Olvidando. Me despierto sudando a las tres de la mañana. Mi corazón no aguanta más latidos. Me levanto de mi cama y empiezo a caminar lentamente, volteo hacia la derecha, y se encuentra un espejo… mientras yo me acerco a este, este lentamente quiebra, al simple ros de las yemas de mis dedos. —Dime quien fue el asesino…-Pronunció un reflejo mío, en una parte quebrada del espejo. — ¿El asesino?, he sido la que lo ha matado… mas no sé quien más lo ha querido matar. El reflejo sale del espejo… mis nervios me matan, y mientras el sale lentamente, mi sudor se siente frio, pero mis manos calientes. —Dime… ¿Cómo lo has hecho?-Me vuelve a preguntar este. Roso el centro de mis manos con la yema de los dedos, el sudor hace que me resbale en ellas, mientras el frío de este sudor hace que un escalofrío recorra todo mi cuerpo hasta penetrar mi espalda. —Solo lo he tocado…-Vuelvo a pronunciar con una voz quebradiza. El reflejo me toma del cuello y me levanta, mientras en mi mente solo se oye un ¨Ya no te parece solo un reflejo, ¿Verdad?¨. —S-Suelta…me.-Pronuncio de nuevo ha esta malvada creación. ¿Cómo ha salido esto del espejo?, Ha de ser un espejismo, o un sueño. ¿Por qué quiere matarme?, ¿Por quebrar un simple espejo? Pero luego a mi mente vuelve el recuerdo, de cuando maté mi personalidad. — ¿Has venido a hacer venganza por haberte matado?-Pregunto yo al verlo a los ojos. —No, he venido a preguntarte ¿Por qué me has olvidado? Un recuerdo olvidado, y con resentimientos, llega más fuerte que nunca por su sed de venganza.