One-shot Nirvana, or Shangri-La, or Valhalla [Pokémon | The Highlanders]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Zireael, 19 Enero 2021.

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    Zireael

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    Título:
    Nirvana, or Shangri-La, or Valhalla [Pokémon | The Highlanders]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1606
    Se me fue la pinza fuerte, obviamente, y me tenía que aventar el What if? que estuvo a punto de ser puto canon (?)
    Los acontecimientos narrados ocurren a partir de este post: https://fanficslandia.com/tema/laboratorios-z-max-el-valhalla-de-gérie.65297/page-2#post-1080110 De hecho las respuestas de Gigavehl y Rider están coladas en el fic como tal, hice algunos cambios eso sí, pero en sí con casi copypasteos con correcciones mínimas.
    Los etiqueto más que nada por eso cuz bueno, el resto ya verán *c mata*

    Nada que ver por acá, robándome formatos que ha usado Gigi en otras publicaciones ya que estamos (?)




    maybe no one really knows the way
    .
    no one really offers help anyway
    no one's there to save you from this place

    .
    Nirvana, or Shangri-La, or Valhalla
    move, 'cause if you stay in limbo
    you'll decay

    | Cayden Dunn |
    | Aleck Graham |
    | Givan Velren |
    .
    .
    .


    Lo vimos, vimos al enano feliz de la vida con sus moldes, con sus sueños e ilusiones cumplidas por la energía dinamax, saludándonos como lo había hecho desde que lo conocimos, sin atisbo alguno de haber perdido la cordura. Había ido con Zach para pedirle más, como un maldito adicto a las drogas duras y aún así... Mi argumento trastabilló porque no podía con la sola idea de destrozar la felicidad de Neil.

    No podía.

    Pero Gen se adelantó, como había hecho desde que lo conocí en Risco.

    Neil, amigo. Sabes... de verdad, me alegra que por fin hayas realizado tus sueños, tomatín. Yo también añoro eso y, ¿sabes? La energía dinamax es increíble. Venimos a ayudar, pero... s-sabes. N-No de la manera cómo deberíamos.

    Gen, para.

    Para.

    Para.

    ¡Ya para de una vez!

    El alma me cayó a los pies en lo que el menor seguía hablando, porque sentí que se me había subido la presión o bajado o una mierda así y la sangre se me había subido a los oídos, palpitando al ritmo descontrolado de mi corazón. De nuevo la oleada de miedo visceral, que activaba un montón de partes del sistema y así como la ira silenciosa, me había hecho temblar las manos.

    No quisiera romper tu ilusión, no lo mereces. Si hubiese una manera, solamente me iría, pero es firmar la derrota y... no... no todos merecen esto tampoco, Neil.

    ¡Para de una puta vez, por lo que más quieras!

    ¡Gen, ya es suficiente! ¡Por favor ya basta!

    Estoy aquí para sacarte de este sitio y liberarte. Por favor solo entiende algo, Neil. Lo hago para demostrarle a Zach que no todos estarán de acuerdo con ver a los suyos forzadamente sometidos al sueño. Yo solo quiero que esta energía se les dé a los que lo necesitan. No forzarlo a nadie…

    ¡Cierra la boca!

    El estómago se me volvió al revés, me dio esa sensación, y cuando me le fui encima a Gen, al chico al que acababa de darle una piedra para evolucionar a su Riolu y el que me había dado la piedra fuego para Cinis, me desconocí a mí mismo de principio a fin.

    Lo tomé por la ropa, tirando hacia atrás sin fuerza en realidad y la voz que me salió directo del pecho, desesperada, no fue mía tampoco, al menos no supe asociarla a mí de ninguna manera.
    Las lágrimas que me habían llenado los ojos desde que Neil apareció frente a nosotros, desde que me abrazó, desde que lo escuché, cedieron en ese momento, al menos un par de ellas, y fueron a perderse al suelo del almacén ese de cosas que Zach ya no usaba.

    —¡No! —Me había destrozado verlo, había logrado que mi argumento, que toda mi convicción se fuera por las putas alcantarillas—. ¡Gen, no se lo digas así, ya para-

    Giré el rostro con brusquedad en cuanto Aleck se sumó a las palabras de Gen y me arrancó el aire de los pulmones, como si me hubieran soltado un golpe directo en la boca del estómago.

    Neil, yo soy tu amigo, somos tus amigos, pero más que eso, yo era tu admirador, ¿sabes? Te admiré desde aquel día en la ruta doce, desde que te vi tan inquieto, tan lleno de vida, derrochando entusiasmo por todos los bordes, poniéndote colorado al hablar con la profesora, siempre yendo a toda prisa, siempre sin mirar a atrás.

    Entonces ya cállense, no le hagan esto.

    No le hagan esto.

    ¡Aleck, que te calles!

    ¡Qué cierres la boca, Arceus!

    Había tenido mucho más tacto que Gen, o eso creí, lo sentí así pero su discurso corría por el mismo cauce que el del menor, corría por el mismo río por el que yo me había movido hasta que bajé a ese maldito sótano de mierda.

    ¿Debí haber subido con Ian? ¿Con Emily?

    ¿O de verdad había bajado buscando que alguien me dijera que este mundo, que la casa de muñecas de Zach, era lo correcto para Gérie? ¿Qué me convencieran de que podíamos vivir en un mundo de ilusiones, donde los sueños se cumplían gracias a un crío y los muertos volvían a la vida?

    Vamos a sacarte de este sitio, vamos a liberarte de esta energía, para que algún día puedas mostrarle al mundo de lo que realmente eres capaz, para que no tengas que levantarte con miedo, para que algún día vuelvas a inspirar a un problemático como yo a seguir luchando por los sueños, luchar, no regalar.

    Ya paren, por Arceus, paren.

    No sigan hablando, déjenlo.

    ¡Ya basta! ¡¿Cómo pueden pretender despertarlo así, con esas caras de póker?!

    ¡¿Con qué puto derecho?!
    Basta.

    Basta.

    ¡Basta!


    B̴͚̓̈́͌͂͊̀͠͝Ȧ̶̧̺͓̬̙̑̉̈̃̚̚Ś̸̫̞̥̺̜̪͈̥̲̑̆̂̍͗͝Ţ̶͓͓̝̗̫̘̜̩͓̄̒̓A̴̺͇̺̹͋̃̈́̃ͅ


    Los engranajes se me activaron de golpe, los interruptores subieron y los cables se conectaron poniendo mi cerebro hecho trizas en funcionamiento de nuevo, luego de haberme quedado estaqueado sujetando a Givan de la ropa.
    Dejé ir al menor, fue brusco, como si de repente tocarlo me hubiera quemado la mano hasta alcanzarme el hueso y avancé hacia Neil, luego de haber trastabillado visiblemente, de haber dudado y al final… Cedí.

    Solté una risa ronca de lo más extraña, fue apagada, plana y carente de emoción alguna. Me giré entonces en dirección a los que habían sido mis compañeros de viaje hasta ese momento, incluido Nikolah, y extendí los brazos a ambos lados del cuerpo, en un burdo intento de hacerle de escudo a Neil. Las lágrimas me habían seguido corriendo por el rostro.

    Debía dar hasta vergüenza, ¿no?

    Había sido siempre delgado, no tenía músculo ni nada, pero estaba allí pretendiendo dar el pellejo por los moldes del tomatín.

    Había perdido la puta cabeza.

    Por los ojos de los tres pasaron un chorro de emociones que en ese estado no pude leer ni de coña, atajé algunas pero el resto se me escaparon, sin embargo la que me quedó grabada en las malditas retinas fue la expresión de incredulidad que debió causarles a Aleck y Gen verme así.

    —No puedo —sentencié entonces con la voz gangosa y cuando continué mi voz hizo eco en las paredes, rebotando hasta volver a mí—. ¡No puedo hacer esta mierda! ¡¿Arrebatarle la felicidad a este chico?!

    —¿Cay? —La voz fue de Neil, detrás de mí.

    —Estoy aquí para ayudar —dije para él, de vuelta en un tono normal, pero la voz me temblaba que daba gusto—. Estoy aquí para ayudar.

    Ayudar.

    Ayudar.

    Ayudar.

    Traidor.

    Me hice con dos esferas sin siquiera pensarlo ni un jodido segundo y las arrojé al frente, ante los ojos estupefactos del trío se liberaron mi Arcanine y Thievul, Cinis y Nyx. Se quedaron como rocas varios segundos, como si no entendieran qué hacían frente a Gen y Aleck en ese contexto, en el que era evidente que los había sacado a pelear.

    Había puesto mi equipo al servicio de los moldes.

    Lo siento.

    Lo siento.

    No puedo.

    Perdón.

    No puedo.

    No puedo.

    ¿Yo, ser admirado?

    ¿Aprobado?

    ¿Querido?


    No en el mundo en el que hubiese destrozado la felicidad de un chico como Neil.

    —¡Nyx, alarido y disparo lodo! —¿Qué mierda estaba haciendo realmente?—. ¡Cinis, aullido y velocidad extrema!

    Había construido mi propio callejón sin salida, ¿no?

    DEAD END.

    Otra oleada de emociones y una reacción automática por parte de cada uno, que no pudo hacer más que tomar una esfera de su propio equipo.

    Génesis.

    Sentir auras no implicaba ver el futuro.

    —¡Zach! —Llamé al crío, con la fe de que estuviera escuchando—. Regrésamelo, ¡regrésame también el estúpido deseo que vi en Sereno!

    Regrésame el filtro rojo a mí también.

    Tengo más deseos pendientes ahora.
     
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