Ojos

Tema en 'Relatos' iniciado por Atl, 30 Septiembre 2012.

  1.  
    Atl

    Atl Usuario popular

    Géminis
    Miembro desde:
    30 Abril 2011
    Mensajes:
    902
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Ojos
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    728
    Ojos Atl

    Desvié la mirada después de haberme quedado paralizado por la blancura de sus ojos, no quiero decir que sus ojos carecieran de otro color pero el blanco es el único que notaba (no recuerdo si era café o azul su pupila) me infundía una sensación de incomodidad tan grande que se convertía en un escalofrío que me aislaba del mundo por momentos.

    Cerré la puerta de mi casa y me diriji a mi trabajo, pensando en esos ojos con una morbosidad insana, llegué al sucio y nada popular mercado donde suelo sentarme tantas horas como el sol se mantenga en el cielo ofreciendo fruta que podría ser considerada comida para puercos, pasé mi día como lo hago regularmente hablando de cosas que no me interesan con personas a la que no les importo, no desperdicie tiempo ni energía al terminar mi jornada, guardé mis cosas en una oxidada camioneta que no ha arrancado desde que me la regalaron y caminé en dirección a mi casa, podría tomar el transporte público, pero era una costumbre que no me pude quitar después de años de no tener dinero ni para pagarle al chofer de uno de los viejos camiones que por aquí son muy comunes; realmente quisiera quitarmela porque cada que paso mi tiempo viendo el suelo roto me pongo a pensar en los ojos de aquel sujeto, también pienso en que no lo conozco ni siquiera le he saludado con una de esas señas que acostumbra la gente, cuando pienso en él no me causa nada como si viera a otra persona en un concurrido lugar sus ojos incluso desaparecen de su rostro y me olvido de su existencia por unos grandiosos momentos. Llego a la puerta de mi casa está hecha de lámina y ni siquiera tiene un candado o algo que impida que cualquiera la abra, espero el sonido de su coche llegar y con calma giro a verlo, más precisamente algo me mueve a observar sus ojos. Él se me queda mirando también, creo que piensa que estoy loco, entra a su casa y yo me quedo viendo al vacío.

    Ese día fue diferente: no lo vi, tal vez me adelante o él se atrasó o quizá no lo oí. Entré a mi casa y prendí la radio en uno de esos programas que transmiten a gente inconforme con todo, me senté en la única silla que tengo (es ahí donde duermo porque una cama me quitaría espacio) y me quedé pensando en los ojos.

    Desperté en la madrugada no me di cuenta cuándo me dormí, se escuchaba el sonido de una auto, salí tropezando con todo, vi el carro de mi vecino se veía igual que siempre, mas me daba una sensación diferente una que no podía identificar, las luces de carro estaban apagadas no es que fuera necesario la luna iluminaba lo suficiente, mi vecino bajó del carro traía unos lentes negros y maltratados de esos que usan los ciegos que piden dinero en la calle, no volteo la cabeza como lo hacia en las tardes se metío en su casa sin más. No recuerdo si apagó el motor, no creo que sea importante. En ese momento desee ver esos ojos como para decirme que todo era normal, no me tomó mucho tiempo el tomar una decisión. Me acerqué a su casa procurando no hacer ruido nunca había siquiera pisado la banqueta contigua fue como decifrar un secreto de algo que conoces. Me asomé por una ventana que no tenía cortinas ni nada que me impidiera ver hacia el interior. Su casa parecia desierta no había nada excepto un pequeño banco de madera de esos que se funden con el entorno, le faltaba esa sensación (no sé como llamarlo) de que alguien vive ahí, no vi a mi vecino por ninguna parte.

    Me hubiera quedado en la ventana hasta el amanecer de no ser porque alguien me tocó el hombro y me provocó la misma reacción que ver los ojos, volteé no con miedo sino con asombro de que alguien pasara tan noche por esas calles que no llevan a ningun lugar importante. Era mi vecino. Creí ver sus ojos a través de los lentes. Nos quedamos quién sabe cuánto tiempo así. No recuerdo nada más, no creo que pasará nada más.
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso