[Original] El príncipe de Fuego

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Bylen, 13 Agosto 2009.

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    Bylen

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    [Original] El príncipe de Fuego

    -jejeje-Hola a todos por aquí! Pues, luego de leerme todas las reglas y pedir cierta ayuda a Artic Rose, logré entenderle a esto y pues aquí estoy otra vez, pero en esta ocasión publicaré una historia mía! Que, gracias a mis amigos que me animaron a escribir, me inspiré... Mucho rollo XD... Aquí está!

    "El Príncipe de Fuego"

    Prólogo. "Noche Carmesí"

    Era una hermosa noche, teñida con un manto carmesí, el olor a sal y óxido estaba presente en cada rincón de aquella casa. Hacia donde miraras estaba el flujo vital regado, era como estar en un mar... Un mar silencioso sangriento.​

    La luna y el cielo, incluso hasta el último pétalo de flor era rojo, y ahí, en aquel cuarto, situado en el lado derecho de la casa, yacía un cuerpo, aparentemente inerte y parcialmente iluminado por un dulce y tenue resplandor azul sobre un colchón en el suelo. Aquella habitación contaba con una gran ventana de lado izquierdo, abierta de par en par, dejando entrar una brisa cristalina, invernal, que golpeaba con cierta insistencia aquel cuerpo sin movimiento.​

    Esa persona usaba el cabello en trenza, de color negro, pero igualmente brillante y sedoso; su piel estaba ligeramente coloreada, era casi como un hielo, a no ser por su débil respiración y el movimiento suave y delicado de sus párpados.​

    Aquella persona, de cabellos trenzados y brillantes, sedosos y suaves al tacto, miraba con su par de dorados reflectores, dilatados y enfocados hacia la ventana, en donde se apreciaba aquel rio de sangre y una silueta claramente masculina, de cuerpo delgado, pero fuerte; de cabello corto y blanco, alborotado y con un peinado hacia todas direcciones; ojos felinos, de un verde esmeralda.​

    Esa silueta miraba hacia la luna carmesí, tenía los brazos colgados y las piernas en el aire, aquella persona flotaba fuera de la habitación. Su ropaje holgado y desgarrado se mecía con la más leve ventisca, aquellos retazos de traje negro estaban manchados e impregnados con el olor de la sangre.​

    Poco a poco, la otra silueta se fue incorporando, poniéndose de pie y arropándose con la sábana sobre todo su cuerpo; casi no se podía apreciar su vestimenta, pero claramente lucía un vestido largo y simple, de tirantes color azul con adornos dorados.​

    Cruzó el cuarto con los pies descalzos y helados, su cabello se mecía y acariciaba su cintura con su dulce y suave caminar; parecía como si solo rozara el suelo.​

    En acto seguido, se apoyo en el marco café de la ventana y con la mano libre pretendió tocar a aquel joven que flotaba frente a sus ojos.​

    -Yu...- pronunció aquella chica, con voz cantarina y delicada
    -¿Uh?- musitó aquella silueta masculina
    -Yu... quiero ver la luna un rato antes de que me vaya- decía nostálgica, mientras daba un paso corto y colocaba su pie izquierdo sobre el marco de la ventana
    -Pero...- quiso intervenir, pero se percató que aquella joven estaba a punto de lanzarse por la ventana

    Asíque, como acto seguido, se fue hacia ella y la cargó en vilo, con todo y la sábana que la protegía de aquellas ventiscas congeladas.

    -Sabe que no debe salir... el viento solo la empeorará...- le explicó aquel joven, mientras flotaba lentamente hasta colocarse sobre la rama más alta de un árbol
    -Hoy es la última noche que estaré despierta... No importa si es tarde o temprano... me iré- dijo la chica, acariciando el rostro del joven- Así que... permíteme sentir el resplandor de la Luna y el calor de tus labios por una última ocasión...

    Y así, casi sin aliento y con movimientos sumamente lentos, la joven de ojos dorados se fue acercando a Yu, apoyada en las mejillas del chico; por su parte, Yu tenía la nuca y la espalda de la joven sujetas con cierta firmeza, con los ojos entrecerrados y una línea inexpresiva en su rostro, esperando a que los labios fríos y temblorosos de la joven tocaran los suyos.

    Entonces, cuando los labios de ambos estaban a unos cuantos milímetros de convertirse en uno, la joven cerró sus ojos lentamente, mientras poco a poco sus manos perdían su fuerza y se resbalaban de las mejillas de él.

    Yu se limitó a colocar las manos de la joven entre la sábana, entrelazándole los dedos y acurrucando aquél cuerpo, ya sin vida, en su regazo.
    ----
    Continuará...
     
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    BelAhome

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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Apenas es un prólogo, así que era sabido que me quedaría con ganas de leer más y con la intriga sobre de qué puede tratar realmente.
    Me ha gustado mucho el título, siempre me fijo en ellos... debe ser porque desde hace tiempo tengo problemas para ponerle título a lo que escribo, antes no me pasaba.
    Ya me fui por las ramas.
    Me gustó tu forma de escribir, bastante prolija la verdad, no cometiste muchos errores. Sabes describir muy bien, ya que a pesar de que sólo eran dos personas en aquel paisaje misterioso fue fácil imaginarse todo lo que narrabas sin ocasionar confusiones.
    Lo que sí debes corregir es la ausencia de los puntos en los diálogos, no pusiste ninguno.

    "decía" te lo remarqué porque es un error en el tiempo verbal; "Asíque" va separado y "se fue" debería ser solamente "fue", el "se" está demás.


    Espero sigas escribiendo, que quiero leer el primer capítulo.



     
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    Bylen

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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Arigato BelAhome-sama! -jejeje- Sí, tengo muchísimos conflictos con los puntos... no he podido corregir ese defecto... :( Deberías patearme. Como sea, a pesar de tardarme una semana entera (creo, si no es que más), dejaré el primer capítulo. Espero que les guste a los que tengan ganas de leerlo.

    Capitulo I. "Resplandor Esmeralda"

    Era un hermoso día de otoño, los árboles se mecían con las suaves brisas calurosas y las hojas caían sin cesar, una por una, hasta dejar al árbol descubierto. Los niños corrían por el campo y se divertían, se escuchaba el rozar de los pies y la tela sobre el manto amarillento, ya desgastado y un tanto quebradizo.

    A lo lejos, se escuchaba una voz, interpretando una dulce y tierna canción. Aquella chiquilla cantaba con precisión, sentada con las piernas colgando sobre una rama; sus cabellos trenzados y oscuros se mecían y hacían siluetas abstractas mientras se unían y desbarataban los mechones una y otra vez.

    Si brillante piel pálida opacaba aquél paisaje anaranjado, pero dejaba ver que la chica era especial; de tan solo 10 años, aquella niña poseía una voz espectacular, que resonaba en el bosque y hacía el perfecto conjunto con el campo y los pequeños que se divertían ahí.

    Feliz y bastante gustosa, cantaba y entrelazaba los tallos verdes de hermosas flores sobre un retazo de tela negra, que lucía brillante, tal vez seda, tal vez lino, lo importante es que era preciosa.

    De pronto, una ventisca, un tanto violenta con respecto a las suaves caricias anteriores, trajo consigo el brusco movimiento de las ropas azules de la niña y a una silueta estilizada, fuerte y delgada. De hermoso rostro, un tanto opacado por plateados mechones largos y desgaritados sobre sus ojos esmeralda y mejillas semi-bronceadas. Aquella silueta se asomó por debajo de los ojos de la chica cantarina y le dedicó una hermosísima sonrisa que arrebataría el suspiro de cualquiera.

    -Buenas tardes, "Hime".- pronunció aquel chico, con voz varonil y madura
    -¡Yu!- exclamó la chica, ocultando la tela oscura entre su vestido
    -Hime... ¿Qué hace a estas horas aquí?- preguntó, mientras tomaba asiento junto a la niña
    -Etto... Bueno yo... estaba...

    La pequeña buscó el suelo con su dorada mirada y clavó los ojos en su vestido. Trató de controlar su respiración y ocultó su rosadas mejillas con las manos dejó caer su cabello a los lados; se quedó con el rostro cubierto por un par de segundos, esperando a ser descubierta y tener que gritar de la vergüenza.

    -Hime... Creo que debemos dirigirnos al palacio.- musitó
    -Cl...Claro.- balbuceó
    -Pero primero... debería quitar las manos de su rostro, de lo contrario, usted podría perderse. Se lo aseguro.
    -Mmm... Está... bien.- dijo con voz entrecortada

    En un par de segundos, un fuerte brazo rodeó su cintura y otro pasó por sus rodillas; sintió como el viento la atacó por debajo y en un instante, sus pies habían tocado el suelo. Se incorporó por completo y buscó su equilibrio, hasta que por fín, se dignó a colocar sus manos a los costados.

    -Asi es mejor.- dijo Yu
    -Sí.- pronunció, con tono animado

    Ambos emprendieron una ligera caminata hacía sus espaldas, dejando aquel paisaje amarillento atrás y adentrándose a un espeso y oscuro bosque. La pequeña caminaba con pasos cortos y casi era como si saltara; mientras que su alto y delgado acompañante, adelantaba sus pasos a los de ella y luego la esperaba lo necesario para que le alcanzara.

    -Oye... Yu...- comenzó la pequeña, mirando al joven con su mirada solar
    -¿Qué es lo que sucede, Hime?- preguntó, parano en seco y dando un cuarto de vuelta sobre sus talones
    -Sobre... lo de hace un momento...
    -¿Qué hay con eso?
    -Pues... lo que yo hacía era...
    -¿Uh?
    -¡Toma!- exclamó, tendiéndole las manos y dejando la tela oscura pendiendo de sus manos
    -¿Y esto?- quiso saber, tomando la tela y extendiéndola
    -Es una cinta... para que uses en tu uniforme.- dijo avergonzada

    Era preciosa. Las flores que llevaba incrustadas eran de varios colores y tonalidades, todas escogidas con cierta calidad, haciendo un patrón perfecto. Mientras las rojas adornaban los bordes, las azules y las verdes se entrelazaban en el centro; los tallos se unían y se dispersaban, aplacados con un hilo dorado, con aspecto cobrizo.

    -Es... bellísima.-proclamó
    -¿Lo crees?- dijo la pequeña ilusionada
    -Sip.- musitó, apoyándose sobre las rodillas, dejando sus ojos justo a la altura de los de ella.- Arigato... Miki-hime.
    -N...no es nada.-balbuceó

    Miki sonrió ampliamente y apresuró los pasos, justo al ritmo del hermoso chico que tenía a lado. Pronto llegaron hasta una reja blanca, sujetada por dos largos tramos de barda llena de enrredaderas verdes. Yu se adelantó y abrió la reja, dejando entrar a la pequeña y quedándose ahí.

    -¿No vienes?- preguntó entristecida
    -Eh... Bueno... te alcanzaré...- dejando la frase inconclusa y sembrando la incertidumbre en el pequeño corazón de Miki

    Ella se giró sobre los talones y comenzó una suave caminata, mezclando una marcha con una danza suave y alegre. A cada paso que daba, el lugar se ampliaba, dejando relucir un hermoso campo de flores de todos colores, con arcos blancos con enredaderas y zonas con rosales blancos. Se sentía el olor del néctar hasta en el más mínimo rincón de aquel castillo.

    Miki aspiraba aquella fragancia con mucha nostalgia y poco a poco acortaba los pasos, caminando más y más lento, hasta que, al final, calló al suelo, con las piernas encogidas y la cabeza sobre las rodillas. Lloraba. Sus lágrimas de cristal resbalaban una por una, sus manos temblaban sobre el suelo tibio y todo su cuerpo vibraba ante tal escena.
    ---
    Continuará...
     
  4.  
    Joli

    Joli Guest

    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Konichiwa!!:D
    me encanta como escribes :D
    me emociono muchisimo
    me gusto la parte en que le regala la cinta n_n
    espero leer tu otro capitulo
     
  5.  
    Quelconque

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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Tal vez me esté pasando de la raya, pero cuando se narra todo tiene que estar y ser por algún motivo, o sea, aclarar que el marco de la ventana era café ¿crees que era totalmente necesario, relevante para el seguimiento de la trama, tendrá un papel importante el que sea café o realmente pudo haber sido de cualquier otro color siendo que pudiste obviar eso? y aplica lo mismo a los materiales de los que están hechos los objetos.

    Además de que nunca me ha gustado demasiado que hagan descripciones así, como si fuera una "ficha de personaje", impidiendo que uno use su imaginación (excepto, claro, los detalles importantes que hacen diferente al personaje, como el cabello blanco de Yu), hay palabras que creo que no son las indicadas para describir elegantemente las características de los personajes y con esto me refiero a sus "reflectores" mejor conocidos como "ojos".

    Sugiero no detenerse tanto en las descripciones (sobre todo la del cabello, es excesiva). Ya vendrán solitas con el contexto :)

    Esa descripción me causó serios problemas para entederla y unas cuantas risas pues de inició me la imaginé en una pose poco decorosa.
    Algo así:
    [​IMG]

    Ya después de leer lo demás vino a mí la imagen más "correcta" del asunto.

    Entonces, insisto en que se usen las palabras indicadas en las descripciones para que no se presten a malos entendidos.

    Sólo he leído el prólogo, pero la idea me está gustando definitivamente. Quiero saber quién es el principe de fuego y el papel que desempeña Yu y la chica que se quedó dormida y por qué se durmió.

    Seguiré leyendo de seguro :si:

    Saludos.
     
  6.  
    Bylen

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    [Original] El príncipe de Fuego
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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    :inu: Que bueno qe te gustó la historia Joli! Y creo que esta vez no cometí errores... ¿o sí? Espero que no :(, porque no quiero que me pateen. Como sea... Aquí el capítulo 2:

    Capítulo II. "Protégeme"

    Era una escena realmente ateradora, el castillo se veía oscuro, las luces habían sido apagadas, las rosas caían sin cesar sobre los dos cuerpos de mediana edad y las hojas caían insistentemente cerca de la joven en shock que yacía sobre el cuelo, con la garganta anudada y las extremidades vibrando.

    El flujo vital se resbalaba por los escalones frente a la puerta, se escuchaba el gotear de la sangre e incluso, al impactar con el suelo, se podía apreciar el repique de las gotas al unirse con el río carmesí.

    -¿Q...Qué ha pasado aquí?- preguntó Miki, mientras sus oscuros mechones caían sobre su pálido rostro.
    -Miki-sama...- se escuchó decir a sus espaldas.
    -Luster... ¿Qué sucedió aquí? ¿Por qué están mis padres así?- exigió saber, con un tono agudo y desgarrador.
    -Miki-sama... Su hermana...
    -¿Midori? ¿Está ella bien?- preguntó, dándose vuelta y mirando esperanzada un par de ojos violetas.
    -Sí... pero fue ella quién... hizo esto.- explicó despacio, doblando las rodillas y clavando la mirada en el suelo.
    -¿Q-Qué? Midori... ¿¿Hizo esto??- preguntó, ahora con cristales líquidos resbalando por sus mejillas.
    -S-Sí, Miki-sama.- confirmó aquel joven, ocultando sus ojos y rostro bajo sus brillantes y lisos mechones castaños.
    -N...No... ¡¡NOO!!- gritó, incorporándose de un salto y caminando hacia los cuerpos, ya sin vida, de sus padres.

    Aquel joven de cabello castaño, se incorporó con lentitud y dejó caer sus cabellos lacios a los costados, aspirando con cierta incomodidad el olor a óxido y sal que se avecinaba en su nariz debido a la fuerte ventisca que golpeba el lugar.

    En ese momento, cuando la suela de su zapatilla negra tocó la sangre, las piernas de la joven de mirada solar, flaquearon al instante, cayéndose de espaldas.

    -¡Hime!- exclamó Yu, posando el cuerpo de la princesa en su regazo.
    -Yu... sácame de aquí...- susurró Miki, cerrando sus ojos poco a poco hasta quedar completamente ocultos bajo sus párpados.

    Yu se levantó del suelo, dándose media vuelta y mirando con desdén al joven de cabello avellanado. Cruzó el campo de flores y se paró en seco al llegar a la reja, mirando con el rabillo del ojo a Luster, quién, habiendo desvainado su espada, amenazaba a Yu con la misma.

    -¡Yu!- exclamó- ¡Sabes no tienes la autorización de llevarte a Miki-sama lejos del palacio!
    -Eso no interesa.- dijo secamente- Ella me ha dado la orden y yo no puedo hacer más que obedecerla.
    -¡Si cruzar esa puerta, pelearé contra ti!- le advirtió.

    Y, con un movimiento bastante fluido, el joven de ojos esmeralda situó a la pequeña princesa sobre las flores. Se giró sobre los talones y miró a Luster por un par de segundos, sacando de sus ropajes aquella cinta tan hermosa.

    -Está bien.- le dijo- Si tengo que combatir para cumplir una orden, lo haré- terminó, atando la cinta en su cuello y alzando una mano al aire.

    En un instante, el cielo se oscureció y relámpagos resonaron en el lugar. Yu, quién permanecía inerte a unos milímetros de la reja, chasqueó los dedos e hizo aparecer unos "chacos" plateados, con esmeraldas incrustadas.

    -Aquí voy.- dijo Luster, para luego lanzarse contra el joven esmeralda con todo

    Yu se acomodó y saltó en el momento preciso, quedando su contrincante de espaldas. Giró los chacos sobre sí mismo y atravesó el pecho del otro chico en menos de 3 segundos, dispersando el flujo carmesí por todo el lugar.

    -Mal...di...to.- pronunció el chico de ojos amatista, cayendo suavemente sobre el cuelo, mientras perdía, poco a poco la consciencia.
    -Descanse en paz.

    El joven peli-plateado acomodó su arma alrededor de su cintura y se dirigió hacia el cuerpo dormido de su princesa. Se agachó a su lado, pasando sus brazos bajo su espalda y cintura. La cargó en vilo y caminó hacia la reja.

    -Así que... ¿Te la llevarás?- preguntó una voz femenina, a unos metros de ahí
    -¿Por qué no lo haría? Si fué una orden de la princesa.- dijo al aire, siguiendo su camino
    -Eso es verdad... Pero sí yo te doy una orden, también tendrías que cumplirla.
    -No.
    -¿Y por qué no?
    -Porqué usted ha cometido una traición y yo, ante esa situación, no estoy a sus servicios.- explicó
    -Créeme algo.- dijo la voz, mientras se escuchaban ruidos entre los árboles- Si te vas, te arrepentirás.
    -Espero que Dios sea piadoso conmigo.
    -¡Yu!- exclamó

    Al momento, una hermosa joven de cabellos dorados y ojos azules cayó desde un árbol. Vistiendo un traje negro muy ajustado y unas botas de tacón hiper delgado.

    -Lo siento... Midori-hime.- le dijo Yu, tomando impulso con las piernas y dando un salto largo hasta situarse sobre un gran árbol
    -Te prometo que tú y mi hermanita Miki morirán bajo mi mano.- juró la joven resplandeciente.
    -Hasta entonces.- le dijo Yu, saltando entre los árboles

    Pasaron el tiempo, hasta que, tras unos 45 minutos, el joven de cabello platinado dejó de correr. Se quedó inerte frente a un amplio campo amaranjado, parecido al que Miki disfrutaba ver mientras cantaba. Era hermosamente natural; tenía una gran cantidad de césped, con algunas zonas de color desvaido que otras. Tambien, a lo lejos, se podía apreciar una hermosa casa, pequeña, pero hermosa.

    Tenia dos habitaciones y un baño, contaba tambien con una ventana en la parte izquierda, viéndolo desde donde Yu permanecía mirando. Habían árboles de cerezo cerca de ahí y, aparentemente, ese lugar estaba solo.

    Cruzó la distancia con rapidez inhumana y se aseguró de que aquel lugar estuviera vacío. Tomó la perilla de la puerta principal y tiró de ella, causando un ruido chirriante. Por dentro, la casa era excelente, cuidada y con mucha clase, aunque no llegaba ni a la décima parte de lo que era el palacio.

    -¿Dónde estamos?- preguntó Miki, abriendo los ojos dorados finalmente
    -Estamos en tu nuevo hogar.- dijo, bajándola y dándole su espacio- Bienvenida.
    -Es preciosa... Gracias Yu- le dijo, girándose y abrazando al chico en las piernas, pues era extremadamente pequeña.
    ---
    Continuará...
     
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    Quelconque

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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Aunque fui ignorada total y completamente, sigo:

    Algo que no te dije sobre el prólogo es que no hubo una descripción del lugar. Sé que quisiste centrarte en los personajes, pero también es importante poner a tanto al lector como a los personajes en un ambiente acorde a la historia.

    ¡La pelea del segundo capítulo fue demasiado rápida y fácil! Yo esperaba algo epic ToT

    Sigo con las correcciones:
    Aunque sé que en este foro se ve uno influído por el anime, si estás escribiendo en español, se lee mejor que las expresiones estén en el mismo idioma. Pero si aún así quieres ponerlas en otro lenguaje, utiliza cursivas.

    En todos tus guiones, el punto está en el lugar incorrecto.

    Debería ser:

    "-Hime... creo que debemos dirigirnos al palacio - musitó."

    Ojalá tengas tiempo para checar esta discusión sobre los guiones: http://foro.cemzoo.com/f364-taller-literario/180350-uso-de-la-raya-o-guion-largo-dialogos.html


    Como la palabra "chacos" existe, no es necesario ponerla entre comillas.


    No tomes a mal que venga a comentar de esta manera, sólo lo hago con historias que me interesan y creo que valen la pena pues el tiempo no es precisamente algo que uno pueda gastar a lo idiota.

    Saludos.
     
  8.  
    Bylen

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    [Original] El príncipe de Fuego
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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Perdona Yuzu... no es que hayas sido ignorada... lo que pasó fue que cuando le di "enviar respuesta", tu post apareció y me quedé asi de: "NOOO"... te prometo que intentaré cambiar en todo lo que pueda... en verdad haré lo posible... Espero que puedas seguir con la ayuda... y pues... tal vez mañana o pasado (no lo sé) postee el siguiente capítulo.
     
  9.  
    BelAhome

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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Eso es mucho, apenas soy una simple mortal XD

    ¡Dos capítulos y seguidos! Me retrasé en volver a pasar por aquí.
    Me gusta como van sucediendo los acontecimientos y el giro que lentamente toman. Ciertamente es muy interesante tu historia.

    Lo que sí en el momento de la pelea hay algo que no entendí, ¿qué son chacos? ¿alguna especie de espada? Me iré a desburrar con el diccionario.
    Hay varias fallas de dedos pero lo que te aconsejo es que tengas cuidado con algunas cosas en la narración. Eres muy detallista en cuanto a ropa, cabello y todo aspecto físico y hasta para describir lugares, pero cuando narraste la escena de acción la pelea con el otro "guardía", supongo, fue demasiado rápida. De un momento a otro ya había acabado.
    Todavía olvidas los puntos en los diálogos, cuidado.

    Nos vemos en el siguiente capítulo.
     
  10.  
    Bylen

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    [Original] El príncipe de Fuego
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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Esta vez me he tardado un poco más (creo), pero he corregido lo que tiene que ver con el uso de guiones y los puntos (espero no cometer errores en esta ocasión). Y gracias a Yuzu y BelAhome, quienes me han ayudado tanto (por cierto, como he escrito el capitulo en word, usa un color igual al fondo y no se vé... ¿alguien podría poner el que debe ser? Gracias). Espero sus críticas con ansia:

    Capitulo III. “Simplemente te quiero”

    Habían pasado ya 3 meses desde la traición de Midori para con sus padres. Miki permanecía contenta y el tiempo pasado en aquella casa le había sido placentero. Era tarde y el ocaso ya se hacía presente, iluminando el pasto y el frente de la cabaña con su luz anaranjada.

    La princesa tarareaba una canción por lo bajo, sentada junto a la ventana, con los ojos mirando el paisaje, mientras sus cabellos se mecían con la suave brisa del atardecer. Yu, mientras tanto, salía de la pequeña cocina, situada detrás de Miki y se aproximaba al centro de la sala, donde estaba un sofá largo, de lado derecho (mirando desde donde Miki estaba sentada).

    —¿Quiere algo para cenar?— preguntaba Yu, acomodando sus mechones detrás de su oreja
    —No. Estoy bien, tal vez más tarde— le contestó Miki, apoyando sus codos sobre la ventana
    —Me parece aceptable.
    —Oye Yu, ¿crees que Midori nos encuentre?—preguntó la princesa.
    —Es lo más probable— le confirmó, recostándose sobre el sofá, cerca de la ventana.
    —¿Y que haremos cuando eso suceda?—quiso saber la pequeña.

    Yu se movió con cierta incomodidad sobre el sofá e invitó con la mano a su princesita para que tomara asiento a su lado. Miki sonrió ampliamente y, a paso desganado, se tumbó sobre el sofá, acurrucando su cabeza sobre las piernas de Yu, mirando aún hacia la ventana.

    —Si la princesa Midori nos encuentra… Tendré que luchar contra ella.
    —Pero… Aún no sabemos la razón de su traición.
    —Con o sin razones, ella ha pecado enormemente… No podemos perdonarla.
    —De eso estoy consciente, pero… Tengo miedo de lo que pueda ocurrirte Yu.
    —Princesa Miki… No debería preocuparse tanto por mi estado.
    —¿Pero que cosas dices? Tú eres quién cuida y vela por mí— dijo, un tanto irritada— Así que, es lógico que me preocupe.

    La pequeña niña se giró para mirarlo, dejando su nuca sobre las piernas de su cuidador y, con cuidado y lentitud, posó sus manos sobre las cálidas mejillas del chico. Yu le dirigió una mirada confundida, pues no estaba del todo seguro sobre la razón o el origen de esa acción.

    —Yo te quiero, Yu— confesó Miki, sonrojándose.
    —Princesa… No debería decir esas cosas— le replicó, retirando suavemente las manos de la pequeña.
    —¿Porqué no? Ya no estoy viviendo en el palacio, y mis padres ya no están para impedir que sienta cosas— batalló, con un tono nostálgico y con la voz un tanto quebradiza debido al recuerdo.

    Miki se sentó sobre el sofá, en el extremo opuesto, lejos de Yu. Luego, tras una mueca de disgusto, posó su barbilla sobre el brazo del sofá, aplastando su rostro contra sus manos y permitiendo que su oscuro cabello cayera hacia adelante.

    —Princesa— dijo Yu, en tono preocupado y frunciendo los labios.
    —Quiero cenar— ordenó con recelo.
    —Como ordene.

    Incorporándose con fluidez, Yu cruzó la sala y entró a la cocina, sin mirar atrás o intentar consolarla. Sabía de antemano que Miki se molestaba con facilidad cuando se refería a los sentimientos, además, no era la primera vez que la princesa le confesaba lo que sentía.

    Yu recordaba con claridad que, hacía un par de años, cuando Miki apenas tenía 6 años, fue contratado por la familia Asturias para cuidar a la princesa mayor del palacio, Midori. Había llegado una tarde de invierno y Miki refunfuñaba por el vestíbulo, aporreando los talones al caminar y con los brazos cruzados sobre el pecho.

    —¿Está usted bien?—le había preguntado Yu en aquel entonces.
    —No. No lo estoy, mi padre me ha dicho que no puedo hablar con los niños del pueblo— le comentó, dándole la espalda.
    —Es lógico que el rey no quiera que su hija menor se junte con los niños del pueblo, ¿No le parece?
    —Supongo… Pero tampoco ha traído a alguien con quien platicar, al menos no a una persona que sea interesante— refunfuñó.

    Aquella tarde, después del cruce de palabras con la princesa menor, Yu había sido presentado a Midori, quién, encantada, aceptó que Yu fuera su “mayordomo”. Miki no se había dignado a mirar a esa persona que le quitó el mal humor con tan solo un par de frases, así que aún no conocía al que sería, tres años más tarde, su persona más importante.

    Pero, después de algunas horas, Midori había pensado en pasarla bien con su hermanita, así que fue en su búsqueda, con Yu tras de ella por supuesto.

    —Hermanita— le llamó, tocando la puerta.
    —¿Qué?—se escuchó decir, con tono relajado.
    —¿Quieres jugar un rato conmigo?—ofreció la princesa mayor.

    En un instante, la puerta estaba abierta y Midori tenía los pies dentro de la habitación. Yu se limitó a quedarse fuera y permitir la convivencia familiar de las chicas. Pasó un rato, escuchándose las risas y los comentarios irritados de Miki y su hermana, hasta que la puerta se abrió bruscamente.

    —¡¡Por eso te odio!!—gritaba la pequeña niña de cabello oscuro, dando un portazo y dando un cuarto de giro.

    Entonces, como reflejo instantáneo, los ojos dorados de Miki brillaron con un resplandor de amor genuino; se quedó paralizada al encontrarse con ese par de brillantes esmeraldas y los platinados mechones que estaban sobre ellas.
    Yu, un tanto absorto por el fuerte golpe de la puerta, enarcó una ceja y luego embozó una cálida sonrisa, provocando el intenso sonrojo de la pequeña niña.

    —¿Quién eres?—preguntó, aún con tono rosa sobre los pómulos
    —Soy Michiyuki Yu, el acompañante personal de su hermana mayor, la princesa Midori—le sonrió, acortando levemente la distancia entre sus rostros— Hablamos en la mañana. ¿Sigue usted enojada?
    —Ah… Mmm… No.
    —Me alegra.

    El chico de ojos esmeralda se había sumergido en sus dulces recuerdos mientras cocinaba para Miki, así que no escuchó las llamadas de la niña hasta que le golpeó en la espalda.

    —¡¡Oye!! ¿No ves que se está quemando?—le gritó, jaloneando sus ropajes.
    —¡Oh! Me quedé flotando—dijo Yu, apagando la estufa al instante.
    —Pues… ¿En qué tanto pensabas?—exigió saber Miki.
    —No… Nada.
    —Como sea… ¿Crees que quede algo que pueda ingerir?
    —Si. Tome asiento, enseguida le llevaré la cena.

    Miki, como buena niña, obedeció sin chistar, tomando asiento frente a la barra, situada al costado izquierdo del joven cocinero.

    “¿Cómo me he quedado tan perdido?”— Refunfuñaba para sus adentros— “Como si esos recuerdos fueran tan importantes para mí”

    Con paso veloz, Yu situó un plato de arroz con pollo frente a Miki y acomodó los cubiertos. Pasó los brazos por el cuello de la pequeña princesa y le acomodó una servilleta.

    —Buen provecho— pronunció Miki, para luego comenzar a disfrutar su comida.

    Yu se retiró de ahí, tumbándose sobre el sofá, esta vez, con el rostro cubierto con las manos y el cuerpo completo sobre el mueble. Suspiró un par de veces, hasta lograr aclarar un poco sus pensamientos, no podía explicarse la razón de recordar esa escena y luego perderse en ella, ¿acaso Miki significaba más para él que solamente como su protegida?, ¿podría ser que Yu llegase a “querer” a la princesa más de lo que él mismo pensaba? Como sea que fueran las cosas, Yu sabía que algo no estaba como debía y que, de alguna manera u otra, repararía el error y se mantendría al margen con la chica.

    —Oye Yu— dijo Miki desde algún lugar cerca de él.
    —¿Qué sucede princesa?—preguntó Yu, aún las manos sobre sus ojos.
    —¿Puedo hacer algo?
    —¿Algo?
    —Si. Algo sin que me des permiso, algo… espontáneo.
    —Creo que sí, mientras no se trate de algo peligroso.
    —Mmm… no es peligroso, solo es algo que… tal vez no es adecuado.
    —¿Qué es?
    —Si te digo, seguramente te rehusarás. Pero como mis padres ya no están y tú eres mi sirviente, lo haré aunque te niegues.
    —Parece que ha practicado su diálogo y ha pensado bien como lograr lo que se propone.
    —Bueno, en un par de días tendré 11… y soy una Asturias, así que es natural la inteligencia.
    —Supongo que no se detendrá, así que haga lo que quiera hacer.
    —Esta bien— se escuchó decir, a un volumen un tanto extraño.

    De pronto, Yu se percató de un pequeña y cálida brisa en su mejilla izquierda, pero, antes de poder evitarlo, sintió como algo rozaba sus labios. Miki lo había besado. Y aunque Yu tuviera la suficiente fuerza para apartarla de ahí, se quebró de compasión al mirar a su princesita sujetando sus cabellos contra su pecho, para no rozarlo y su rostro completamente rojo. Así, el joven peli-plateado, cerró los ojos y dejó a la pequeña disfrutar de su deseo.
     
  11.  
    Quelconque

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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Se me hace... peculiar que Miki y Midori sean de la familia Asturias (un apellido a todas luces español) y tengan nombres japoneses.

    Por cierto, he notado el uso de los puntos suspensivos en casi todos los diálogos por eso:
    Si los puntos suspensivos cierran el enunciado, la palabra siguiente debe escribirse con mayúscula inicial: "Supongo… Pero tampoco ha traído a alguien con quien platicar, al menos no a una persona que sea interesante" ; pero si no cierran el enunciado y este continúa tras ellos, la palabra que sigue se inicia con minúscula: "Pero… aún no sabemos la razón de su traición" o "Si la princesa Midori nos encuentra… tendré que luchar contra ella". Aunque también creo que hay algunas frases en las que no son tan necesarios los puntos suspensivos y bien podrían ser comas, pero esa es tú decisión pues tú eres la que pone el ritmo en los diálogos, sólo ten en cuenta qué tan largas quieres las pausas.

    Por lo demás, muy buena continuación, me dejó un sentimiento cálido y tierno la última parte, sobre todo por que parece que es correspondido el cariño aunque todavía Yu no se percate de eso.

    Saludos.
     
  12.  
    BelAhome

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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    ¿Ella tiene once? Ya me estaba mareando con la edad, ¿y él?
    Me gustó tu continuación y sobre todo el final, la pequeña princesa logró lo que quería. Pero no dejo de pensar en el título y qué podrá pasar en el futuro que les espera. Fue muy tierna la manera en que ellos se conocieron.
    No cometiste muchos errores y mejoraste con el tema de los diálogos, te felicito.
    Sólo hay algunas frases que resultan incoherentes:


    Hasta le próximo capítulo.
    ;)
     
  13.  
    Bylen

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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    *Tengo una super aclaración con respecto al arma de Yu, el nombre correcto es Nunchaku, una especie de varas unidas por una cadena, Selphie (final fantasy VIII) utiliza este arma, pueden dar "Nunchaku" en Google y ahí les salen imágenes.*
    Y porque la inspiración llega gracias a los buenos comentarios (T-T Estoy tan feliz), he aquí un capítulo más. Espero que les guste y que no tenga correciones.

    Capítulo IV. “El misterio de una historia”

    Miki mantenía los ojos cerrados, mientras sus manos temblaban ligeramente y su rostro se volvía cada vez más rojo. Yu por su parte, tenía el brazo sobre los ojos, esperando con impaciencia que la pequeña princesa se separara de ahí.

    —Princesa— la llamó, mientras retiraba su brazo de los ojos
    —Yu…
    —¿Está bien ahora?—preguntó, sentándose sobre el sofá
    —Ah… si— le confirmó, dándole la espalda al apuesto joven
    —Princesa…No debe…
    —¡Silencio!—le interrumpió la chiquilla— Por favor. Solamente escucha mi petición.
    —Princesa Miki—
    —Solo escucha.
    —Está bien.
    —Desde que te conocí hace años yo siempre admiré tu belleza. Y… no se porqué… pero siempre me he sentido feliz con tu compañía. Me siento… a gusto—le explicaba, mientras caminaba sin destino fijo por el lugar.
    —Pero princesa…
    —Siempre creí que tu y Midori tenían algo—confesó, mientras reía y lloraba al mismo tiempo— Y soy consciente de que tengo 10 años, bueno 11… y que jamás podría suceder algo con un chico de 17 como tú…
    —¡¡Princesa!!—Gritó Yu, mientras le jalaba por el brazo y la abrazaba, quedando el rostro de la niña sobre su cintura— Ya deje de hablar de esa manera. Si existiera un impedimento entre nosotros, claramente no sería su hermana.
    —¿Es eso verdad?—le preguntó, dejando caer su peso sobre el platinado.
    —Si. Las cosas que pasen aquí y ahora serán mi responsabilidad—le animó Yu, dejándose caer sobre el suelo, permitiendo a Miki acurrucar la cabeza entre su hombro y pecho.

    Después de aquel día, Miki y Yu permanecieron bastante felices, dejando a la princesa con una sonrisa en el rostro todo el tiempo. En las mañanas Yu preparaba el desayuno y miraba a la niña engullirlo; durante la tarde, salían a la terraza y Miki pedía sentarse sobre el césped, abraza por Yu.

    Ella le platicaba sobre las cosas que le gustaban y las que no, le comentaba sobre los tantos diarios que había llenado con su nombre y con historias en las que ella crecía y se quedaba con él. Algunas veces, la niña caía dormida sobre el regazo de Yu y él se quedaba ahí hasta el anochecer.

    En varias ocasiones, Yu le narraba historias fantásticas sobre los viajes que había hecho antes de llegar al palacio de los Asturias, pero, sin importar las descripciones de las más bellas ciudades o las más graciosas aventuras, Miki siempre se degustaba al escuchar la historia del origen de los cuatro elementos, fuera verdadera o no, ella adoraba escucharla…

    —Si se la he contado muchas veces—batallaba Yu con Miki entre los brazos.
    —No importa. Esa historia me gusta… Cuéntamela, ¿si?—rogaba, mientras acariciaba con ternura las palmas de su guardián.
    —Está bien.
    —Gracias.
    —Cuenta una leyenda que hace varias décadas, en el palacio de las rosas, vivían los Kazahaya, los reyes de toda Fenril (país inventado por mí), ellos vivían normalmente y eran grandes reyes y personas; ellos tenían un hijo, Valiant.

    “A sus 6 años, Valiant pierde a sus padres a manos de un hechicero, llamado Exeter, quien exilia al príncipe Valiant y poco tiempo después, manda a matarlo. Pero gracias al poder que yacía dentro del príncipe…
    —¡El poder del Fénix!—exclama Miki, con una sonrisa
    —¿Ve? Ya se la he contado muchas veces.
    —Sigue contando la historia.
    —Bien… Como decía— prosiguió, retomando la leyenda— Gracias al poder que yacía dentro de él, logró detener a los atacantes del pueblo en el que se había instalado. Usando la única técnica que había aprendido a controlar… “Tsubasa no Hi” (Alas de Fuego).

    “Meses después, decidió vengar a su familia, así que comenzó a entrenar en él bosque a todas horas. Ahí conoce a una hermosa joven de cabellos azules llamada Aoi Ayane, quién se había presentado como la “Kibo no Umi” (Esperanza del Mar), ella le cuenta que Exeter robó sus poderes de Sirena, así como la habilidad de nunca envejecer.

    “Valiant hace alianza con la joven y se une a los entrenamientos. En eso, el poder del Leviatán nace en Aoi, dotándola con la técnica de “Mizu no Ryu” (Dragón de Agua). Valiant la acusa de mentirosa y le dice que no quiere verla más; Aoi, entre la sorpresa de su nuevo poder y el dolor de perder a su único amigo, se va contra Exeter sola.

    “Aoi es vencida en cuestión de segundos y es atrapada en los dominios de Exeter. Valiant se entera de esto y decide ir contra Exeter, quién ha puesto una serie de “puertas misteriosas” que le impiden llegar hasta él. En una de las dimensiones existentes dentro de las puertas, se encuentra con un niño llamado Tenshi, quién lleva el espíritu del ángel del viento, así como la habilidad de “Oto no Kaze” (sonido del viento).

    “Este chico le dice que es el hijo de Exeter, pero que había sido encerrado ahí debido al horror que el hechicero le tenía a los poderes del chico, Tenshi le pide ir con él y así recuperar el medallón que su madre le había dado. Valiant acepta llevarlo consigo y siguen cruzando puertas.

    “No tenían idea de donde estaban o si les faltaba mucho para llegar con Exeter. Valiant, harto y cansado decide abandonar la búsqueda y dejarse morir ahí. En ese momento, un joven cae del cielo y le dice que no se dé por vencido, que recuerde las dos razones por las que quiere vencer a Exeter y Valiant recuerda a sus padres y Aoi de quién, sin darse cuenta, se había enamorado.

    “Sin explicación, el nuevo chico se une a Tenshi y Valiant y siguen su misión. Por fin los tres llegan a la última puerta y ahí esta Exeter con Aoi entre los brazos. Valiant se altera y lo ataca de frente, siendo atravesado en el pecho por el “rey”. Tenshi y el chico desconocido pelean contra su enemigo y logran salvar a Aoi; la joven ninfa llora desconsolada en los brazos del chico desconocido, a quién ella llama Ryu.

    “Exeter encierra a los tres jóvenes en una enorme jaula y mira el cuerpo de Valiant sangrar. En ese momento, Valiant se levanta y se va contra el rey. Pelean durante un buen rato hasta que Valiant logra acorralarlo, así, desangrado y malherido, Exeter exige saber como es que el príncipe había sobrevivido.

    “Valiant le explica que lleva al Fénix dentro y que los otros chicos llevaban al Leviatán y al Ángel del Viento. Exeter se aterra y lanza hechizos sin cesar, en ese instante, el joven desconocido destruye la prisión y se lanza sobre Exeter, le toma del cuello y, mientras Ryu emana luz de su cuerpo, le sonríe y dice: “Exeter, soy yo… Fenrir”. Ante esto, Exeter suelta un grito de terror y desaparece con Ryu.

    “Valiant y los otros dos salen del palacio y miran como el extraño mundo creado por Exeter desaparece con el aire. Aoi les dice a Tenshi y el príncipe que Ryu era su hermano y que llevaba el poder de la oscuridad, al que había llamado Fenrir, en su piel, un poder que Exeter había creado pero que no podía soportar.

    “Pasan dos años y la tierra de Fenril se restablece. Valiant se retira de ahí y acepta ceder el trono a Tenshi, quién es proclamado rey el mismo día de partida de Valiant. Aoi acepta casarse con él y ambos se van al pueblo donde habían entrenado antes. Tenshi se despide del joven Valiant dejándole un sobrenombre…
    —El príncipe de Fuego, ¿no?—pregunta Miki
    —Aun sabiendo la respuesta y el final de la leyenda, usted prefiere esa historia sobre cualquier otra.
    —Si.

    —Eso es tan tierno, Yu—se escucha decir a sus espaldas.
    —¡Princesa Midori!—exclama Yu, poniendo a Miki detrás.
    —Hermana— le llama la pequeña, mirando de lado.
    —Vaya, Yu. No creí que fueras a contarle esa historia, al menos no creí que fueras a contársela tan pronto— dice Midori con aire prepotente, mientras se aproxima hacia ellos.
    —¿De qué habla?—pregunta Miki
    —¿No le has dicho aún?—dice Midori poniéndose de rodilla junto a su hermana pequeña
    —¡¡BASTA!!—exclama Yu, cargando a Miki
    —No tengas miedo Yu. Seguro Miki se pondrá muy contenta de saber quién hace el papel de Valiant en esa historia.
    —Princesa Midori… No lo haga por favor.
    —¿Entonces prefieres que le diga quién es Aoi?
    —¿Qué pasa Yu?
    —Te diré Miki… Quién es la chica que hace de Aoi en la historia real.

    ---
    Continuará…
     
  14.  
    Quelconque

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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Pero si los nunchakus también salen como chacos en una búsqueda de google ._.

    Qué. Frío. Es. Yu.

    No noté demasiado errores esta vez, vas mejorando y mucho, sólo me agradaría hacer hincapié en la diferencia entre sólo y solo: la primera puede ser sustituida por "solamente" (Solamente escúcha/Sólo escucha) y la segunda indica soledad (Me siento solo).

    Creo que no necesitabas hacer ese comentario *verguenza*

    ¿Te gusta Magic Knight Rayearth, verdad? xD

    Tanto si es Miki como si es Midori quien tiene el papel de Aoi en la vida real, ambas serían geniales: uno muy ad hoc, pero cursi y otro muy dramático con miras hacia "puedes cambiar el destino para que la más amada protagonista quede como la amada por su príncipe".

    He notado que Yu nunca come ¿es alguna clase de pista sobre su verdadera identidad y su frialdad ante Miki?
     
  15.  
    BelAhome

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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Ahora sí que se está poniendo bueno...

    Interesante leyenda y sus protagonistas sospecho los conocemos. Me encantaron los nombres de sus técnicas de ataque. ¿Ahora Miki guardará algún poder?

    Hay un error en los tiempos verbales.

    Y trata de evitar los comentarios entre parétesis, quitan la ambientación y distraen.

    Hasta el próximo capítulo ;)
     
  16.  
    Bylen

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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    ^^Sip, sabía que la historia les crearía conclusiones y como bien dice uzu, sea Miki o Midori la ocupante del puesto de Aoi, ambas serían geniales.
    Pero bueno, he aquí la verdadera conclusión. Ya pronto comenzará una verdadera pelea (así que estoy trabajando mucho, para no tener errores en ese aspecto) y podrán ver a Yu en todo su esplendor.
    Soy tan patética que me enamorado de mi propio personaje y hasta coraje me da pensar que cuando haga el final... Mejor les dejo con el capítulo... XD

    Capítulo V. “La pena de Yu”

    El viento soplaba con fuerza y las hojas amarillentas caían con suavidad sobre el campo abierto. En aquella cabaña se respiraba tensión y un tanto de miedo, la princesa que había asesinado a sus padres estaba ahí, arrodillada junto a su única familia con vida. El joven guardián permanecía inmóvil junto a la princesa menor, rodeándola con el brazo.

    —¿Existen los guerreros de los cuatro elementos?—preguntaba Miki a su hermana, aun detrás de su guardián.
    —Si. Pero… pero la historia no es como Yu te la ha contado, hermanita.
    —¿Porqué Yu habría de mentirme?
    —Tal vez porque no quiere que sepas cual es tú destino y como afectas al suyo— decía, dando una mirada triunfante a Yu.
    —Entonces, ¿Quién es Aoi?
    —¿Le digo yo? ¿O lo harás tú?—pregunta Midori, incorporándose y dando frente a Yu.
    —Princesa Midori, su hermana ha cumplido los once año hace dos días…
    —¿Y eso qué?
    —No es prudente que yo confiese algo de tal magnitud a una niña.
    —Mmm…—pensó, llevándose el dedo índice a la barbilla en señal de reflexión—Pues yo no creo que una niña sea capaz de tener sentimientos tan pasionales como para besar a otra persona… o debería decir… ¿a un ángel?

    Yu solamente quedó petrificado, aplicando más firmeza al brazo que cuidaba de Miki y dio dos pasos atrás.

    —¿Un ángel?—preguntó Miki, apretando la mano de Yu con fuerza
    —Ni siquiera le has contado lo que eres Yu, eso es imperdonable—le dice Midori, caminando de un lado a otro, dirigiendo miradas arrogantes al joven de cabello inusualmente blanco.
    —¡¡Yu!!—Gritó Miki, rompiendo la tranquilidad y el trance en el que su guardián permanecía—¿Qué está pasando?
    —Señorita Miki… Princesa…Yo…
    —Oh vamos Yu, basta de llamarle princesa. Ambos sabemos que no lo es.
    —¿Q…qué?
    —Como veo que Yu no dirá nada… Te lo explicaré yo, ¿de acuerdo?
    —Si… creo.
    —Bien.

    Midori caminó con cuidado y tomó lugar junto a Miki, tomando su mano y sentándose en el suelo con ella. Acarició su cabello con extrema ligereza y miró por el rabillo del ojo al hermoso joven que yacía inerte a un lado.

    —La historia que te ha contado Yu, no es del todo verdadera.
    —¿A qué te refieres?
    —Primero. La historia en sí, es real. Los personajes existen, exceptuando los nombres. Además…
    —¡¡BASTA!!—Explotó Yu, levantando a Miki del pasto y colocándola suavemente sobre su pecho—¡¡No permitiré que destruyas su vida!!
    —¿Su vida? ¡Ella no tiene una vida! Esto es solamente una cortina que tu has creado.
    —¿Una cortina?—pregunta Miki, apretando los puños
    —¡Deja que ella sepa su destino y lo que le espera! ¡Esta podría ser una oportunidad única y lo sabes!
    —¡¡Aún es muy pequeña!!
    —¡¡Es exactamente por eso que debes decirle!! Aún no ha despertado lo que lleva dentro, podemos salvar al mundo si le decimos ahora.
    —¡¡NO!!
    —Yu, comprende. ¡¡Si Exeter despierta en ella no podremos detenerla!!—gritó Midori

    Aquella frase había dejado en shock a la pequeña. Su corazón latía despacio y sus ojos se mantenían enfocados en el suelo, sus piernas y brazos temblaban cual bebé en invierno. ¿Había escuchado bien? ¿Midori había dicho Exeter? ¿Acaso ella era la mala de la historia y no la buena como pensaba? ¿Qué había sucedido en esos 5 años con Yu y Midori? ¿Existía la manera de llevar maldad dentro de su corazón?

    —¡¡Miki!!—Gritó Yu, sacudiendo a la princesa por los brazos—¡¡Miki!! ¡¡Mírame!!

    Miki podía escuchar a Yu gritar una y otra vez su nombre, pero ella no podía responder, su cuerpo se había paralizado. Su vista se nublaba poco a poco, cerrando cada vez más la posibilidad de contestarle al chico que tanto añoraba. Todo fue cubierto por un manto negro y un silencio sepulcral, Miki sentía el contacto de sus pies con un suelo helado, pero suave.

    —¿Dónde estoy?—se preguntó la pequeña, mirando alrededor.

    Encontrándose con un campo de nieve, parada en el centro de éste, la princesa se dejó caer sobre las rodillas. Sentía como el dolor y la tristeza la invadían, dejando su cuerpo aún más helado de lo que ya estaba. Sus manos temblaban y sus dedos ya eran púrpuras. Miró el cielo y dejó que esas pequeñas muestras de melancolía cayeran silenciosas y descaradas.

    —¿Yu? ¿Dónde te encuentras? ¿Me has dejado sola?—se preguntaba repetidas veces.

    De pronto, una luz violeta apareció ante ella.

    —¿Qué es eso?—preguntó.
    —La pregunta correcta es, ¿Quién eres?—corrigió una voz claramente adulta, pero femenina.
    —¿Uh?
    —Seguramente ya te han contado sobre mí. Y por lo que sé, te gusta mucho que ese ángel te cuente la historia.
    —¿Te refieres a Yu?
    —Sí, ese ángel.
    —¿Es un ángel? ¿En serio? ¿Uno real?
    —Tranquila. Responderé todo lo que quieras preguntar, pero paso a paso. Primero, me presentaré.
    —S…sí.
    —Mi nombre es Exeter.

    Una vez más, el cuerpo de Miki quedó paralizado al escuchar el nombre de aquella persona. Ahora que podía mirar bien, era una hermosa joven de cabello oscuro y muy largo; llevaba una túnica negra y un collar dorado en forma de alas. Sus brillantes y dorados ojos la hacían lucir como una versión adolescente de ella misma. Era como mirarse al espejo y verse cinco años mayor.

    —¿Tu eres Miki Asturias?—le preguntó suavemente
    —No lo sé… Justo ahora, Yu y Midori me han dicho que no soy una princesa, así que debo suponer que no soy una Asturias…
    —No hay de qué preocuparse. Para mí serás Miki, solamente así. ¿Estas de acuerdo?
    —Supongo.
    —¡Bien! Ahora, cuéntame… ¿Qué es lo que quieres saber?
    —Mmm… ¿Quién es Yu?
    —Es un ángel— le confesó, tras reír con voz cantarina—Es un ángel en toda la extensión de la palabra. Incluso tenía alas…
    —¿Tenía? ¿Acaso las perdió?—preguntó, un tanto alterada.
    —Él no las perdió. Le obligaron a quitárselas…—explicó, señalando su collar dorado—Fue castigado por los dioses. El pecó. Se enamoró de una humana… Se enamoró de mí.
    Yu… Así que es ella el impedimento entre nosotros—concluyó en su mente la pequeña, con una media sonrisa.
    —El luchó por seguir a mi lado, pero…
    —¿Qué ocurre señorita Exeter?—preguntó angustiada, mirando a su nueva compañera llorar.
    —No. No es nada, solo que me lastima recordar esos tiempos.
    —Pero… ¿Cómo fue que Yu vino hasta Fenril?
    —Sucede que Yu, fue enviado hasta este reino con el único propósito de proteger a los cuatro elegidos del pecado y llevarlos hasta la victoria.
    —¿Contra quién?
    —Contra mí.
    —¿T…tú?
    —Se qué parece ilógico. Pero yo no soy la clase de persona a la uno deba seguir. Pero por más, siempre habrá un elegido para ocupar el puesto de héroe y, por consecuencia, siempre existirá el elegido para villano.
    —¿Y quién era ese elegido para ser héroe?
    —El príncipe de Fuego, el gran Valiant Kazahaya.
    —Pe…pero…
    —Se qué Midori te dijo que no eran los nombres correctos, pero ella también te mintió—le dijo, acariciando su cabeza— Valiant si fue elegido para vencerme, pero las cosas no sucedieron tan… Fáciles como te dijo Yu.
    —No comprendo.
    —Valiant conoció a una joven de la que se enamoró, pero no acabaron juntos. Tenshi recuperó el medallón de su madre, pero no se volvió rey. Ryu nunca murió… porque el verdadero Ryu aún permanece con vida…
    —Aquél con el poder creado por Exeter…—dijo Miki
    —Aquél que puede vencerme…—le siguió Exeter
    —Aquél que morirá con el enemigo entre sus brazos…—dijo Miki, apretando su pecho y sintiendo el dolor en la garganta.
    —Ese es Yu. Ese es su castigo. Ese es su dolor. La causa de su frialdad y la razón de su ayuno permanente. El impedimento para irse de este mundo…
    —Su amor por ti y el eterno muro para sacar a toda Fenril del sufrimiento—concluyó Miki.
    —Y para acabar con la pena de Yu, solo existe un método…
    —Que tú reencarnes en mí—objetó Miki, poniéndose de pie.
    —Aún sabiendo lo que te espera. Aún consiente que esto te separará de Yu… Y aún con miedo y dudas, ¿dejarás que la maldad ocupe tu cuerpo?
    —Sí.
    —Yo no te estoy obligando, ten en cuenta que una vez que yo salga tú jamás volverás.
    —No importa.
    —Yo haré todo menos el bien.
    —Pero Yu podrá mirarte una vez más.
    —Pero la destrucción no acabará jamás.
    —Pero Yu tendrá esa sonrisa.
    —El mundo acabará en ruinas.
    —Yu seguirá a tu lado.
    —¿Estás segura?
    —Sí.
    —Bien. Esto es un contrato Miki. Tú serás mi nuevo cuerpo. ¿Lo aceptas?
    —Acepto.

    La joven de aura maligna se puso de pie y miró a la pequeña chiquilla. Tomó sus manos y ambas cerraron los ojos. De pronto, una luz negra apareció sobre aquella unión, los cuerpos de ambas comenzaron a verse borrosos y poco a poco un nuevo ser era creado bajo sus pies.
    ---
    Continuará…
     
  17.  
    Quelconque

    Quelconque Usuario popular

    Virgo
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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    No sé, ahora Exeter no me parece tan mala y Miki tal vez no fue la Aoi pero fue lo que ella querría ser, en definitiva. Se me hace un poco egoísta el que Miki haya aceptado porque implicaría la ruina del mundo, la guerra, su muerte y probablemente la de su hermana y su adorado Yu, pero a la vez es algo benevolente porque quiere que al menos la historia se termine de una vez y dejen de reencarnar con odio renovado y, tal vez, en algún futuro puedan ser felices comiendo perdices.

    Está poniéndose interesante, lioso, pero los personajes van tomando forma. Sólo falta ver qué hacen...
     
  18.  
    BelAhome

    BelAhome Usuario común

    Aries
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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Es admirable cuanto has mejorado en las descripciones y en la narración en general, si que has cambiado y para muy bien. Pero todavía te olvidas varios puntos finales en los diálogos.
    No me quedó muy en claro lo de Miki y Exeter, me perdí en esa parte.

    Algunos detalles:

    Esa frase no me convence, no me termina de cerrar.
    Podría haber sido: "...aplicando más firmeza al brazo que cuidaba de Miki mientras retrocedia unos pasos".

    Te faltaron los signos de pregunta.

    El diálogo que narras transcurre todo en el mismo momento, se va sucediendo conforme avanza la conversación pero los tiempos verbales están mezclados. Debes elegir en cual vas a escribir, aquí mezclas pasado con presente. O es todo en pasado o lo es en presente.


    Hasta el próximo capítulo.
    ;)
     
  19.  
    Bylen

    Bylen Usuario común

    Cáncer
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    [Original] El príncipe de Fuego
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    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    Perdonen la tardanza!! Es que ya comenzaron mis clases y los mestros ya empezaron con sus tareas interminables... Espero no tener muchos errores esta vez.. Gracias a Yuzu y BelAhome por toda su ayuda, son las mejores!! Sin más, aquí el capitulo... Sé que es un tanto lioso, pero poco a poco se desplegará todo.

    Capítulo VI. “Amor no correspondido”

    Ambas, luz y oscuridad, se unían en un nuevo cuerpo, un nuevo ser, lleno de rencor y dolor, de amargura y tristeza, de pérdida y futura desdicha. No había momento en el que la pequeña princesa no dejara de temblar, sus ojos iban perdiendo brillo y su cuerpo el color. Exeter miraba con malicia a la pequeña y disfrutaba ver su destrucción.

    Nadie sabía la verdadera razón de las cosas, no se sabía su inicio y, aparentemente, su final jamás llegaría. Yu, enamorado y frustrado, había decidido dejar a Exeter con vida y no cumplir con su destino en la Tierra, aunque eso implicara la destrucción de todo. Su alma, al igual que la de Miki, deseaban con todo el mismo destino para su persona más preciada: Verla sonreír.

    En ese oscuro lugar, Exeter se fortalecía y lentamente, su cuerpo tomaba la forma estilizada y perfecta de una princesa de cuento de hadas. Su cabello se alargaba y obtenía una reluciente tonalidad, su piel absorbía la pálido y níveo color de la pequeña Miki, mientras que la niña caía al suelo y se transformaba en un pálido ser.

    —Por fin ha llegado el momento de volver a verte, Yu—dijo la nueva y hermosa mujer adoptando una pose triunfante y embozando una malévola sonrisa.
    ¿Pero… que he hecho?—se preguntó la dulce princesa, mirando como Exeter desaparecía de su visión y ella se hundía en un oscuro mar desolado.

    De pronto, aquél campo de otoño se pintó todo de violeta y el suelo comenzó a temblar. Yu cargó a la princesa dormida en brazos y saltó sobre del tejado de la cabaña, seguido de la joven rubia.

    —¿Pero que demonios está pasando?—preguntó Midori por lo alto, mirando a Yu.
    —Esto es imposible…—dijo Yu, enfocando su mirada en la desmayada princesita.
    —¡¿Sabes lo que ocurre?!—preguntó la princesa mayor, con algo de histeria.
    —Princesa Midori, por favor, ¡Huya, aléjese lo más posible, busque al joven Kazahaya y hágale saber que sus servicios son requeridos una vez más!
    —¿Y-Yu? E-Estás diciendo que, E-Ex…
    —Por favor, vaya y busque a Valiant. Traiga a Tenshi también.
    —Pe…pero…—quiso apelar.
    —¡¡Con un demonio!! ¡¡Haz el papel que te corresponde Midori!! ¡¡Por una vez en tu vida, sé la Aoi de la que le hablé a tu hermanita!!—explotó Yu.
    —Yo… ¡¡Lo haré!!-gritó, saltando del tejado y corriendo a toda velocidad.

    Mientras la rubia corría, pudo sentir como un aura crecía cerca de ese lugar, los temblores aumentaban y la luz que tenía Yu entre los brazos se tornaba en una oscuridad rotunda.

    —Mmm…—musitó aquel cuerpo dormido, moviéndose con incomodidad.
    —¿Miki?—llamó el platinado, acariciando con suavidad la mejilla de la niña.
    —Mmm…—musitó de nuevo, moviendo la cabeza en busca de la cálida caricia de Yu.
    —¿Eres tú, Miki?—preguntó nuevamente, aproximándose a la pequeña.
    —No—pronunció finalmente, aún con los ojos cerrados.
    Es imposible…—pensó
    —No, no es imposible Yu—le afirmó—He vuelto, más fuerte que la vez anterior.
    —Exeter.
    —Sí. Y ahora estaremos juntos por fin—le dijo, abriendo los ojos.

    Yu, alterado, soltó el frágil cuerpo aniñado y se puso de pie al instante, adoptando una mirada furtiva y un tanto agresiva. Exeter, aun en uso del cuerpo de Miki, se incorporó sobre el tejado y sonrió con malicia.

    —¿Porqué tan enojado Yu? Si solo regresé por ti.
    —Eso no es verdad—negó, retrocediendo con cautela.
    —¿Me estás diciendo mentirosa?—preguntó, con un tono enojado y más grave.
    —Exeter, tu y yo sabemos que mi amor… ¡¡Nunca fue correspondido!!
    —Parece que, has cambiado, mi preciado ángel—dijo dando zancadas hacia él.
    —Los años dejan rastro.
    —Si, es cierto. Pero recuerda que eso solo se aplica en humanos y no en ángeles…—comentó, parando en seco frente al tan adorado Yu.
    —Ya no soy más un ángel.
    —¡Es cierto! Y… ¿Recuerdas porqué?—preguntó, simulando no recordar la respuesta.

    Yu respondió con un silencio y caminó hacia atrás, cayendo firmemente sobre el césped grisáceo. Exeter sonrió una vez más y le siguió nuevamente, acortando más la distancia entre los dos.

    —¿No dirás nada?... Oh, bueno, entonces, te lo recordaré—dijo, mientras acariciaba las doradas alas que llevaba colgando.

    Al instante, Exeter tiró de las alas, mirando con prepotencia al chico, quién, aún sobre el suelo, se retorcía y mantenía la postura con gran dificultad. Exeter soltó las alas y Yu se reincorporó de inmediato, la pequeña caminó más cerca y, esta vez, abrazó al ángel. Finalmente, una luz oscura cubrió a la pareja y se disipó al instante, dejando a una hermosa joven y a Yu sobre el tejado una vez más.

    Exeter, vistiendo un hermoso vestido negro, de aspecto clásico del silgo XVI, de anchos faldones y varias capas de tela, se acercó al rostro de Yu, quién ahora usaba un traje negro de corbata acompañado de un sombrero de ala igualmente oscuro.

    —Yu… mi ángel, quédate conmigo—ordenó, tomando a Yu por las mejillas y besándolo con pasión.

    El plateado ángel rodeó a Exeter por la cintura y le devolvió el beso, aplicando fuerza en sus brazos, como si quisiera tenerla así para la eternidad, pero… La mirada del joven guardián había cambiado, sus ojos lucían sin vida, aquel brillo especial se había ido, había perdido la chispa divina, él no era más un humano consiente. Mientras que, en el rostro de la joven se dibujó una sonrisa triunfante.

    Y la princesa acabó en los brazos del príncipe…—se dijo Miki, aún perdida entre las sombras—¿Acaso traje la ruina del mundo con esto? ¿Era mi destino ser solo el contenedor de la maldad? ¿Debí decirle “no” a Exeter?

    La mente de aquella joven princesa, se retorcía ante tantas posibilidades, daba vueltas e intentaba reflexionar porqué había hecho eso, ¿Por qué le había abierto las puertas a esa malvada mujer tan fácilmente?, no estaba segura de que hubiese querido hacer eso. Tal vez, aquella voz había dicho y hecho lo correcto en el momento exacto.

    Yo… No debí haber dado la oportunidad a Exeter…

    Frustrada y abandonada en ese lugar oscuro, la dulce princesa se movía entre sus recuerdos para así darse cuenta de que algo o alguien la había encerrado en esa oscuridad en el momento justo para que Exeter se apoderara de ella.

    ¿Por qué confié en ella? ¿Será qué debía decirle “si” y dejarme llevar?—batalló la pequeña—Es imposible… Yo nunca había sido así, nunca le hubiera dado mi confianza a alguien así de sencillo…

    Tal y como Miki planteaba las cosas, daba la impresión de que había sido manipulada por algo o alguien., ¿Podría ser que Exeter no fuera su mayor enemigo?

    Continuará...
     
  20.  
    BelAhome

    BelAhome Usuario común

    Aries
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    7 Abril 2008
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    Pluma de
    Escritor
    Re: [Original] El príncipe de Fuego

    ¡Excelente continuación! Me tardé bastante en pasarme por aquí.
    Con lo último que pasó sólo me dejas pensando en quién será esa otra persona/ser/loquesea, además de la razón por la que los padres de las princesas murieron. ¿Midori resultó ser buena? Y yo que la creía completamente malvada.
    Muchos interrogantes.

    Esperaré el siguiente capítulo.
    ;)
     

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