayoría de las veces, pues al azabache le preocupaba que una vida ajetreada desde muy joven, pudiera dañar a su retoño.

    La parte más difícil fue cuando el niño entró al kínder. Tanto juego e interacción con otros niños lo dejaban agotado, obligando a Sasuke a abstenerse del mandato de que lo llevaran a la empresa al salir del colegio. La situación fue dura para el hombre, pese a que no lo mostraba, pero los primeros días, era notoria su inquietud del no tener cerca a Kisho —y aún después de dos años seguía ansioso, pero lo controlaba mejor—. Realmente nunca superó tal hecho, pero conforme el niño crecía, se disminuían sus incertidumbres.

    La relación padre e hijo era difícil de comprender, aún para la gente más cercana a ellos. Muchas veces pensaron que el niño intentaba ganarse la aprobación del hombre, siendo en exceso cariñoso, pero la realidad era que Kisho, mejor que nadie sabía que su padre lo adoraba y sus actitudes, más bien eran las normales de un niño de su edad, especialmente, teniendo en cuenta que teniendo a su tío lejos, su padre era su única familia sanguínea. En cuanto a la niñera, el azabache procuró cambiarla constantemente, según él, para que su hijo aprendiera a desprenderse de lo que no es duradero.

    Todo era tranquilo en la vida de la pequeña familia de Sasuke, se sentía contento de tener a su hijo, eran momentos dichosos que llenaban el vacío de la pérdida de los padres. De hecho, muchos que lo conocían, podrían testificar que él ya no era tan frío como en el pasado, aunque claro, si no conoces a Sasuke Uchiha antes de la aparición de su adoración, no podrías notar la diferencia.

    Eso si, lo que nunca debía mencionarse frente al azabache, era la posibilidad de una futura madre para su dicha, y mucho menos podía mencionársele a la biológica. Si se hablaba de una madre nueva, argumentaba que nadie valía la pena, mientras que con la verdadera, evitaba el tema por completo, incluso evadía marcadamente a los que conocían la verdad si lo llegaban a sacar a flote. El único que podía hablar del tema sin recibir alguna cruel mirada o una rotunda evasión, era Kisho.

    ¿Las explicaciones para el niño? Es lógico que un niño de ocho años pregunte la ausencia de su madre cuando en la escuela ve a todos sus compañeritos con la propia, y desde la primera vez que preguntó por ella, Sasuke no supo qué responder. Claro, decirle que estaba muerta era una buena opción, pero ver los ojos de su hijo con un brillo de esperanza le partía el alma y tampoco podía decirle la verdad, aún era muy pequeño para comprenderla. Por ello, él se limitaba a decirle que estaba de viaje. No era lo más ortodoxo, y menos porque sabía que conforme creciera, el niño entendería que le había estado mintiendo, pero esperaba que funcionara lo suficiente hasta que Kisho tuviera la edad para conocer la verdad. Era lo que el hombre esperaba, pero claro, no todo puede salir al pie de la letra y mucho menos porque a los niños no deben subestimárseles. Es verdad que la mentira duró gracias a que Itachi ayudó un poco, pero las preguntas comenzaron a hacerse más frecuentes, sin mencionar que algo impredecible iba a suceder.





    Una noche, tan común como cualquiera de los últimos ocho años, tras una larga jornada en la oficina y una ida a comer pizza, por petición de Kisho, Sasuke y su hijo volvían a casa. Era viernes por la noche, al siguiente día no habría trabajo y no esperaban a nadie, ni siquiera a la nana, que tendría el fin de semana libre; empero, al llegar a las rejas que daban paso a los alrededores de la mansión, ambos pudieron divisar a una mujer de no más de veintidós años que bebía lo que parecía café. No tuvo que pasar mucho tiempo para que Sasuke la reconociera pese al tiempo transcurrido, y el gesto en su rostro se endureció, mucho más que cuando le recordaban a la madre biológica de su hijo.

    Uchiha pensó en seguirse de largo e ignorarla, la seguridad se encargaría de ella si pasaba la barda, pero su presencia podría afectarlo, especialmente a su hijo.

    Llamó a uno de los sirvientes y pidió que llevaran el auto dentro, al igual que a Kisho, quién no dejaba de preguntar por la misteriosa mujer, hasta que su padre le dijo que eran parte de sus negocios, sólo así aceptó ser mandado a la cama, advirtiendo a su padre que le había prometido estar libre el fin de semana.

    Ambos adultos sólo cruzaron un saludo al verse, y esperaron a que el niño entrara a la casa, para ambos dirigirse desde el portón a la mansión. Sasuke solicitó no ser interrumpidos justo antes de cerrar la puerta de su despacho, y pese a ello, la charla no comenzó hasta que él llegó a la silla tras su escritorio.

    —¿Es él? Se ve saludable.

    —¿A qué has venido? —Cuestionó con brusquedad— Te recuerdo que firmaste papeles.

    —Lo sé… créame que lo sé muy bien —bajó la mirada— No estoy aquí para chantajes ni nada por el estilo— levantó de nuevo el rostro— Se lo dije aquél día: un trato es un trato.
     
  5.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP

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    Capítulo 1: la construcción del ambiente de la oficina es genial, sobre todo a partir del hecho de que todos se enteraron del nombre del niño a pesar de que unos pocos lo habían oído; me pareció un detalle humorístico pero, a la vez, no carente de realismo, porque es verdad que, en ese tipo de ambientes, cualquier detalle de interés se expande por todas las direcciones.
    Ahora bien, la trama así como la presentaste pinta interesante. Está el misterio de quién la madre y la falta de detalles relevantes es lo que me atrae de muchas historias. Hay un buen manejo de la personalidad de Sasuke, así como la de Itachi, quien a pesar de no encarnar un papel similar a los que solía tener en la serie original, sigue apareciendo con esa chispa tan suya. Me gustó mucho la pequeña persecución por la empresa, me imaginaba al Uchiha mayor esquivando a su hermano al mejor estilo de Goku evadiendo puñetazos, jaja.
    Ahora, movido por la curiosidad, me pongo a leer el segundo capítulo...

    Capítulo 2: Wow, un salto temporal de ocho años. no me lo esperaba pero se torna más interesante todavía. Sobre todo por el misterio de la madre biológica: encima que desconocemos su identidad, al parecer está muerta, por lo que nos quedará saber las circunstancias y el momento en el que vio el final de su vida. Y, como frutilla de este postre al que denominamos "capítulo 2" , hace acto de presencia otra mujer, tan misteriosa como las palabras que pronuncia. Tengo que decir que ojalá actualices bien pronto, porque la intriga que me quedó tras leer la última frase va a estar haciéndome cosquilleos en la mente.

    A rasgos generales, tu historia ya me tiene atrapado, y voy a estar bien atento a la próxima actualización :) .
     
  6.  
    SaKaSu

    SaKaSu Entusiasta

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    Bruno EVF, me alegra saber que he captado tu atención, espero que los capítulos posteriores no te decepcionen, y procuraré ser constante. Ahora mismo tengo el fic adelantado, pero espero poder terminarlo antes de tráeles hasta el último capítulo que tengo listo. Sin más que decir, te dejo con la continuación.

    Un hijo para Sasuke

    Desde muy jóvenes, los hermanos Uchiha habían sido codiciados por las mujeres y las razones iban desde que la familia Uchiha tenía un gran prestigio en el mundo, sin mencionar muchos millones en los bancos y por si fuera poco, ambos hermanitos habían recibido los mejores genes de la familia. Sin duda, podrían tener a casi cualquier mujer que ellos eligieran.

    El problema era que, con el pasar del tiempo, Sasuke había descubierto que en realidad, no valía la pena enredarse con ninguna mujer, pues aunque ésta fuera de buena posición, siempre terminaban yendo tras la fortuna Uchiha. A sus ojos, todas esas mujeres eran como prostitutas, o mejor dicho, eran peor que ellas, al menos ellas solían hacerlo por supervivencia, ellas sólo lo hacían por verse bien en sociedad, y qué mejor buscar a alguien agradable físicamente para su cometido.

    Las cosas parecían ir bien, pero la muerte es algo impredecible y afecta a cualquiera. Si, Fugaku y Mikoto Uchiha murieron por un accidente se dijo al principio, aunque más tarde se descubrió que fue planeado por los enemigos de la compañía. La noticia afectó en demasía a un Sasuke de diecinueve años.

    El menor de los Uchiha se volvió bastante frívolo tras el suceso y eso, que había calmado su temperamento cuando al fin arrestaron a los culpables, pero… la pérdida de sus padres, sólo apagó cualquier esperanza de amor. Es decir, él había hecho a un lado las ideas amorosas porque tenía otras metas, además de tipo de mujeres que conocía, pero saber que sus padres se amaban, le daba la esperanza de encontrar a alguien y poder formas una familia, una de sus metas en la vida.

    Pasaron dos años desde el fatal suceso, donde, tras tomar el puesto como jefe de la empresa familiar, Uchiha decidió que la falta del amor de una mujer, no le obstruiría el paso a tener una familia, él buscaría una alternativa. Claro, puede que el dinero no lo compre todo, pero con él, pudo buscar opciones.





    Parte de los movimientos monetarios que realizaba la familia Uchiha, era la de financiar cinco becas a estudiantes de alto rendimiento y si alguno de los becarios tomaba una carrera que le sirviera a la empresa y lo veían óptimo para el trabajo, lo contrataban tras salir de la universidad.

    Sasuke, como presidente, debía asistir a una ceremonia donde se otorgaban las becas y se renovaban las ya dadas, y precisamente el día en que se realizaría la ceremonia, uno de sus mejores amigos le llevaría la información para aquello que el azabache deseaba. Como estaba tan ansioso de conocer los datos, hizo hablar a Suigetsu antes de la ceremonia, pese a que Hozuki le había pedido que esperara.

    —Hay dos opciones, puedes adoptar o buscar una donadora y rentar un vientre, pero hay inconvenientes con ambas opciones. Estuve investigando sobre la adopción y es difícil encontrar bebés, además, que, aunque decidas adoptar a un niño mayor, aquí en el país no hay casa hogar que no pida como requisito que sea una pareja casada y estable la que adopte. Hay otro países que lo permiten, pero solicitarán tu presencia durante cierto periodo en el país y no por como están las cosas, no creo que haya tiempo de que puedas hacer eso —notó el malhumor de parte de Uchiha y sonrió, pues sabía que se impacientaba por conocer el resto— Encontrar donadoras o quien rente su vientre no es difícil, incluso las mismas donadoras suelen rentar su cuerpo, incluso hay agencias para eso, pero el problema es, que hay veces que las mujeres se arrepienten y prefieren quedarse con el niño, pese a los acuerdos, en una corte se le da preferencia a la madre. Es arriesgado apostarle a eso, sin mencionar que teniendo tu posición, habrá quien quiera aprovecharse de eso. Si me lo preguntas, esperaría a tomar vacaciones e ir a adoptar a otro lado, con suerte, encontrarás un bebé.

    Pese a su deseo de querer convertirse en padre lo antes posible, lo más seguro era la adopción, incluso pensó en organizar una boda fingida para no tener que esperar las dichosas vacaciones, pero aunque tenía candidatas al por mayor, se arriesgaba de nuevo a que intentaran sacarle todo el dinero posible. No es que él fuera avaro, pero si iba a dar dinero, no sería a gente de esa calaña.

    —Buenas tardes —llego una adolescente en uniforme, sin duda alguna, era una de las becarias— Perdonen la interrupción.

    —No deberías estar aquí…

    —Lo sé y me disculpo, especialmente porque oí lo que no debía —respondió al albino, mientras era asediada por la mirada del azabache— Me llamo Seidou Karin y si me lo permiten, tal vez pueda ayudarle en su problema.

    —¿Cómo lo harás? ¿Conoces a alguien?

    —Yo me ofrezco como donadora y para llevar al niño —sorprendió a ambos adultos— Sé que el pago es bueno.

    —¿Y para qué querrías tu ese dinero?

    —En mi familia soy la mayor, pero la beca de la fundación Uchiha evita que tome algún trabajo, me gustaría apoyar en casa económicamente.

    —No tienes edad para ofrecerte —intervino Uchiha tomando paso a marcharse— Además, si oíste la conversación, sabes los riesgos.

    —No soy mayor de edad pero puedo hacerlo —vedó el pasó del azabache— Conmigo tiene garantizado que tendrá al bebé —hubo una pausa y ella se quitó del camino— Al menos prométame que lo pensará.

    Sasuke no dijo nada y se fue. Un minuto después se dio inicio a la ceremonia de becarios y al terminar, él se fue, sin siquiera voltear a ver a la pelirroja que había estado al pendiente de él.





    Quiso olvidar por completo a aquella chica tan osada, pero durante dos días, la imagen de la adolescente no dejaba de venirle a la mente. Le sorprendía que a tan corta edad se atreviera a ofrecerse para algo como eso y lo único que se le ocurría, era que aquella chiquilla, era como las otras mujeres que conocía. Pero, no, algo no lo convencía de ese pensar, pues la mirada de aquella estudiante no era como la de las demás. No pudo quitarse aquella inquietud y decidió investigar a la becaria.

    —¿No estarás considerando de verdad su propuesta o sí? —Llegó Suigetsu entregando un folder con la información— Te recuerdo que eso no es benéfico para tu imagen.

    Ignoró las palabras de su amigo y se dedicó a checar la información, no sin antes correr del lugar a Hozuki, quien molesto, obedeció.





    Si bien ahora Sasuke conocía la realidad sobre la joven, ahora había algo que no podía explicarse: ¿Por qué teniendo semejante situación, no intentó convencerlo de ayudarla? Karin era la mayor de tres hermanos, vivía con su madre y su progenitora era la que les procuraba los recursos a la familia, pero hacía tres días, la señora había sido internada en el hospital por un tumor en el cerebro. Necesitaba de una operación para salvarse y no tenía mucho tiempo. Claro, en un principio le indignó saber que la chica prefería ofrecerse de esa forma antes que renunciar a la beca, le parecía algo egoísta, pero antes de acabar el día, Suigetsu le llamó diciendo que la chica estaba haciendo los trámites para renunciar a los beneficios de la beca.

    La situación de la joven le dio vueltas la cabeza toda la noche y por primera vez en mucho tiempo, aunque no quisiera aceptarlo, sentía la esperanza de que el amor si existía, y la prueba era esa chica tan joven que estaba buscando la forma de sacar adelante a su familia. Empero, aún le confundían las acciones de la pelirroja.
     

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