Oni-sama (Kaname&Yuuki)

Bueno bueno... esto lo hice ahora en la tarde también inspirada en una canción, es un Kaname/Yuuki no tiene nada dramático pero si algo que me pareció tierno.

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Oni-sama​

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Se podía notar la bella noche mostrarse ante los ojos café de esa pequeña de seis años de cabello largo castaño oscuro que le llegaba hasta la cintura; mirando sumamente distraída la luna se preguntaba porque era así de hermosa y eso que ni siquiera esta cambiaba de color solo se mostraba brillante con ese hermoso amarillo pálido que la hacía ver sencilla y dulce.


No era muy sociable que digamos pero si determinada aunque de todos en su escuela solo una chica era su amiga y era porque la respetaba tal y cual como era, siendo dulce, amigable y sobre todo serena no muchas personas de su misma edad le fascinaba jugar con ella ya que sentía que era una persona rara… aunque ella tampoco entendía el porqué, cada vez que estaba en el parque con algunos de sus compañeros se comenzaba a preguntar ¿Cómo era sentir ese cariño de tener a un padre cerca de ti? Nunca tuvo una respuesta de ello y eso que muchas veces se lo preguntaba a su hermano pero tampoco le decía una respuesta solamente le cambiaba el tema.


Decidida a que este le dijera la verdad se camino hasta la sala en donde vio sentando a su hermano mayor en el sofá leyendo con mucha tranquilidad un libro, era muy lindo y sereno de una piel blanca tenia los cabellos castaños oscuro semi largos pero lo más encantador que tenía eran sus ojos que eran de un color vino tinto profundo. Se encamino lentamente hasta el con la única intención de no molestarlo pero eso había sido imposible ya que se había dado cuenta de su presencia por lo que fijo esos ojos en su pequeña hermana menor sonriéndole con serenidad pudo una tira de papel en la pagina en donde se había quedado para luego cerrarlo en seco.


— ¿Pasa algo, Yuuki? —Pregunto en castaño con una tonalidad suave.


La pequeña castaña lo pensó dos veces antes de poder hacer su pregunta, pero no sabía cómo podrían resultar las cosas por lo que tomo aire y lo boto lentamente para terminar de acercarse a donde se encontraba su hermano sentándose a su lado.


—Oni-sama, ¿Por qué nuestros padres no están con nosotros? —Preguntando con inocencia el Kuran pudo ver en los ojos de la pequeña un brillo que mostraba lo dulce e inocente que era.


Era difícil para Kaname poder explicarle lo que le había ocurrido a su hermana ya que con la edad que tenia no entendería muy bien que su tío Kuran Rido los asesino, luego de la muerte de Kuran Juuri y Kuran Haruka este se había hecho cargo de su pequeña hermana la única que se mantendría a su lado por el resto de su vida. Siendo también su prometida, este por ahora la quería como su hermana… no es que el sentimiento de amor no vaya a nacer sino que le era imposible asimilar a la perfección todo lo que paso.


—Yuuki… aun eres pequeña para poder entender lo que le paso a nuestros padres —Esa era la única respuesta que podía darle. No estaba seguro como sacarle la duda de la cabeza y eso que tenía muchas veces evadiéndola.


La niña confundida por su respuesta solamente mantenía la mirada en sus zapatitos rosas y haciendo puño su vestido sentía como era inquietud se apoderaba de su cuerpo que parecía querer gritar de lo molesta que estaba.


—Oni-sama, yo no soy una niña y puedo entender muy bien lo que paso —Reprocho de forma seca.


Este sonrió al ver su reacción que con una mano acariciaba sus largos cabellos llevándose varios mechones a la parte de atrás de su oreja.


—Eso lo sé —Decía colocando el libro que tenía en sus piernas a un lado para luego poder acortar un poco la distancia entre los dos y poder así abrazarla —No quiero que te atormentes con eso, solo deseo… que por una vez seas feliz, Yuuki —Susurro a su oído para que ella sea la única que lo escuchase.


Sorprendida de su gesto no podía reaccionar del todo bien que solo miraba con esos ojos brillosos abiertos hasta más no poder un punto ciego de la pared y en un acto inconsciente había correspondido ese cálido abrazo.
No sabía cómo ni del porque pero siempre que este la abrazaba se sentía muy segura en el, que pareciera que Kaname fuese la viva imagen de su padre.


—Gracias… Oni-sama… —Murmuro en bajo mientras se abrazaba más a él.

 

Bueno... no se suponia que tenia que seguirla pero por el comentario de Lunabezt la voy a seguir. De verdad me motivaste mucho a continuarla y eso que era un One-shot al principio, pero veras que no te voy a decepcionar.
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Capítulo II​

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Eran ya las siete de la mañana, despertando con unos ánimos de no hacer nada se notaba mucho en la mirada de la Kuran lo que era la confusión misma… aunque su misma sangre no pudiera responderle la pregunta que le había formulado de todas formas esta jovencita iba a buscar la manera de poder obtener una respuesta.


Saliendo desde muy temprano de su casa se había ido al colegio sin siquiera despedirse estaba más entusiasmada de poder estar rodeada de personas que trataban de entender el mundo en donde ella vivía de igual manera estos no tenían la idea de que era una niña vampiro y eso que Kaname estaba haciendo todo lo posible de que su hermana mantuviera una “vida normal” con los demás humanos ya que cumpliría una de las promesas de sus padres que era mantener la paz entre los humanos y los vampiros.


Llego a su salón de clases mirando a todos los niños jugar, una cosa muy extraña que siempre le pasaba es que tenía una forma de mirar las cosas a como la miraban ellos ya que para Yuuki todo era fantasías pero para los niños normales había únicamente la sensación de la imaginación por lo que no muchos la entendían. Dirigiéndose a donde era su lugar de estudios, noto como una niña de su misma edad se le mantenía mirando de forma fija.
Desvió su mirada para mirarla de reojo y se notaba que era la única del preescolar que comprendía la forma de pensar de la misma por lo que le sonrió de forma amable para recibir como respuesta la sonrisa por parte de la chica.


—Buenos días —Tomando la iniciativa de la conversación se había levantado de su lugar para acercarse a la niña de los cabellos castaños.


Si que era tímida porque no le respondió su saludo y juntando de forma apenada sus manos intento mantenerse tranquila pero al escuchar una dulce risita que provenía de la jovencita se incomodaba más.


—Yuuki-chan, creo que es mejor que busque tomarme un poco mas de confianza —Decía con tanta tranquilidad que esta vez se había movido de un lado para que esta la viese de forma obligatoria.


La Kuran retrocedió dos pasos hacia atrás casi cayéndose al suelo por un mal movimiento que había hecho al no darse de cuenta de un creyón de color que se encontraba tirando en el piso.


La niña era muy bonita de largos cabellos azabaches sus ojitos grises la hacían ver al igual que Yuuki una jovencita que solo pensaba en ponis, unicornios y todo tipo de cosas fantásticas por lo que era evidente que la comprendía por completo.


—Bueno… yo… —Sentía tanta vergüenza que no podía articular muy bien sus palabras.


La azabache suspiro de nuevo ya que era la segunda vez que intentaba hablar con ella pero no conseguía nada porque de costumbre le pasaba lo mismo, la castaña se le apenaba y se volvía demasiado tímida hacia su persona.


Sin mucho que decirle solamente le sonrió de nuevo para volver a sentarse en su asiento, la niña suspiro algo aliviada ya que de verdad se estaba sintiendo demasiado incomoda con la muchachita aunque esta la entendiera por completo. Sentándose con pesadez en su sitio solamente espero a que su clase comenzara, pero claro lo menos que iba a hacer era prestarle atención ya que se ponía a hacer lo que habitualmente hacia que era ponerse a dibujar; Kaname había notado hace unas semanas que Yuuki no era muy conversadora con otros niños y eso que su maestra del preescolar se lo había comentado anteriormente diciéndole: “Yuuki es de la pocas niñas que se pone a jugar con los demás chicos, siempre en el receso se mantiene en su lugar dibujando cosas que ni un niño de 10 años pudiera dibujar”.


Sorprendiéndose de tal observación le había comprado un cuaderno de esos tipo blog en donde pudiera dibujar todas esas cosas maravillosas y fantasiosas que siempre imaginaba aunque lo hacía con una doble intensión de igual manera la mantenía distraída y así ella no tendría manera de saber que era lo que había pasado con sus padres.


Sonando el timbre del receso todos los niños habían salido corriendo al patio a jugar aunque solamente una de ellos se mantuvo en su sitio dibujando durante toda la clase, una castaña de ojos marrones café no se había movido de su lugar desde que llego por lo que su maestra se había acercado con pasos lentos para no sorprenderla y sacarla de su completa concentración observando con sumo interés lo que dibujaba.


Le era difícil poder visualizar con claridad lo que hacía ya que esta hacia una rara mescla de forma y figuras pero que en si mantenía una sola imagen, era casi que un laberinto de formas que s
entrelazaban entre sí para enredar aun mas a la persona que intentase descubrir lo que hacía… solamente la persona que dibujaba podía reconocer con facilidad la imagen que estaba plasmando.


Aunque eso no logro engañar a su maestra ya que de una forma indescriptible había logrado adivinar lo que era sorprendiéndose de ver que era…

 

tercer capitulo...!!!! de verdad que le estoy llevando un loco ritmo a esto.
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Capítulo III​

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Si que era hermosa, resulta que estaba dibujando una rosa roja intensa encerrada en unos cristales de hielo. No supo entender cómo fue que mezclo esas figuras para hacer tan tremenda obra de arte pero tenía que admitir que su creatividad era más sorprendente de la que ya pensaba.


—Yuuki… ¿No piensas salir a jugar? —Pregunto su maestra inclinándose un poco hacia ella y con sus manos juntas en su espalda.


La castaña no le respondía solamente continuaba en lo suyo, luego fue que se giro a un lado para buscar en su mochila una caja de colores que contenía dentro 24 colores diferentes. Abrió la cajita y dejo extendido en la mesa, todos los colores que estaban dentro, moviendo esta vez de un lado a otro sus ojos cafés comenzando a preguntarse qué colores usaría.


La maestra del preescolar no podía decir nada estaba sorprendida de la capacidad de la jovencita para mezclar los colores, los cristales los pintaba con un azul cielo entrelazado con el blanco pero claro eso lo hacía en algunas horillas de la misma, la rosa la pintada de color rojo sangre pero afincaba el lápiz de color para darle más efecto, el cristal en donde la tenia encerrada la pintaba de la misma forma pero de forma suave y delicada para no arruinar el color que difundió en la rosa.


Al terminar de pintarla dejo todas sus cosas para levantarse de la mesa y sin darse cuenta que la mujer la miro durante todo el tiempo camino con esos pasos serenos fuera del salón de clases. La maestra parpadeo un par de veces buscando visualizar lo que ocurrió y tomando con sumad delicadeza el blog de la jovencita miro impresionada lo que hizo, que en una esquina de este gran cuaderno vio la firma de la niña que era nada mas el nombre con apellido y la fecha en la que dibujo.


—Esta niña es… especial… —La halago sorprendida de su creación.


Después de clases fue que todos los niños se habían ido a sus respectivas casas, y mirando a cada compañero suyo irse se seguía preguntando lo mismo, de cómo es que nunca llego a tener tal cercanía con los suyos. Esa sensación despareció cuando su hermano mayor había llegado para recogerla, de la emoción fue hasta donde se encontraba para abrazarlo de forma posesiva en donde este sonrió de forma cálida para corresponder tal abrazo.


—Oni-sama… —Menciono su nombre con esa tonalidad de niña dulce que era demasiado suave pero a la vez tierna.


—Hola, Yuuki… —La saludo separándose un poco de ella para poder mirarla. Tomo un mechón que tenia sobresalido para llevárselo a la parte de atrás de su oreja y luego fue que le deposito un beso en la frente. —No vuelvas a irte de la casa sin avisarme antes ¿Entendido? —Reprochándole lo de esta mañana se volvió a levantar para poder mirar hacia al frente al notar a la maestra mirarlo.


Le hizo señas a su hermana de que lo esperase para así poder ir a donde se encontraba la mujer que estaba abrazando entre sus brazos el blog de la castaña.


— ¿Ocurre algo, sensei? —Pregunto el joven con suma elegancia y serenidad.
Sin dejar de sonreírle negó levemente con la cabeza pero parecía que si quiera comentarle un par de cosas.


—No ocurre nada malo, solo quiero decirle una cosa sobre su hermana.


— ¿Qué paso con Yuuki? —Pregunto un poco confundido aunque no lo demostraba a simple vista.


—Por favor pase adentro y hablamos —Pidió ella abriéndole paso para que entrada.


El joven de los ojos vino tintos tomo a su hermana de la mano y entro con ella al lugar sentándola en su mesa de estudio, y sin quitarle la mirada se dirigió a la mesa al escritorio de la maestra en donde esta lo miraba con mucha serenidad buscando las palabras exactas para decirle lo que había visto con sus ojos oscuros como la noche.


— ¿Qué era lo que me iba a decir? —Pregunto un tanto insistente.


—Bueno… me gustaría que viese esto y me diga su opinión al respecto —Respondió mientras que le mostraba lo que dibujo su one-chan esta mañana.


Kaname lo tomo con suma firmeza para sorprenderse por completo.


— ¿Ella dibujo esto? —Pregunto sorprendido, extrañándose más cuando la maestra asintió. —Es increíble de verdad no llegue a pensar que pudiera dibujar algo tan… hermoso —Aunque pareciera sorprendido de su obra de arte no se lo hacía ver a la maestra porque de igual forma mantenía esa misma compostura fría.
La mujer de los ojos negros no decía nada solo entrelazaba sus manos para acercarse un poco al joven.


—Creo yo que… Yuuki puede hacer grandes cosas si se lo propone —Lo alentó en un murmuro buscando decirle algo.


El Kuran tenía la idea de lo que le decía pero… no sabía cómo comentárselo a su hermanita porque no sabía cómo se lo tomaría pero… buscaría planteárselo en la noche cuando cenaran.

 

holas chicas, gracias por sus comentarios me estan inspirando aun mas y pues... aqui les dejo otro capitulo n_n

Pd: ya esta en el foro de vampire knight xD
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Capítulo IV​

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Esa noche la miraba de reojo notando que de nuevo volvía a lo mismo, en la mesa de la sala estaba sentada con todos sus colores rodeando su blog de dibujos usaba ese lápiz de grafico para dibujar lo otro que tenía en mente.


Buscaba entender porque razón hacia eso pero era evidente que Yuuki era una de las más inteligentes del salón, que incluso ella misma hacia cosa que otros niños no podía pero… no era precisamente por ser una pura sangre sino que su capacidad de inteligencia era diferente a la de cualquier niño humano.


—Yuuki… ¿Qué haces? —Pregunto con esa misma tonalidad seca sin tener que dirigirle la mirada.


Paso lo mismo con la maestra, no se atrevería a responderle hasta que no terminase de dibujar. El Kuran se extraño un poco por eso que más bien se preguntaba de cómo es que su pequeña hermana pudiera tener tal concentración para lo que se llama el arte de dibujar. Era impresionando sí, pero… de la manera en como ella dibujaba era de una forma que no se veía comúnmente en los artistas; se levanto del mueble colocando a un lado el libro que hace minutos estaba leyendo y yéndose a donde estaba ella se ubico detrás para poder ver de forma inclinada lo que hacía.


No le costó mucho descifrar lo que dibujaba por lo que en su rostro se dibujo una linda sonrisa al ver que esta dibujaba un campo de rosas rojas intensos, parecía un jardín bien arreglado con su elegantes decoraciones, se veía una casilla que estaba cubierta de la misma flor pero lo que si se preguntaba era: ¿Por qué rosas rojas? Era lo que no le daba lógica todo era rosas rojas, así como el dibujo que le mostro la maestra esa tarde solo que esta estaba en un escenario diferente.


Mientras la castaña coloreaba su dibujo, su hermano se le quedaba aun mirando esperando a que terminase su obra de arte, vio minutos después como se levanto para mirarlo de frente. Haciendo un enfrentamiento a sus ojos noto la inocencia en ellos, como si no comprendiera lo que pasaba y con esa dulce sonrisa parecía querer mostrarle lo que hizo.


—Oni-sama… —Lo llamo mientras sacaba de su espalda el dibujo que había finalizado — ¿Qué te parece? —Pregunto.


Kaname no le dijo nada al principio solamente lo tomo y miro detalladamente lo que había plasmado en su blog, si que era una verdadera obra su dibujo era perfecto pero lo que de verdad era impresionante era su forma de colorearlo, no era como otros niños que se salían de las líneas no… Yuuki era muy cuidadosa en ese punto que hasta se aseguro de que este congestionara perfectamente con el resaltado de la imagen que parecía más bien pintura en vez de color ya que en algunos lados difumino zonas delicadas que no necesitaban de mucha tonalidad.
Mirándola a ella lo único que hizo fue sonreírle de forma cerrada viendo lo emocionada que se ponía cuando lo veía sonreír.


—Tengo que decirlo, de verdad me tienes impresionado —La halago mientras que colocaba el cuaderno en la mesa y se arrodillaba a su nivel para acariciarle sus cabellos castaños. —De verdad eres toda una artista —Dijo eso ultimo para escuchar ese dulce sonido de niña buena que haces cada vez que le decía cumplidos por algo que esta hacia.


Yuuki contenta de sus palabras lo abrazo acurrucándose un poco en su pecho, viendo como este aun acariciaba sus cabellos.


—Muchas gracias… Oni-sama…


Y sin tener otra cosa que decirle le había dicho que se fuera a dormir algo que ella no dudo mucho en hacer porque ya estaba sintiendo el sueño.


Haciéndole el favor de guardar sus cosas, miro la puerta de la sala a ver si daba señal de volver y como no las daba tomo su blog para sentarse con un poco de pesadez en el sofá del lugar para mirar todos los dibujos que esta había hecho por ahora. Cada página que volteaba lo impresionaba mas porque no pensó que pudiera tener tanta imaginación para realizar tales obras, y eso que en ella solo se podía notar un pequeño detalle que siempre había una rosa en ella.


Lo que si le extraño fue uno que se encontraba en la última página, se extraño mucho al principio porque este blog era nuevo y tenía mucho por llenar pero cuando vio como tenia dibujado una cruz blanca con varios látigos de rosas rojas intensos que tenía en sus alrededores espinas se preguntaba en donde había sacado la imaginación para dibujarlo. Aunque si tomo en cuenta una frase que esta tenía casi en lo último de la página, pero estaba escrito en un idioma que solo entendía los vampiros de clase noble y vampiros purasangre, este decía:


“Una rosa que no tiene espina no muestra peligro, pero una que si tiene espina puede incluso ser más peligrosa de lo que aparenta”


Sorprendido de lo que decía buscaba una manera de entender lo que este insinuaba pero le era completamente difícil y eso que…

 

chicas lo siento la espera es que la cabeza de daba muchas vueltas, pero aqui esta la conti
espero dejarlas sastifecha pero dudo eso xD
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Capítulo V​

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Parecía haberla visto antes pero no se le hacía del todo familiar, por lo visto parecía un refrán que antes se le decía a un purasangre pero ¿Qué era lo que significaba? Siguió mirando los dibujos de su hermanita a ver si conseguía otra parecida a esta y fue así porque encontró esta vez un dibujo de una rosa roja intensa que se encontraba marchita y sus pétalos se comenzaron a decaer. Estaban arrugadas cada pétalo que se encontraba en el piso, al parecer este dibujo le tomo mucho trabajo porque la tonalidad de color que utilizo lo hizo ver muy real y eso que sus matices también se resaltaban con suma facilidad pero lo que si le inquieto fue de nuevo el mensaje que tenía en la parte de abajo de la pagina:


“Más peligrosas son las rosas que se marchitan… la razón: estas lastiman sin darse de cuenta que se lastiman a ellas misma”


¿Qué es lo que hacía entender con todo esto? Si que era raro lo que hacia Yuuki pero esta forma de dibujar que tiene no es solo asombrosa sino que es un poco sombría ya que cada ambiente en donde mentaliza una rosa roja intensa la decae en cada estructura, ¿Por qué razón? Porque no resaltaba la belleza misma sino que muestra lo peligrosa que se ve cuando se encadena a una situación. Lo que si era una duda inmensa para este joven es: ¿Por qué precisamente una rosa?


Ahí fue cuando tomo ambos dibujos arrancándolos del cuaderno y lo comenzó a comparar.
Con un lápiz que tuvo a su alcance fue hasta una gaveta que estaba cerca del comedor que parecía más bien un armario para guardar los platos y tazas de porcelana buscando en el ultimo cajón una hoja blanca volvió a la sala en donde se sentó con determinación en el sofá para comenzar a lo que era la comparación de frases. ¿Qué es lo que buscaba hacer? Crear una misma oración, ¿Cómo así? Ambas frases parecían una misma poesía pero claro entre ellas puede haber una frase oculta que indica lo que puede llegar a suceder.


Tomo cada una de ellas y las comenzó a unir, aunque al principio no tenían sentido eso no lo detuvo para nada porque de todas formas lo intentaba con la otra y así continuo hasta que por fin consiguió lo que quería, se exalto por completo de lo que decía a la final que no pensó que la capacidad de su hermana fuera más profunda de lo que se imaginaba para que diga algo como:


“Muchas veces decimos conocer a un ser ordinario sin antes buscar en lo más profundo de su ser. En sí, descubrimos al tiempo lo que es la naturaleza de una bestia que busca la sangre como alimento, tomando así… la vida de una dulce joven doncella en una oscura noche, esos seres se hacen llamar… vampiros.”


Kaname lo que se pregunta era el porqué su hermana menor puede decir tal cosa, es como si discriminara su raza y lo que esa hace, después fue el otro párrafo que formo que parecía indicarle algo pero no sabía cómo definirlo, y eso que se confundía porque decía:


“No es que no me guste este estilo de vida, sino que… me siento atrapada entre el espacio y el tiempo ya que siento que mi vida ni se acorta pero si se alargar creciendo en mi la frustración de ponerle un fin”


— ¿Por qué haces esto? —Pregunto para sí mismo aunque la pregunta fuera para ella.


Desvió la mirada hacia la puerta al sentir que alguien estaba parado en ella y no se equivoco al ver como su hermano se tallaba sus ojos aun dormida.


—Oni-sama… —Lo llamo buscando mirarlo, pero el sueño que cargaba no se lo permitía.


El castaño se paró en seco y se acerco a ella para arrodillarse a su nivel y acariciarle con una mano sus largos y castaños cabellos.


— ¿Pasa algo? —Pregunto en una tonalidad de suavidad para que solo ella fuera la única que lo escuchase.


—Tuve una pesadilla —Respondió la niña mientras lo abrazaba recostando su cabeza en su hombro derecho.


Sin decir algo solamente mantuvo la mirada al frente acariciándole con lentitud esos cabellos buscando calmarla.


—Yuuki…


— ¿Qué ocurre, oni-sama? —Pregunto con inocencia la niña.


Dudo en decirle y con ese cansancio que tenia dudo que quiera responder con claridad, y para ser una frase en secreto era lo mejor no mencionarle nada pero si iba a hacer una cosa más.


—Quiero que vayas a una escuela de arte —Respondió el Kuran.


Extrañada por lo que le dijo se separo un poco de su hermano para poder verlo con una ceja arqueada.


— ¿Una escuela de arte? —Repitió lo último que le dijo.
Este asintió.


—Tienes una buena habilidad para el dibujo y seria más eficiente si te socializas con personas con tu misma capacidad —Explico su hermano.


—Aunque fuera así, de todas formas me sentiría diferentes a ellos y eso lo sabes oni-sama —Espectáculo sin muchos ánimos.


—Yuuki… no te sientas mal por ser una vampiro purasangre, yo solo quiero que seas feliz y hagas algo que de verdad quieras —Le aconsejo sin quitarle la mirada encima. Sabia como se sentía pero solo deseaba lo mejor para ella y estaba dispuesto a cumplir con eso sin importar que tan difícil sea.


La niña por otro lado pensó su propuesta aunque amara dibujar de todas formas era difícil porque se sentiría extraña al entrar en otra escuela y eso que le costó mucho adaptarse a la que estaba pero, su hermano hace lo posible por cumplir su sueño por lo que lo iba a intentar aunque eso le tomara tiempo lograrlo...

 

chicas se que este capitulo les parece algo extrañamente loco pero fue lo que me dio la imaginacion espero que les guste n_n
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Capítulo VI​

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Estaba nerviosa era lo obvio, no sabía qué hacer o que decir en ese momento, ya en la puerta de esa escuela lo primero que pensaba es en cómo serán sus nuevos compañeros. Mirando de reojo a su hermano que no hacía más que sonreírla le pequeña apenada de este repentino cambio se escondió detrás de su espalda asustada de lo que iba a hacer.


—Tengo miedo… oni-sama —Murmuro en bajo ocultándole a su único hermano su rostro.


Kaname sonrió de forma cerrada para transmitirle a su hermana un poco de seguridad, no era que estuviera tranquilo por traerla a tal sitio sino que estaba seguro que ella lograría grandes cosas con ese talento que tiene pero más todavía que saber que habilidades puede captar Yuuki a través de la pintura. Sin decirle nada llevo su mirada al frente para adentrase al lugar con su hermana detrás de él que buscaba la forma de poder llevarle el ritmo; miro sus alrededores y noto a todos esos niños hablar entre sí mientras que cargaba consigo el mismo blog de dibujo que ella usaba para hacer sus dibujos.


A causa del confortable ambiente que le mostraba se dejaba ver un poco para poder observarlos mejor, notándose su presencia ante ella peleo desde lo más profundo de su ser para poder mantenerse tranquila Vamos Yuuki ya has hecho antes… esto no puede ser difícil pensó como auto ayuda para que se mantuviera tranquila, como estaba tan distraída no se dio de cuenta que su hermano la trajo a su salón de clases.
Se volteo hacia ella para después arrodillarse a su nivel con esa misma sonrisa cerrada le dijo:


—Ten suerte en tu primer día, me esperas al sonar la campana que indica el atardecer —Hablándole de forma poética se inclino un poco para besar su frente levantarse del piso y caminar hasta la salida desapareciendo de su vista.


La niña miro el pasillo semi vacio para después soltar un hondo suspiro que vaciaba casi que por completo su estomago, estaba nerviosa era evidente pero su personalidad no la dejaba mostrarse como tal por lo que se mantuvo firme al momento de comenzar clases. Con esos pasos serenos entro al salón de clases, miro a todos los niños que estaba sentados en sus silla con sus blog al frente de ellos en esos sujeta cuadro en donde ponía ahí las pinturas de artes que hacia los artistas en sus estudios, la mujer que se le acerco era verdaderamente hermosa de una piel blanca como la nieve si la tocabas te dabas de cuenta que era delicada, sus cabellos eran de un color negro platinado que al momento en que se le inclino un poco estos desprendían un aroma a invierno algo que parecía atrapar a cualquier hombre que se le acercase.


Pero lo que si cautiva esta misteriosa mujer eran esos ojos grises platinados como lo era la misma luna, serenos y fríos se notaba la pura belleza en ellos. La niña se sentía intimidad por tal mirada que retrocedió dos pasos hacia atrás al sentirla cerca de ella y con la vergüenza que sentía se tapo su inocente rostro con su blog.


—Tú debes ser Kuran Yuuki ¿Cierto? —Humildemente le pedía a la jovencita de seis años que le afirmara la información que se le había hecho saber.


Bajo un poco su blog para mirarla de reojo y con esa misma pena asintió lentamente con la cabeza.


—Es un placer conocerte, soy tu profesora de arte Nadesko —Se le presento que con esa misma humildad que apenaba mas a la jovencita que no sabía que decir.


Si que estaba apenada con la mujer pero más se asusto cuando ella le extendió su mano buscando a que esta la tomase, con esa mano temblorosa tomo con poca confianza su mano y con esos pasitos lentos las siguió hasta el lugar que sería su mesa de estudio. Yuuki se sentó en ese lugar y sintió la mirada de todos en ella, si que era vergonzoso esto que se los hacía ver enrojecerse sus mejillas levente y con esas manos juntas bajo la mirada hacia abajo Si me siguen mirando, voy a tener que salir corriendo de aquí pensó con poca conciencia lo que estaba a punto de hacer.


—Bueno clases ya que por fin estamos todos vamos a comenzar —Anuncio la maestra de los
niños mientras les sonreía a todos en especial a la niña de los cabellos castaños. —El día de hoy vamos a hablar del arte de la rosa, existen varios tipos de rosas pero esta mañana trabajaremos con los colores más esenciales que son: el rojo intenso, el amarillo brillante, el natural blanco y el suave azul royal. Cada uno de ustedes van a elegir uno de esos colores y harán una pintura acorde a su color por lo que ese ambiente tiene que ser protagonizado por la flor —Explico ella mientras que anotaban un par de indicaciones en la pizarra.


Todo los niños que estaban en ese lugar sacaron sus cosas para comenzar con su asignatura de
esta mañana, Yuuki miraba distraída a la profesora que estaba escribiendo en la pizarra un par de cosas que debe hacer un dibujante antes de comenzar a realizar una pintura de arte. Se sentía tan atrapada en su natural belleza que parecía inmovilizada que hasta ni se daba cuenta de la presencia de los demás alumnos en el lugar solamente sentía que estaba ella con esa mujer solas en un espacio enorme, tan enorme que ni siquiera se podía distinguir la puerta.


Metida en sus pensamientos no se daba de cuenta que un jovencito de más o menos su misma edad solo que era mayor que ella por meses cabello castaño claro y ojos color verde hoja la miraba de reojo extrañado preguntando qué era lo que estaba viendo Esta chica… pareciera no ser una… niña ordinaria… pensó de forma confusa mientras que comenzaba a visualizar su dibujo.

 

Ok, vuelvo con un atraso pero espero que les guste el capi
nuevo, cualquier queja, comentario o cosa que decir diganlo con confianza que lo tomare en cuenta n_n
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Capítulo VII​

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Durante casi toda la hora de clases todos los alumnos estuvieron concentrados en la labor que se le había sido comendada y la joven de los ojos castaños no parecía muy concentrada en ello porque tenía esa extraña impresión de que el dibujo que estaba realizando iba a ser verdaderamente hermoso.


Mostrando diferente matrices de colores, esta vez se estaba superando así misma ya que estaba buscando lucir cada color de rosa que la profesora se había encargado de decirle para darles a escoger, les gusto cada uno de esos colores que no sabía con que rosa trabajar y eso que particularmente no lo hacía en varios dibujos ya que de forma extraña solamente pensaba era en la hermosa rosa roja intenso.


—Chicos, salgan al receso y descanse esas mentecitas que para el siguiente periodo haremos una obra diferente. —Dijo la profesora con esa hermosa sonrisa cerrada para ver como todos estos salían del salón de clases.


Recogiendo unos papeles de su escritorio se había dado de cuenta que sola persona no había salido del salón de clases y cuando decidió verla noto que la jovencita aun continuaba en su labor Por lo visto, lo que me contaron de ella es cierto pensó la mujer mientras que dejaba los papeles bien ordenados en la mesa para acercarse a la pequeña de cabellos castaños oscuros. Con esos firmes pasos fue hasta ella, no quiso molestarla ya que sabía que cuando una persona se inspira es mejor darle un momento de silencio para que se pudiera concentrar y sorprendida de su dibujo esa sonrisa en su rostro se amplió todavía más.


Era increíble ver como esta dibujo un elegante jardín con rosas de cada color que había sido mencionado en clases pero claro a este le había agregado un quinto color de rosa, el bello y reluciente rosado, las rosas de color rosa eran las más hermosa de todas la rosas ya que mostraban la belleza pura e inocente de su misma Para solo tener seis años sabe más cosas que otros niños a su edad no debería saber todavía pensó nuevamente sin dejar de observarla hasta que terminase lo que hacía.


Luego de que terminara su dibujo, se mantuvo firme por unos minutos cosa que inquieto a su profesora ya que no entendía que era lo que pensaba, parecía estar perdida o si estuviera poseída pero es algo ilógico porque aun se le notaba el brillos en sus orbes marrones entonces… ¿Qué era lo que el pasaba?


—Vuestra raza ha de ser más extraña que la nuestra —Hablándole en un idioma diferente se dirigió a ella para mirarla con serenidad pero a la vez con inocencia. —Sed descendiente de esas rosas blancas que son puras como la misma agua, pero… de todas formas no podéis entender lo que esta a su alrededor. —Continuando con sus palabras parecía haberla confundido.


— ¿Por qué me podéis hablar de esa manera? Si no sos así —Por lo visto no era la única ya que la profesora podía también igualar el mismo idioma que la niña hablaba.


—Porque ese es mi lenguaje natural —Respondió en seco. —Toda mi familia poded hablar este lenguaje, pero… ¿Cómo podéis hablarlo tu? —Pregunto la niña.


—Por la descendencia de mi padre —Respondió esta vez sin en acento mientras que tomaba un banco y se sentaba a su lado. —Me gusta la forma en cómo dibujas es… demasiado inspirador —La halago mirando de nuevo su dibujo.


La niña se ruborizo lentamente por eso y le sonrió ya que nunca a parte de su hermano se había sentido impresionado de su forma de dibujar.


— ¿Qué te inspira? —Pregunto la mujer.


—No necesito inspiración para hacerlo, solamente… me dejo llevar por la imaginación —Respondió Yuuki manteniendo la misma compostura.


—Ya me lo imagino. —Murmuro. —Para ser una niña de seis años tengo que admitirlo tienes talento —Volvió a halagarla para después ver esa sonrisa marcada en el rostro de la Kuran.


No le decía nada solamente se sentía aliviada de poder encontrar a una persona que de verdad la lograra entender, que de verdad pudiera comprender sus dibujos a parte de su hermano que se lo apreciaba mucho cuando esta lo hacía sino también que comparten la misma fascinación por el arte por lo que, por primera vez Yuuki se sentía… segura…


—Yuuki…


— ¿Qué ocurre, sensei? —Pregunto la Kuran.


—Me gustaría que tú y tu hermano viniesen a mi casa este fin de semana —Respondió ella.


— ¿Ir a su casa? —Repitió sin comprender lo último que le había dicho.


Esta asintió.


—Me gustaría que pasaran el fin de semana allá para que así puedas inspirarte en lo que es dibujar hermosas figura como lo es la misma rosa —Hablo con suma fascinación, echándole otra mirada a su dibujo.


La pequeña la miro un par de veces antes de bajar de forma definitiva la mirada por lo que sonrió nuevamente para su profesora que por lo visto buscaba tener un vinculo con ella, pero… había un problema tenía que decirle a su hermano mayor a ver qué pensaba de aceptar su propuesta.

 

aqui les dejo la conti, espero que sea de su agrado y please comente n_n
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Capítulo VIII​

Ese día estaba demasiado hermoso, con el sol brillando y los pajaritos cantando la chica de cabellos castaños se encontraba muy contenta de ir a un lugar en donde podría trabajar muy bien con su mejor trabajo, el dibujar cosas y más si su protagonista es la rosa de cualquier color. Cargaba puesto un lindo vestido de color rosa pastel que le llegaba hasta la parte de sus rodillas con algunos toques blancos a sus alrededores llevaba puesta unas sandalias abiertas que era de color blanco y sus cabellos castaños los tenia amarrado en una coleta baja ya que el calor era algo fuerte y le producía un poco de calor.

Su hermano mayor que estaba a su lado y le tenía la mano agarrada tenia puesta una camisa de color blanco con un chaleco de tela color azul marino aunque las mangas las tenia doblada hasta los codos, con unos pantalones negros puesto y sus zapatos casuales marrones estaba yendo hasta la casa de la profesora de arte de Yuuki, solamente había decidido ir porque su hermana menor le insistía mucho en querer asistir al lugar ya que quería saber que era lo que esa mujer le tenía preparado.

Tomándole más o menos quince minutos para llegar a su destino ambos se quedaron sorprendidos de lo que sus ojos estaban viendo, resulta que esta mujer vivía en una mansión tipo casa de campo rodeada de un jardín que mostraba la belleza de las rosas de color rojo intenso y blanco, Kaname miraba de reojo a la niña de seis años que miraba completamente fascinada el escenario en donde se encontraba parecía un sueño para ella que sentía esa motivación subir por sus venas como si ya de una vez quería comenzar a dibujar.

— ¿Estas emocionada? —Pregunto el chico en una tonalidad suave pero que se escuchaba serena.

Ella sorprendida de lo que miraba no le respondía solamente seguía mirando con esos orbes cafés cada centímetro del jardín que estaba al frente de ella en esos momentos.

—Yuuki… —La llamo en bajo para buscar llamar su atención.

Esta salió de su trance y miro de forma despistada a su hermano mayor.

— ¿Pasa algo, oni-sama? —Pregunto la niña.

El chico negó.

—solamente te decía que, si estas emocionada es todo —Le había recordado lo que le dijo anteriormente en donde vio como le sonreía de forma alegre.

—Si lo estoy y ya quiero comenzar a dibujar, me emociona estaba en un sitio en donde me pueda sentir cómoda de expresar lo que realmente siento—Expreso la emoción que sentía con cada una de esas palabras que el mismo Kuran parecía un poco emocionado.

No era de costumbre ver como una niña de seis años se emocione con dibujar que más bien pareciera un sueño verla a ella alegrarse por eso que andar con esa actitud fría preguntando con lo que había ocurrido con sus padres. Retomando de nuevo su camino se fue adentrando al hermoso jardín que miraba la niña que tenia agarrada la mano de su hermano de once años llegando finalmente a su destino Kaname toco tres veces la puerta en donde fue abierta por la misma mujer de cabellos negros que miraba con una sonrisa cerrada a los dos jóvenes que estaban parados al frente de su casa.

—Buenos días chicos, me alegra mucho que hayan decidido venir —Dijo con esa suave tonalidad de voz.

—Gracias a usted por invitarnos —Hablo Kaname con sumo respeto mientras le hacia una reverencia.
Con eso la escucho reír de forma suave e inocente que la hacía ver como toda una niña.

—Mi niño, no tengas ese respeto conmigo que no muchos me tratan así —Pedía ella de forma divertida.

—Siempre tuve la educación de respetar a mis mayores, así que no se sienta así conmigo por favor —Pedía el joven con esa voz serena sin quitarle la mirada de encima.
La mujer solo le sonrió al chico para luego arrodillarse al nivel de la pequeña que los miraba a los dos desde que estos comenzaron a hablar.

—Hola pequeña Yuuki, ¿Estas lista? —Pregunto de forma baja para que solo ella la escuchara.

La jovencita le sonría de forma dulce por lo que asintió alegremente, tomándole la mano a la azabache entro a la casa en donde caminaron por un largo rato mirando los alrededores del lugar llegaron a lo que era un hermoso jardín que cautivo por completo a la pequeña Kuran que lo miraba sorprendida por su hermosa belleza.

— ¿Te gusta?

—Es demasiado hermoso —Respondió aliviada.

—Bueno… ve y dale una vuelta entonces —Sugirió ella para ver como la pequeña miraba de reojo a su hermano mayor que le sonreía de forma cerrada.

—Vete tranquila —Dijo con confianza para ver como esta tomaba su blog y sus cosas para irse corriendo al interior del hermoso jardín.

— ¿Gusta de tomar el té conmigo? —Pregunto la mujer con sumo respeto.

—Seria un placer para mi hacerlo —Respondió de forma afirmativa para encaminarse con ella hasta la mesa que encontraba cerca de la puerta.