Oye muchacha, hablame y dime si quieres ser mi gata.

Oye muchacha, hablame y dime si quieres ser mi gata.

Capítulo 1.


Una bonita mujercita paseaba por el barrio en busca de sus amigos que se encontraban en la plaza donde siempre se reunian todos.
Era morena, sus ojos eran azules muy claritos, y tenia una figura poco esbelta... tenia la edad de quince años, y en el instituto casi siempre se metían con ella, pero como todas las personas, tenia sus amigos que la querian tal y como era.
El ambiente era caluroso, y por fin llegó a aquel punto de encuentro con la boca bien seca del calor que hacia.
De repente vió a su amiga, Coral, una chica espectacular, castaña de cabello y ojos cafés, tenia una bonita figura y una sonrisa que conquistaba a todo aquél que pasaba por la calle.

-Dime que tienes agua-Dijo la morena a su amiga bien acalorada.
-Lo siento se me acabó Treisy-Dijo Coral enseñándole su botella con apenas unas gotas pegadas en los costados.
-Me muero de calor...-Dijo Treisy secandose el sudor con un pañuelo de un tono rosado.
-Ven, a lo mejor los chicos tienen algo de beber-Sonrió la chica cogiendola de la mano y llebandola a donde estaban todos.

Al llegar vió que habia muchísima gente reunida, y Treisy, incomoda se fué acercando lentamente con inseguridad.

-Chicos, ¿tenéis algo de beber?-Preguntó la castaña.
-Aquí tienes-Lanzó uno de los chicos un refresco de cola.
-¿Ves?Aquí tienes cariño-Dijo Coral lo más simpática posible con Treisy.
-Gracias...-Susurró ésta bebiendo de la lata.
-Bueno, os presentaré. Ella es Treisy, de quien os hablo siempre-

Los chicos miraron a nuestra protagonista con indiferencia y dejaron caer algún que otro 'Hola' incomodando todabía más a la presente.

-Bueno ¿y que haciais?-Preguntó curiosa Treisy.

Entre ellos se miraron atolondrados y empezaron a reir de la nada por ningún motivo.

-Toma-Dijo Coral pasándole algo como un cigarro liado a Treisy.

La morena de ojos claros miró extrañada el artilugio, ella no fumaba, y menos del material del que estaba echo ese 'cigarro'.

-No gracias-Rechazó la invitación.
-Benga no seas aburrida-Respondió su amiga encendiendose uno como el que tenia la morena en sus manos y empezándo a fumar.

La morena no tubo más opción que aceptar, ya que los demás la miraban con cara de desafio.
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La mujercita de cabello negro llegó a su casa mareada, sus ojos estaban rojizos.
Ella vivia sólo con su padre, su madre falleció hacia muchísimo tiempo.

-¿Que te pasa?-Preguntó el padre de la chica mirándola extrañado.
-Na..¡Nada!¿Que me va a pasar?-Preguntó ella intentando ocultar los efectos de ésa droga.
-Será mejor que te des un buen baño, no haces muy buena cara...-Dijo éste.
-Sí, mejor será...-Dijo ella dirigiendose al baño para prepararlo.


Y así fué como la mujercita de quince años, empezó a introducirse al mundo de las drogas blandas.
Cada día se iba a la plaza con sus nuevos amigos y Coral a fumar de lo mismo que le dieron el primer día.
Y con el paso del tiempo, la gente le consideraba una persona popular y 'enrollada' a lo que ella estaba encantadísima.
Además, su figura estaba empezando a tomar forma.
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Era un día especial, la chica cumplia su mayoria de edad, y después de tomar un poco de tarta con su padre, se dirigió a la plaza que era su pan de cada día.

-¡Felizidades!-La felizitaban todos.
-Gracias chicos-Sonrió ella simpática.
-Te emos comprado un pequeño detalle...-Sonrió pícara Coral ante el rostro de sorpresa de la morena.

Le dieron una caja mediana, envuelta con papel blanco y de purpurina, y ella lo tomó con cuidado y lo abrió lentamente. Disfrutando de arrancar el celo que habia en todas partes, hasta poder ver el interior del embalaje.
Era una caja de color roja, y tenia dibujos un tanto extraños pero originales, y al final pudo comprender, que era un celular.
Un celular de color rojo metalizado, que se deslizaba hacia arriba muy bonito.

-¡¿En serio es para mi?!-Dijo emocionada por su nuevo celular.
-Sí, entre todos pusimos un poco de dinero-Dijo Coral señalando a los chicos.

La morena no tubo otra que darle dos besos a todos y agradecerles el regalo con dulzura.

-Coral-Dijo una voz a lo lejos.

Todos se voltearon, especialmente Coral, para admirar que un hombre castaño de ojos verdes se acercaba, era joven, tenia la edad más o menos que todos los que se encontraban allí.

-¡Mi amor!-Dijo ella saltando a los brazos de éste, y besándolo, ante la cara de perplegidad de todos.
-Todabia no os presenté a mi novio...-Dijo Coral abrazada al chico.-Éste es Juanjo, primero te presentó a Treisy-

Pero ella estaba en otro sitio, en esos momentos miraba al chico que acababa de aparecer con una cara maravillada y de sorpresa.

-¿Eh? Sí, sí, yo soy Treisy, encantada-Dijo ella dandole dos besos a Juanjo.
-Encantado-Sonrió él.

La morena contempló a Juanjo mientras le daba la mano a todos los chicos de aquél banco.

-Él vivia lejos de aquí pero se mudó para estar conmigo-Dijo Coral, la cuál se notaba que estaba enamoradísima de él.






CONTINUARÁ.





Bueno, éste es un fanfic que refleja la vida real, y de como está el mundo en algunos lugares.
Espero que le den una oportunidad.
Gracias.