One-shot (One-shot) Desvelo

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Desvelo​

Observaba las estrellas como si fuera la última vez y sus ojos ya cansados de esperar el alba se cerraron al momento que tocó la almohada.
Exhausta una vez más, despertó temprano para comenzar con sus labores. Salió, barrió el porche y colocó el letrero de “Abierto” en la puerta.


Esa hermosa chica de cabello dorado y ojos zafiro llevaba 3 meses esperando sin respuesta la llegada de su ahora prometido, quien desde su partida, sólo le había contestado 5 cartas comentándole lo bien que le iba en las regiones aledañas de Amestris.


- No vas a comer nada, ¿verdad? – preguntó la abuela Pinako mientras observaba a Winry picar la fruta con el tenedor. Parecía ida, simplemente estas ultimas semanas no era ella, más bien parecía una marioneta; un cuerpo sin alma – Dámelo – le dijo estirando el brazo para quitarle el plato.


- Abuela, ¿crees que esté bien? – dijo la joven mientras le daba el plato lleno a su mayor.


- Mi niña, es de Edward Elric de quién estás hablando, el alquimista estatal más joven de la historia y el héroe más importante de nuestro tiempo, aun así ¿te preocupas por el? – comentó Pinako intentando levantarle el ánimo a su nieta.


- No, no me refiero a que si está bien… Sé que está bien, pero ¿y si ya conoció a alguien más? – preguntó una vez más mostrando su verdadera preocupación.


La señora sólo la observo sorprendida por unos milisegundos antes de botarse de la risa. Winry quién realmente sentía el corazón más que sofocado, frunció el ceño ante el gesto de su abuela, quien al parecer no se tomaba en serio su pesadumbre.


- ¿De qué te ríes abuela? A mí no me parece gracioso – bufó bastante molesta intentando comprender la reacción de la señora.


- Ay mi niña, veo que sigues siendo un poco inmadura – comentó Pinako entre risas. Winry estaba a punto de reclamarle y contradecirle el argumento pero no le dejó continuar – Te digo esto porque si sientes celos de que el pueda estar con alguien más es porque no le tienes la suficiente confianza, y no se me hace justo para él Winry, y disculpa que te lo diga así… pero los he criado desde pequeños, los he visto crecer, y si hay algo de lo que puedo estar segura es de que él nunca rompe una promesa, y prometió casarse contigo al comprometerse, así que si fuera tú dejaría esas ideas ingenuas y sin sentido a un lado y continuaría con la vida – dijo la mayor con un tono de autoridad y verdad que a la chica le cayó como balde de agua fría.


- Ti…Tienes razón – dijo la joven en voz baja – Me retiro – comentó una última vez antes de salir de la sala y dirigirse a su taller de trabajo.


Se quedó reflexionando en lo que le había dicho su abuela. ¿Y si era cierto? Que en realidad ella no le estaba dando suficiente crédito al hombre como para no confiar en el. Si, aún no se sentía segura de ello pero podría ser que la abuela Pinako tuviera razón y en realidad ella sólo estaba siendo una paranoica sin razón.


Al fin y al cabo quién podría ser mejor pareja que ella; puesto que conocía básicamente todo de el, habían sido amigos de toda la vida y habían tenido vivencias que solo ellos podrían recordar y contar. De igual manera, ella era una de las mejores mecánicas de automail conocidas en Resembool, Rush Valley y Ciudad Central. Gracias a ella, el apellido Rockbell se dio a conocer una vez más.


- Oh Edward, eres un verdadero idiota – comentó bajo la chica mientras se sentaba a leer unos planos técnicos de un nuevo modelo para la pierna de Ed.


Pasaban las horas y Winry no paraba de pensar en un posible partido para Edward Elric, el famoso Alquimista de Acero, imaginaba a una chica alta, morena con cuerpo de gitana y tez de canela, ojos de miel y voz aterciopelada capaz de seducir a cualquiera. La chica echaba fuego una vez mas, se paró en seco y se tomó la cabeza antes de dirigirse al espejo que se encontraba detrás de la puerta.

- Oh vamos, no puedo estar tan mal – dijo al aire mientras se observaba de los pies a la cabeza deteniéndose a examinar con detalle ciertas partes de su cuerpo.


Winry quien no había notado esa pequeña transición por fin cayó en cuenta que ya era una mujer, no una adolescente ni mucho menos una niña. Su busto había crecido de manera sobresaliente sin ser excesivo, al contrario ella lo veía muy atractivo… era su parte más femenina pensaba ella al creerse antes como un hombre por tratar con maquinaria. Observo de igual manera que su cabello ya un poco más largo caía sedoso hasta la cintura la cual se marcaba con suavidad hasta terminar en su cadera. Al llegar a esta parte de su cuerpo se sonrojó suavemente al saberse aún virgen.


Ya había tenido sueños íntimos con Edward, donde el le hacía el amor apasionadamente hasta quedar exhaustos, sin embargo eran solo eso… sueños.


- Y como me encantaría que fueran verdad – susurró para sí antes de regresar a la silla y su mesa de trabajo donde había comenzado a armar la pierna que antes estaba descifrando.


Al recordar lo anterior se sonrojo una vez mas, ¿cómo podía estar pensando en ello? Si ni siquiera le había dado el primer beso. Siguió trabajando para evitar así el tema y no seguir imaginando cosas que aún no sucederían.


La chica continuó trabajando hasta tarde, Pinako pasó un par de veces a preguntar acerca de su estado de ánimo y de apetito, el cual aún seguía sin emerger pero al menos ya se encontraba ensimismada en otra cosa y no en su querido desaparecido.


- Bien Winry, me iré a acostar… No te desveles de nuevo por favor, que se te empieza a notar – dijo Pinako a lo lejos antes de cerrar la puerta del taller.


La joven sólo asintió sin siquiera voltear, sabía que estos días de desvelo le estaban dejando unas ojeras terribles pero no podía evitarlo, simplemente ya no podía conciliar el sueño como era debido. Paró de trabajar y se levantó para luego dirigirse a la ventana y observar una vez más las estrellas, aquellas que serían las mismas que el vería esa misma noche. La chica recordaba la sensación que vivió aquel día que vio a los hermanos Elric llegar sanos y salvos a Resembool después del día prometido.


Escuchó a lo lejos el rechinar de la puerta de madera del taller al abrirse, pero ella no se inmutó.


- Creí que ya te irías a dormir – comentó la chica al aire aún sin voltear.


- No lo haré si no es contigo – dijo un joven. Winry al escuchar el tono grave de la voz se exaltó y se giró inmediatamente. Sus ojos no podían creer lo que veían, era Edward en persona, ahí parado y trajeado tal y como ella lo había dejado en la estación de trenes.


- Pero ¿qué?... ¿cuándo?... Ah... yo – decía la joven mientras sus palabras se atropellaban al tratar de salir.


Edward sonrió cálidamente y se acerco a ella, le colocó un dedo sobre los labios para silenciarla de manera sutil.


- Tiendes a hablar mucho, ¿lo sabías? – susurró el chico mientras se acercaba a la boca de su prometida. Al sentir el agitado respirar de la chica que robaba sus suspiros levantó la mirada y vio el rostro de la joven Rockbell, la cual se encontraba aún emocionada pero se notaba su rubor en las mejillas y sus ojos cerrados indicaban que deseaba eso. El mayor de los Elric no necesito más para unir sus labios con los de ella.


Esta fusión se hizo mas intensa al encontrarse sus lenguas y jugar con ellas.


- Para ser el primer beso, no esta nada mal – pensó la joven Rockbell rodeando sus brazos por el cuello del hombre que se encontraba frente a ella. El la tomó fuertemente de la cintura manteniendo el abrazo.


Se separaron agitados después de ese beso. Ella lo observó con incertidumbre al notar en la mirada de el un brillo inexplicable, como si estuviera fascinado con algo.


- Te parece si continuamos nuestra conversación en algún lugar más cómodo – comentó el volteando la vista a la salida.


- Por… supuesto – dijo Winry algo apenada al saber lo que su hombre pretendía.


- Perfecto, y si no te molesta… yo también me pondré más cómodo – susurró el chico rompiendo el abrazo para quitarse la chaqueta, la corbata, y la camisa con lentitud.


Edward aventó la ropa cerca de la silla de trabajo y tomó a Winry de la mano para encaminarla a la habitación.


- Lo siento abuela, pero creo que hoy también me tendré que desvelar – pensó la chica con una sonrisa de oreja a oreja. Gesto que indicaría el fin de su etapa de depresión y el comienzo de algo nuevo: una relación.


Espero les guste, es mi primer one-shot de EdxWin. Un beso y Gracias por leer. FELIZ NAVIDAD :D