Contenido oculto: Nota Ignoro si alguna vez publiqué este relato acá. Vi mi ficha de autor y no lo encontré, por lo que, puede que no lo haya hecho. El relato lo escribí hace tiempo y para un concurso de aquí mismo. Noches Largas El sonido que generaba la manecilla, en aquella silenciosa sala, era fuerte y constante. La mirada café de ella miró el reloj; observaba avanzar la manecilla al ritmo en que sus nervios crecían. Hace un par de horas había caído la luz afuera y había llegado la hora de irse a descansar y ante esa idea, un nudo se formó en su estómago mientras que las nauseas se apoderaban de ella y, por si no fuera poco, escalofríos la recorrieron. Aun a pesar de todo, no dejaba de prestar atención al reloj, deseosos de detener el tiempo, que las manecillas del reloj ya no caminaran. Que las horas dejaran de fluir porque no deseaba llegar al final del día. Quería continuar así. Las ojeras negras bajo sus ojos indicaban lo agotada que estaba. Había tenido un día ajetreado, como todos los días, las noches se le hacían muy largas, sus ojos le pesaban más con el pasar del tiempo. El reloj marcó las diez. Luchó contra aquella sensación y caminó de un lado a otro por la sala. El reloj marcó las once. Nerviosa se acercó a la ventaba y se asomó por ella, era de noche, el día había terminado. Exhaló e inhaló lentamente en una forma de tranquilizase y comenzó a darse ánimos ella misma. Debía ser fuerte... era la hora de ir a la cama. Sin saber porqué, sus piernas la llevaron a su alcoba y, una vez ahí al abrir la puerta como quien teniendo miedo de encontrarse con un monstruo; pues ni tan lejos, en un rincón vio su cama; aquel instrumento que para muchos era un refrigerio, para ella era una tortura. Observó la cama detenidamente, aquel monstruo encarnado, y se armó de valor para enfrentarla, sujetó las sábanas y moviéndolas a un lado, se sentó para luego recostarse en su totalidad. Intentaría dormir. Se movió en la cama haciéndola rechinar a su vez que su corazón se aceleraba, nerviosa porque ese ruido era simplemente el rugir de tal ponzoñoso engendro. Cerró los ojos pensado que de esa forma todo mejoraría, fue su error y los volvió a abrir, incomoda, ansiosa, bañada en sudor; abundante sudor frío y su cuerpo comenzó a moverse solo, sin poder detenerlo, sin poder controlarlo, como si cada extremidad de ella tuviera vida propia, le gritaban que se levantara mas ella sabía que debía descansar bien porque su cuerpo se lo imploraba. Y entonces ocurrió, sintió a flor de piel como la cama comenzaba a moverme por sí sola, riéndose de ella y, no solo eso, las sábanas le parecieron que se levantaban y comenzaban a sofocarla, así que manoteó con fuerza, aterrada, mientras se levantaba de la cama, inhaló aire frenéticamente para llenar sus pulmones del aire que, a su parecer, la cama le había robado. Se llevó las manos al rostro para secar el sudor. Lo intentó pero fue en vano. “No, ya no. Ya no volveré a dormir” se prometió a si misma. ¿Quién le aseguraba que la cama no la mataría en la noche? . . .
Chan. Dejaré mi comentario con estructura de crítica, just because(?) Primero, tecnicismos(?): no encontré errores ortográficos ni de sintaxis, lo cual me hace disfrutar aún más la lectura. Es curioso que, desde el principio decís que ella le teme a su cama, no quiere ir a dormir, no quiere acostarse, pero como uno siempre está acostumbrado a encontrarse con un monstruo en la habitación. Entonces, al ver al final que su terror es la cama, tal como había dicho antes, me deja contrariada(?) lo bueno, es que me gusta estar así. Fue entretenido de leer, me gustó cómo narraste todo, en parte hablando de sus pensamientos, en parte siendo omnisciente. Saludos.
Hay algunos errores de sintaxis menores, como un "peor" en vez de "pero" o un "refrigerio" en vez de un "refugio" (creo, tiene sentido para mí); algunas comas algo alocadas pero, de resto, me gustó bastante, es un escrito pulido y reflexivo. Para empezar, me agrada el manejo del escenario y de la protagonista, le transfiere un sentimiento lúgubre y misterioso durante la primera parte del escrito que me encantó; eso si, sentí que pasaba demasiado deprisa. Sin embargo, y dándole más al tema subjetivo, me parece de lo más curioso ese miedo a la cama; aunque he de pensar que no es realmente un miedo a la cama, ese es el objeto en el que se representa la fobia pero no la razón de ella. A mi forma de ver, y por como se describe a la chica como alguien con "ojera negras", estamos ante un caso de temor a dormir y, por lo tanto, temor a soñar. La chica tiene miedo de soñar. Las razones pueden ser muchas, pero por las pistas que dejaste al final y entre líneas, me dobló hacia la posibilidad de una catástrofe natural bastante seria que arrasó con gran parte de su núcleo familiar (nunca se menciona y, en esas circunstancias, parece incluso que se evita). Así pues, he de pensar que ese temor a soñar es inducido por un temblor que ocurrió en plena noche en su infancia o adolescencia temprana, cobrando la vida de sus padres, hermanos, tíos, etcétera. Gran escrito. Lo del miedo a soñar me llama la atención.
