Hetalia Axis Powers [One-shot] Alles gute zum geburtstag! [Gilbert Beilschmidt]

Título: Alles gute zum geburtstag!

Categoría: Drabble que al final acabó en One-shot.

N/A: Ya que según las fuentes de Google mañana es el cumple de Ore-sama, no he podido evitar hacerle, al menos, un pequeño regalo a su gran persona(¿?.

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Abre sus ojos de manera desorbitada al escuchar lo dicho por su hermano.

— ¿Cómo que no vas a estar en mi cumpleaños? —comienza a gritarle al teléfono con su voz rasposa, para luego colgarlo brutalmente y regresar a su habitación. — ¡Maldita sea, West desagradecido! —grita a los cuatro vientos mientras se tumba en la cama de manera infantil, abrazando una almohada con la cara de Gilbird.

¿Quién le había cuidado desde pequeño y le había dejado estar al lado de su gran persona? ¿Así se lo pagaba?

¡Pues muy bien! Si nadie iría a su cumpleaños, pues peor para ellos.

— ¡Ellos se lo pierden ~!—se frunce el ceño sobre sus ojos rubíes, alzando el rostro para observar cómo el pequeño polluelo se posa en su cabeza. — ¿Verdad Gilbird?

Y pese a que este no le conteste, él sabe que piensa lo mismo. ¡Por dios, es Ore-sama! El podría hablar con los animales incluso si quisiera, lo que pasa es eso mismo… que no quiere.

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Son las seis de la tarde, y ni sus dos mejores amigos le han felicitado. Si fuera otra vez el gran reino de Prussia, invadiría sus regiones vitales y les sometería a horribles torturas… Con arrebatarles los tomates y el vino es un martirio más que suficiente.

Ya va por su cuarta jarra de cerveza, y sigue igual de sobrio que como si no hubiera tomado nada. Rueda por el suelo algo aburrido mientras espera alguna felicitación, lo que sea. Pero nada llega, y eso hace que el tiempo le pase cada vez más y más lento.

De la nada escucha un estruendoso ruido proveniente del teléfono principal. Se levanta corriendo, y por unas milésimas de segundo deja su orgullo de lado, para luego recobrarlo y contestar con un tono de fingida indiferencia.

— ¿Sí? —pregunta algo desilusionado al ver que sólo se trata del pesado de su hermano.

—Gilbert, necesito que vengas a mi casa. Es urgente. —un momento, esa no es la voz grave de West. ¿Por qué demonios el señorito podrido tiene el teléfono de su hermano?

— ¿Qué demonios…? ¿Roderich? —debe de ser la primera vez que pronuncia su nombre, completo y con tanta seriedad. Y de pronto, sólo son audibles los constantes pitidos del teléfono anunciando el fin de la llamada.

Nunca le dirá a nadie lo que hizo a continuación, su orgullo se lo impide. Sólo se sabe que a los dos minutos de la extraña llamada con el señorito Austria ya se encontraba fuera del hogar que compartían él y Ludwig, mientras corría hacia la mansión.

Y lo que se encontró allí fue algo que hizo que la mandíbula casi le llegara al suelo, pero su awesomidad natural se lo impidió -o eso es lo que quería creer-. Los primeros que le recibieron fueron sus amigos de toda la vida, con los que formaba el tan famoso Bad Friends Trio, con jarra de cerveza en mano mientras pasaban ambos brazos por los hombros del joven albino.

— ¡Felicidades Gilbo! —exclamaron a la vez el español y el francés con una amplia sonrisa, mientras el cumpleañero seguía en estado de shock. Observó cómo al fondo su hermano le sonreía de manera tímida, y no dudó ni un segundo en acercarse a él, impulsado por sus amigos.

—Bueno… Esto, siento haberte tenido que mentir para traerte aquí Gilbert. —Ludwig juega nervioso con sus manos, mientras el italiano mayor intenta animarle a que prosiga agarrándose a su brazo para transmitirle así su apoyo.— Pero, bueno, sólo quería decirte… Alles gute zum geburtstag, bruder. (Feliz cumpleaños, hermano)

Nadie se espera lo que ocurre después. El mayor de los Beilschmidt, librándose del agarre del hispano y el galo, se abalanza contra su hermano abrazándole fuertemente.

—Muchas gracias, bruder. —y sonríe abiertamente, mientras llora de emoción en el hombro de Alemania, algo que nunca admitiría ni aunque cierta húngara le moliera a sartenazos hasta la muerte.

Porque sólo por ese día dejaría su arrogancia y orgullo a un lado para poder disfrutar de aquella ocasión tan especial en el que todos, absolutamente todos estaban allí.

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P.D: Si, sé que es ilógico que Gilbert vaya corriendo hacia Austria. Pero tengan en cuenta una cosa; Hetalia tampoco es algo del todo lógico y por eso lo aman e,e Okno. Y doy las gracias a los traductores onlines por ayudarme (Traductor Google, eso NO va por ti)