Piratas del Caribe Pacto Pirata [Long-fic]

Tema en 'Fanfics sobre TV, Cine y Comics' iniciado por Andrea Sparrow, 21 Septiembre 2016.

  1.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    535
    PACTO PIRATA (Sobre Jack Sparrow y otros personajes de POTC)

    Introducción

    Una joven de la nobleza está a punto de casarse. Sin embargo, el extravío de su novio la hace emprender una travesía a fin de dar con su paradero. Pero en el trayecto descubrirá secretos que no imaginaba y conocerá a un pirata que le mostrará su mundo…y algo más. Está ambientada en la transición entre POTC1 y POTC2.

    Capítulo 1

    Aquella fiesta era agradable. Se había reunido mucha gente conocida del gobernador de Port Royal.

    Elizabeth estaba muy hermosa. Will había formado parte de la reunión, por ser el futuro esposo de la hija del gobernador. Pero él seguía siendo un muchacho modesto y sencillo.

    Carolina era la hija del duque de Linares, radicado en España. La joven extrañaba a Peter, un joven noble que había conquistado su corazón. Miraba en lontananza hacia el puerto desde el fuerte donde se llevaba a cabo aquella recepción, pensando en su novio que ya había partido por lo menos un mes antes. Desde entonces no habían sabido nada de él.

    Su padre se acercó.

    - Carolina, ¿sigues pensando en Peter, cierto?

    - Si, padre. Estoy muy triste porque no hemos tenido noticias suyas.

    - El comodoro Norrington se encargará de enviar una comitiva para averiguar el paradero del barco de Peter.

    - Espero que no tarden mucho en saber algo al respecto.

    - Ven- añadió el duque- te voy a presentar a otras personas.

    [​IMG]

    Tortuga


    Entre el estrépito de las botellas que volaban y se quebraban al ser lanzadas en diferentes direcciones, Jack seguía en aquella habitación tomando a aquella mujer.

    Gibbs estaba preocupado y pensó en llamarlo. Tocó a la puerta.

    - ¡Jack! ¡Abre, por favor!

    El capitán Sparrow salió hacia la puerta.

    - ¿No sabes que estoy muy ocupado, Gibbs?

    - Malas noticias, Jack. Hay gente de la armada escondida entre el resto. No sabemos si hay traidores entre nuestra gente. Debemos irnos cuanto antes.

    - Espera.

    Dentro, Jack tomó su sombrero y salió. La mujer le preguntó molesta.

    - ¿Cómo que ya te vas, Jack?

    - Lo siento, querida. Continuaremos este encuentro…en otra mejor ocasión, ¿savy? Cuídate hasta mi vuelta.

    Jack cerró la puerta con llave. Dentro se escuchaba:

    - ¡Jack! ¡Me debes diez doblones! Eres un estúpido…


    Ya en cubierta en el Perla, Jack tomó el timón y su brújula.

    - ¿A dónde nos dirigimos?

    - A donde quiera que no encontremos gente de la armada, Gibbs.

    - Al oriente, Jack. Podríamos ir a…

    - Ya está el curso, maestre Gibbs. Da las órdenes a todos, diles que aseguren bien las jarcias, el trayecto será largo. Y si hay por ahí algún buen botín…

    - Esa voz me agrada, Jack. ¡Listos todos! Conocen la rutina…


    En otro navío…


    - Tenemos el tesoro que buscábamos…sólo nos falta…ella.

    - ¿Y dónde le encontraremos?

    - Él nos llevará a la doncella. Por ahora hay que escondernos en un lugar seguro. Sin embargo, todavía podemos dar un último atraco.

    - ¿Y dónde será?- preguntaba aquel pirata.

    - Ya lo verás, Dean, ya encontraremos el barco mejor abastecido…ahora, sigamos con la marea…
     
  2.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    908
    Cap. 2

    Carolina había convivido un rato con Elizabeth.

    - Mi padre y el tuyo se llevan muy bien, Carolina- dijo Elizabeth.

    - Sí, me he dado cuenta, casi tanto como tú y yo.

    - Al fin creo que podré tener una amiga más cercana.

    - Dice mi padre que debemos marchar. Nos espera un viaje largo y quizás pronto pueda reunirme con Peter.

    - Ojalá que nuestras bodas coincidieran. Aunque…tengo mis reservas.

    - ¿Respecto a qué?

    - No sé, Carolina. He escuchado algunas cosas respecto a tu novio.

    Carolina no comprendía.

    - ¿A qué te refieres?

    - A que…no sé, dicen que lo han visto con…piratas.

    - Eso es una mentira, Elizabeth. No creas todos los rumores. Quizás un día digan de mí que soy amante de algún pirata sin ser cierto.

    - No lo creería aunque lo estuviera viendo.

    - Haces bien. No tendría nada que ver con un pirata aunque fuera el último hombre sobre la tierra- aseveraba Carolina.

    - Lo mismo decía yo- siguió Elizabeth sonriendo.

    - Tu caso es diferente. Will solamente lo hizo para protegerte. Por cierto, ¿y quién es ese tal Jack Sparrow?

    Para no exacerbar su curiosidad demasiado, Elizabeth se limitó a contarle algunas cosas que se decían por ahí.

    - ¿En serio?

    - Te llama tu padre- continuó Elizabeth, notando que el duque de Linares y su padre se aproximaban.

    - Chicas, lo lamento- dijo el gobernador- pero el duque quiere hablar con su hija y creo que tendrás que dejarla ahora, Elizabeth.

    - No importa, padre. Voy a ver a Will.

    - Esa muchacha…con su permiso, señor duque.

    Cuando estuvieron a solas, el duque comentó a su hija.

    - Nos vamos mañana al amanecer, sólo que tengo miedo.

    - ¿Por qué?

    - Es que…hay rumores de piratas en estas aguas. El comodoro Norrington no está muy convencido de querer dejar que partamos. Pero le he dicho que es importante.

    - Sí, hay que marchar, quiero reunirme con Peter cuanto antes.

    - ¿Tanto lo quieres?

    - Tanto como a ti, padre- añadió la muchacha abrazando al duque.


    En la mañana partieron hacia su hogar. El duque se había adelantado, encargando a su hija con gente de su confianza a fin de que se reuniera con Peter. Sin embargo , cuando mientras viajaban, un navío con velas negras se acercaba.

    - ¿Es malo, maestre González?

    - No se preocupe, señorita Linares. Al parecer van de paso.

    Sin embargo, el barco se apresuró y quedó a unos metros del navío de la muchacha.

    - ¡Ríndanse!- señaló quien parecía capitanear.

    - ¿De qué se trata esto?

    El hombre dijo.

    - Este es un asalto, señorita.

    La hicieron saltar al agua mientras se llevaban el navío.


    Carolina trataba de nadar contra corriente pero al fin tuvo que ceder. Temblaba de frío y al poco tiempo un navío la recogió llevándola consigo.

    La muchacha estaba desmayada. El tripulante del navío dio la orden para que la subieran inmediatamente.

    Ahí encontró a su padre que estaba a bordo. El comodoro Norrington estaba a cargo.

    - Señorita…¿qué le pasó?

    - Comodoro…¿está aquí mi padre?

    - Sí- refirió el comodoro cuando la chica ya había sido atendida.- El señor duque está en otro camarote. Nos preocupamos mucho al no saber qué había sucedido. Pero díganos, ¿qué navío era el que los atacó? El señor duque no se ha podido explicar.

    - Era un navío con velas negras…y su pirata se veía muy sanguinario y violento.

    - Casi estoy seguro que se trata de la misma persona. Jack Sparrow…

    - ¿Jack Sparrow?- observó Carolina intrigada por aquel nombre.


    - ¿Jack Sparrow?- preguntaron al unísono Will y Elizabeth.


    - Eso fue lo que dijo el comodoro Norrington cuando le di la descripción del pirata que nos atacó.


    - Pero…algo me dice que no fue él- argumentó Elizabeth.


    - Yo no estaría tan seguro. Aunque, viéndolo bien, tampoco es algo propio de Jack.


    - ¿Ustedes lo conocen?


    - Digamos que sí- comentó Will.- Pero tenemos que estar seguros.


    - ¿Y cómo lo estaremos?- preguntó Carolina.


    - No queda de otra. Tendré que ir a Tortuga para averiguar.


    - Yo iré contigo- continuó Elizabeth.


    - Y yo con ustedes- siguió Carolina.


    - Ni lo sueñes- terció Will.- Eso es muy arriesgado. Tu padre jamás lo permitiría.


    - Pero está de por medio la vida de Peter. Además, mi padre sabe lo mucho que lo amo y no voy a dejarlo solo. Tengo que saber si fue Jack Sparrow o si ese hombre sabe algo acerca del paradero de mi novio.


    Will y Elizabeth charlaron al respecto.

    - ¿Qué hacemos, Will? El duque no aceptará que la llevemos. Pero se ve que está decidida.

    - Tendremos que hacerlo. Si se trata de alguien que quiere ver acabado a Jack, quizás esté tratando de desviar la atención hacia él para verse libre. De ser así, Jack debe saberlo.

    - ¿Y crees que Jack sepa algo respecto de Peter?-preguntó Elizabeth.

    - La verdad no lo sé…-aseveró Will.


    Mientras tanto Jack y su gente navegaban en Oriente, por la India, descubriendo nuevos tesoros y encontrando cosas muy extrañas.

    Gibbs estaba encantado. Sin embargo Jack recibió un recado.

    - ¿Qué dice ese papel, Jack?

    - Dice que la East Indian Trading Company anda por aquí. Debemos volver.

    - ¿Tortuga?

    - Sí, Tortuga. Algo me dice que encontraremos algo interesante ahí.
     
  3.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    792
    Cap. 3

    Dean llamó a un joven del navío.

    - El capitán te espera.

    El muchacho se acercó.

    - Así que dices que será pan comido.

    - Así es, sólo quiero saber qué vas a darme a cambio.

    - Un gran tesoro, amigo mío. Tienes que ser paciente. El navío ya fue registrado. Tenemos lo necesario. Sólo nos falta ella…¿cuándo la podremos tener?

    - Es cuestión de tiempo, yo los llevaré a ella.

    - Esa voz me agrada. Ahora ve con el resto.

    El muchacho se inclinó ligeramente y se volvió con el resto de los hombres.

    Dean preguntó.

    - ¿Crees que cumpla?

    - Lo hará, estoy seguro. Si no, sabe que su vida está en juego…-sonrió John Foremann, el capitán de aquel navío.


    - ¿Tortuga? ¿Estás loco, Turner?- preguntó Norrington.


    - Es la única forma de averiguar algo, comodoro- siguió Will.


    - Yo tengo confianza- añadió Elizabeth.


    - Y yo tengo que averiguar algo sobre Peter- siguió Carolina.- No puedo permitir que le pase algo malo. Entienda, por favor, comodoro.


    - Lo que yo entiendo, señorita de Linares- continuó el comodoro- es que ustedes quieren poner sobre aviso a Jack Sparrow para que se prevenga porque saben que seguimos buscándolo.


    Carolina encaró al comodoro.

    - ¡Usted no puede decirme eso! Mi novio está sufriendo. Yo ni siquiera conozco a ese tal Jack Sparrow. Y si fue él quien asaltó nuestro navío, pagará las consecuencias. Pero antes de eso habrá que negociar con él si es necesario. Además, no creo que si encontramos a ese tal Jack en Tortuga, sea él quien cometiera el atraco.

    - Tal vez no esté en Tortuga, señorita- continuó el comodoro.

    - Esta discusión no va a ningún lado- aseveró Elizabeth- creo que es mejor que nos pongamos en marcha. Mientras estamos aquí hablando, el culpable escapa y no podemos saber el paradero de Peter.

    Will intervino.

    - Comodoro, le prometo que todo estará bien. Me comprometo a que, si Jack es el culpable, lograré que pague por lo que ha hecho. No voy a arriesgar a Elizabeth ni a Carolina.

    - Está bien, Turner, en vista de que están empeñados, podrán averiguar algo pero no irán solos, nuestro navío estará pendiente de ustedes.

    - Por supuesto, comodoro- asintió Will.

    ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    [​IMG]

    Jack y Gibbs observaban por la escotilla.

    - ¿Falta mucho para llegar, Jack?

    - Según mis cálculos, es cuestión de tiempo. Quisiera llegar ya a Tortuga pero no sé, tengo el presentimiento de que algo extraño ocurrirá. Por cierto, ¿qué hiciste con el tesoro de la India?

    - Está en buen lugar, Jack. ¿Irás a ver a Fuensanta?

    - Claro, voy a hacerme un espacio para ir a ver a una vieja amiga de mi madre.

    - Y más de tu padre- inquirió Gibbs.

    - Vuelves a hacer esa observación, maestre Gibbs y te tiro por la borda, ¿savy?


    Pasados algunos días llegaron al fin a Tortuga.

    Algunas mujeres esperaban ya por Jack.

    - Vaya que quería volver…ahora sí traigo lo que tanto me pidieron.

    - ¿Joyas, dinero?- preguntaron algunas.

    - No…algo mejor. Me traje a mí.

    Dos bofetadas sonoras se escucharon en aquel lugar.


    Un día después, Elizabeth, Will y Carolina llegaban ya a Tortuga.

    - Chicas, estén muy alertas. Ya saben que este sitio es muy peligroso.

    - ¿Qué tanto?- preguntó Carolina.

    - Tú no te despegues de mí, Carolina- siguió Elizabeth- no vayas a cruzar palabra con ningún hombre que no sea Will, ¿entiendes? Si alguien te ve de una forma extraña, nos dices enseguida.

    - Está bien- dijo Elizabeth.

    Estuvieron buscando en diferentes puntos de la taberna.

    Carolina entró en una habitación por equivocación y preguntó.

    - ¿Hay alguien ahí?- insistió.

    Pero nadie le respondió. De pronto la puerta se cerró.

    - Hola, linda. Vaya que es una grata sorpresa la que me han dado.

    - ¿Perdón?

    Jack la miró.

    - Tranquila, no te había visto por aquí, seguro eres nueva, ¿cómo te llamas?- siguió con una sonrisa perturbadora, tratando de acariciar su rostro.

    Pero ella se apartó.

    - Un momento, ¿quién es usted?

    - ¿No sabes quién soy? ¿Qué, no te lo dijeron?

    - Pues no, además creo que usted está confundido.

    - Claro que no, pedí una chica para divertirme y te enviaron a ti. Así que espero que te comportes como lo que eres y me des mucha diversión.

    - Está usted loco…no sabe con quién está tratando.

    De pronto escucharon por fuera algunas voces.

    - ¡Carolina!

    - ¿Lo oye? Me están buscando.

    Jack abrió la puerta.

    - ¿Quién osa molestarme?

    - Jack- observó Will Turner.

    - William Turner…Elizabeth…¿qué hacen aquí?
     
  4.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    1039
    [​IMG]

    Cap. 4

    - Jack…necesitamos hablar contigo.

    - Un momento- comentó Jack- no vine a Tortuga como para tener que encontrarlos justo ahora…bueno, a Lizzie no me molesta encontrarla. Pero estoy a punto de pasarla bien con esta chica; podemos hablar después, ¿savy?

    - No, tiene que ser ahora, y deja a esa chica en paz- comentó Elizabeth.

    Carolina se acercó a Elizabeth. Jack los miró a todos dubitativos.

    - Espera, ¿tú los conoces?

    - Viene con nosotros- argumentó Will.

    - Sabía que venir a Tortuga me traería problemas…en fin, vamos a otro lugar.

    Los llevó a una habitación superior.

    - ¿Y bien? ¿Se puede saber a qué se debe su presencia?

    - Queríamos encontrarte aquí.

    - ¿Y se puede saber para qué?

    - Dinos, Jack…¿tú fuiste quien asaltó el navío del duque de Linares?

    - Depende de hace cuánto tiempo fue eso.

    Carolina lo escudriñó mientras bebía ron.

    - ¿Qué tanto me ves, linda?

    - No puede ser…

    - ¿Qué no puede ser, hermosa?- preguntó Jack.

    - ¿Usted es el capitán Jack Sparrow?

    - El mismo…¿querías conocerme?

    - No exactamente- reveló Carolina.- Pero no…algo me dice que este no es Jack Sparrow.

    Jack se puso en pie y le preguntó molesto.

    - ¿En qué te basas para decir eso, muchacha?

    Will intervino.

    - No le hagas caso, sólo queremos que nos des una información importante.

    Carolina insistió:

    - Este no es Jack Sparrow, el capitán del Perla Negra.

    Entonces a Jack se le bajó un poco de golpe lo ebrio y respondió:

    - Puedes dudar de mi honorabilidad, de mi sinceridad y de mi cordura, pero jamás de mi identidad, niña- dijo apuntándole con su dedo, pero al verla a los ojos, bajó la mano y la mirada. Luego preguntó a los demás.

    - Ahora soy yo, el que no entiende nada. ¿A qué vinieron?

    - A buscarte, Jack y aclarar algunas dudas- respondió Will.

    Carolina continuó.

    - Yo digo que éste no es Jack Sparrow.

    Elizabeth le preguntó entonces.

    - Apuesto a que sé qué quieres decir. ¿Él no fue quien atacó tu navío?

    - Claro que no…el otro era también pirata pero se veía sanguinario…no parecía un payaso como él.

    Entonces Jack sacó su pistola y le apuntó.

    - Cualquiera que se atreva a llamarme payaso lo pagará.

    Pero Will lo instó para que bajara su arma y le preguntó:

    - Dinos, ¿tu gente y tú asaltaron el navío donde viajaba la hija del duque de Linares?

    - ¿Cuándo fue eso?

    - Hace seis días.

    - No…los muchachos y yo llevamos apenas dos días de llegar aquí, estábamos en la India- agregó Jack- por cierto, hay unas bellezas colosales, lástima que ninguna quiso venir con nosotros…te cuento…

    - Ya me contarás después, Jack.- dijo Will.-el problema es que en Port Royal todos creen que fuiste tú y te está buscando la marina inglesa, encabezada por James Norrington.

    - Otra vez ese …comodoro- observó Jack.- No se cansa de molestarme. Y lo peor es que ahora no hice nada, bueno nada del o que me dicen…¿y por qué me buscan a mí?

    Entonces Elizabeth intervino:

    - Porque los sobrevivientes dijeron que había sido un navío con velas negras, muy rápido y el más famoso con esa descripción es el Perla Negra…

    - Pues no, linda- añadió Sparrow- esta vez no fui yo, pero el nombre de mi barco y el mío están en tela de juicio y no voy a permitirlo. Lo que no entiendo, ¿por qué es tan importante la hija del duque de Linares, que hasta James Norrington me está buscando?

    Carolina apareció frente a él y le dijo:

    - Juzgue usted mismo, capitán.

    Jack la observó y dijo:

    - Creo que- dijo, tragando saliva- creo que tienen algo de razón.

    Elizabeth continuó:

    - Bien, ahora debemos ir a buscar al novio de Carolina, para encontrar al impostor y así te premiarían, Jack.

    - ¿Yo, ir a buscar al novio de la chica?¿Por quién me has tomado? No, y no me importa lo que digan ni lo que pase, total, soy un pirata- observó, mirándose las sucias uñas.- No temo a nada.

    - ¿Ni…a la horca?- preguntó Elizabeth a su oído.

    Jack se quedó quieto como un conejo disecado y luego añadió:

    - Está bien…lo haré porque mi nombre y el de mi navío están en peligro pero no por la señorita ni su novio, ¿savy?

    Carolina se le acercó y dijo:

    - Debería darle las gracias, pero no acostumbro agradecer anda a ningún pirata, y menos a Jack Sparrow, quien se ve que es poco caballero y bastante desagradable.

    - Eso último corresponde a mi opinión de ti, jovencita- añadió Jack.

    Carolina se acercó de nuevo y dijo:

    - ¿Ah, sí? Pues qué raro, porque muchos hombres querrían tenerme entre sus brazos.

    Jack la miró un momento. Entreabrió los labios; estaba a punto de besarla cuando Will lo interrumpió.

    - Bueno, acompáñanos. Tú puedes guiar a nuestro navío.

    - Carolina debería viajar en el Perla, para que cuando descubra al navío falso, lo haga saber.- observó Elizabeth.

    - ¿Yo, viajar con piratas?- espetó Carolina.- Olvídenlo.

    Gibbs intervino.

    - Sí, hagamos caso a la chica. Recuerde lo referente a viajar con mujeres.

    Jack dijo:

    - Sí, lo sé, maestre Gibbs, además no pienso obligarla a viajar con nosotros. Es una pena, señorita- añadió, dirigiéndose a Carolina- pero tendrá que ir con el capitán Turner.

    - Pensándolo bien- comentó Carolina, tratando de hacer molestar a Jack- quiero conocer el Perla Negra, tengo curiosidad y ésta es una gran oportunidad.

    - ¿Tú, viajando con piratas?- sonrió Elizabeth burlonamente- lo que diría tu padre.

    - Por quitarle lo odioso a uno de ellos, no importa. Capitán Sparrow, acepto viajar en su navío.

    Gibbs lo miró serio.

    - No le va a gustar a la tripulación, Jack.

    Sparrow añadió:

    - ¿Por qué no? Es bella la chica…

    - No me refiero a eso- observó Gibbs-no les gustará que vaya con nosotros en el Perla.

    - Tengo un plan, maestre Gibbs-repuso Jack mostrando su dentadura de oro.
     
  5.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    847
    [​IMG]

    Cap. 5

    Jack y Carolina ya en el Perla se disponían a zarpar. Pero ants de que los demás abordaran, Jack dijo a la chica.

    - Ven conmigo al camarote, preciosa…

    - Un momento, no se atreverá…

    - No, niña, no te haré nada, no eres mi tipo, sólo quiero que vengas, ¡ya!

    Y la llevó a su camarote y le buscó ropa apropiada.

    - Vestida así no puedes venir conmigo. Debo protegerte y no quiero tener problemas con la tripulación, así que tendrás que hacerte pasar por hombre, ¿entendido?

    - ¿Hombre?- preguntó Carolina muy extrañada.

    - Eso, o no viajas conmigo.

    - Está bien, pero supongo que no puedo usar mi nombre…¿cómo debo llamarme?

    - Veamos, Carol, Karl…ya se, Carlson.

    - Da igual. Vamos, váyase y déjeme vestir.

    - Bien, pero…si necesitas ayuda, sólo pídela…soy bueno para desatar corsés…

    - ¡Lárguese!

    Jack, al salir, tenía a la tripulación frente a él.

    Gibbs preguntó:

    - Señor, todos están preocupados; tu gente quiere saber a qué se va a enfrentar…

    Jack dudó un instante y respondió:

    - Bien…no estoy realmente seguro, pero…lo que sí sé es que vamos a descubrir a alguien que nos quiere enfrentar sin necesidad a la flota del comodoro Norrington.

    - Pero si eso sucede- observó Pintel- nosotros no nos arriesgaremos sin necesidad- cotinuó, dando a entender que muchos no lo seguirían.

    - Caballeros- comentó Jack, más seguro.- No se trata de una decisión personal; si ustedes quieren irse nada impedirá de igual manera que sean buscados por Norrington y sus hombres. Ustedes se preguntarán por qué…la respuesta es muy simple: porque cada uno de ustedes es el Perla…como siempre he dicho…una flota, un barco no es sólo un navío, una galera, una quilla…u navío, específicamente el Perla Negra, significa…libertad. Si el Perla está en riesgo, la vida y la fortuna de cada uno de nosotros está en peligro. Así que…¿rechazarán la posibilidad de reivindicar la honra del Perla Negra y la de adquirir un inmenso tesoro?

    Marty llevaba rato tratando de interrumpir al capitán Jack Sparrow.

    - Señor- preguntó- ¿por qué nos persigue esta vez la flota del comodoro?

    Jack respondió:

    - Mi…pequeño colega; a Norrington le sobran motivos para acabar con nosotros. Un pretexto cualquiera sería suficiente para él, pero ésta vez se trata de un malentendido, sólo deben saber que vamos a defendernos de algo que no hicimos, ¿savy?

    - ¿Y qué rumbo seguiremos, señor?- preguntó Gibbs.

    Jack no sabía a dónde irían, pero como no quería que su gente se diera cuenta de que desconocía el curso, sacó su brújula y pensó en el barco capitaneado por Turner y dio con el curso que buscaba.

    Cuando todos ya estaban en sus puestos y se quedó solo dijo para sí:

    - Es la primera y última vez que tengo que seguir a otro. Yo…el capitán Sparrow, siguiendo a Will Turner.

    Entonces, Carolina o mejor dicho, Carlson apareció vestida de hombre tras de él.

    Jack escuchó sus pasos y volteando preguntó:

    - ¿Y se puede saber qué haces aquí, muchacho?- dijo sonriendo sarcásticamente.

    - Pues, observando el paisaje- dijo tranquila.

    Jack con la mano en el cinto añadió:

    - Chico, eso no es lo que mis hombres acostumbran hacer, ¿savy?

    - Pero, capitán-siguió ella.

    - Mira, jovencito, mis hombres están al pendiente de mis instrucciones y ya conocen sus puestos y la rutina…así que tú no vas a ser la excepción. Si no quieres tener problemas con ellos ponte a hacer algo. Puedes ponerte a las órdenes de Gibbs, por ejemplo. Y sobre todo, no olvides que para todos eres uno-más, ¿entendido?

    Katie trató de enfurruñarse pero se contuvo y se fue a donde estaba Gibbs. Y preguntó:

    - ¿Siempre es tan testarudo?

    - ¿Jack? Ah, sí…pero es muy brillante. ¿Has oído hablar de sus hazañas?

    - No…no acostumbro escuchar sobre hazañas piratas. Y dígame…¿por qué camina así?

    - Mira, te cuento…

    Y comenzó a contar la forma en como había escapado de la isla en al que Barbossa lo arrojó y cómo después recuperó su navío gracias a William Turner.

    - Pero él ayudó a Elizabeth a estar junto a Will, ¿no?

    - Sí, digamos que así sucedió, si Will no se hubiera encontrado por casualidad a Jack Sparrow tal vez no habría tenido que hacer un trato con él…

    - Y si Will no la hubiera encontrado, ahora estaríamos ella y yo juntos en mi navío surcando los mares- dijo Jack, quien se acercó.

    Carolina soltó tremenda carcajada.

    Jack preguntó:

    - ¿A qué debo tu sonrisa tan contagiosa, Carlson?

    - A que dudo que Elizabeth se hubiera atrevido a venir con usted.

    - Pues pienso que todo puede pasar…

    - Pero no pasó…-agregó ella.

    Jack se acercó y dijo a su oído.

    - Ella no, pero…tal vez otra chica, sí lo haga, ¿savy?

    Esa fue una provocación total hacia ella.
     
  6.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    830
    Cap. 6

    Pintel y Raguetti miraron a Jack y se miraron de reojo al ver al capitán tan cerca de Carlson.

    Sparrow reaccionó y preguntó:

    - ¿Qué pasó, señores?

    Pintel respondió.

    - Capitán…tras de nosotros está un navío mercante pero no podemos ver bien quién lo comanda. Era el navío de Will Turner.

    Jack respondió.

    - Déjenlos tranquilos.

    Raguetti añadió:

    - Pero, señor…queremos ver acción.

    Jack agregó muy decidido:

    - Estimado maestre Raguetti, si accedía que vinieran con nosotros tras el motín fue porque realmente estaban muy mal, pero si vuelvo a tener problemas con ustedes dejaré que la flota inglesa se los lleve a prisión.

    Raguetti se disculpó y dijo:

    - Perdón, capitán, usted tiene sus razones.

    Gibbs les explicó:

    - Muchachos, acaten las órdenes de Jack, lo que nos espera es más importante que llevarnos algo de un pobre navío mercante.

    Carolina limpiaba la cubierta y pensaba en su amado; Peter, con quien había estado a punto de casarse…de carácter algo rudo pero muy apasionado. Y de repente apareció en su mente el capitán Sparrow, y volvió la mirada hacia él, ese ser tan extraño y enigmático le preocupaba, pero la intrigaba, quería saber más de él; al principio le había causado repugnancia pero al mirarlo bien ya no le pareció tanto.

    Jack guiaba el derrotero pero sabía que desconocía el curso y era impreciso seguir los deseos de alguien más cuando se desconocen.

    Entonces tomó su brújula y pensó fuertemente: “Debo encontrar al infeliz que se atrevió a usurpar mi identidad y la de mi nave…”

    Al hacer esto el curso cambió y para afinarlo, se empinó la botella de ron, para que sus ideas se aclararan.

    Intrigada al ver que Jack llamaba a Gibbs para cambiar el curso y éste daba órdenes a todos, se acercó y preguntó.

    - Gibbs, ¿por qué cambió el capitán Sparrow el curso?

    - Decidió afinarlo, eso es todo, vamos sobre seguro.

    - Pero dijo que iríamos a buscar a los hombres que tienen a mi novio.

    - De hecho…Jack se concentró en pedir encontrar a quien usurpa su identidad. Will nos seguirá y juntos acabaremos con él. Y de paso tal vez encontremos a su novio.

    - Pero yo quiero encontrarlo…

    Jack se acercó y respondió:

    - Carlson, estás en un barco pirata, comandado por piratas, donde el capitán pirata decide lo que se hace; aprende a obedecer las órdenes de un pirata si no quieres perecer a manos de piratas, ¿savy?

    - Mire, capitán de cuarta- insistió Carolina.- Usted será muy pirata pero yo soy persistente y decidido, si quiero algo lo consigo.

    - Muchacho, no tienes opción. Ya dije que iré a reivindicar mi nombre y mi navío y no daré marcha atrás, ¿entendido?

    Carlson se puso serio y añadió.

    - Está bien, capitán usted gana, sólo cuando me toque intervenir ni usted ni nadie lo va a impedir.

    Algunos se preguntaban por qué el muchacho se enfrentaba de esa manera a Sparrow.

    - ¿Quiere que le enseñemos algo de educación a este mozalbete, capitán?- preguntó Pintel.

    - No, maestre- respondió Jack, tratando de evitar que algo pasara o se descubriera la verdadera identidad de Carlson- ya aprenderá. Jovencito, tenga más respeto por su capitán.

    - Sí, perdón, capitán Sparrow- dijo Carolina en tono de fingido agradecimiento.


    Pero seguía intrigada y preguntó a Gibbs:

    - Maestre, ¿cómo sabe el capitán Sparrow el curso para encontrar el navío que lo usurpó?

    - El secreto es…simple, pero no seré yo quien lo revele.

    - Por lo visto, usted es uno de sus más fieles hombres en la tripulación.

    - Así es, jovencito…ahí viene Jack, ponte a trabajar.

    En la tarde, mientras la mayoría dormía, Carolina suspiraba pensando en Peter y Jack le preguntó:

    - Noto algo en ti que me dice que estás preocupada.

    - ¿A qué debo el interés, capitán?- preguntó a su vez.

    - El que hace las preguntas aquí soy yo, recuérdalo, pero digamos que…simple curiosidad.

    - Pues sí, pienso en lo que podrá estar pasando con mi novio, lo que estará sufriendo…

    - Y dime…¿lo quieres…mucho?

    - Sí, mucho…

    - Pues tal vez pronto puedas encontrarlo…no te aseguro anda pero prometo que haré todo lo posible para tratar de encontrarlo.

    - Le agradezco su preocupación y también lo que ha hecho para que su gente no se dé cuenta de quién soy.

    - No lo agradezcas, puedes ver que no soy tan malo.

    - Y dígame, ¿cómo sabe que el curso que tomó lo llevará a encontrar lo que busca?

    Mirándola sonrió y añadió:

    - Veo que haces honor a tu género…haces muchas preguntas y no estoy en disposición de contestar. Eso es en lo único que no puedo ayudarte. Ah, y si te sigues sintiendo triste o melancólica bebe algo de ron, dejarás de pensar un poco.

    Entonces a Carolina se le ocurrió una idea para despejar las incógnitas sobre Jack Sparrow.
     
  7.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    812
    Cap. 7

    Mientras tanto en el navío de Will, éste se encontraba un poco desconcertado.

    - Jack cambió el curso- notó Will Turner- por lo tanto tendremos que seguirlo, pero hay que estar atentos.

    - ¿Y si la armada nos encuentra antes?

    - Para eso estoy yo- aclaró Elizabeth- yo puedo negociar con James Norrington.

    Will observó:

    - Pero no de la misma manera. No estoy dispuesto a perderte otra vez.

    - No, Will- respondió Elizabeth- ésta vez no, es claro para todos inclusive para James que te amo y que no voy a sacrificar nuestro amor.

    Y el beso no se hizo esperar.

    Pintel se acercó a Carlson y le preguntó:

    - Oye, chico, ¿de dónde vienes?

    - De…España…-respondió ella.

    - Y…¿qué haces acá? ¿Conoces a Jack?

    - No…sucede que subí a la nave porque…tengo que encontrar a alguien importante para mí, y el capitán Sparrow permitió que viniera…

    Gibbs intervino:

    - Ya deja al chico. El capitán Sparrow ordenó que no lo llenaran de preguntas. Y tú, muchacho, ve a alistar más las jarcias.

    - Sí, maestre Gibbs- y salió corriendo.

    Pintel dijo a Raguetti:

    - Hay algo en ese muchacho, Carlson, que no termina de convencerme.

    - Pero el capitán Sparrow le tiene consideración- observó Raguetti.

    - Eso ya lo sé, pero noto algo extraño en él, como que lo veo algo…raro.


    Por otro lado, la tripulación del comodoro Norrington aún no les daba alcance.

    - Comodoro, ¿llevamos buen curso?

    - No estoy seguro, Gillete- respondió James- pero las cosas se complican, ahora vamos por la hija del duque de Linares y por Elizabeth y no sé a quién buscar primero.

    - No sé por qué tengo el presentimiento que encontrando a una hallaremos a la otra.

    - Espero que tengas razón, Gillete- continuó James Norrington.

    Pero a lo lejos encontraron un navío con velas negras al cual difícilmente daban alcance.

    James ordenó a sus hombres cercarlos.

    - Están por llegar al Cayo…ahí los interceptaremos. Por fin, Jack Sparrow…no podías llegar muy lejos.

    Mientras en el Perla Negra, Carlosn o Carolina buscó al capitán Sparrow en su camarote. Había pedido horas antes a Gibbs una botella de ron de la bodega y escondida entró al camarote de Sparrow. Lo encontró concentrado en una mesa buscando la localización correcta del lugar.

    Carolina se acercó a Jack y dijo:

    - Capitán…soy yo, ¿puedo pasar?

    Jack reconoció la voz y respondió:

    - Muchacho, no me molestes, ¿quieres? Estoy ocupado.

    Pero Carolina colocó la botella a un lado de Jack sobre la mesa. Jack se relamía los labios y sin voltear preguntó:

    - Jovencita…ahora que estamos a solas, ¿a qué debo el honor de tu…presencia?

    Carolina se acercó frente a él. Seguía vestida como hombre pero el cabello suelto y dos botones de la camisa desabrochados, lo que daba pie a que se asomaran sus senos un poco más.

    Jack palideció y de nuevo habló:

    - No creo que sea conveniente que vengas, alguien pudo descubrite.

    - Capitán- dijo Carolina, insinuándose- sólo quería agradecerle lo que ha hecho por mí…traje ésta botella para brindar.

    Jack babeaba por Carolina pero reaccionó y se volvió de espaldas.

    - Ya bebí, gracias. Mejor ve a dormir.

    Pero Carolina se acercó y de frente dijo:

    - ¿Me tiene miedo, capitán Sparrow?

    Jack acarició su mejilla y se moría por besarla.

    Ella sirvió un par de copas que Jack apuró y tomó el otra botella y con ella brindó con Carolina. Jack bebió media botella y Carolina fingía beber. Luego Carolina acariciaba la espalda de Jack sobre la camisa y añadió:

    - Lamento haber sido tan grosera con usted, pero puedo arreglarlo…

    Jack ya muy inquieto, preguntó, casi seduciéndola.

    - ¿Ah, sí? ¿Y se puede saber cómo?

    Carolina llevó su mano cerca del cinto y dijo:

    - Pues, siendo más cariñosa.

    Luego bebió más de la botella y preguntó:

    - Qué capitán tan valiente…estoy segura que pronto llegaremos lugar que busca..sólo que no sé cómo está tan seguro. Me gustaría tener alguna garantía…

    Jack, ebrio, respondió:

    - Mira, Carolina, todo el secreto, se encuentra en ésta…brújula…pero, bebe, bebe un poco más.

    La obligó a beber un poco más y luego dijo:

    - Bien, linda, ¿en qué estábamos?

    Carolina puso la mano en la brújula. Jack la abrazó y a punto de besarla, tras haber platicado y reído, la hizo beber la última gota de la botella. Cuando el beso se iba a concretar Carolina cayó desmayada en un diván.

    Jack acarició su brújula y llamó rápido a Gibbs sin hacer ruido.

    - Gibbs, ven, rápido.

    Cuando Gibbs llegó ayudó a Jack a sacar a Carolina y dijo:

    - Gibbs, Carolina o…Carlson, es bastante inteligente, pero, no tanto como yo, ¿savy?- Gibbs y Jack se despidieron comentando que todo quedaría en secreto.
     
  8.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    506
    Capítulo 8

    Cuando Gibbs e hubo marchado Jack dijo:

    - Es demasiado inteligente…pero no tanto como hermosa.

    Jack en la mañana ya estaba despierto pues sabía que Will seguía su curso y no debía distraerse.

    En eso salió Carlson muy mal con bastantes náuseas y aprovechó la baranda para desde ahí vomitar.


    Jack preguntó de espaldas a ella:

    - ¿Dormiste mal, muchacho?- dijo, dejando asomarse su diente de oro.

    - ¿Usted qué opina, capitán?- preguntó ella, indagando sobre lo de la noche anterior.

    Jack sonrió de nuevo y añadió:

    - Pues…mi opinión puede no ser la mejor, puesto que desconozco el por qué te sientes tan mal- decía, entre vómito y vómito de Carlson- ahora que…no sé por qué me viene a la mente un dicho que reza: la curiosidad mató al gato…o el caso concreto de nuestra madre Eva que arrastró a nuestro padre Adán con su curiosidad y toda la humanidad se perdió. Eso me deja como moraleja: nunca confíes demasiado en una…mujer, ¿no crees?

    - Yo tampoco en un pirata- agregó, bastante cansada y asqueada.

    - Puede ser pero no creo que se trate de mí…yo no ataco por la espalda. En eso soy mejor que otras personas. Ah, maestre Gibbs- observó llamándolo.

    - Dígame, capitán.- respondió con presteza Gibbs.

    - Tú que has estado más en contacto con las jovencitas de sociedad…¿has visto si acostumbran aprovecharse de su belleza para conseguir de los caballeros lo que desean?

    Carlson lo miró con rabia y con los ojos hundidos, se retiró a su camarote.

    Gibbs dijo a Jack:

    - ¿Qué piensas hacer con…Carlson?

    - Nada pero hay que tener cuidado. La chica tuvo la culpa, ella iba sobre la brújula…por ahora se siente tan mal que no recuerda qué quería, pero…

    - Pero, ¿qué? ¿capitán? ¿Ha descubierto algo?

    - Cometí el error de mencionar la brújula…iba sobre ella; dudo que sepa todo, no la creo tan suspicaz, pero puede intentarlo, se ve que es muy insistente.

    - Y muy bella…-repuso Gibbs.

    - Eso complica las cosas, Gibbs.

    - Cuando la admitiste en el Perla, dijiste que tenías un plan…

    - Así es, maestre. Sólo que lo estoy fraguando con lentitud, todo dependerá de qué tan rápido encontremos al perro que nos está haciendo ésta mala pasada.


    Mientras, en otro lado, James Norrington y sus hombres atacaron el navío de velas negras que encontraron.

    El capitán de dicho navío contratacó y James dijo a sus hombres.

    -¡No dejen uno vivo! ¡Alisten los cañones! ¡Atacaremos de proa a popa! Cuando los tengan bien cerca, aborden el navío y apresen inmediatamente al capitán.

    En el otro navío trataban de avanzar lo más rápido posible pero los dieron alcance y la lcuha entre las dos tripulaciones comenzó.

    El capitán del navío decía a sus hombres, con bastante desesperación:

    -¡Acaben con ellos! No podrán con nosotros.

    - ¿A muerte, capitán?- preguntó uno de los sucios bucaneros.

    - A muerte…o ellos o nosotros.
     
  9.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    621
    Cap. 9

    En un instante James arribó y una escolta de la armada cercó al capitán y el jefe de la guardia gritó.

    - ¡Tiren sus armas!

    James comenzó:

    - Bien, veamos al capitán…veamos qué nos dice…

    El capitán, que estaba de espaldas se volvió y James notó de quién se trataba.

    - Veo que nos encontramos de nuevo, comodoro- observó el capitán Foremann.

    - Así es, Foremann. Aunque no pensaba encontrarlo a usted precisamente.

    - ¿Ah, no? ¿Y a quién?

    - Al culpable del atraco a un navío español, por el cual también la flota inglesa está inmersa: Jack Sparrow.

    Entonces Foremann se dio cuenta que su plan había dado resultado. Después continuó:

    - Le propongo un trato, comodoro- repuso el pirata.

    - No acostumbro hacer tratos con piratas.

    - Pues se dice por ahí a quien usted busca fue objeto en alguna ocasión de su…clemencia.

    James notó cuán rápido había corrido el rumor de la tregua ofrecida a Sparrow a causa de William Turner.

    - Bien, veo que está al tanto. No fue por Sparrow que le hice, pero lo hice. Entonces, acepto. ¿Qué pide Foremann y qué ofrece a cambio que lo valga?

    - Mi libertad a cambio de la cabeza de Jack Sparrow.

    - Buen trato, sólo que…yo establezco las condiciones, Foremann, ¿entendido?

    - Claro, comodoro. Después de todo, usted tiene la última palabra. ¿Cerrado el trato?

    - Cerrado- respondió James, secamente.- Una cosa más. Debe llevarnos a Sparrow lo más rápido posible. De lo contrario, no hay trato.

    Mi navío es rápido y pronto lo hallaré. Téngalo por seguro.

    - En cuanto lo encuentren lo apresaremos y ustedes serán libres.

    - ¿Ya oyeron? Todos sobre Sparrow.

    James y sus hombres abordaron su nave y dejaron que Foremann siguiera su camino.

    Cuando hubieron marchado, Foremann y su tripulación rieron a carcajadas.

    Foremann dijo a todos:

    - Norringotn mordió el anzuelo. Cree que fue el tonto de Sparrow y gracias a eso podemos deshacernos de él cuanto antes.

    - El único problema- dijo uno de ellos- es encontrarlo.

    - A éstas alturas, él ya debe estar buscándonos y estoy seguro que nos va a encontrar antes que nosotros a él.

    Para entonces Katie estaba triste y Gibbs se le acercó:

    - Señorita, tenga cuidado con lo que hace. Lo que intentó es casi como traicionar al capitán.

    - Pero yo no lo iba a traicionar, no tengo motivos…sólo quería saber cómo usa el capitán Sparrow esa brújula.

    - Si me permite, le voy a dar un consejo: confíe en Jack solamente, no trate de investigarlo. Cuando se dé cuenta, descubrirá y encontrará lo que busca.

    - ¿Y cree que puedo confiar en un pirata?

    - En cualquier pirata no sé, pero en Jack, sí. Vea o que vea y oiga lo que oiga, confíe en él. Tiene fama de demente pero eso es brillantez, no locura.

    - Pues parece loco…aunque…

    - ¿Aunque?

    - Aunque tiene buen corazón.

    - ¿Por qué lo dice?- insistió Gibbs.

    - Porque después de lo de anoche me di cuenta que no es tan malo. Con su fama no habría dado en tomarme, nada se lo impedía y sin embargo no lo hizo.

    Entonces Jack dijo:

    - Ya te dije que no eres mi tipo.

    - ¿Ah, no?- insistió Carlson.

    Jack añadió con dudas.

    - No juegues con fuego porque te quemarías…

    - Si supiera usted que no temo quemarme…-insinuó.

    Jack expresó tartamudeando un poco:

    - Yo…sí y no me gusta exponerme sin necesidad al peligro…así que…ya dije mi última palabra.

    Y se retiró.

    Carolina, mientras tanto, pensaba seriamente en confiar sin trabajas en Jack, pero curiosamente ya no pensaba tanto en Peter.
     
  10.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    1545
    Cap. 10

    Gibbs se acercó a Jack y este dijo con enfado:

    - ¿Por qué, maestre Gibbs? No sé qué me pasa con esta chica y no me puede estar sucediendo esto.

    - Ya lo noté…creo que te estás doblegando.

    Jack,, reaccionando, exclamó por lo bajo:

    - Te juro Gibbs, que no me voy a doblegar ante esa niña..

    - ¡Así es, Jack! Enséñale quién manda. Si no, un error te puede costar caro…

    Habían recorrido un trayecto equivalente a tres días. En la mañana del cuarto día vislumbraron la llegada a una isla. Todos se sorprendieron pues no sabían qué iban a encontrar.

    Pero Jack sí estaba muy seguro de dónde se encontraba.



    Jack dijo a todos:

    - Vamos a buscar en la isla a alguien que nos dará informes precisos. Gibbs, Pintel, Raguetti, Marty, Cotton y Carlson, vengan conmigo.

    Will, Elizabeth y los demás descendieron y preguntaron:

    - ¿A dónde nos has traído, Jack?- preguntó Elizabeth.

    Jack se le acercó y dijo:

    - Linda, yo sé lo que hago.

    Will insistió:

    - Recuerda, Jack, que tú y tu gente no vienen solos.

    Jack dijo a Will:

    - Y tú recuerda que yo estoy dirigiendo la búsqueda.

    Will volvió a preguntar:

    - Por lo menos dinos a qué hemos venido...

    Jack, sonriendo, insistió:

    - Ahora se van a enterar.

    Jack caminaba resuelto por la isla mientras los demás lo seguían. Elizabeth se acercó a Carolina:

    - Oye, ¿por qué estás vestida así?

    Carolina le dijo por lo bajo

    - Silencio, que te pueden oír. Para toda la tripulación soy hombre.

    - ¿Hombre?- preguntó Elizabeth también en voz baja.

    Raguetti dijo a Will:

    - Elizabeth creo que se está fijando en otro.

    Wil sonrió y dijo:

    - No lo creo. De todas formas la vigilaré, gracias- asintió con una leve sonrisa.

    Luego se acercó a Carolina:

    - Oye, Carlson, veo que te estás fijando en Elizabeth, pero ella es novia de William Turner.

    - ¿Ah, sí? Ya lo sé, pero es…agradable.

    Jack se detuvo en una pequeña casa, cubierta de palma; había otras cosas alrededor, igual de pobres, pero esta se encontraba enclavada en el interior y el capitán Sparrow indicó:

    - A quienes dije vengan conmigo. Voy a presentarles a alguien.

    Entraron y allí estaba una mujer a quien llamaban Fuensanta.

    Jack tocó y sin dilación notó que la puerta se encontraba entreabierta. Empujó y allí estaba una mujer de unos 70 años sentada junto a una mesa. Miró a Jack y sonrió diciendo:

    - Jack Sparrow, hijo…

    Jack se acercó y exclamó:

    - Creo que me esperabas…

    - Siempre te espero, sólo que nunca llegas y ahora me alegro.

    - Yo también. Chicos, les presento a Fuensanta Montgomery, fue amiga de mi madre…

    - Y más de tu padre- dijo riendo, comentario que desagradó a Jack.

    - Bueno, hijo, es una broma…dime, ¿a qué debo que te hayas acordado de ésta pobre anciana?

    - Tú sabes mejor que nadie…que tu hijo y yo nunca nos hemos llegado bien.

    - No sólo eso, sé que él te odia a muerte porque te robaste a la chica que trajo de Singapur.

    Jack, sonriendo y recordando, dijo con picardía:

    - Y vaya que la recuerdo…

    Pero volvió la mirada a Carlson y a los demás y continuó:

    - Bueno, pues ahora creo tener la clave de un problema; la flota de la corona inglesa me persigue y…

    - Eso no es novedad, muchacho.- dijo la anciana, y todos rieron por su observación.

    - Ya lo sé, sólo que ahora me persiguen por algo que no hice. Pero hay alguien que hizo o que o no hice y que quiere que todos piensen que fuimos yo y mi gente los que hicimos lo que ese otro hizo…lo que sea que hayan hecho, ¿savy?

    - Ahora te entiendo menos, chico- dijo la anciana.

    - Me explico…mejor, sospecho que John Foremann; tu hijo, usurpó mi nombre y el de mi navío y realizó algo muy…fuerte para la corona y tengo que saber dónde está.

    - ¿Y por qué piensas que fue John?

    Miró a los demás, en especial a Carolina y se llevó a un rincón a Fuensanta, diciéndole en secreto:

    - La brújula me trajo aquí, querida.

    Entonces Foremann dijo a Jack:

    - Bien, aunque John es mi hijo, el cariño que me unió a tu madre y que te tengo hará que te diga cómo encontrarlo. Tú has sido más considerado conmigo. John es un desagradecido, casi nunca me viene a ver. Mira, cuando John comete un atraco y cobra un botín, así como tú vas a Tortuga, él se va al Peñón del Diablo a departir y repartir sus ganancias…busca entonces el Peñón el Diablo.

    - Gracias, Fuensanta.- dijo Jack.- Ah, ¿algún recado para ese cretino?

    - Sí- dijo la anciana.- Cuando lo veas dile que las últimas baratijas que me trajo eran una porquería, las llevé a valuar y me dieron muy poco por ellas. Que o me trae algo de más valor o mejor que ya no venga.

    - Así será. Ahora dame un augurio.

    La anciana se concentró y tocó las mugrientas manos de Jack y dijo en tono solemne:

    - Que Neptuno guíe tu camino y que la voz de las sirenas no te confunda. Luego le dijo en voz baja:

    - Podrías perder tu vida por culpa de una mujer. No sé cuando, sólo es lo que veo, pero un día una mujer puede traicionarte si no tienes cuidado.

    - Lo tendré en cuenta.

    - Bien, ya oyeron, vámonos.

    Cuando estaban fuera, Pintel le preguntó:

    - Capitán, ¿para qué nos pidió que lo acompañáramos?

    - Para que atestiguaron mis indagatorias. Y tengan cuidado con las mujeres, en ocasiones hasta una madre puede traicionar a su hijo…

    Carolina estaba asombrada con lo que veía y oía. Luego dijo a Gibbs:

    - Veo que el capitán Sparrow conoce a mucha gente.

    - Así es, muchacho. Ahora viene lo mejor.

    Luego, sin ser visto, se acercó a Elizabeth y preguntó:

    - Ely, ¿qué sabes de la brújula de Jack Sparrow?

    - Casi nada, sólo que es algo que cuida con mucho celo.

    WIll intervino:

    - Creo que guiaba a la isla de la Muerte.

    Entonces Carolina pensó: Jack ya habái dicho que el secreto de la expedición estaba en usar esa brújula. Ahora le parecía aún más interesante descubrir su función.

    Cuando abordaron se quedó en cubierta calafateando con brea la baranda cuando vio a Jack usar la brújula y repetir quedo: “Sé lo que quiero…sé lo que quiero”. Y cuando Jack miraba hacia donde debía apuntar la miraba a ella, se desconcertaba y volvía a hacer los mismos ademanes. Hasta que Jack se cansó y dijo a Carolina:

    - Dime, jovencita, ahora que no nos escucha nadie, ¿qué serías capaz de arriesgar por tu amorcito?

    - Todo, capitán…bueno, eso creo- repuso Carolina.

    Jack sonrió y bajó la mirada.

    Carolina preguntó:

    - ¿Por qué?

    - Nada más, para saber qué tan valiente eres.

    - Ahora yo le pregunto: ¿qué sería capaz de arriesgar para salvar su navío y su vida?

    - Todo, jovencita, todo.

    - Hasta…¿el amor?

    - Cuando esté enamorado te responderé.- dijo volviendo la mirada a otro lado.

    - Entonces el capitán Sparrow no está enamorado.

    - Estuve a punto de estarlo pero me di cuenta que no éramos el uno para el otro y la dejé ir…

    - Ya sé a quién se refiere- repuso Carolina.

    Jack puso cara de interrogación al sentirse descubierto. Luego, se libró con su propio cuestionamiento:

    - Y dime, ¿tú también serías capaz de arriesgar el amor para salvar tu vida?

    - Si se refiere a decidir entre mi vida o la de mi novio, decidiría salvarlo a él, porque lo amo.

    - ¿Aún a costa de tu vida?

    - Sí, así lo haría.

    - Bueno, entonces prepárate, porque tal vez ése será el precio que tengas que pagar por salvarlo.

    - ¿Por qué lo dice?

    - Si acierto a mis suposiciones, el capitán John Foremann tiene a tu novio…y no creo que la esté pasando nada bien.

    - ¿Y me lo dice tan tranquilo?

    - ¿Qué quieres que te diga, linda? Te digo la verdad para que estés presta a defender a tu noviecito.

    Carolina se armó de valor y dijo de nuevo:

    - Capitán, ésta vez soy sincera…reconozco que me porté mal pero…ya vi que no es usted tan cruel…si yo le pidiera que me ayudara a salvar a mi novio, si estuviera en sus manos, ¿lo haría?

    Y poniendo sus manos en el pecho de Jack y mirándolo dulcemente a los ojos, éste no puedo resistirse y dijo:

    - Si me lo pides así, claro que lo haría, hermosa. Oye, ¿y si mejor me ayudas a destruir a Foremann y te olvidas de tu novio, como se llame…puedo hacerte pasar momentos muy agradables…-dijo, mientras tomaba su cabeza a punto de besarla.

    Esta vez lo sorprendió Marty.



    Jack reaccionó y dijo:

    - ¡Carlson! Ya le dije que no me quite el tiempo con tonterías.

    Carolina se apartó y luego dijo para sí:

    - Ya casi te tengo en mis manos, Jack Sparrow.
     
  11.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    562
    Cap. 11

    En la tarde, trapeaba la cubierta cuando escuchó a Jack decir a Gibbs:

    - No me he podido concentrar en el curso. Con ésta brújula que apunta hacia lo que más quieres sería fácil pero mi mente está aturdida. Creo que beberé algo de ron antes.

    Jack bajó a la bodega, se abasteció de suficiente ron para toda la noche y se fue a su camarote.

    Dejó la puerta entreabierta y en la noche, Carolina notó que Jack ya estaba dormido y cuatro botellas de ron estaban vacías sobre la mesa.

    Entonces tomó la brújula del cinto de Jack y dijo para sí:

    - Ay, capitán, me da pena hacer esto, creo que…ya le estoy tomando cariño pero tengo que hacerlo.

    Carolina salió y se guardó la brújula. Luego notó que Cotton guiaba el barco y le dijo:

    - Señor Cotton, el capitán Sparrow me envió a cargo del timón.

    Cotton se asombró pero lo creyó. Carolina se quedó sola a cargo del timón.

    Tomó la brújula y deseó encontrar a su novio. Sabía poco de navegación pero lo suficiente para entender cómo manipular el timón y decidir el curso, ya que había aprendido con Peter que era teniente.

    En la mañana Jack se despertó algo aturdido, se levantó y notó que su brújula no estaba en el cinto. Así que se fue corriendo hacia la cubierta y vio a Carolina al frente del timón. Ésta le dijo, sonriendo:

    - ¿Buscaba esto, capitán?- dijo, mostrándole la brújula.

    Jack la tomó y le dijo:

    - Vas a pagar caro este atrevimiento, Carlson. Lo juro. De seguro buscaste a tu noviecito.

    - Así es y estoy segura que estamos por encontrarlo.

    - Bah, no creo que sepas nada de navegación.

    - ¡No me subestime, capitán! Sé más de lo que usted se imagina.

    Mientras tanto…



    Will seguía a Jack, pero estaba aturdido.

    - No entiendo hacia dónde espera Jack encontrar lo que busca.

    - Y no sé qué hacemos nosotros siguiéndolo.- dijo Elizabeth.

    - Estamos muy lejos de Port Royal. Si regresamos me apresarán pensando que te secuestré y Jack irá a prisión.

    - Además de que Carolina no querría venir hasta que encuentre a Peter.

    - ¿Lo conoces?- preguntó Will.

    - He oído hablar de él, y no cosas muy agradables. Dicen que es rudo como marino pero algunos opinan que le encantan los negocios sucios.

    - ¿Y Carolina lo sabe?

    - Se lo han dicho pero no lo cree, está muy enamorada de él.

    - Como yo de ti…

    Y el beso entre ellos no se hizo esperar.

    - Cuando volvamos a Port Royal nos casaremos inmediatamente.

    - Ya anhelo ese día, Will.



    Gibbs dijo a Jack:

    - ¿Quiere que encierre a éste tonto?- observó para no despertar sospechas.

    - No, Gibbs…tengo otro plan. Me voy a vengar de este…jovencito. Carlson, en castigo va a revisar los nudos uno por uno para evitar que se desaten, va a verificar la pólvora, limpiar la baranda, trapear la cubierta…y limpiar mis botas.

    Carolina accedió y cedió el timón a Jack, cuando éste vislumbró un peñón alto. Era un puerto de pésimas condiciones y se llama el Peñón del Diablo porque su forma semejaba la cabeza de un demonio con anchos cuernos.

    Jack sonrió y dijo:

    - Después de todo, nos trajiste al lugar correcto, Carlson…
     
  12.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    1646
    Cap. 12

    Sin embargo, no era todo lo que Jack tenía en mente para Carolina.

    En la noche Jack le escondió su vestido y también la camisa y el pantalón en la bodega de pólvora.

    Pintel y Raguetti las encontraron y dijeron a Jack, alarmados:

    - ¡Capitán, hay una mujer en el Perla!

    Carolina no se podía vestir del todo pues no encontraba esas prendas y Jack se las llevó, dejando abierta la puerta de su camarote. Ella tenía una sábana cubierta en el cuerpo y Jack le mostró la ropa diciendo:

    - ¿Buscabas esto, jovencita?

    Toda la tripulación se dio cuenta y rieron.

    Luego Jack le dijo:

    - No me agrada que las chicas usen ropa de hombre, así que por eso te devuelvo tu vestido. Te ves bien con él, aunque sin él te verías mucho mejor. Pero no quiero distracciones para mi gente. Vístete y sal de ahí.

    Carolina se vistió pero no quería salir.

    Jack tocó y dijo:

    - Carolina, ¿puedo pasar?

    Lo dejó entrar y dijo:

    - ¿Todavía no se cansa de burlarse de mí?

    - Linda, no me burlo, eres una chica hermosa, así que, ¿por qué…no sales de aquí?- dijo sacándola.

    - Pintel, Raguetti, que no se escape.

    - Oiga, capitán- dijo uno de sus hombres.- Usted nos engañó. Abordó una mujer al Perla y no nos dijo nada.

    - Bien, admito que no les dije pero…tuve mis razones. Tuve que acceder por culpa de Will Turner. La chica venía en el navío que asaltó Foremann y al cual piensa Norrington que asaltamos nosotros. Si no ayudo a Will no acabaremos con nuestro enemigo. En cambio, si devolvemos a la chica nos quitaremos de encima a ese comodoro, ¿savy? Pero antes de devolverte, linda, voy a divertirme un poco contigo.- dijo en tono desafiante.

    - ¡Cerdo asqueroso! Si usted me toca un solo cabello lo pagará.

    - No te tengo miedo. Pintel, Raguetti, llévenla a la mazmorra. Pronto llegaremos al Peñón. Alístense.

    En la noche, Jack visitó a Carolina en la mazmorra.

    - Hola, pequeña. ¿Por qué tan sola?

    - ¡Lárguese! No sabe cuánto lo odio.

    - Yo también me odiaría. Pero quiero que sepas que si te traje aquí es para protegerte. Encerrada estarás a salvo. No permitiré que nadie te haga daño, ¿savy? Después de todo , caes bien.

    Carolina se acercó a la reja y dijo:

    - ¿Sólo eso, capitán?

    Jack volvió a babear y se acercó también.

    - No me tientes, linda, porque no sabes de lo que soy capaz.

    - No lo hará, sabe a lo que se enfrenta…¿no es así?

    - Sí…pero no sabes cuánto me encanta el peligro de vez en cuando, Carolina…-añadió mirándola a los ojos.

    Luego escuchó ruidos y dijo:

    - Me voy, creo que nos atacarán. Te veré en la mañana. Sueña conmigo.

    - No quiero pesadillas, capitán- comentó Carolina, todavía molesta.



    Subió y observó que ese navío disparaba en dirección a ellos.

    Gibbs alertó.

    - Ya nos vieron y nos están atacando.

    Jack repuso:

    - Más que eso, maestre Gibbs…le están avisando a alguien más. Voy a tener que solicitar un Parley.

    En la mañana Jack y Foremann, junto con gente de las dos tripulaciones se encontraban frente a frente en el Peñón.

    Jack ordenó que sacaran a Carolina y la llevaran abajo. Iba a estar presente en el Parley.

    - ¿Para qué me quiere el capitán?- preguntaba Carolina mientras era sacada de la prisión.

    - Son órdenes, primor- repuso Pintel.- Supongo que te usará como trofeo- reía.

    La bajaron a empellones y atada la llevaban junto a Jack.

    - Así que fuiste tú, ¿no, John?- preguntó Jack.

    - ¿Yo? ¿De qué hablas?

    - Lo sabes bien…lo del navío español. Por cierto, se te olvidó ésta parte del botín…-dijo señalando a Carolina.

    Junto a John estaba Peter.

    - Carolina- preguntó éste.

    - ¡Peter!- exclamó Carolina.

    - No es momento para encuentros conmovedores de enamorados- señaló Jack- estamos tratando un asunto más importante.

    - Pues todo apunta a que fuiste tú- indicó Foremann.

    - Mira, John, tú y yo sabemos que no fui yo quien asaltó ese barco. Tú usurpaste mi identidad para hacerlo.

    - Yo no usurpé a nadie. Todo fue producto de una confusión. Pero eso me ha puesto de parte de Norrington.

    - ¿Cómo?- preguntó Jack.

    - Sí, Jack Sparrow. Norrington espera que te entregue a cambio de mi libertad y la de gente. Sin embargo, en vista de que estamos de nuevo reunidos y que has pedido un Parley…

    - Bien, hablemos de negocios, John- planteó Jack.- Yo quiero que Norrington desista de perseguirme por lo que tú hiciste. Puedo darte lo que quieras a cambio de que le digas a Norrington que no fui yo.

    - ¿Eso? ¿Y que me apresen a mí? No, Jack, gracias, tu trato no me favorece.

    - Bueno, entonces, aliémonos por esta vez y acabemos con Norrington y sus hombres. Así nos quitamos a ese comodoro del camino los dos y resolvemos mi querella, ¿qué dices, muchacho? Mejor trato, imposible. No habrá quien te iguale mi oferta.

    Will esperaba el momento. Uno de sus hombres preguntó.

    - ¿Vamos con ellos, Will?

    Will respondió.

    - Aún no…Jack está negociando, hay que esperar…

    - Me aterra cuando Jack negocia- añadió Elizabeth.- Nunca se sabe a qué trato puede llegar.

    Foremann continuó:

    - ¿Y qué plan tienes, Jack?

    - Por el momento, ninguno aparente. Pero tengo el incentivo que hará que James Norrington no nos ataque. Por ella fue que te buscan, Foremann.

    - Nos buscan, Jack…

    - Pero…si la entrego ya no nos buscarán, ¿savy? Sólo hay que buscar el momento oportuno de entregarla. Primero, tendrá Norrington que garantizar mi libertad para entregar la chica…

    - Y…¿qué te hace pensar que voy a aceptar el trato, Jack? ¿Quién me dice que no entregarás a la chica y me traicionarás, huyendo, como lo haces siempre?

    Jack pensó y dijo:

    - ¿Qué garantía quieres?

    - La chica- repuso Foremann puesto que ya tenía su plan.

    Jack respondió:

    - No, otra cosa.

    - Dije que la chica…

    - Que no…

    - Que sí…

    - Está bien. Si te fallo, entregas tú a la muchacha.

    Carolina intervino:

    - ¿Qué? ¿Me va a dejar en manos de ese sucio pirata? ¿Qué hará con el Perla? Acepto irme con Foremann si salva la vida de Peter.

    Jack repuso:

    - No sé cómo evitar herir tu susceptibilidad, Carolina pero…John no está pidiendo tu opinión, linda. El trato no es contigo.

    - Pero creo que Carolina tiene razón.- dijo, tratando de ganar tiempo.- No te la entrego si al muchacho no le pasa nada.

    Foremann y su gente rieron a carcajadas.

    - Bien, si eso quieres. Aunque eso no es nada difícil, puesto que…Peter está de mi lado, ¿cierto, Peter?

    Peter trataba de callarlo.

    Carolina preguntó:

    - ¿Eso es cierto, Peter? ¿Estás del lado de ese hombre?

    Foremann repuso:

    - Quítate la careta, Peter. Dile a tu novia que tú organizaste el atraco y que quedamos a mitades con las ganancias.

    Peter repuso tratando de justificarse:

    - Acepto eso, pero Carolina no entraba en el botín. Caro, escúchame. Es verdad que hice tratos con Foremann, pero tú no entrabas en esto. Cuando el navío fue atacado yo no moví un dedo.

    - No…sólo nos diste santo y seña del navío nada más…no te preocupes- dijo Foremann a carcajadas.

    - ¡No! Escucha, Caro, cuando hubieran saqueado el navío tú vendrías conmigo y nos casaríamos. Pero cuando todo terminó no te encontré…temí lo peor.

    - Pues ya ves que no- contestó Carolina- nada peor me ha pasado. Pero ahora, gracias a ti, tal vez me maten.



    Jack meneó la cabeza y chasqueando los dientes dijo:

    - Qué mal, Peter…mira que aliarte así con piratas. Y ésos son los hombres honorables. De éstos es de quienes debes cuidarte, Carolina, no de hombres como yo…

    - ¿Qué le ha hecho a Carolina? – preguntó Peter a Jack.

    - Nada, muchacho, todavía- dijo, molestando más a Peter.- ¿Y tú lo preguntas? ¿Tú, que expusiste la vida de tu amada de esta forma? Eso se llama des-ver-güen-za.

    - Bien, no tengo tiempo para reclamos. Entrégame a la chica, Jack.- insistió Foremann.

    - Puedes llevártela- dijo Jack, sin miramientos.

    Carolina opuso resistencia.

    - ¡No pienso ir con usted!

    Jack volvió a decir:

    - No te pidió tu opinión, Carolina. Ve con él, anda.

    Y a su oído dijo:

    - Te voy a salvar, Caro. Es un plan. Ten calma.

    Foremann añadió:

    - Bien, en cuanto llegue Norrington ataco primero, le ofrezco a James a la chica, atacas tú a Norrington y acabamos con él…

    - ¿Y qué harán conmigo?- preguntó Carolina

    Jack respondió.

    - Luego lo decidiremos, pero no será nada…malo, ¿savy?

    Foremman dijo:

    - No será nada malo; Jack y yo nos la podemos sortear, ¿no crees, Jack?

    Jack sonrió con algo de cinismo y regresó con su gente.



    Will lo buscó y preguntó:

    - ¿Qué pasa, Jack?

    El capitán Sparrow respondió:

    - Encontramos a Foremann.

    Elizabeth intervino.

    - ¿Y ahora, qué se supone que sigue, Jack Sparrow?

    Jack contestó:

    - Pues, Carolina encontró a su amado Peter, y ahora está en prenda con Foremann.

    Elizabeth continuó:

    - Pero, ¿por qué hiciste eso? Creímos que Carolina estaba a salvo contigo; que tenías un poco de buen corazón.

    - Momento, preciosa- repuso Jack- ese cuestionamiento es innecesario, ¿savy? Tengo un plan; resulta que Foremann se alió con James Norrington para acabarme; pero desistió para pactar un Parley conmigo; sin embargo, pidió como garantía a Carolina.

    Will intervino de nuevo:

    - Jack, ¿qué garantía tienes de que no le pasará nada a Carolina?

    - La garantía, Will, de que hoy entraré al navío de Foremann por ella.
     
  13.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    759
    Cap. 13

    - ¿Y qué trato hiciste con él?- indagó Will.

    - James Norrington no tarda en encontrarnos, así que le dije a Foremann que atacaríamos juntos al comodoro…

    - ¿Y eso harás?- repuso Elizabeth.

    - Ya te dije que tengo un plan. Yo no me puedo aliar verdaderamente con un tipo como Foremann. Así que él debe creer eso. Por lo tanto, escuchen el plan.

    Mientras ellos se ponían de acuerdo. Foremann y Peter bajaron a la mazmorra.

    Carolina suplicó a Peter:

    - Dile a éste hombre que me deje ir.

    Peter respondió:

    - No puedo, Carolina.

    Foremann interrumpió:

    - ¿Quieres saber por qué no puede? Porque tú eres pieza clave en esto. Yo hice un pacto demoniaco para lograr superar a Jack Sparrow y que mi navío sea más poderoso que el Perla Negra. Y estoy por lograrlo. Pienso acabar con Jack Sparrow, entregarlo a Norrington y después acabar con él también. Y para lograr mis objetivos debo ofrecer a mi señor una doncella en sacrificio.

    Carolina preguntó:

    - Y tú, Peter, ¿no vas a hacer nada?

    Foremann continuó:

    - No lo hará, él también entró al pacto, de hecho él debe sacrificarte…¿lo ves? Todo tiene una respuesta.

    Carolina estaba muy asustada. Peter dijo:

    - Lo siento, Caro, no hubiera querido que te enteraras.

    - Nunca te creí capaz, Peter.- gimoteó Carolina.- Te creía un hombre honorable. Mi padre confiaba en ti. Ahora veo que ere uno igual a ellos y que un tesoro puede corromper el alma de un buen hombre. O tal vez nunca lo fuiste.

    Peter se retiró e insistió a Foremann.

    - John, esto se acabó…Carolina no…

    - ¿Por qué no? Es el precio por lo que vas a recibir, nadie la nada por nada. El jefe te exige esto.

    - Entonces no hay trato…

    - Lo siento, si desistes serán dos a los que tenga que matar.

    En la noche Jack se internó en el navío de Foremann sin ser visto. Llegó a la prisión y vio a Carolina llorando:

    - Tengo entendido que soy inolvidable pero no pensé que fuera éste el caso contigo.

    Carolina lo miró con duda y Jack continuó:

    - Te dije que vendría por ti. Y aquí estoy.

    Carolina dijo a Jack:

    - Capitán…tiene que sacarme de aquí, por favor. Foremann y Peter me van a sacrificar como una ofrenda demoniaca.

    - Entonces esa es la razón de pedirte como garantía.

    Carolina asintió y angustiada preguntó:

    - ¿Y cómo piensa sacarme de aquí?

    - Intentaré usar el truco que me enseñó un amigo: veamos, ¿serán bisagras de medio perno? Creo que sí…

    Y quitó la reja sacándola.

    Llegaron a la salida para saltar al mar.



    Jack dijo a Carolina:

    - Cuando te diga saltas al agua y nadas como dudo que hayas nadado en tu vida.

    Carolina contestó.

    - Capitán, perdóneme por juzgarlo mal. Veo que aún queda algo de honorabilidad en usted. Sólo que…tengo miedo, tengo que armarme de valor…

    Jack sonrió levemente y dijo:

    - Yo también tengo algo de miedo, pero…ya encontré la forma de llenarme de valor…

    Entonces la besó. Carolina correspondió al beso y a la señal de Jack saltaron ambos al agua.



    Llegaron tiritando al navío de Will Turner.

    - ¿Qué pasó, Jack?

    - Foremann tenía pensado sacrificar a Carolina para ganar favores de Satán.

    - ¿Qué?- preguntó Elizabeth.

    - Lo que oíste, linda. Creí que ya nada referente a piratas te asustaba. En ocasiones, señorita Swann, tenemos que pactar con creaturas retorcidas para lograr lo que queremos.

    - Yo creía que eran muy fuertes y valientes- señaló Carolina, temblando.

    - Y sigues retándome, preciosa. En fin, ya te traje…recuerden el plan…

    Carolina insistió.

    - ¿Cuál plan?

    Jack intervino:

    - Confórmate con saber que pronto estarás bien. Tengo que volver al Perla. Esperen órdenes.

    Jack se retiró y Will dijo a Carolina:

    - Te quedarás con nosotros y no te moverás de aquí.

    Elizabeth dijo:

    - Por fin estarás fuera de peligro y ya no tendrás cerca a Jack.

    Carolina respondió:

    - Ese es el problema…que no voy a estar cerca de él…

    Elizabeth exclamó asombrada:

    - Caro, ¿tú?

    - Si, Ely, yo…al ver a Peter transformado en un monstruo y ver al capitán Sparrow jugándose la vida por mí me di cuenta que…

    Will comentó:

    - Ten cuidado, Jack, no hay nada seguro.

    Carolina respondió:

    - Lo sé, pero lo peor es que no me importa eso.

    Will y Elizabeth sólo se miraron el uno al otro, desconcertados.
     
  14.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    568
    Cap. 14

    Mientras en el Perla Jack estaba inquieto y nervioso.

    Gibbs preguntó:

    - ¿Qué pasa, capitán?

    - Pasa que…nada puede salir mal ahora.

    Gibbs volvió a preguntar:

    - ¿Qué te preocupa?

    - Que John me tome la delantera. Aunque…me tomé el atrevimiento de quedarme con su incentivo pero…

    - ¿Pero qué, capitán? Todo indica que las cosas saldrán como tú quieres…

    - Casi, porque…estoy más lejos de parte del tesoro. Bien, preparémonos para seguir el plan. Que los hombres de arriba vigilen y avisen inmediatamente cuando vean una bandera de la armada. Mañana será un gran día.

    - ¿Para ganar?

    - Eso es seguro, Gibbs.



    En la noche, antes de que entrara la madrugada, Jack subió al camarote de Carolina y entrando dijo:

    - No me esperabas, ¿verdad, linda?

    Carolina dudó un momento pero lo abrazó y respondió.

    - No lo esperaba…pero lo extrañaba.

    Entonces Jack la besó y Carolina no se resistió.

    Jack observó:

    - Pensé que me odiabas.

    - No puedo odiar al pirata que arriesgó su vida para salvarme.

    - No lo hice por ti, sólo era parte de mi plan…

    Carolina agregó:

    - Ahora sé para qué sirve su brújula, veo que cuando se preguntaba por lo que quería, ella señalaba hacia mí- y acariciándolo, añadió- no lo niegue, capitán.

    Jack no pudo negarse y dijo en tono seductor.

    - Tienes razón, preciosa…desde que te vi sabía que me ibas a causar problemas…pero ahora conozco la forma correcta de salvarte la vida.

    - ¿Cuál es?- preguntó Carolina, ansiosa.

    - Esta- repuso Jack, besándola apasionadamente.

    Y sin más la desnudó lentamente y le hizo el amor con mucha fuerza y pasión.

    Carolina tenía un poco de temor. Jack la tenía a su merced y se deleitaba contemplándola en plenitud.

    - ¿Estás segura que quieres esto?

    - Sí…

    - Y yo quiero también salvarte la vida. Ellos necesitan una doncella…así que…

    Los besos y las caricias no se hicieron esperar. Carolina fue perdiendo el temor y aprendiendo a acostumbrarse al toque tan sensual del capitán del Perla.

    El preámbulo fue intenso y cargado de erotismo. Carolina le mostró que las mujeres de su tierra eran apasionadas y ardientes.

    - Eres sensual por naturaleza, aunque aún desconozcas mucho sobre esto- decía Jack con voz gutural mientras se detenía a decorar con sus besos cada punto de su cuerpo.

    - Usted es tan intenso- decía ella entrecerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás.

    Cuando Jack notó que era el momento justo, después de prepararla arduamente, tomó posesión de ella. Los primeros embates la hicieron sufrir, pero al fin el contacto se favoreció y se fundieron cada vez con más pasión y deseo.

    Carolina se entregó sin temor a Jack, dejando de lado cualquier prejuicio, comportándose solamente como una mujer. Jack estaba tan excitado que apenas podía contener el placer, puesto que la chica no había conocido hombre. Eso lo hacía sentirse aún más orgulloso y trataba de contener el gozo que sentía.

    Cuando terminaron, Carolina se quedó entre las sábanas y Jack se iba. Carolina preguntó:

    - ¿Cuándo lo veré, capitán?

    Jack le acarició el rostro y le dio un tierno beso.

    - Más pronto de lo que crees, dulzura. Ahora tengo más fuerza para acabar con Foremann cuanto antes. Sueña esta vez conmigo, señorita de Linares.

    Carolina indicó:

    - Creo que no voy a poder dormir, capitán…
     
  15.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    875
    Cap. 15

    A la mañana siguiente Jack ya estaba listo en el timón y vislumbraron el navío de la armada. Jack dijo a todos:

    - Por fin podremos acabar con Foremann.

    Mientras tanto Peter dijo a John.

    - Capitán…Carolina no está.

    - ¿Cómo que no está?

    - No…podría alegrarme pero sé que puedo perder lo que tanto me ha costado lograr.

    - Ve a buscarla, Peter. Tienes que hacerlo.

    - Está bien.

    Se internó en el Perla y mientras esperaban el arribo de Norrington, Pintel y Raguetti lo encontraron.

    - Capitán Sparrow- dijo Pintel.- Lo encontramos a punto de bajar a la bodega.

    - Te equivocaste, Peter. Supongo que buscabas tu…ofrenda.

    - Lo sabes. Sólo vengo por ella.

    - Pues déjame decirte que no la tengo yo…supongo que no eres capaz de mantener a tu novia contigo.

    - Sparrow, no se burle de mí. Entrégueme a Carolina y lograré que Foremann no acabe con usted. El trato fue una trampa.

    - ¿Me crees tan tonto, muchacho? Siempre lo supe, por eso tomé mis precauciones. Además, te dije que no tengo a Carolina.. Puedes buscarla por todo el Perla pero no la encontrarás.

    - ¿Dónde está, Sparrow?- preguntó Peter.

    - Está en el navío de William Turner quien viene conmigo. Pero, aunque la encuentres ya no te servirá de nada. Pintel, Raguetti, llévenlo a la prisión.

    James y sus hombres divisaron a Jack y al Perla y Norrington ordenó:

    - En cuanto lo tengan a tiro de nuestras balas, disparen a voluntad y déjenlos indefensos.

    - ¿Y las señoritas?

    - Las sacaremos antes…un momento, ahí está Turner en otro navío…probablemente las damas están en su barco. No hay duda, acabaremos con Sparrow antes.

    Jack dijo a Gibbs:

    - Ahí está ya Norrington.

    Gibbs preguntó:

    - Nos atacarán. ¿Qué hacemos?

    Entonces arribó Foremann y dijo:

    - Prepararse para morir.

    - Lo siento, no tengo tiempo para preparativos fúnebres. Hazlo por mí, ¿savy?

    Mientras Foremann luchaba con Jack. No se dieron cuenta de que Peter se había escapado de la mazmorra. Se ocultó para no ser visto. Pero escuchó la conversación de John y Jack.

    Mientras chocaban espadas Foremann dijo a Jack.

    - Me robaste, Sparrow, de nuevo.

    - No lo hice, tú me habías robado. Pensaba entregar la chica.

    Y las espadas se cruzaban cada vez con más fiereza.

    Foremann dijo:

    - Devuélveme a la chica y desisto de acabar contigo.

    - Aunque te la entregara, ya no te serviría de nada.

    - ¿Por qué?

    - Porque tú necesitas una doncella y ella ya no lo es, cortesía mía.

    Entonces Peter se dio cuenta del por qué le había dicho Jack que ya no les serviría Carolina y fue al navío de Will.

    Bajó a su habitación y le preguntó:

    - Ya me enteré, Carolina. Yo siempre te respeté y tú te entregaste a ese sucio pirata.

    - Es más hombre que tú. Y lo que hizo salvará mi vida.

    - Tal vez, pero no por mucho tiempo.

    Luego planeó algo más.

    ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Jack dio un puntapié a Foremann en la cara y le dijo:

    - Me cansé de chocar mi espada contigo.

    Saltó hacia el Interceptor y cuando James y sus hombres ya atacaban el Perla Jack llegó de improviso.

    -¡Un momento, comodoro!- observó Jack.

    - ¡Sparrow! ¡Qué insensato! Venir aquí directamente.

    - Antes de detenerme, le propongo un trato.

    - Una vez lo hice y ahora me arrepiento.

    - Esta vez será diferente…antes que todo tiene que saber que yo no asalté el navío español. Fue el mismísimo Foremann, con quien usted pactó mi captura, ¿savy?

    - No creo en usted, Sparrow.

    - Tan estoy seguro que la chica de Linares está a salvo, Will Turner vino conmigo para buscarla..

    - ¿Y Elizabeth?- preguntó a Jack.

    Cuando Jack iba a responder Will que acababa de llegar respondió:

    - Se la ha llevado Foremann.

    Jack intervino de nuevo:

    - ¿Lo ve? Ahora se ha llevado a la señorita Swann. El trato que le propongo es éste: yo lo ayudo a acabar con Foremann y usted recupera a las damas y me deja ir tranquilo.

    - Si lo dejo ir no sería para siempre.

    - Lo sé y no esperaba menos de un caballero tan honorable. Recuerde que soy un pirata y que esto es mi vida. Usted podrá después persiguiéndome, pero ya no tendría que buscar a dos piratas, sino sólo a uno. ¿Qué le parece?

    Will propuso:

    - Acepte, comodoro. Hay que rescatar a Elizabeth.



    Mientras tanto, ya en el Peñón, Foremann y Peter tenían atada a Elizabeth. Ella preguntó:

    - ¿Tú eres Peter, verdad? Carolina me contó.

    - Sí, soy Pter. Y Carolina es una perdida.

    - Creí que la amabas.

    - Eso era antes, además ella ya no me sirve.

    - ¿Y yo? ¿De qué puedo servirles? Yo no tengo nada que ver con ustedes.

    - Sparrow nos jugó mal y ultrajó a Carolina…pero seguíamos necesitando una doncella, y en lugar de Carolina, te hemos traído a ti. Será a ti a quien sacrifiquemos.

    Se preparó el sacrificio y Peter se alistaba para matar a Elizabeth cuando la gente del Interceptor les cercó y comenzaron a atacar..

    Capítulo siguiente El Final…
     
  16.  
    Andrea Sparrow

    Andrea Sparrow Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Enero 2015
    Mensajes:
    415
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Pacto Pirata [Long-fic]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    386
    Cap. 16 Final

    Will luchaba a ratos con Foremann y a ratos con Peter. Jack se turnaba y por fin tuvo contra la parda John. Este preguntó:

    - ¿Qué pasa? ¿Por qué no acabas conmigo de una vez?

    - No puedo…y no es por ti. Es por Fuensanta.

    - ¿Ella te dijo dónde encontrarme, verdad?

    - Sí, y no fue fácil, lo reconozco. Pues bien, por ella no puedo matarte.

    Will llegó y dijo:

    - Pero yo sí…

    Entonces Peter se interpuso y dijo:

    - No si yo lo impido.

    Y comenzaron a pelear. Pero en un descuido que Will provocó en lugar de atravesar a éste, Peter atravesó a Foremann.

    Peter escuchó de labios de Foremann:

    - Aunque parezca que nada ha salido bien, algo pasará. Dile a Cutler Beckett que sé que pronto Jack Sparrow será buscado por Davy Jones. Así vengarás mi muerte.

    Entonces Peter fue atravesado por Foremann y dijo:

    - Te veré en el infierno, Peter.

    Cuando ya estaban acabados, Will y Elizabeth se abrazaron y salieron hacia el Interceptor. Pero cuando James buscó a Jack ya no lo encontró Jack fue a despedirse de Carolina.



    Mientras la besaba dijo:

    - Tengo que irme, linda.

    - Lléveme con usted, capitán.

    - No puedo, preciosa. Además, tu familia te busca y no podrías. Pero créeme que nunca voy a olvidar a chica tan testaruda, y tan hermosa, ¿savy? Un día vas a encontrar a un fino caballero con quien ser feliz.

    - Está bien, capitán. Y yo tampoco olvidaré al pirata loco que me hizo mujer…

    Y tras el último beso Jack subió al Perla.

    Éste dijo a Gibbs:

    - Maestre, tenemos que adentrarnos en el huracán. Saliendo de él, tendremos que hacer una parada en un lugar muy tétrico. Hay algo de mucho valor que debo encontrar antes que…

    - ¿De qué, capitán?

    - De que nos encuentre Norrington, claro.

    - Pero no creo que nos encuentre.

    Mientras tanto James Norrington entregó a los muchachos un regalo de boda sy partió.

    Su tripulación preguntó:

    - ¿A dónde, comodoro?

    - A perseguir a Sparrow, ése no se me va a ir vivo.

    - Pero, señor, hay mal tiempo…hay un huracán en puerta.

    - Lo sé, pero vamos a arriesgarnos.

    Y dijo para sí:

    - O usted o yo, capitán Sparrow.

    FIN
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso