Subterráneo

Al tomar el objeto que hace un ruido húmedo, te das cuenta de que es una libreta apelmazada por la humedad. Al abrirla se pueden leer algunas cosas, aunque la tinta está bastante corrida. ¿Quizás luego de sacarse al sol se podría leer mejor? Quién sabe.

 

El objeto que dejas para el final resulta ser un bat de baseball, parece que su estado es, de hecho, bastante decente así que es probable que a algún adolescente torpe se le cayera en el subterráneo y fuese arrastrado por la corriente hasta allí.
Contrario a los demás objetos no tiene nada escrito.

 

—¿Listo ya? —Espera a que subas sin hacer más preguntas y desata la barca—. Me alegra que no se te ocurriera subir otra cosa como aquel cofre.

El camino de regreso inicia, con el suave murmullo del río, los murciélagos, el motor y el frío. No tardan demasiado en llegar al pequeño muelle y atracar de nuevo.

Mr. Salvi espera a que bajes.

>>Espero seguir viéndote por aquí, chico. Por ahora va siendo hora de que vuelvas a casa, de estar por empezar a caer el sol, yo debería hacer lo mismo.

 

Bobby Jum

Enseguida arrugó el hocico apenas tocar la escalinata que lo conducía al subterráneo. Era probable que nunca se acostumbrara al olor que había allí adentro, más allá de vivir él mismo en una pocilga llena de sábanas mal lavadas y vegetales podridos en la nevera. El agua estancada y los huevos de insectos eran cosas que sencillamente detestaba.

Pero bueno.

—Eh, anciano —alzó la voz hacia la oscuridad del recinto casi interminable; el sonido rebotó entre las paredes—. Salvi, ¿estás por ahí?

 

Además de la peste, te recibe el ruido del agua al fluir por el túnel, debajo de la ciudad y te llegan las voces de un grupo de adolescentes, unos metros más allá posiblemente cerca del antiguo mural.

Salvi no parece estar en el subterráneo hoy o quizás entró solo, puesto que ni siquiera está su bote atracado en el pequeño muelle.

 

William Baxter

Pocos minutos después, había llegado, olvidaba lo sombrío y extenso que era el sitio... Por lo que no me entretuve mucho y busqué al búho pero... ¿Qué es esto? ¡No está!

—Vamos suerte... No me insultes ahora—me dije a mí mismo estresado, era a él a quién quería ver...
Suspiré decepcionado, escuchando unas extrañas voces, eran de adolescentes, creo. No creo que me ayuden mucho en este caso pero, supongo que no perdía nada, sin realmente ganas de charlar, no dejé escapar la oportunidad y me acerqué a dichas voces. A ver si con tiempo podía volver.

Ni siquiera me había percatado de la presencia de Bobby.

 

Los chicos dejan de hablar en cuanto te acercas. Sin embargo, una de ellos te mira, una joven loba de pelaje negro y ojos amarillentos, lleva un mechón de cabello teñido de verde neón y una pesada chaqueta de cuero, parecida a la de Billy Hartley, además de pantalones rasgados. Pareciera que la moda pseudo roquera se esparció por el pueblo o algo.
Debe tener como mucho diecisiete años.

Sostiene un cigarrillo en su hocico, lo toma con su pata mientras deja salir el humo y hablarte.

—¿Qué hace un remedo de adulto en el Inframundo? —pregunta, con cierta diversión en la voz—. Tan siquiera Salvi ya es parte del paisaje.

 

Bobby Jum

El cachorro le pasó a cierta distancia y parecía no haberlo visto. Bobby frunció el ceño y olisqueó el aire, intentando reconocer su aroma. A decir verdad, casi todos los perros se le hacían muy similares. ¿Cómo se llamaba ese? ¿Baker? ¿Baxter? Daba igual. No planeaba ni de coña acercarse al grupo de adolescentes pasando el rato en el subterráneo, pero la mención del búho que arrastró el eco le paró las orejas y anduvo precavido hacia ellos, la capucha de la sudadera sobre la cabeza.

—Eh —gruñó, áspero—. ¿Saben dónde está el búho?

Si eran asiduos de esa pocilga quizá pudieran ayudarlo.

 

La chica desliza su mirada amarillenta a ti y frunce el ceño un instante al reconocerte, pero pronto regresa a su expresión indiferente y le da una calada al cigarrillo antes de responderte.

—Salvi entró al túnel hace unos diez minutos —responde sin más—. Es probable que no salga hasta que el sol haya caído. No les recomendaría esperarlo, nadie se queda después de la puesta del sol ya. Salvi se la está jugando un poco, pero supongo que es porque simplemente no le importa ya.

 

Bobby Jum

Chasqueó la lengua sin disimulo, no sólo ante sus palabras sino también el evidente desdén con el cual lo estaba viendo. Bueno, no era como si no estuviera acostumbrado ya, pero nada le quitaría el mínimo placer de seguir reaccionando.

—Me cago en Salvi —masculló, no realmente hacia alguien en particular, y bufó con pesadez antes de volver la mirada desconfiada a la chica—. ¿Que se la está jugando? ¿De qué mierda hablas?

La poli no podía andar ahí abajo también, ¿no? Si empezaban a patrullar el subterráneo por las cagadas que estaban ocurriendo el negocio se le complicaría el doble.

 

William Baxter

Como era de esperarse, guardaron silencio, aunque una de ellos destacaba, no creo que sea la misma chica que Luna había comentado antes, Lori. Sé que no es normal que me halle aquí, hm, si tan sólo supieran el porqué estoy aquí.
Miré a todos y a cada uno de los presentes ahí mismo, hasta que volví a mirar a la canina e iba a hablar cuando otro sujeto apareció, ah, ya lo recuerdo... Y no precisamente por cosas buenas, por lo que me alejé un poco de él, es a gente como él que ni me iba a molestar a dirigirle la palabra.

Dejé que hablaran un rato y me ahorró la pregunta sobre Salvi, no evité suspirar, parece que no podremos verlo hoy, y eso es una lástima.
Cuando llegó a la parte de que se la estaba jugando, lo intuí.

—Creo que seguramente se refiere a que pese a las cosas que están pasando actualmente, ir sólo a las profundidades de este sitio no es precisamente lo mejor—. Expresé, volviendo mi atención hacia la chica.

—¿Y qué tiene? Que el "Inframundo" sea un sitio desagradable, nunca esta de más visitarlo de vez en cuando, en especial si quieres buscar algo en concreto—. Expresé con calma, mirando al vacío un momento.

 

La chica usa la pata libre para hacer un gesto de "más o menos" ante lo que dice William.

—Entrar al túnel podría ser lo menos peligroso por ahora. De hecho Salvi es el único que mete allí un puto barco —añade con la misma sencillez, antes de seguir hablando para responderle a Bobby—. Andar por el pueblo cuando ya oscureció no es muy inteligente, al menos no en estos días, que o te cae la poli aunque no hagas nada o te cae quien sea que le haya hecho algo a Kira.

Luego dirige la mirada hacia William de nuevo.

—Pero tú no pareces venir por nada en concreto, ¿o sí, Baxter?

Puede tener diecisiete años, pero es bastante intuitiva. Tiene la malicia de su especie.

 

William Baxter

Reí ligeramente ante su último comentario.
—Ya, ya. Creo que era bastante obvio que no estoy aquí por nada. Aunque mas bien diría que estoy "jugando" a algo peligroso. Ya sabes como soy—. Volví a expresar con calma, asintiendo ante la explicación sobre Salvi.

—Bueno, venía a verlo a él realmente, quería ver si hay algo que pudiese ayudarme a defenderme por si uno de estos días, alguno de esos locos se me aparece enfrente—. Me excusé aunque usando cierto tono por si ella era capaz de intuir que venía a buscar más pistas sobre el caso de Kira.

 

—¿En ese basurero? Si encuentras algo además de pedazos de madera podridos, tienes suerte —ataja mientras deja caer la colilla del cigarro y la aplasta con su zapato—. Tú más que nadie deberías saber que la mejor defensa es dejar de meter las narices donde no te han llamado. ¿No te lo dijeron nunca de niño?

La chica saca un nuevo cigarrillo de la cajetilla y le pide a uno de sus amigos que le pase un mechero. Al encenderlo, la flama se refleja en su mirada amarillenta.

—Una manada de gente corriente actuando sin saber bien en qué se está metiendo puede ser un peligro, como caminar a ciegas. Cuando te des cuenta puedes caer por el barranco. —Sonríe con cierta sorna y sus dientes, blancos como perlas, relucen—. O en la boca del lobo, como quieras verlo. Pueden facilitarle el trabajo al loco que se haya llevado a Kira y ser los siguientes.

 

William Baxter

Volvió a reír al escucharla, tenía razón. Pero estaba determinado.
—No es tampoco como que esté sólo en esto. Simplemente quiero hacer algo más por este pueblo, yo sé en lo que me estoy metiendo, y si caigo víctima del loco, loca o quienes sean los culpables. Es porque no me moví adecuadamente, ¿no es verdad?—. Expresé con calma mientras veía que fumaba otro cigarrillo.

—Me recuerdas a Billy Hartley, casi que tienes su estílo—. Añadió con calma, solo que mas como dato curioso que por cualquier otra cosa.

 

Se lleva la pata a la nariz y hace un gesto afirmativo.

—Lo que asusta es lo confiado que pareces en tu habilidad para moverte "adecuadamente" —Enarca una ceja al escuchar tu comentario sobre su estilo y luego ríe—. ¿El viejo Billy? Sí, mis padres han dicho que era así cuando tenía mi edad, pero bueno Billy en el fondo es un blando. Debe estar bastante preocupado por la mierda que está pasando.

 

William Baxter

No evité sorprenderme ante su comentario sobre mi seguridad, por lo que volví a reír. Sí... tal vez y era demasiado confiado.
Luego escuché sobre William Hartley. ¿Preocupado? Yo mas bien lo vi algo seco, producto de lo acontecido con su hermano.

—¿Blando?—. Pregunté con curiosidad—. Bueno, me da curiosidad eso porque... cuando hablé con él mas bien actuó como que distante. O como queriendo no tocar el tema actual, en especial sobre, ya sabes. Su hermano—. Dije con cierta reflexión y tristeza.
>>No me quiero imaginar lo que es perder algo así, no dudo que se sienta identificado. Inclusive admito que le pedí ayuda sobre todo esto pero, como que al final se guardaba detalles. Y eso que solo le pedía me contara datos que me ayudasen a investigar esto, nunca le pedí que me ayudara directamente a acompañarme a investigar por ejemplo—. Añadí mientras me recargaba en un pilar.

—Es cierto que me dijo lo mismo con decir que jugar a ser detective ahora me podría costar la vida, y es cierto. Pero aunque fuese irónico... desde que presencié aquél asesinato cuando era un adolescente, creo que más que miedo a esto me provocó lo contrario. Supongo que producto de la impotencia por no haber podido hacer mas que presenciar eso y defenderme. Ya sabes como es la psique de cada quién—. Comenté mientras miraba al vacío de nuevo y luego musité para sacudir mi cabeza ligeramente.
>>Disculpa, ya sé que relatar estas cosas no importan. Siempre cuando me doy cuenta ya me puse a divagar de nuevo.