One-shot de Inuyasha - No porque quisiera [SesshxKag].

No porque quisiera.​

La lluvia no dejaba de caer, el cielo rugía con furia mientras él, con ojos expectantes y fríos, solo observaba a su hermano agonizante. La manera en que había sido vencido, era otra prueba de lo deshonroso que podía ser para Sesshomaru llamar a ese híbrido medio hermano; ni si quiera había dado una buena batalla, el muy idiota había sucumbido al ver a esa humana que lo acompaña envuelta por los asquerosos tentáculos de Naraku. Tal vez esa sería la última vez que se verían, ya que por su cabeza no pasaba, ni de manera remota, la idea de sanarlo usando a su colmillo sagrado.

— ¡Por favor Sesshomaru! —Chilló la azabache, mirándolo con los ojos llenos de lágrimas que se derramaban sin detenerse.

—No sigas Kagome, ya sabes cómo es de orgulloso y cruel —refutó Sango acercándose a la joven, dándole un apretón en el hombro—. Mejor llevemos a Inuyasha a alguna aldea cercana, a ver si lo curan.

—Sango tiene razón —apoyó el monje con postura sabia y pensativa—. Entre más rápido sus heridas sean tratadas, mejor.

El Daiyoukai se mantenía indiferente a la situación y los insultos hacia su persona. A él, por curioso que le pareciese, solo le interesaba ver cómo aquel híbrido daba su último aliento. Quizá de esa forma se quitaría un peso de encima.

—Pero…

—Jaken —dijo con voz profunda, haciendo que el pequeño demonio a su servicio diera un salto. Todos parecieron callar para prestarle atención.

— ¿Sí, amo bonito?

Sesshomaru vio por unos minutos más a Inuyasha inconsciente y respirando con dificultad, ya no necesitaba mirar más, sabía que los demonios del inframundo ya estaban sobre él.

—Vámonos.

Kagome ahogó un sollozo y corrió hasta él, tomándolo de la ropa para detenerlo.

— ¡Por favor, tiene demasiado veneno en el cuerpo y ha perdido mucha sangre, no es posible que un humano lo cure! —Las manos de la muchacha apretaban con fuerza la tela de su haori, enfureciéndolo.

—Eso es algo que no me incumbe —llevó sus ojos dorados hacia las manos que le impedían irse, y luego, con mirada cortante y furiosa, vio a la chica; movió el brazo con brusquedad he hizo que el agarre de Kagome se zafase, dio media vuelta y continuó su andar.

No era su responsabilidad, que muriera si así debía pasar.

—No… —la voz de la humana se quebró por completo—. No Inuyasha, quédate conmigo —murmuró apretando al híbrido contra su pecho.

Sesshomaru se detuvo y endureció más su gesto.

— ¿Amo bonito?

Gruñó por lo bajo, se giró y, con un solo movimiento de su espada, cortó a los demonios del inframundo, sanando así todas las heridas de su medio hermano.

Inuyasha tomó una bocanada de aire y empezó a recobrar el conocimiento.

— ¡I-Inuyasha! —chilló la azabache aferrándose al peli plata con esmero. Una sonrisa enorme surcaba su rostro, donde aún se veían sus ojos hinchados, y el camino dejado por las lágrimas.

— ¿Kagome? —Dijo el susodicho con un leve sonrojo—. ¿Qué pasa?

La joven se despegó de él y negó varias veces.

—No pasa nada. —Se giró hacia el daiyoukai para agradecerle, más él ya no estaba allí.

— ¿Estás segura?

—Em… sí, segura —sus ojos chocolate seguían buscando al demonio de mirada fría, pero no había ningún rastro.

-.-.-

Jaken seguía con paso apresurado al imponente demonio, que luego de todo aquello, solo había continuado caminando.

—A-amo bonito…—Nada, Sesshomaru mantenía la mirada al frente y el paso firme—. Amo bonito, cuando salvó a ese tonto de Inuyasha… ¿fue por alguna estrategia?

El lord del oeste detuvo su paso y vio por sobre su hombro a Jaken, el demonio tragó seco y retrocedió varios pasos.

No, no había sido por ninguna estrategia, ni por la humana llorona. Sesshomaru había obedecido al deseo de colmillo sagrado. Nada más.

-.-.-

Gracias por leer, espero que les haya gustado.

PD: Intenté que la idea de los SesshxKag dejara de ser romántica, espero haber logrado aquello.