Girl Meets World One, two, three, not only you and me [One-shot | Riley x Lucas x Maya]

n/a: so i became obssesed with this show and this is how it should have ended, you can't change my mind bye. El fic es cortito, no tiene mucha trama, pero simplemente necesitaba mi ending poliamoroso.

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One, two, three
Not only you and me
Got one eighty degrees
And I'm caught in between

***

| Riley Matthews |
| Lucas Friar |
| Maya Hart |

***​

Cuando Lucas decidió mudarse a Nueva York para empezar de cero, lo último que esperó fue verse envuelto en aquel triángulo amoroso que, como bien había dicho Farkle, le estaba devorando la vida.

¿Cómo rayos habían acabado metidos en ese problema? Nunca había dudado de querer a Riley ni a Maya, ¿y ahora se suponía que tenía que elegir a cuál quería más de las dos? Aquello no tenía ninguna clase de sentido.

Sabía que la decisión no le correspondía a nadie más que a ellos tres, pero no pasaba día en el que no desease recibir alguna especie de ayuda por parte del destino para saber qué era lo correcto, lo que tenía que hacer.

No había esperado que esa ayuda se manifestase en forma de Farkle, pero desde luego que no se atrevería a desestimarla.

No se sintió extraño que Farkle decidiese citarlo junto a Zay en el Topanga’s, al fin y al cabo, era lo que hacían prácticamente siempre que tenían oportunidad, pero el ambiente ciertamente se sintió extraño cuando se sentaron en sus correspondientes asientos.

—Lucas… ¿has tomado una decisión ya?

A aquellas alturas, el rubio ni siquiera se inmutó demasiado ante la pregunta tan directo que Farkle le hizo, siendo que todo aquel asunto estaba afectándoles a todos más de lo que podían soportar ya.

—No puedo, Farkle. Las quiero demasiado a las dos, no quiero dañar a ninguna.

El silencio que se extendió entre los tres fue ominoso, quizás más que nunca, y hubo algo en la expresión del genio que fue diferente a las otras veces en las que habían acabado teniendo aquella conversación.

>>¿Pasa algo, Farkle?

—¿Es cierto eso de que las quieres a las dos?

—Claro que es cierto, tú deberías saberlo mejor que nadie. ¿Por qué?

—Es solo que… he estado investigando y he encontrado algo sobre un concepto conocido como ‘poliamor’. Es un tipo de relación formado entre tres o más miembros y… bueno, creo que sabes por dónde van los tiros.

—¿Crees… que debería estar en una relación con Riley y Maya a la vez? —preguntó Lucas, sin pretender esconder la incredulidad que había adoptado su voz.

—Solo presento una posible solución.

Lucas se quedó un buen rato en silencio, sopesando la posibilidad que se le estaba planteando, y por mucho que intentó encontrarle algún inconveniente… no hubo manera de conseguirlo. ¿No era perfecto? Riley y Maya se querían, puede que incluso más que nadie en el mundo; él las quería a ambas y ambas lo querían a él. ¿Qué tan malo podría ser?

Se despidió de los chicos no mucho después, levantándose sin dar ninguna explicación, aunque lo cierto es que ninguno de los dos necesitó recibir alguna para darse cuenta de lo que estaba sucediendo.

El triángulo al fin se solucionaría.

Maya y Riley estaban en la ventana en mirador, como cualquier otro día, y ambas se hicieron a un lado cuando vieron al chico aparecer, dejándole un hueco entre medias. Vino la pregunta de rutina, si a las dos seguía gustándoles Lucas, y las respuestas esperadas: sí.

Lucas no se anduvo con muchos rodeos, sin embargo, convencido como estaba de que aquello era lo correcto a hacer. Les explicó a las chicas lo que Farkle le había dicho y, bueno, tenía que admitir que un poco sorprendido se encontró al ver que las mismas aceptaban tan fácilmente, pero no se iría a quejar por ello.

Ya lo había pensado, además, ¿no? Que las dos se querían más que posiblemente nadie en el mundo.

Las chicas compartieron un beso; fue algo tímido, pero Dios se sintió tan natural que se preguntaron cómo no habían intentando hacerlo antes. Luego Lucas recibió uno de cada una y, una vez más, fue hasta estúpido lo correcto que se sintió, a pesar de ir en contra de todo lo que creían.

Sabían que aquella era la parte fácil, que lo difícil sería explicarle su situación al resto o ver si de verdad acababa funcionando de aquella manera, pero no les importó en absoluto, porque en aquellos momentos se sentían bien con la decisión y era lo único que importaba.