Necesidad [Kaname&Yuuki]

Título: Necesidad
Tipo: Drabble
Personajes: Kaname Kuran & Yuuki Kuran
Advertencias: Situado en el período de tiempo en el que Yuuki vivió con Kaname.
Notas de la autora: El que me conozca debe saber que yo no escribo de esta pareja, al menos, no románticos. Pero una amiga fan de estos dos me inspiró y aquí está. Zero&Yuuki rlz♥
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Necesidad​

Tosió a propósito en aquel silencio ensordecedor, incómoda ante la falta de atención de aquel hermoso sangrepura se removió disimuladamente en su asiento, y se mordió el labio inferior hasta hacerlo sangrar bajo sus perlados colmillos. El moreno olió con atención la fragancia de aquel elixir celestial y se permitió embriagarse de su aroma metálico y tentador.

Parpadeó y dirigió su imponente mirada a la vampira sentada unos muebles a distancia suya; la sangre, roja y espesa era recogida por aquella lengua perpetradora en un inocente acto de auto limpieza. Quiso salir de ahí allí mismo, porque sólo a ella se le ocurría tentarlo de esa forma tan inconsciente e irresponsable.

La joven Kuran volteó con cautela a donde se encontraba su oni-sama, encontrándose con un despreocupado purasangre, con un libro empolvado y algo roído en la mano.

Suspiró bajito.

Era normal ver a su hermano leyendo para pasar el rato, y eso la frustraba; porque mientras Yuuki quería ser el centro de atención de Kaname, él se sumergía en su mundo de lectura o en su estudio, observando durante horas aquel aburrido juego de ajedrez. Estaba harta del encierro, pero comprendía que él la alejaba de todo por su propio bien, por mucho que eso la asfixiase y le indujera ganas de llorar.

Kaname por otro lado se percató de la frustración de su hermana. Sabía que estaba aburrida y triste y que, más que cualquier cosa, necesitaba afecto… Cosa que él le iba a dar.

Con calma se levantó del sillón y caminó hasta donde se encontraba Yuuki, para agacharse y proporcionarle un casto beso en los labios con ternura. La sangrepura quedó perpleja, observando cómo luego de eso, su oni-sama le levantaba y se marchaba del salón.

Y ella que le estaba buscando la vuelta al asunto. Kaname verdaderamente era impredecible