So Bong jamás había odiado. Sí se había molestado y por supuesto que había sentido enojo en muchas ocasiones, pero nunca, jamás en su vida, había sentido tanto odio por alguien. Lo había meditado toda la noche, bajo un mar de lágrimas, si era sano sentirlo con tanta intensidad y se preguntó a su vez, si algún día podría llegar a perdonarlo después de lo que había hecho con tanto despecho y desprecio. Sin embargo, después de pensarlo con más cuidado: Nam Shin se lo había ganado con creces. Lo peor de todo es que a él ni siquiera le importaría lo que ella sintiera al respecto. Eso sin duda obligaba que su odio creciera aún más y que sus ganas de matarlo volviesen con fuerza. A ese paso, no sabía que tan lejana estaba esa posibilidad de ella...
Somos dos, me sentí tan llena de odio hacia el Nam Shin humano, que deseé que hubiese muerto desde el primer instante. Y pese a que se "rehabilitó al final" igual lo sigo odiando. Se me hizo un personaje tan odioso y egoísta. Que asdf. :C