One-shot Operación Regalo de Navidad [FSN | UA]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Gigi Blanche, 14 Diciembre 2019.

  1.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master yes, and?

    Piscis
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    Escritora
    Título:
    Operación Regalo de Navidad [FSN | UA]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1265
    Título: Operación Regalo de Navidad
    Rol: Fate Stay Night
    Personajes: Joey Wickham, Daichi Nishimura, Jezebel Vólkov.
    Notas: esta wea es super random, como siempre me salen los UA de estos tres xdd Es para la actividad de Kuro, también, y nada <3 Las etiqueto por si les interesa, niñas SweetSorrow Yáahl

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    Operación Regalo de Navidad

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    —Pero a ver, ¿qué es lo que estás buscando?

    —¡No lo sé, Dai! ¿Por qué piensas que te traje? Si tuviera una idea clara simplemente habría salido, lo habría comprado, ¡y problema resuelto! Pero la vida no es tan simple, ¿sabes? Menos en Navidad.

    Daichi le palmeó el hombro a Joey, como si comprendiera su sufrimiento, cuando en realidad no tenía idea. Se le hacía tierno, sin embargo, ya que era la primera vez que veía a su amigo tan contrariado en esas fechas.

    —Comprarle cosas a mi familia siempre es fácil —se siguió quejando, mientras ambos caminaban por el centro de la ciudad—. Papá siempre tiene algo roto, mamá siempre tiene algo estirado, y mi hermano siempre quiere libros de mecánica. ¡Hasta tú eres fácil, Dai!

    —Ah, muchas gracias. Me halagas.

    —Pero esto es, ¡esto es una tragedia! ¿Debería comprarle ropa? ¿Y si le erro a la talla? ¿Y si no le gusta el color, o la tela, o el largo, o la forma de las mangas, o el corte del cuello? Ah, ya me da dolor de cabeza. ¿Debería comprarle un libro? Pero, ¿qué le gusta leer, exactamente? Es decir, creo que lo último que leí en mi vida fue… El principito, en quinto grado. ¿Puedo confiar en las recomendaciones de quien me atienda? ¿Y si no le agrada, pero lo lee por compromiso? ¡Sería horrible! También le gusta hornear, pero ¡mierda! ¡No quiero regalarle utensilios de cocina a una mujer en pleno siglo XXI!

    —Joey, creo que estás entrando en pánico.

    —¡No estoy entrando en pánico!

    Oírse a sí mismo le hizo notar que, efectivamente, estaba entrando en pánico. Bufó entre dientes, y el sonido fue similar al de un gruñido. Daichi soltó una risa corta mientras pasaba un brazo sobre sus hombros para hacerlo girar hacia la derecha.

    —Mira, te ayudaré. Soy su roomie desde hace tres años, después de todo. En esta calle está lleno de tiendas con chucherías para mujeres y esas cosas. También he venido a buscar lociones y esmaltes, no voy a mentir. Por eso sé que los productos son buenos. Sobre todo aquí.

    Ingresaron a un local de tamaño considerable, atestado de público femenino. Joey sintió estar pisando territorio desconocido, como un auténtico forastero en tierras lejanas, y las miradas que le echaron al curioso par de jóvenes analizando esmaltes lo puso aún más incómodo.

    —Mira, Joey, no me meteré con sus decisiones cosmetológicas porque prefiero mantenerme en buenos términos con las personas que viven conmigo...

    —¿Cosmetológicas?

    —Así que, si algo puedo decirte, es que le vendría bien un lindo pijama. Ya sabes, siempre usa remeras estiradas con shorts desteñidos.

    Joey no comprendía realmente el problema de dormir con ropa vieja, pues era algo que había hecho toda su vida. Pero cuando pretendía adentrarse en los misteriosos dominios de la mente femenina, Daichi era una especie de Yoda.

    —Ya veo. Podría comprarle un pijama de invierno. De esos suavecitos y, hmm… ¿con felpa, se llama?

    —Suena a una niña de cinco años, pero vale. Podría funcionar. Veamos qué hay.

    A Joey genuinamente le sorprendió la cantidad de diseños diferentes que había para la ropa que uno usa metido en la cama, de noche, mientras duerme. ¿La gente siempre le había prestado tanta atención a los pijamas? ¿Eran una especie de nueva moda? ¿Acaso las chicas hoy día se juntaban a hablar sobre los nuevos pijamas de temporada?

    —¿Cuál es tu presupuesto, Joey?

    —No te preocupes por eso. Tengo suficiente.

    Daichi observó a su amigo de soslayo, mientras su sonrisa se ensanchaba y lo codeaba suave.

    —Eh~ Qué galan, qué varonil. Ojalá tenerte de novio, cariño.

    Joey frunció el ceño, algo avergonzado, y le dio la espalda para seguir buscando entre las perchas de ropa.

    —Cállate.

    Daichi soltó una risilla y le extendió un pijama frente a sí.

    —Mira este, príncipe encantador. Diría que es su talla y todo.

    Joey lo sostuvo con ambas manos, y una sonrisa se le escapó mientras lo analizaba. Daichi contuvo el impulso de volver a molestarlo y lo observó en silencio, algo enternecido. Su amigo se veía bastante adorable cuando pensaba en su novia.

    —Sí, este es. Me gusta mucho. ¿Estás seguro de que es su talla?

    —Joey, entiendo que confíes en mí y todo, pero es algo incómodo que estés preguntándome por la talla de tu novia.

    Joey soltó una risa corta y se giró, dispuesto a pagar el regalo, cuando sus ojos enfocaron y reconocieron de inmediato una amplia cabellera albina a la entrada del local y el corazón casi se le escapó por la boca. Antes de siquiera poder pensarlo, había agarrado a Daichi de la sudadera y lo había arrastrado detrás de un mostrador bajo.

    —Mierda, Joey, ¿qué haces?

    —Jez —murmuró, agitado como si hubiera acabado una maratón—, está aquí. ¡Jez está aquí!

    Decir esas palabras parecieron forzarlo a comprender la apocalíptica gravedad del asunto y se llevó una mano a la cabeza.

    —¿Qué haremos, Daichi? ¡No puede vernos! ¡Es demasiado obvio! ¿Qué haríamos los dos aquí, si no?

    Daichi chasqueó la lengua. Tenía un punto.

    —Bueno, se ve que seguiré siendo el héroe de la Navidad. —Suspiró, acomodándose la ropa, y se incorporó—. Espera un rato más aquí, yo la distraeré.

    El corazón de Joey le agradeció con toda la intensidad de la cual era capaz, mientras doblaba un poco el pijama para que no tocara el suelo y se concentraba en ignorar las miradas curiosas de las chicas a su alrededor. Le estaba dando vergüenza, y sentir ese molesto calor en sus mejillas lo puso aún más nervioso. ¿Él? ¿Ruborizándose? ¿Qué clase de manga shojo era ese?

    Incluso desde su escondite pudo oír la estridente voz de Daichi saludando a Jez. Soltó un suspiro bajo y se asomó apenas por el costado, buscando identificar la procedencia del sonido. Jez estaba dándole la espalda, pues Daichi mantenía las manos sobre sus hombros y le impedía girarse. Sus miradas conectaron, entonces, y el muchacho sonrió más amplio que antes. ¿Era la señal? ¿Esa era la señal? Tragó saliva, dispuesto a arriesgarse, y prácticamente esprintó hasta la caja registradora. La muchacha que atendía lo recibió algo sorprendida, pero no hizo preguntas. Joey se había cubierto el cabello con la capucha de su jersey y le sonrió mientras soltaba los billetes torpemente sobre el mostrador. La voz de Daichi llegó a sus oídos una vez más.

    —¡Mira, Jezzie! ¡Encontré unos aritos geniales para ti!

    El pecho de Joey se fue descomprimiendo a medida que Daichi se llevaba a Jez local adentro. La chica le alcanzó la bolsa de regalo dentro de la cual había guardado el pijama y Joey le sonrió, deseándole un buen día, para salir pitando hasta la calle. Una vez fuera de la tienda alcanzó a divisar a Daichi. Su cabeza sobresalía entre la gente gracias a su estatura, y vio cómo alzaba un brazo para mostrarle el pulgar en alto. Joey compartió una sonrisa victoriosa junto a su amigo y se quitó la capucha mientras salía caminando tranquilamente en dirección a casa.

    Operación Regalo de Navidad: exitosa.
     
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  2.  
    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Pero bueno andamos en racha con los fics soft hoy xDDDD

    Otra dinámica que me encanta además de las de mis bebés de BTOOOM! es la de estos tres, porque son todo un caso. Daichi es el héroe sin capa de esta historia, sin dudas, sacando a Jez el día del armario, mandando a Joey al apartamento después y ahora ayudándolo a comprarle un regalo (?) Mira, yo es que amo a este tipo porque es de lo más random xD

    Fue una lectura de lo más linda, porque imaginar a Joey paniqueando al pensar en qué regalarle a Jez es demasiado accurate ♥ y muy adorable también, dicho sea de paso. Solo pensar en cómo ve este niño a Jez me da diabetes, porque se ve que la quiere un montón omg ;-;

    En fin, gracias por esta cosa tan cute Gigi ♥
     
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