No llores. Y otra vez estaba ahí, esperándote a un lado de tu puerta sin saber qué hacer al oír tu llanto. Escuchando tu respiración entrecortada, tus lágrimas estrellándose contra el suelo y tu intento de ocultarlo. Ocultarlo para guardar toda la angustia. Sentí como mi corazón se comprimía más y más, quebrantándose en mi interior y lastimándome por dentro con cada pequeño sollozo. ¿… Qué te hizo…? Ahora ya no tenía más de mi paciencia. Ya había sido suficiente, estaba en el límite. Ése… iba a sufrir las consecuencias. Las consecuencias de haberte lastimado. Pero no te iba a dejar así, soltando tus penas sola y por tu cuenta. No podía. Volteé suspirando, dudando de todo. Dudando qué decir, dudando de mí, de ti. De lo que sucedería. “Hey…” te llamé, tocando a la puerta, pasando un trozo de papel por debajo. Pensé que quizás si hablabas, se te quebraría la voz. Como siempre. Te esperé. Siempre te esperé y ahora te esperaría lo necesario. Devastado y con la esperanza de que hubieses leído cada nota que te mandé, me adentré a tu habitación al no escucharte más, encontrándote en el suelo, mirando a la luna. ~~~~~ “No llores por favor, después de que haya caído la noche…” Siempre te desahogabas en la oscuridad de tu habitación. Siempre tú sola, aislándote en tu propio mundo. “Haz como si nada hubiera pasado…” Caminé lenta y cuidadosamente sobre las sombras, acercándome a tu silueta dibujada en el frío suelo, acercándome a ti. “Esta vez, debes acompañar al cielo en esta noche de tormenta.” Te rodeé con mis brazos, sintiendo tus cálidas lágrimas sobre mi piel. Sintiendo tu pena, sintiendo tu tristeza. “No llores, sólo pasemos esta noche de tormenta en silencio, olvidando el dolor…” ...
La idea que quieres expresar no estoy segura de que me quede clara. A veces tardo en reaccionar, lo siento. Entiendo que ella está sufriendo por algo, alguien. La cuestión es, ¿quién? El que narra parece saberlo y también parece estar consciente de que no es la primera vez que ella llora por este ser desconocido al declarar que ya no tenía paciencia para esa situación y que se encargaría de darle su merecido. Pero insisto, saber mejor quién es el culpable de la desgracia de ella. ¿Su novio? ¿Esposo? ¿Amante? ¿Padre? ¿Hermano? ¿Tío? Uff, las posibilidades que imagino son inmensas. No me queda claro, ahora, quién es el protagonista (ok, bien es el personaje principal por el que existe la historia ¬¬, eso lo sé), lo que no termino de asimilar es qué papel desempeña en la vida de la fémina. Es claro que no soporta verla sufrir... es más, que no tolera saber que ella llora sola en su haitación, en un rincón oscuro y que no esté él presente para consolarla, para brindarle su apoyo, para darle su amor (lo que, no me malentiendas, me parece algo sumamente tierno, que me ha gustado demasiado y que le da alusión al título), pero la inquitud de por qué lo hace me carcome por dentro. ¿Qué es él de ella para que se desvele por su bienestar y por una sonrisa forzada? Volvermos a las preguntas del inicio. ¿Su novio? ¿Esposo? ¿Amante?... Fuera de esos aspectos, insisto, que él la cuide de esa manera me ha hecho suspirar de amor XD Hm... Espero lear algo tuyo de nuevo, un poco más estructurado si es posible. A veces no es malo extenderse en una idea con tal de abarcar todo bien. Faltas ortográficas no noté, pero es que me centré en el contexto del drabble. Sigue mejorando. Hasta otra.