One shot - Mi primer paraguas

Tema en 'Relatos' iniciado por Purrsephone, 8 Abril 2012.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Purrsephone

    Purrsephone Entusiasta

    Virgo
    Miembro desde:
    5 Abril 2012
    Mensajes:
    85
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    One shot - Mi primer paraguas
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    672
    Mi primer paraguas
    Un goterón, otro goterón que chocan contra el piso. Algo molesta a mi ligero sueño. Lentamente abro mis párpados y dirijo la mirada hacia mi gran ventanal. Tal como lo anunciaba el agua cayendo, está lloviendo. Me incorporo en la cama y veo el paisaje, la lluvia es muy fuerte, está azotando a cada elemento que toca. Sin meditarlo mucho me levanto de mi cama.

    No me cambié de ropa, estaba tal cual me había despertado, en bragas y una ligera camiseta sin mangas. Tampoco quise usar zapatos. Salí al jardín interesándome poco que mis morales vecinos me vieran en tales fachas. Después de todo yo no digo nada acerca de las infidelidades que cometen o sus malas costumbres que son secretos a voces. Así, como yo estaba, sentía de mejor forma el tacto maravilloso de la lluvia… Frío, placenteramente frío.

    Espero a que él salga corriendo de la casa y me tape con algo, para luego sermonearme sobre lo necesario que es ir abrigado bajo un aguacero, pues nadie querrá que me enferme. Quizás era cierto tal argumento. Sigo pacientemente anhelando su llegada, y de pronto en mi retorcida memoria aparece un recuerdo que creí enterrado. El día en que él, Lorenzo me obsequio mi primer paraguas o sombrilla si quieren decirle, es lo mismo.

    Mi madre solía ser sumamente descuidada a lo que mi protección bajo el clima se trataba. En verano olvidaba el protector solar dando por resultado una yo roja como fresa. Y en mi época favorita del año, invierno, me tocaba la peor parte. Pese a gustarme, frente a lo helado resulté ser una debilucha. Manos que sangraban por el frío, pies azulados, escalofríos constantes. Sí, no era precisamente fuerte. La que me trajo al mundo con suerte recordaba darme de comer así que todo lo demás le correspondía a Lorenzo.

    Un día, cansado ese hombre de las inclemencias de la lluvia hacia mi pequeña persona, trajo asta mí un paraguas. Era justo de mi tamaño, y con tela estampada con motivos de Snoopy. Lorenzo, dijo lo siguiente:

    —Cuando llueva, llovizne, o caiga agua del cielo, tú y yo Amandita estrenaremos tu paraguas. Te enseñaré a que le podemos ganar al clima y, obviamente a los resfriados.

    Aunque era joven, él era decidido. No dudé por el más mínimo segundo en que todo lo que me decía lo cumpliríamos.

    Llegó el día del estreno de mi paraguas. Lorenzo me puso mi chaqueta, mis guantes rojos sonoros que ahora de adulta considero estúpidos, una bufanda que perdí y las botitas de goma que eran el primer requisito para poder salir de mi hogar en días así. Como buen maestro y alumna nos dispusimos a empezar con las lecciones.

    —Amandita, ¿Ves que arriba de donde empieza la parte que empieza el bastón de tu paraguas hay un botón?— Se notaba que trataba ser lo más didáctico posible.

    —Sí…

    — ¡Bien! Lo presionas y tiras esto hacia arriba tal y como yo lo hago y ¡Ta dá!

    Tenía que hacerlo bien, no podía decepcionar a Lorenzo. Copié cada una de sus acciones y como si fuera magia, lo conseguí. Más tarde me enseñó la postura correcta de cómo llevar un paraguas, cosa que logré. A excepción de un detalle… Yo dejaba que el agua me tocase. Aquello, no resultaba ser algo admirable para mi profesor. Cada vez que me atrapaba realizando eso, me preguntaba que por qué lo hacía. Ni yo lo sabía… hasta ahora.

    Sigo esperando a Lorenzo, sigo anhelando un regaño. Mi paraguas de Snoopy ya no está. Abro mis ojos miro hacia todos lados y recuerdo que mi Lorenzo no vendrá. Sólo queda la lluvia que a veces me visita, sólo a veces.

    Ya resisto el frío, pero sigo preguntándome dónde está mi Lorenzo antilluvias. No puede volver de donde está escucho decir a alguien en medio del aguacero. Mejor me entro, debo dejar estos comportamientos, él se enojaría y sin embargo la lluvia me felicitaría.
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  2.  
    Tubbiefox

    Tubbiefox Entusiasta

    Virgo
    Miembro desde:
    29 Mayo 2010
    Mensajes:
    116
    Pluma de
    Escritor
    Ya veía venir ese final :B.

    Me gusta la analogía que se puede hacer con la historia —imagino que era la que tratabas de dar a entender— sobre cómo a veces somos tan autodestructivos, haciéndonos mal y saboteándonos, alejando a quienes nos aman :c. Casi se nos hace imposible "dejar esos comportamientos", porque se nos hacen parte de la vida, ¡o ni sabemos que los tenemos!

    Me hiciste recordar lo rico que es cuando llueve u-u.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
Cargando...
Similar Threads - paraguas
  1. Akashi
    Respuestas:
    4
    Vistas:
    505
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso