Advertencia: Spoiler del último libro. Never —Ayuda —se puede escuchar un quedo susurro persistente entre los pequeños. Lastimados, mutilados por la bomba. La sangre corre, algunos no saben si están vivos o muertos. Las lágrimas limpian sus mejillas, sus dientes lastiman sus labios. Ella trata de ayudarlos, trata de curarlos. Tiene las vendas en sus manos, la capucha de su capa fuera y su rubio cabello atado en una trenza. Sabe lo que debe hacer, sabe cómo detener el sangrado y darles unos minutos más de vida. —No te preocupes —murmura, mirando al pequeño con una suave sonrisa en sus labios. Acaricia su mejilla con la ternura que sólo ella posee, y se dispone a trabajar. Pero nunca contó con una segunda bomba. Nunca se imaginó que de pronto su cuerpo se vería rodeado de cálidas llamas que la llevarían a un mundo muy lejano a ese. Nunca creyó que moriría tratando de salvar otras vidas. -------------- Vengo a que me odien más de lo que ya lo hacen ._.
*le pega de nuevo con los libros* Crueldad, mujer, crueldad :C Prim ;____; por qué, por qué, por qué. Es que no, no puedes dejar mis recuerdos de las muertes quietos para que no revivan toda una ola de desastres en mi cabeza. Tienes un don para tratar con este tipo de escritos, Arleet, realmente lo tienes y no sé si admirarte o envidiarte (?) Pero la admiración no es más que una envidia sana. Prim, Rue, distintas caras de una misma moneda, ambas tan jóvenes y dulces. Ambas muertas de formas injusta. Prim salvando vidas, Rue en Los Juegos. Sé que Rue no viene al caso con el escrito, pero siempre la recuerdo en este tipo de cosas :c Muy bello, me gustó lo de: nunca creyó que moriría tratando de salvar otras vidas. Le dio un buen toque, porque es la verdad. Saludos y buenas noches.
