Nieve

Tema en 'Literatura experimental' iniciado por Pire, 2 Febrero 2013.

  1.  
    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

    Escorpión
    Miembro desde:
    13 Noviembre 2010
    Mensajes:
    3,692
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Nieve
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    5220
    He de admitir que esta historia fue un dolor de cabeza u.u con la escuela, tareas y todo me costo trabajo hacerla pero me gusto el resultado :3 sin mas, comentarios, correpciones (si, se que habra) pueden dejarlo en comentarios ^^ los quiere, pire.
    Historia para: Actividad amor vrs desamor
    Bando: Amor

    NIEVE
    Risas. Resonaban como un susurro perdiéndose en el viento y las gotas congeladas caían del cielo oscuro.
    Levanté la mano haciendo contacto con el frio copo.
    La nieve del suelo cubría mis pies lo cual me impedía mirarlos, observé a mi alrededor para saber dónde me encontraba pero ninguna idea o respuesta vinó a mi mente. Todo era negro, el paisaje estaba de una forma raramente borroso pero los copos no dejaban de caer.
    Las risas sonaron atrás mío, por instinto miré buscando su procedencia pero solo di con el vacío. Comencé a caminar hacia una dirección, el corazón me latía fuertemente y sonó de nuevo. La risa vino justo detrás de mí, los nervios invadieron todo mi cuerpo y con calma miré hacia atrás. Encontré de donde se originaban. Una niña de aproximadamente seis años. Fruncí el ceño tratando de reconocerla pero era una completa extraña aunque algo en ella me parecía familiar. Di un paso hacia ella para apreciarla mejor, su rostro estaba borroso, como una mancha. Ahí es cuando todo lo demás desapareció y empecé a caer.

    *****************************************************
    Mi cabeza chocó con el frio suelo simbrando todo mi cráneo. Abrí los ojos mientras me sobaba la cabeza, contemplé el techo blanco de mi habitación.
    Extrañado me levanté y salí de mi cuarto, junto con la pereza, para arreglarme.
    Sin darme cuenta de cómo, estaba caminando en la calle dirigiendo rumbo a mi nueva “escuela” aunque era más correcto llamarlo internado.

    Me sorprendí al llegar al lugar esperado. Había muchos estudiantes por todos lados, hablando, riendo, jugando. Suspiré, sería uno más de ellos. Al entrar entre las colosales puertas de metal me retiré el cabello de la frente.
    Me adentré al edificio y caminé por los amplios pasillos; el ruido llenaba todo el ambiente. Podía oír latir fuertemente a mi corazón en mis oídos, estaba muy nervioso. Cuando pasaba junto a una puerta la miraba tratando de buscar el número de mi nuevo salón. No. Esa no. No.
    Un sonido retumbó en todo el edificio sacándome de mis pensamientos con un sobresalto. Los pasillos se fueron vaciando con rapidez dejándome solo. Asustado aceleré el paso, prácticamente estaba corriendo.
    Oh, eso era genial. Tarde en mi primer día.
    C-12, C-13, C-14, C-3 ¿Dónde estaba el aula C-3? Miraba con rapidez cada puerta. Giré y ¡ahí! Corrí hacia la puerta que se encontraba algo alejada del pasillo central y de los demás salones. Me detuve justo enfrente, el corazón protestaba en mi pecho, tal vez por la carrera o por los nervios que me comían vivo. Miré la puerta y toqué ansioso.

    ―Pase― se escuchó atrás del dichoso trozo de madera.

    Mi corazón quería salirse de su lugar, respiré profundo tratando de calmarme y giré la manija.
    Un estremecimiento recorrió mi columna de ida y vuelta cuando observé a cincuenta pares de ojos mirándome fijamente. Con las piernas temblándome ingresé al salón y con suma rapidez caminé al fondo de este.
    La maestra, una mujer regordeta y con unos lentes de pasta, miró un papel que tenía en sus manos y comenzó a pasar lista. Escuché vagamente los nombres mientras intentaba calmar mis manos. Fijé la mirada en la mesa de mi silla.
    ―Penelope Vega― su voz indicaba el entusiasmo con el que le gustaba enseñar― y… Sebastian Sifuentes.

    Alcé el rostro encontrandome con sus ojos que estaban a una distancia razonable de mi ubicación.

    ―Presente― hablé fuerte y nervioso.

    La profesora se distrajo anotando algo en una hoja de papel. Miré a mi alrededor curioso de ver algunos chicos riendo. Observé la ventana que se encontraba al lado derecho del aula- la sala era amplia, en la parte izquierda estaba a puerta; enfrente el pizarrón y el escritorio del maestro/a. Habia cinco filas de mesa-bancas distribuidas en este-, el dia era hermoso y una esponjosa nube nadaba en el mar de arriba.
    Desvié la mirada de esta y es cuando la vi. Ella me miraba. Una chica con el cabello en la cara y enrredado; levanté una ceja, parecia que estudiaba mi rostro. Sus mejillas cobraron vida y desvió la mirada encorbandose en su asiento mientras miraba sus palmas.
    La maestra se puso de pie relamando la atención del grupo; solo podia ver como su boca se movia y señalaba al pizarrón.
    La campana sonó luego de un largo tiempo, sacandome un susto. La profesora salió del cuarto con suma pereza. Abrí mi bulto sacando mi PSP, lo encendí y comencé a jugar. De reojo noté una sombra enfrente de mi, levanté el rostro y ahí estaba, sonriendome. La chica desalineada de hace un rato.

    ―Holas sebas, soy Elizabeth, pero eso ya lo sabes― rió nerviosa― me preguntaba que habia sido de ti, pero mirate ahora― sonrió mirando algo en especial pero no supe el que― te habia dicho que nos volveriamos a ver. Oh, cuando escuché tu nombre sentí un gran alivio, te fuiste de repente, desapareciste y no supe el porque. Bueno, me lo dijiste pero, espera… ese dia estabas raro, oh ¿recuerdas aquella botella que encontramos en el corazon del parque?

    Me miró alegremente esperando. La observé un poco ansioso y perplejo. ¿Qué demonios habia dicho? ¿Qué debia contestar? Levanté una ceja, debia estar jugando.

    ―Disculpa, ¿Quién eres?― curioso mencioné y observé como su sonrisa se esfumaba de su rostro.

    ―S-soy Elizabeth, Sebas. ¿No me recuerdas? Jugabamos cuando eramos pequeños.

    Apartó su cabello despeinado de su rostro y pude apreciarla mejor. Cabello negro y…¿liso? Estaba enrredado; no muy alta y unos lentes de pasta evitaban que mirara bien sus ojos. Si, no tenia ni la mas minima idea de quien era.

    ―Disculpa…yo, ¿Segura que no me estas confundiendo?

    Comenzó a jugar con sus manos mientras me miraba y negaba.

    ―Yo te recuerdo…¿Por qué tu no?― frunció el ceño y miró un punto en la mesa― vivias cerca de mi casa, una vez me raspe la rodilla― sonrió de una manera extraña― te preocupaste tanto.

    Bajé la mirada apenado. ¿Realmente sucedió eso? Miré mi PSP y jugué los botones solo para hacer algo. Sentí algo en mi estomago. Que mal se pintaba eso, debia creer que soy un idiota.

    ―D-de verdad…

    La campana sonó haciendola saltar lo cual no pasó desapercibido. Me miró curiosa y sonrió.

    ―Se que recordaras― y sin mas se dió y la vuelta y regresó a su lugar.

    Conté hasta cinco. ¿Qué habia sido eso? Un hombre alto entró al salon, el profesor.
    La clase transcurrió tranquila por lo cual me distraje leyendo los garabatos que estaban en mi mesa, era un bicho raro, y justo tenia que ser timido lo cual me costaria hacer amigos. Miré a cada mesa por simple curiosidad y observé a todos. Una chica con el cabello castallo claro miraba su celular, una linda chica rubia sonreia coquetamente a un chico a su lado. Dos chicas se pasaban un pedazo de papel.
    Un sonido interrumpió todas las actividades; cuando el maestro puso un solo pie afuera del aula todos ya se encontraban hablando y riendo.

    El día transcurrió de lo mas tranquilo y una vez terminado la ultima clase me dirigí a la que ahora seria mi alcoba. Cuando abrí la puerta un chico estaba ahí. Según me dijo se llamaba Nicolás; su cabello estaba atado en una cola corta y baja. Me explicó muchas cosas de la escuela y pude descubrir lo gracioso que resulto ser.

    El sol se filtró por la ventana y abrí los ojos un tanto molesto. Miré a mi alrededor un poco confundido y lo recordé. Oh si, un internado. Me levanté con pereza de la cama y miré el reloj. Oh demonios, las 6:30. Moví el cuerpo- el cual parecia muerto- de Nicolás en un intento de traerlo a la realidad pero no se despertó ni un poco. Cansado entré al baño para alistarme. Observé mis ojos cafes atra vez del espejo y suspiré mientras acomodaba con las manos el cabello que me cubria la frente.
    Una vez listo le lancé una almohada a Nicolás justo en la cabeza; el chico asustado abrió los ojos.

    ―¡Hey!

    ―¡Ya es tarde! Nos vemos en el salón.

    Al cerrar la puerta un fuerte grito provino de la garganta de mi compañero lo cual me hizo reir divertido. Caminé hasta el aula y cuando entré me sorprendí del escandalo que habia. Casi todos estaban ahí, riendo, charlando, jugando, hasta peleando.Tomé asiento en la misma mesa-banco de ayer y saqué mi PSP dispuesto a jugar.

    ―*¡Quitate! ¡Oh, ve por aquí! ¡Que idiota! ¿Quién dio la idea?*― me hundí en mis pensamientos.

    ―Ya perdiste…― el susurro se escuchó en mi oido haciendo eco.

    Salté espantado mientras un estremecimiento recorria toda mi columna y el corazón me latia fuertemente. Miré hacia atrás por instinto con los ojos muy abiertos.Tenia el cabello atado en una cola muy espantada y una divertida sonrisa adornaba su rostro de tez blanca; algo en mi rostro le daba gracia.

    ―Oh Elizabeth…casi me causas un infarto.

    Depositó su bolsa en la mesa continua a la mia y soltó una carcajada.

    ―Ese era el chiste.

    **************************************************************

    Las hojas de los árboles se desprendieron dejandolos desnudos, los días se fueron escapando, se esfumaron. El frio cubria a la ciudad completa haciendola temblar.

    Abrí los ojos esperando que los rayos del sol los dañaran, pero estos no llegaron, era invierno y las nubes cubrian la cálida estrella de fuego. Me levanté de la cama y es ahí cuando lo lamenté.
    El frio atravesó mi piel hasta llegar a mis huesos y haciendolos temblar. Con rapidez me adentré al baño y me alisté para ir a la escuela. Al terminar me puse una chaqueta gruesa, el frio era espantoso.
    Salí de la habitación sin hacer el mas minimo ruido, todavia era temprano pero Eli se ofreció a enseñarme algo de Literatura antes del examen. Aunque debia aceptar, ella resultaba extraña algunas veces, no lograba entenderla del todo.
    Como en clases, siempre logro encontrarme con sus ojos oscuros mirandome, es un poco acosadora pero ella es asi con todos. Tambien aquella vez que olvidé mi libreta de matemáticas. Al llegar a mi habitación la volteé de cabeza tratando de dar con ella y no pude encontrarla, por ende no hice la tarea. Al día siguiente Eli me la entregó con la tarea resuelta, eso fue…grandioso de su parte pero, todo salió mal lo cual resultó divertido. O cuando inició esta amistad. No dejaba de hablar, atropellaba las palabras, cambia de tema muy rápido; fue sumamente extraño. Ahora era mas alivianada, bueno, un poco mas tranquila.
    Entré al aula encontrandola practicamente vacia, como era de esperarse, pero con una pequeña excepción. Eli tenia el rostro recostado en la mesa mirando en dirección a la puerta. Al verme entrar se reincorporó y su rostro se iluminó, como una vela encendiendose, con esa singular y agradable sonrisa.

    [​IMG]

    ―Pense que te dormirias.

    ―Ni hablar. Hay mucho frio― me senté en la silla continua a la de ella y le dediqué una sonrisa.
    Bajó la mirada a la mesa y hojeó la libreta que tenia. La miré fijamente y pude apresiar un color rojizo en sus mejillas. Tomé la silla en la cual estaba sentado y la puse enfrente de ella- quedando la mesa entre los dos- busqué sus ojos preocupado.

    ―¿Estas bien?

    ―S-si, es el frio.

    Comencé a frotar mis manos para calentarlas concentrandome mucho en esta accion simple.

    ―Vamos a comenzar Sebas… Un poco de Don Quijote, realmente no se que se te complica, es facil― leia algo en su libreta, apartó la vista de ella y me miró―¿Qué pasa? ¿Qué haces?

    Sonreí dejando de frotar mis manos, busqué las suyas y las tomé encerrandolas entre las mias. Me miró, la miré y el color cobró vida en sus mejillas, un rojo intenso encantador. Solté sus manos cuando sentí una presión en el estomago acompañado de un escalofrios que recorrió todo mi columna y sentí mi rostro arder.
    Un silencio inundó la habitación, el cual rompí al sacar mi libreta. Luego de un rato hablamos amenamente y reimos. El salón comenzó a llenarme mientras el reloj corria y pronto la campana sonó a lo que el maestro entró al salón.

    El día paso relativamente rapido. Para mi sorprensa el examen de literatura me resultó facil, no fue tan terrible como esperaba, todo gracias a Eliza.La miré de reojo y un hormigueo recorrió mis manos, trayendo a mi mente aquel momento, su toque, sus manos eran suaves y tiernas, pensé… sacudí la cabeza sacando esas imágenes de mi mente. Que tonterias.Cuando regresé a la realidad me asusté al no ver a nadie a mi alrededor y me sobresalté cuando alguien golpeó mi cabeza.

    ―Vamos Romeo, ya terminó la clase.

    Miré a Nicolás con furia mientras salia por la puerta. Tomé mis cosas de la mesa y las metí en mi bulto que estaba a un lado de mi silla. Con un suspiro caminé hacia la puerta de salida, cuando dí un paso fuera del cuarto una sombra brincó enfrente mio; en un autoreflejo retrocedí pero tropecé cayendo al suelo con el alma en la boca. Eliza estaba enfrente mio junto con esa linda sonrisa que la caracterizaba, tenia un papel en las manos de color azul celeste. Me llevé la mano al pecho sintiendo el revoloteo acelerado de mi corazón, estaba por salirse de su lugar. Me acercó el papel en la cara.

    ―¡Vamos Sebastian!― leí la hoja y abrí los ojos sorprendido― es el sabado.

    ―Ni lo pienses.

    Una carcajada brotó de su garganta. No, ella no ganaria.

    *******************************+

    Pasé mis dedos por mi cabello por la costumbre ¿Cómo logró convencerme? Miré al frente.El lago estaba congelado simulando ser una gran pista de patinaje, los estudiantes de la escuela se movian por todos lados. Los altos faroles alumbrando el lugar brindandole una magia, haciendo brillar a las parejas que estaban en la pista. Alrededor del lago habia dos grandes mesas con alimentos y bebidas; algunas mesas pequeñas de vez en cuando para descansar. Debia admitir, esto era tan increible. Un baile. No me agradaba mucho la idea de “bailar”-practicamente era patinar- pero…ella anciaba venir. Miré mi reloj, se habia demorado. Con la mirada seguí el camino que estaba enfrente mio, se adentraba en el bosque, no podia apreciar nada ya que la luz no estaba en el.

    ―¡Sebas!―en mi cabeza retumbó su voz. Aquella voz infantil―mira esta botella― soltó una sonrisa parecida a una campana.

    La miré, ella reia y me llamaba con la mano mientras señalaba algo en el suelo. Su despeinado cabello estaba atado en dos colas bajas que se acomodaban en sus hombros. Todo se tono negro.
    El ruido regresó y sacudí la cabeza ¿Qué fue eso? De reojo noté como alguien se acercaba, centré mi atención en aquella sombra.

    ―*Oh, cielos*― mi mente habló mas rapido que mi boca cuando logré verla.

    Traía un abrigo blanco que cubría su torso y bajaba un poco mas dejando un pantalón de mezquilla oscuro. Unas botas adornaban sus pies. Pero eso no importaba, sino su rostro. Su siempre despeinado cabello estaba tan liso que le llegaba hasta la cintura, sus ojos reflejaban tanta vida. Tenía un color adorable en las mejillas. Eliza me dedicó una sonrisa y algo dentro de mi se movió. Sonreí y le ofrecí la mano.

    ¿Alguna vez han lamentado alguna decisión pero todo se torna increible? ¿Sentir que con otra persona no podrias estar tan agusto como aquella que estaba enfrente tuyo? Ella lograba sacarme sonrisas con cualquier cosa. Miré aquel hoyuelo que descansaba en su mejilla derecha.

    ―Mira que guapo te vez― su sonrisa no desaparecia de su rostro y me miró de cabeza a los pies. El color apareció en sus pomulos. Me rasqué la cabeza y sonreí un poco incomodo.

    ―Tu pareces otra― me reí y la tomé de la mano llevandola al inicio de la pista, centré mi vista en aquel lago―será un reto.

    Nos acercamos al puesto donde te proporcionaban los patines y sin esperar mas tiempo proseguimos a ponerlos. Eli estaba emocionada, con los ojos brillandole cada que la miraba. Se veia tan cambiada, tan hermosa tan…diferente. Abrí los ojos un poo asombrado ¿Qué estaba pensando? El calor acudió a mi rostro y lo sacudí para despejar mi mente.

    ―¿Sabes patinar?― le mencioné para olvidarme de cualquier pensamiento absurdo.

    Soltó una carcajada y se adentró a la pista con una familiaridad envidiable. Mi corazon la miró sin moverse, como se deslizaba en el hielo. Gracia.Hermosura. Se podria decir tanto de su modo de moverse con solo mirarla. Una sonrisa escapó de mis labios sin quererlo. Entré al hielo pero no fui tan grandioso como ella, al menos no me caí, lo cual fue un avance. Eli se percató de mi y sonrió acercandose, giró a mi alrededor para despues tomarme del brazo y guiarme por el agua congelada.
    Su toque me estremeció y sonreí apenado cuidando no tropezar.

    ―No patinas mal Sebas― apuntó mientras me soltaba―trata de alcanzarme.

    Y salió patinando soltando una sonrisa. Divertido acepté el reto, ya podia moverme en el hielo, ¿Qué tal dificil seria? Salí “corriendo” para poder alcanzarla esquivando a muchos chicos a mi paso sin apartar la vista de aquella chica. Eli se detuvó y se volteó dedicandome una sonrisa. Me acerqué listo para tomarla pero…¿Como se paraba esto? Me miró confundida, entudiando mi cara de terror.

    ―¡Quitate!―iba a estrellarme contra ella. Eli dio un paso de lado, tomó mi brazo cuando pasé a su lado, intentando detenerme pero la fuerza nos llevo directo al suelo.

    Aturdido sacudí la cabeza, miré a una confundida Eliza que estaba junto a mi y soltamos una carcajada. Logramos podernos de pie- lo cual no fue nada facil- y fuimos a las bancas que estaban junto a la pista para descansar.
    Tomé aciento y suspiré mientras me quitaba los patines de los pies; de reojo noté como Eli se sentaba alado mio. Por fin de deshice de aquellos zapatos y fijé la mirada en la chica a mi lado. Encontré sus ojos castallos fijos en mi; sentí un hormigueo cuando la ví sonreir con dulzura y vergüenza. El hoyuelo en su mejilla resaltó a la vista; aquel gesto hizo brillar su hermosura y su encanto. Bajó la mirada y jugueteó con sus dedos, una costumbre suya.
    En un impulso tomé su mano, sintiendo esa calidez y suavidad. Busqué sus ojos y ellos estaban ahí esperando atrapar los mios. Algo se plantó en mi estomago, nos nervios subieron por mis manos embozando una sonrisa.Una calidez me embriagó el cuerpo cuando Eliza pasó su mano en mi mejilla sin dejar de mirarme.

    ―Tienes una linda sonrisa― habló ansiosa― ¿lo sabias? Es tan…hipnotizante.

    ¡Oh! Que calor habia considerando que estabamos a 10 grados. No podia apartar la mirada de aquellos ojos divertidos y dulces. La sangre debajo de mi piel se sentia tan caliente, ansiosa. Sin pensarlo me acerqué a ella y miré sus labios. Finos, debian ser suaves…
    [​IMG]

    Un sonido se apoderó de la atmosfera de silencio que habiamos formado haciendonos saltar y regresandonos a la realidad.

    ―Per-perdona, mi celular― buscó en su bolsa, se paro alejandose para contestar.

    Oh dios mio ¿Qué iba hacer? ¿Por qué no me alejaba? ¿Por qué este sentimiento no desaparece?
    Mi aliento salia por mi boca y logré verlo como un humo blanco. Habia frio y hasta ahora podria apresiarlo.Tomé mi cabeza entre las manos tratando de calmarme y acomodar las ideas. El rostro estaba hirviendome.Los minutos fueron pasando a lo que pude calmarme. Pensé en Eliza y levanté la mirada buscandola. No estaba. Se demoraba. Me levanté y miré en direccion a la pista. Pequeños cristales cayeron a mi alrededor. Nieve.
    La musica llenaba el silencio acompañado de risas.
    Caminé buscandola con la mirada ¿Dónde estaba? Ella no se iria asi, sin decirme nada. La gente comenzó a retirarse; la musica tranquila retumbó para las parejas que aún habia en la pista.
    La preocupacion creció en mi cuando la pista estaba casi desierta.

    ―¿Se te perdió algo?― una risa estalló en mi oido.

    Al virar me encontré con mi compañero de habitación junto con una chica que sonreia.

    ―La vi correr al bosque― dijo Nicolas como si nada mientras enlazaba su mano con la chica que lo acompañaba― nos vemos.

    Asombrado miré al oscuro bosque ¿A que se habia adentrado a el? El temor subió por mi columna, algo estaba mal. Corriendo me adentré al lugar misterioso. Los árboles pasaban rapidamente alado mio, mis ojos la buscaban por todos lados.
    El aire helado cortaba mis mejillas y algo se acomodó en mi garganta. Hace unos momentos estaba tan alegre ¿Qué habia sucedido?

    ―¡Elizabeth!― lancé un grito que se perdió en el aire.

    Corria, doblaba a la izquierda, luego a la derecha, buscandola mientras el frio se hacia mas intenso. Gritaba llamandola con la preocupacion estancada en la garganta.Seguí trotando en el bosque, solo escuchando el soplar del viento y mis pasos en la nieve, fue ahí que lo escuché. Un sollozo resonó a lo lejos, desesperado miré a mi alrededor. Ahí estaba.

    ―¡Eliza!― grité corriendo, tratando de alcanzarla para poder mirarla. Parecia que no me habia escuchado ya que seguia corriendo.Aceleré la carrera para llegar junto a ella, el frio aire traspasaba la ropa entumiendome cada musculo―¡Eli!― podria ser que fuí mas rapido o simplemente ella comenzó a detenerse pero logré acercarme a ella siendo capaz de escuchar los sollozos procedientes de su garganta―¡Elizabeth!

    Se detuvo en seco por lo cual logré alcanzarla. El alma iba a salirse de mis labios, respiré profundamente y la miré esperando ver aquellos ojos dulces acompañados de una sonrisa. Eliza se volteó dandome la cara y no, no era ella. Un dolor, como si me golpeara justo en la cara para desender hasta mi pecho, se posó en mi al ver su rostro.
    Sollozaba mientras lagrimas se desplazaban por sus mejillas rojas por el frio, su rostro estaba comprimido en un gesto de dolor. Miró sus pies hundidos en la nieve y noté como apretó los puños. Vacilante caminé hacia ella.

    ―¿Qué pasa Eli?

    Me dirigió una mirada furiosa y en sus ojos se notaba, el vacio.

    ―¿Estas bien?¿Que te sucedió Eli?― hablé ansioso y temeroso, pero ella explotó.

    Soltó una carcajada ironica pero los cristales no dejaban de caer de sus ojos―¿Cómo voy a estar bien?¡ No hagas preguntas estupidaz Sebastian!

    *** ***
    Algo estalló cuando gritó mi nombre. En su lugar habia una pequeña niña que reia y jalaba mi mano.

    ―Ven a ver Sebas― su cabello despeinado sobresalia.

    La miré detenidamente. Oh, era ella. Entramos a una area del bosque donde no habia arboles y el sol resplandecia. Su hoyuelo se marcaba en su mejilla.

    ―Me gusta tu hoyuelo― mi voz infantil me sorprendió― mi novia tendrá que tener uno.

    Ella soltó una risa angelical con su cara pintada de color carmesí.
    *** ****

    Parpadeé, varias veces, regresando a la realidad.

    ―Elizabeth…―el susurro se perdió junto con el viento que soplaba.

    Ahora podia recordarla, aquella niña que conocí años atrás, la que habitaba cerca de mi casa, sus sonrisas, sus bromas, su cabello despeinado. ¿Cómo pudé olvidarme de ella? Fue ahí que me adentré a los pensamientos infantiles de mi yo anterior. Me dolió dejarla, sola, sin protección de los chicos que la burlaban. Alejarme de ella fue tan doloroso que…tenia que alejarme, lo reprimí todo.
    Regresé la vista hasta su rostro ahora ya mas claro, me miraba con furia por haberla ignorado.

    ―¡Primero tu, no recuerdas nada! Tratando de…―gritó con rabia para luego cubrir su rostro con sus palmas― ¡Largate! No quiero ver a nadie, ¡No quiero que estes por lastima!

    Un dolor en el pecho me aturdió, di un paso vacilante hacia ella. Eliza lo notó y retrocedió en un autoreflejo.

    ―Tranquila…

    ―¿Tranquila? ¡Ella no esta, se fue! Mi mama es-esta ¡muerta!― me alzó la voz con los ojos quemandole en rabia.

    Retrocedí sin pensarlo. Hace unos dias me habia dicho que su mama habia mejorado…pero creo que eso tomó otro rumbo. Me miró y su rostro quedó pacifico, sollozos salian de su garganta mientras los cristales, sin cesar, caian de su rostro. El dolor cobró vida en mi pecho, la tomé de la mano y usando la fuerza la atraje hacia mi aprisionandola entre mis brazos.
    [​IMG]
    Eli trató de soltarse del agarre pero no la dejé ir; deposité mis labios en su frente y la abracé protectoramente, con delicadeza pero fuertemente. Eliza lloró en mi pecho y rodeó mi dorso con sus brazos.
    El aire sopló despeinando nuestros cabellos, pero no fue suficiente, yo no podia dejarla ir.

    ********************************
    Los días pasaron, algo complicados y lentos, sin notar algun cambio en ellos. La nieve seguia adornando los árboles desnudos y el suelo dandoles un toque tan especial.
    Miré la ventana para ver el cielo oscuro pero igualmente brillante y lleno de vida. Sacudí la cabeza y fijé la vista a mi libreta que tenia en las manos.
    El salón estaba vacio, a excepción mia estaba claro, nos habiamos citado de nuevo ahí para estudiar como aquella vez en la cual me habia salido bien; debiamos repasar matemáticas.
    Por hacer algo miré la puerta de entrada al aula y la encontré entrando con paso torpe .
    Eli bostezó, tomó una silla y la puso en mi mesa; antes de pensar en sentarse me miró.
    Su cabello,aunque podria resultar raro, no estaba enredado solamente estaba esponjado y desalineado. Me dedicó una sonrisa al percibir algo en mi rostro.

    ―Hola―agregué y le sonreí con sinceridad.

    En vez de tomar asiento en la silla que acababa de poner, caminó los pocos paso que nos mantenian separados. Alcé la vista para poder apreciarla. El momento se quedó congelado cuando sus labios hicieron contacto con la piel de mi frente; la sorprensa me embriagó mientras mi corazón reaccionaba de manera alocada.
    [​IMG]

    El calor cubria completamente mi rostro cuando ella tomó distancia- Se quedó un poco inclinado con dirección a mi-, una sonrisa adornaba su rostro.

    ―Soñé algo peculiar y encantador referente a ti.

    La imagen de nuestra cercania en la pista se coló en mi mente sin pedir el minimo permiso. El calor en mi rostro se incrementó; podia escuchar el revoloteo rapido de mi corazón en mis oidos. La ansiedad inundó cada particula de mi cuerpo. Sin pensarlo y sin poder contenerme en absoluto, tomé su cabeza por la parte de atrás atrayendolaa hacia mi y atrapé sus labios entre los mios. Dulces, suaves, embriagadores. Eliza se quedó pasmada un momento, que parecio eterno, pero sus labios me devolvieron aquella danza de labios con fuerza. Con el corazón en la boca expresé aquello que hace tiempo deseaba dejar salir y desde hace un tiempo atrás sentia.
    Ya no podia alejarme de ella. La unica expectadora de este amor comenzó a caer, aquella que siempre estuvo observando tranquilamente, la blanca nieve.
     
    • Me gusta Me gusta x 16
  2.  
    TheBlacksmith

    TheBlacksmith Desafortunado con suerte

    Piscis
    Miembro desde:
    7 Diciembre 2010
    Mensajes:
    246
    Pluma de
    Escritor
    Bien ahora si (sigo quedando como primer comentario)

    El inicio fue algo lento pero poco a poco me fue atrapando la narrativa, la disfrute completamente, el espacio y los sucesos los narraste perfectamente, de verdad una historia encantadora.

    Los personajes estuvieron super, fue como muy misterioso al principio ya que fue casi al final que todo se explico pero, fue de lo mas entretenido cuando lo descubri, ay despistados... tiene grandes desventajas eso.

    En fin, tarde un buen rato para leerlo pero en serio me gusto, en especial como la cerraste, de verdad la historia merece el titulo, fue genial.


    Bueno, Frankling Benjamin fuera, paz
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    kakashi Franco

    kakashi Franco Iniciado

    Acuario
    Miembro desde:
    1 Febrero 2013
    Mensajes:
    8
    Pluma de
    Escritor
    Me tarde un ratito porque lo estaba leyendo a pedazos. La verdad me gusto bastante, esta bien escrito, las palabras hacen armonia es como si fuese un poema escrito en prosa. La narracion de los luagres y la situacion es muy solida realmente te imaginas las situaciones con facilidad debido a lo buena que es. En pocas palabras me gusto bastante y creo que es muy bueno. Felicidades!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  4.  
    Wolfman

    Wolfman Iniciado

    Acuario
    Miembro desde:
    18 Enero 2013
    Mensajes:
    14
    Pluma de
    me encanta como lo expresas, se puede sentir lo que se narra y si fuera un poco más sentimental me hubiera puesto a llorar :3

    felicitaciones y sigue por el mismo camino, se nota tu esfuerzo y eso también se aprecia en tu trabajo :D
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  5.  
    Lexa

    Lexa Fanático

    Tauro
    Miembro desde:
    27 Diciembre 2011
    Mensajes:
    1,220
    Pluma de
    Escritora
    Y por fin, aquí estoy, Pire :3

    Fue una historia muy linda, me pareció muy tierna y con sentimiento. Me asustó la extensión del escrito, ya que no me gusta leer escritos tan largos. Pero lo leí completo, lo cual es bueno :3

    Me gustaron las imágenes que usaste, le da más sentimiento a la historia, aunque la verdad me hubiese gustado que pusieras más, en la parte inicial del escrito unas cuantas imágines hubiese sido clave para meterme de lleno en la historia. Aún así, me gustó bastante. La manera en que desarrollaste la historia fue muy interesante. Me gusta la personalidad de Elizabeth y la manera en qué se comportaba con Sebas, él me pareció muy tierno. Un final apropiado.

    Noté errores, a varios palabras les faltó su acento [Día, frío, podía, mamá...] Y demás palabras, también vi ciertos dedazos. Sólo te recomiendo leer la historia un par de veces antes de publicarla.

    Como dije, linda historia, muy tierna. La narración muy buena. Gracias por participar :3

    Saludos.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  6.  
    Cubo

    Cubo bloody knight

    Escorpión
    Miembro desde:
    30 Octubre 2012
    Mensajes:
    57
    Pluma de
    Escritor
    este bueno soy bueno comentando, lo hago por mi amiga Pire que me pidio que le diera mi opinion, y es esta.
    super, la verdad me agrado muchho,
    el hecho de que se conocieran desde
    antes y el no se acordara, y que en
    todos sus momentos estuviera, el frio
    que los obligara a acercarse mas
    la verdad me agrado(y me animo),
    tienes muchisimo talento, muy buena
    historia..... Excelente historia
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  7.  
    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

    Cáncer
    Miembro desde:
    9 Noviembre 2011
    Mensajes:
    2,341
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Wow! la nieve, el frío y paradojicamente la calidez, cada pulso, para roce, cada sensación de los personajes plena y completamente descrita...
    encontrar la manera en que cada aspecto en apariencia común algo que la vida es tan cotidiano resurja como algo mago si fueses una guardia
    ese seria tu centro, plasmado en cada historia, el resguardar cada detalle entre el amor evaneciéndose entre los dos amantes, de la nada hasta ser uno son el otro, un amor tierno dulce, una historia muy linda de verdad.
    Es una historia y una forma de narrar tan fluida que a pesar de su extensión no llega a sentirse por verse abstraído al instante y transformarse en el cara
    uno de los personajes haciendo gracias a tu expresión tan clara cada sensación. Grandiosa como siempre linda.

    Fenix
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  8.  
    Sheccid

    Sheccid Usuario común

    Géminis
    Miembro desde:
    25 Enero 2012
    Mensajes:
    493
    Pluma de
    Escritora
    Aww...es tan tierno. Noté muchos acentos faltantes, más que nada cuando conjugabas al pasado. Además usaste estupidaz cuando es estúpidas, y apresiarlo cuando va con c, entre otras cosas.
    Pero la narración es tan increíble, tan real, aunque me hubiera gustado como fue que Sebastián se separó de niño de Elizabeth. Pero fue un fic tan emotivo, dulce, apasionado a la vez, ay, tan lindo, tan real, expresando a cada palabra los sentimientos.
    Sigue así, Pire, me encantó, e invitame a tu siguiente fic, aunque perdona la tardanza por leerlo
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  9.  
    Stitch

    Stitch Voy sonriendo por ahí

    Acuario
    Miembro desde:
    12 Enero 2012
    Mensajes:
    209
    Pluma de
    Escritora
    Pire, Pire, Pire, sos la chica más genial que conozco para trasmitir emociones con palabras. Me encantó, de principio a fin. Recuerdo cuando me comentaste la idea para esta historia...y superó completamente toda idea que haya tenido.
    Comprendí perfectamente todos los sentimientos que mostraste, la ternura, la alegría, el nerviosismo, la desesperación y sobre todo el amor, dulce y sincero que se tenían los dos personajes.
    Fue genial, tu manera de narrar es exquisita según mi opinión, sólo noté algunos errores con los tildes y una que otra palabria por ahí pero son cosas que se pueden mejorar día a día. Simplemente hermoso, me encantó como desarrollaste la historia desde un comienzo y como todo se fue dando sin apuros, sino más bien que el compañerismo, la amistad y el amor entre los dos fue madurando con el tiempo. Lindo, lindo, lindo.

    Lamento haberme demorado tanto en comentar. Sabes que tuve un tiempo de alejamiento de todo; gracias por ser tan paciente conmigo.
    Espero leer pronto otra cosa tuya.
    Te quiero.

    Nos leemos ~
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  10.  
    Dororo

    Dororo Entusiasta

    Aries
    Miembro desde:
    1 Marzo 2011
    Mensajes:
    85
    Pluma de
    Escritora
    Bien, siento llegar tan tarde a comentar, espero que sepas perdonarme.

    La verdad es que la primera vez que la leí ya te dije que me gustaba pero esta segunda vez me ha dado la oportunidad de fijarme mucho más en los detalles, y la tuya es una historia llena de detalles.

    Lo mejor, la manera en que te esforzaste en describir los lugares, los personajes y las circunstancias, así como los sentimientos y las emociones del protagonista. Eso es algo que siempre ayuda a la imaginación y a dar mayor realismo a la historia. Un calor repentino en las mejillas, un pellizco en el estómago, el latido acelerado de un corazón… Sí, sin duda ligar las sensaciones físicas a las emocionales es una muy buena manera de acercar lo que estás contando al lector y dotar de dinamismo al texto, por lo que, a pesar de ser larga, su lectura es fluida.

    También me pareció un acierto el que el título del fic te sirva de introducción e hilo conductor en los diferentes párrafos de la trama, quizá por eso eché de menos la blanca nieve en el desenlace, es decir, cuando él logra por fin recordarla. Creo que ese momento se queda, narrativa y emocionalmente hablando, corto en relación con el resto del fic. Lo sentí, no sé, como si después de haber creado la atmósfera ideal para el recuerdo, éste fuera demasiado precipitado.

    El final perfecto, no hace falta más y recuperas de nuevo la tónica general del fic. Me gustó mucho. Las imágenes también fueron muy acertadas.

    En cuanto a lo técnico, tienes varios errores de acentuación sobre todo en los verbos, como ya te señalaron: encontrándome, parecía, había, movía, sacándome, podía, sonriéndome, volveríamos, vivía, jugábamos, debía, éramos, estés, atrayéndola, parecíamos, seguía, tenía, quemándole, perseguía, etc…

    Por su importancia dentro de la historia recordarte que la palabra frío también se acentúa cuando no es presente del verbo freír y que enredado lleva una sola r.

    ¡Ah! Y una cosa, cuando insertas pensamientos literales de los personajes en el texto, estos deben ir entrecomillados.

    Cuando pasaba junto a una puerta la miraba tratando de buscar el número de mi nuevo salón. «No. Esa no. No.»

    Felicidades, fue una bonita historia de amor y me resultó muy agradable leerla. Te deseo mucha suerte con la actividad, linda.
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso