Primero le cambié el corte de pelo, luego proseguí con el estilo de vestir, le obligué a prohibirse la cerveza después del trabajo, hice que se deshiciese de las malas compañías, le convencí para que viese películas románticas conmigo, le dije que le quedaría bien un tatuaje como el de mi personaje de ficción favorito, poco a poco fui cambiándolo hasta que me di cuenta de que ya no era la persona que conocí. Que de ella solamente llevaba el mismo nombre. Y me percaté de que aquella persona que había construido no había sido de la que me había enamorado y lloré, lloré amargamente porque había perdido a la persona más importante de mi vida por mi estupidez, ahora estaba con otro.
Diooooos, que triste. A veces uno intenta hacer lo mejor por otros, intenta sacarle malas costumbres, actitudes que no nos agradan, para que al final pase lo del relato: nos percatemos que ya no es la misma persona que conocimos. Debo decir que no estoy totalmente en contra que una persona influencie a otra para que cambie ciertas actitudes —más aún si estas son muy dañinas para alguna de las dos partes, pero con mayor razón si es daniño para quien comete las acciones— pero aún así, el querer cambiar es algo que la persona en cuestión debe decidir si quiere o no hacer. Uno puede sugerirlo, acompañarle en el cambio, darle algún que otro consejo o recomendación; pero si son cosas que no le vuelven una persona toxica, la decisión final es de aquel quien sufrirá el cambio. Uno en una amistad no puede obligar a otra persona a ser como quiere ser, pero eso no significa también que no se pueda aconsejar y dar consejos de lo que uno cree correcto. No sé si me explico. Lo sentí bastante, porque yo antes deseé más de una vez que conocidos hicieran las cosas a la pinta mía, después me dio la realidad la bofetada de que no todos somos iguales, y aunque cueste: si queremos a alguien tenemos que aceptarle con mañas y todo, siempre y cuando estas no vuelvan la relación toxica, claro. Todo tiene un limite. Y si no cambian y nos siguen desagradando, o los aceptamos o nos alejamos nosotros. No se si me explico. Es una situación bastante compleja la que representa el escrito, muy triste a mi parecer. Y a pesar de todo me ha encantado, porque son cosas que pasan, tal vez más seguido de lo que creemos. Las relaciones, sobre todo de pareja, son algo que necesitan un cambio, un nuevo enfoque, porque muchas veces representan en series, peliculas, libros y hasta televisión que amor es darlo todo por el otro. Aquí el hombre dio mucho por quien narraba, le siguió el juego ¿Y cómo terminó? Bueno, ya lo leímos. Hubo actitudes del hombre que tal vez no me gustaron mucho, pero creo que el es él que actuó mejor (siempre que no haya caído en la infidelidad) Y no digo que quien narra sea malo/mala, simplemente era alguien que no supo como amar a esa persona en especifico. El final más esperanzador sería que aprendiera de lo que le ocurrió para, tal vez en algunos años, volver a intentar una relación con otro, ya con una manera de amar que no le termine haciendo daño a ninguna de las dos partes. Muchas gracias por compartirlo con nosotros, Ichii. Nuevamente, espero haberme dado a entender y que no haya sido confuso mi comentario XD
Uh, este relato es algo reflexivo, por lo menos a mí me tienes leyéndolo tres, cuatro, cinco veces para ver que pesco y al final terminé por decir que en realidad nunca estuvo enamorado de él porque al final decidió convertirlo en alguien ajeno a lo que fue en principio. Poco a poco lo cambió, ¿por qué? ¿Por egoísmo? ¿Por qué escuchaba rumores de él? ¿Por que se engañaba diciéndose que lo amaba pero ponía excusas? Lamentablemente fue demasiado tarde al darse cuenta que hizo mal en "obligarlo" a convertirse en alguien más. Perdiéndolo porque al final, él, siendo otra persona, se enamoró de otra persona y no de quien se enamoró al principio. No sé porque siento que el escrito transmite una doble finalidad (no sé si es la palabra que estoy buscando, pero). Y por cierto, me gusta ese remate del fina con el otro. Aquí, un doble otro.
Woah, de verdad que los micros y los nanos me fascinan por todo lo que puedes expresa con tan solo un par de líneas. Este tipo de escritos tienen la capacidad de hacer que el lector, según sus experiencias o aquello que cree y piensa, visualice un escenario totalmente diferente y eso me encanta. Así que en ese sentido chapó, porque has cumplido con creces ese lado que tanto me gusta explotar con estas cosas. Ahora bien, mi perspectiva me dice que se trata de la típica pareja (por desgracia) que siente la necesidad de moldear a la otra persona según sus gustos, creyéndose dueños y cosificando en cierta medida la esencia de quienes eran en un principio. Se empieza por intentar subsanar malos hábitos, creyendo que se les está haciendo un favor, como dejar de fumar o de beber en exceso, hasta acabar modificando detalles que hacen de esa persona quienes son pero que no se corresponden con los gustos de la otra persona. Pero es que esa es la gracia: tu pareja no es una copia de ti mismo, es un ser único e irrepetible y eso es lo que lo hace especial. Eso es lo que hizo que te acabases interesando por él/ella. Y el afán por hacer "tuyo" algo que nunca debería ser visto de esa forma acaba borrando cualquier rastro de quien fue. Y solo queda esa sensación de culpabilidad tardía tan amarga, ser incapaz de mirarte en el espejo que se ha convertido esa persona. Me encantó Ichii, muy triste pero muy real. Te deja pensando bastante.
No sé que tienen este tipo de escritos más reflexivos que haces Ichii que siempre termino llevándomelos a mi terrero. El mensaje es claro, con la excusa de mejorar a la otra persona "por su bien" hacemos que vaya modificando cosas: su apariencia, su conducta... Hasta cierto punto puedo llegar a entenderlo, como por ejemplo intentar que fume menos. Pero cuando provocamos que el cambio sea tan grande denota dos cosas. Por un lado, si quieres que tu pareja cambie tanto significa que realmente no estás enamorado de esa persona, simplemente quieres transformarlo en un ideal que no existe. Por otro lado, si permites que te modifiquen tanto dejas de ser tú y esa relación no tiene ningún sentido. Es muy triste estar en una relación en la que ya no eres tú. Me ha gustado mucho el escrito Ichii. Me encantan ese tipo de historias que me hacen reflexionar. El título me parece muy acertado y la frase final es una joyita, un gran remate.
