Nos conocemos, nos conocemos sin conocernos: conocemos cada parte de nuestro cuerpo sin haberlo visto, sin haberlo tocado. Conocemos casa sonrisa, cada sonrojo, cada mirada, cada pensamiento... conocemos todo del otro sin conocernos en verdad, sin querer llegar a perpetuar en el alma del contrario... Y nos amamos, nos amamos sin amar: nos deseamos, nos adoramos, nos queremos... Pero no nos amamos realmente, esto es sólo pasajero y quedará en el pasado, un pasado que será olvidado, que será pisado y borrado. Nosotros nos conocemos... Somos dos desconocidos que se conocen, que se aman sin amar, que se desean sin realmente hacerlo. Y nos odiamos, nos odiamos sin quererlo, siendo presos de los celos, de los deseos con afinidad de dominar. Nos dominamos: nos decimos qué hacer como si supiéramos depender del otro... nos dominamos nuestras ganas, nuestros sentimientos. Nos conocemos, nos conocemos a la distancia y a la cercanía. Nos conocemos en los sueños y en la vida... La realidad es que no nos conocemos, sólo jugamos a hacerlo. Somos desconocidos, extraños que tuvieron una historia... una historia que no llegó a su fin, que no acabó porque ni siquiera empezó... Somos extraños que compartieron algo, extraños que sintieron, que desearon, que adoraron... Pero que no amaron... pero que no se amaron.
Leyendo tu relato me ha parecido muy interesante. Creo que es cierto, que muchas veces creemos amar, creemos conocer a la persona de la que supuestamente estamos enamorados y quizás, solamente conocemos lo que nuestra mente quiere hacernos creer. Y aún así, nunca le conoceremos igual que nos conocemos a nosotros mismos y eso que a nosotros tampoco nos llegaremos a conocer totalmente nunca, seguramente. Me han gustado las repeticiones y me ha gustado como has resaltado algunas palabras para darle más fuerza. Quizás, el título es algo soso para lo que en realidad es el relato, creo que es bastante más profundo de lo que pueda parecer solo con leer el título, pero al mismo tiempo, creo que sintetiza bastante lo que quieres decir. Me agrada. Seguiré leyendo tus escritos. Un saludo.
También me pareció interesante el relato, por mi parte, me dio la sensación de que narraba los sentimientos de una persona enamorada (no importa que sea hombre o mujer) que dijo estar enamorada de alguien, pero que nunca se lo dijo, nunca lo llego a conocer a fondo, y después puede que allá quedado como uno mas en la lista de esas personas que le "gustaron" pero solamente eso. A mi me recuerda al sentimiento de uno cuando tiene aproximadamente entre 8 y 13 años, que dice que le gusta alguien, pero que en verdad, no va mas allá de un simple gusto. Básicamente, me imagino algo así a una chica que le gustaba un chico en primaria, pero nunca le dijo, nunca supo si el otro lo amaba, pero tampoco formo tanto ruido en su vida ni conoció al fondo la de el, no la perjudico, y tal vez al no verlo mas, ya sea por cambio de colegio o alguna otra cosa, simplemente se olvido de esa persona en el sentido amoroso y quedo como solo un recuerdo. Bueno, eso es todo, tal vez me de una vuelta a tu perfil, pero me gusto como expresaste esos sentimientos, espero poder comentar en algún otro texto tuyo, bye.
Al principio pensé que la persona hablaba de que cada quien se conoce sin necesidad de verse o tocarse, pero después no me lo pareció. Quizás se trate de dos personas cuyas circunstancias en la vida juntaron y pretendieron enamorarse, conociéndose sólo en la superficie sin llegar más a fondo, de ahí que se conozcan pero a la vez no. Del mismo modo sus sentimientos fueron pasajeros convirtiéndolos en extraños conocidos cuya historia de amor no inició ni finalizó. Algo tan efímero que apenas sí se notó. Tal vez.
