No más notas, nunca más.

Tema en 'Literatura experimental' iniciado por Fernandha, 11 Mayo 2013.

  1.  
    Fernandha

    Fernandha Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

    Acuario
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    17 Agosto 2010
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    Inventory:

    Escritora
    Título:
    No más notas, nunca más.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2854
    Resumen: De los productores de idioteces mal nacidas, llámese Choconilla.
    ¡Quiero mi perro! D:

    Vente y hacemos un rico napolitano (?
    Ñýam, yomi *¬*
    Tengo hambre :’c
    De acuerdo, está toda sulfurada. Trátala bien.
    Haz como si fuera yo, sólo que sin los sexys arrumacos, ay, ay <3
    Capítulos: 1
    Rango: K+
    Género: Amistad-Humor-Romance (?
    Realizado: 9-05-2013
    Finalizado: 11-05-2013
    Estado: Completo
    Palabras: 1,635
    Dedicado a: VainillaSexySymbol
    Notas: Ah, esta cosa es la más rara que he escrito, pero me recuerda buenos momentos x'D Más que nada porque todo se desarrolló /con ayuda de una amiga/ vía féisbuk x'D Publicado en Lj bajo el pseudónimo fernandha y con el título "Jodederas al profe" en la etiqueta "Retos de VChoconilla"
    Sí, la parte en donde se menciona mi bisexualidad es cierta. A cualquiera que quiera joder, mi perfil está abierto. alucard me cuida (¿?) /@alucard
    ........
    .......
    ......
    .....
    ....
    ...
    ..
    .

    Mi celular vibró, de nueva cuenta. Quizá, la décimo sexta vez en esta primera hora. Suspiré, hacía rato que no le contestaba los mensajes, me incliné en mi lugar y fingí leer el libro frente a mí, para después abrir el celular y leer el mensaje.

    Rosario dijo:
    Con un demonio,
    ¿por qué no contestas el puto mensaje?

    Arrugué la nariz levemente, costumbre que había adquirido con el tiempo. Y bufé antes de escribir una respuesta.

    Fernandha dijo:
    Ya te dije que mi celular es idiota,
    se hace lento más con las cosas que le descargas.
    ¡Llevas dos jodidas memorias, mujer!
    Sobre lo otro, ¿qué mensaje?~

    Rosario dijo:
    Yo sé que tú adoras ésas memorias, tienen tanto tesoro dentro. °-°
    Adoras el mensseger que te ayudé a desbloquear.
    Además, sé que me amas, admítelo.
    Soy la mujer de tu jodida vida :`D
    publícalo en el pintarrón, anda que todas sepan de nuestro amor de pollo <3 Y que eres bisexual :`D
    ¡El puto mensaje de la Changa! D:

    Fernandha dijo:
    ¿No te basta con lo de la semana pasada?
    D:
    Andas de amor suelto, vainilla.
    Me engañas con la mitad de la escuela
    (?
    Ya no te soy querida :C
    *forever alone*
    Y es una jodida cosa cargar dos memorias,
    a veces me da ansia si pierdo una. ¡Y todos saben que soy bisexual! D: Excepto el nuevo, el nuevo no sabe nada T^T
    Espera, espera que tengo dos mensajes de ella.
    No quiero buscarlos, dime cuál D:

    Rosario dijo:
    ¡Eres mi novia de vainilla! D: ¿cómo puedes decir eso? Ya no me amas, ¡lo sabía! Sólo fui un jodido juego para ti :’c
    Noooooooo que si ya sabía yo que dejarte en brazos
    de Irak fue un error, me robó tu amor.
    ¡No, no, no! Desde ahora me mudo de casa, quédate con la choza, yo me quedo al perro.
    Me voy con mi amante de chocolate,
    ¡he dicho!
    ****
    Ya sabes, sobre que se le quiere declarar
    a ya-sabes-quién
    pero tú-sabes-qué-molestia no deja de joder
    a-ésa-del-otro-lado y,
    hum~ el enredo amoroso que tiene e,e

    Fernandha dijo:
    Né, ni madres :’c
    Tú la casa yo el perro.
    ¡Lo sabía! Tenías un amante D: noooooo,
    Me fuiste infiel en todo el helado de relación que tuvimos
    T^T Wuaaaaaaaa!
    Mi vainilla se fue a un barquillo combinado D:
    De acuerdo, esto es drama °-°
    Esa madre de "ya-sabes-quién" me recuerda a Harry Potter
    Los actores de Voldemort son sexy's *¬*
    Hablaré con ella en el cambio de clase.

    Rosario dijo:
    ¡Quiero mi perro! D:
    Vente y hacemos un rico napolitano (?
    Ñýam, yomi *¬*
    Tengo hambre :’c
    Oh Dios, una orgía D: Vamos a por ella!
    De acuerdo, está toda sulfurada. Trátala bien.
    Haz como si fuera yo, sólo que sin los sexys arrumacos, ay, ay <3

    Comencé a escribir la respuesta cuando la pantalla se puso negra. Mordí mi labio, mi celular se había quedado sin batería, giré a ver a mi amiga y le mostré el celular, pensado que quizá entendería al verlo apagado; regresé mi mirada al frente.
    Pasaron unos minutos hasta que sentí como una bola de papel me pegaba cerca del ojo, volteé para comprobar quién fue.

    —Idiota —escuché como me decía Rosario. Y yo refunfuñé.

    Abrí la hoja de papel.
    ¿Es acaso que nunca piensas en ponerlo a cargar?

    Tomé una pluma y garabateé un poco.

    Eso, vainilla, sería posible si no hubiese olvidado mi cargador en la casa de Gabriel. En la vida vuelvo a trabajar con él.

    Le aventé la hoja de papel y miré al frente, el profesor seguía con la parte teórica del proyecto. Me recargué en mi mano hasta que sentí cómo me pegaban en la nuca con algo.

    Sí, sí claro.
    Oye, cambiando de tema. Al profesor se le nota demasiado el peluquín.

    Volví a mirar al frente, intentando observar la calva del maestro y reí entre dientes, tomé mi pluma para contestar.

    No seas cruel, él creé que así se ve bien. Es más, te aseguro que piensa que se ve guapo, más para la maestra de español que tú sabes… Ugh <3 Además, según escuché de Alejandra, planea teñírselo.

    Le aventé el papel, de nueva cuenta.
    A nadie le importaba en realidad, era lo más común en el aula hacer aquello, escuché cómo Rosario intentaba sofocar una risa.

    —Oye, Raúl, ¿me dejas cambiarme de lugar? —escuché que decía.

    —¿Para qué? —murmuró mi amigo.

    —Tú di sí o no, tonto —refunfuñó en voz baja, mi amiga.

    —Está bien, está bien —le contestó—, sólo no hagas tanto ruido, Alíen.

    —Imbécil —le dijo ella.

    Vi como mi castaño amigo se pasaba unas mesas más atrás, y el cómo Rosario se sentaba a una mesa de diferencia a mi derecha.

    —Ehm, Juampi —volvió a decir ella a Pablo, mi mejor que se sentaba a un lado.

    —No, Roxa, no me cambiaré de lugar —le contestó.

    —Oh, vamos —suplicó.

    —Ustedes dos, guarden silencio —regañó el profesor antes de voltear al pizarrón de nueva cuenta.

    Los miré.

    —Anda, di que sí; sólo por hoy —rogó ella.

    Pablo me miró, yo sumí los hombros.

    —Sólo por hoy —le dije. Él bajó la cabeza, negando levemente.

    —Sólo por que me caes bien —me dijo y yo sonreí.

    Así Rosario llegó a un lado mío, tratando de hacer el menor ruido posible. Deslizó, por sobre la mesa, con lentitud la hoja con la respuesta a mi anterior mensaje.

    ¿Por qué se lo va a teñir?, ¿no es más fácil comprarse otro peluquín?

    Me encogí de hombros, agarré mi pluma.

    A mí no me preguntes, no sé lo que piensa la gente. Y deja de reírte con tanto descaro, se va a dar cuenta.

    No me estoy riendo con descaro, la Changa me entendería.

    Recuperé la hoja que me fue arrebatada.

    Ella está con sus problemillas amorosos, déjala por hoy.

    Le regresé el mensaje.

    Lo olvidé, oye. ¿Por qué Claudia nos ve así?

    Miré por sobre mi hombro a mi compañera. Fruncí el ceño.

    No tengo la menor idea, pero adnbjes~ Me da cosa

    ¿Y si nos viola? De seguro ya descubrió que es bisexual como nosotras y nos quiere conquistar, ya sabía yo que eramos demasiado sexy's…

    ¿Ves como si eres así? No te importa tu vainilla.

    Sí me importas, cariño. Pero eres bisexual experimental, ya sabes, con eso de que Ámber y tú aún no... al menos por ahora (? Además creo que Irak nos está viendo, no vaya a ser que mal entienda la situación.
    A menos que quieras hacer uno de ésos tríos tan lindos <3

    No seas pervertida, le diré a Gabriel que ya no te hable. Ámber es Ámber, e Irak sólo nos sigue el juego para que nadie me moleste x'D
    En realidad, le diré a Raúl que te cuide mejor, o a tu amante de chocolate.

    Oh vamos, eres el único helado en mi vida

    Las palabras que toda chica desea oír…

    Ya lo sé, soy tan sensual

    Uff, ni que lo digas.
    Reeeee nótese el sarcasmo

    Yaay, ya sabía yo que me amabas. Oyeeeee! Me dan ganas de robarle el peluquín al maestro. Siento que es una ardilla que necesita de mis abrazos.

    ¿Y cómo mierda le diste forma de ardilla? ¡Parece rata muerta!

    Ey, no te metas en mis fantasías, a menos que quieras participar en una C:

    Te alejaré de los chicos, eso es seguro. Oye sobre…

    De repente sentí como la hoja fue arrebatada de mis manos.

    —¿Pasando notas en mi clase, señorita? –inquirió el maestro. Un rictus de ira hacía palpitar de mala manera la vena de su sien, que parecía ir a mil por hora. O era quizá mi imaginación o de verdad, de verdad, me sentí como una jodida caricatura.

    —¿Notas? No he pasado ninguna nota, profesor –mintió, demasiado descaradamente, Rosario. Apreté los labios, evitando mover la cabeza con pesar. Entre las habilidades de mi amiga, no constaba la de mentir.

    —¡Martínez! —gritó el profesor Franciso, alejándose de nuestros pupitres para acercarse al de Raúl dando zancadas—. ¡Léala!

    —¿Qué? ¡No! –exclamó Rosario, espantada.

    Raúl nos miró con regañó y yo sólo mordí mi labio.

    —Maldición —murmuré.

    Vi como Rosario cerró los ojos y yo miré a otro lado, apreté la pluma en mi mano con más fuerza.

    —¿Es acaso que nunca piensas en ponerlo a cargar? —leyó Raúl confundido. Me miró, sentía su mirada, sonreí nerviosamente antes de voltearlo a ver—. Eso, vainilla, sería posible si no hubiese olvidado mi cargador en la casa de Gabriel. En la vida vuelvo a trabajar con él —prosiguió. Haciendo que Gabo voltearé a verme.

    —Hm, maestro —hablé— podemos quedarnos a un castigo si quiere, no tiene que leer la nota. Sólo le quitaría tiempo —casi rogué.

    —Nada de eso jovencita —sentenció él—. Esto les enseñará a que no deben pasar notas en mi clase.

    —P-Pero…

    —Prosiga, Martínez —me interrumpió el profesor.

    — Sí, sí claro. Oye, cambiando de tema. Al profesor se le nota demasiado el peluquín. —vi como él, con pésimo disimulo, llevaba las manos a su cabeza para acomodarlo… así mismo escuché las risas de mis compañeros y a Raúl toser para no evidenciar su risa—. No seas cruel, él creé que así se ve bien. Es más, te aseguro que piensa que se ve guapo, más para la maestra de español que tú sabes… Además, según escuché de Alejandra, planea teñírselo.

    Las risas aumentaron y sentí cómo Ale me arrojaba una bola de papel, volteé a verle. Estaba roja, quizá de vergüenza o por tanta risa, regresé mi vista al maestro… ahora no sabía si Ale era la más sonrojada o era él. Tosí con desgano.

    —¡Guarden silencio! —vociferó enojado después de notar que las risas no cesaban —. A su lugar, Martínez —le dijo a Raúl, quién dejó la nota en el escritorio, para luego voltear hacia nosotras y reír con levedad.

    Mi amiga abrió los ojos con lentitud.

    —¡A ustedes dos, no las quiero juntas en mi clase! —sentenció, Francisco, levantando los brazos, firmemente. Quizá dando énfasis a lo dicho y, antes de poder decir otra cosa, sonó el timbre.
    Rosario y yo tomamos nuestros útiles a toda prisa y salimos del aula.

    —No más notas, nunca más. —le dije mientras acomodábamos nuestras cosas en el pasillo.

    —Prefiero el celular, podemos apagarlo antes de que digan cualquier cosa. Robo un cargador para ti —rió nerviosamente ella.

    Asentí y nos alejamos, casi corriendo, del aula.
     
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