Nada nos separará

Esto no me ha pasado a mi (ni a nadie que conozca), solamente aviso porque ya mostré esto a otras personas y pensaron que me ha sucedido algo parecido solamente porque esté en primera persona.

Esta amarga y dura pena me somete a estas lágrimas envenenadas. ¿De qué me sirve la vida si no la puedo vivir? Pero doy un gran suspiro de alivio al saber que tu siempre estás hay, para consolarme, para animarme, para darme tus sabios consejos sobre este mundo lleno de misterios y trampas. Me diste la vida y ahora me ayudas a escapar de esta terrible condena. Siento un leve escalofrío que recorre mi cuerpo al escuchar tus palabras. No hay noche que no sueñe con tu voz. Y es que.. me da tanta rabia no poder describir cuanto te amo. No puedo describir esto que siento hacia ti, daría mi vida si es necesario pero me temo que eso no es ni una pequeña parte de lo que siento. Te daría todo el mundo, te regalaría el universo y sellaría todas las galaxias con un beso. Cuando veo que te alejas siempre mi rostro se tiñe de tristeza, aún sabiendo que pronto volverás. ¡Me da tanta rabia no poder verte! ¡No me alejaré de ti ni aunque me atrape la muerte! Por favor, no me hagas esto.. ¡no me alejes de ti mamá! ¿Por qué me apartas de tu vida? ¿Qué he hecho para que no quieras estar conmigo? No dejes que estas lágrimas que recorren mi rostro me crucifiquen y que me quede sin voz de tanto suplicarte y gritar tu nombre. No te puedo olvidar, ¡quiero estar contigo! No soporto no poder verte, ya llevo casi un año sin ver tus ojos cristalinos y la sonrisa tuya que me transmitía felicidad. Daría toda mi vida si fuera necesario para poder verte aunque tan solamente fuera un segundo. Te juro que no puedo vivir sin ti, no puedo quedarme aquí encerrada sin hacer nada, sin luchar para estar contigo. Ya no aguanto más, noche tras noche empaño mi nueva cama de lágrimas envenenadas. Hoy ya ha pasado un año y veo como las madres de los demás vienen a recogerlos para llevárselos una semana, al menos los demás pueden ver a sus seres queridos un tiempo, yo ni siquiera puedo verte ni un segundo. Pasan y pasan los años y aún no he hablado contigo, no siento tu calor, no te he visto.. No me rendiré, juro por lo que más quieras que te volveré a ver aunque sea lo último que haga. Nada nos separará, tu misma lo dijiste entre lágrimas el día antes de que me trajeran aquí. Pues cumpliremos nuestra promesa, esta noche me iré de aquí y correré todo lo que pueda hasta casa, me da igual si me pierdo, me da igual si se enteran di me cometido, no me importa si me secuestran.. te veré me cueste lo que me cueste, mamá. ¡Al fin! ¡Al fin te puedo ver después de tanto tiempo! No sabes lo feliz que estoy de volver a verte. Y ahora nunca más me separaré de ti. Eres mi vida, y ahora si que quiero vivir, gracias a ti. ¡Siempre estaremos juntas y nada ni nadie nos podrá separar! Somos un solo ser, y eso nadie lo puede evitar. No te puedes imaginar mi felicidad, no hay día que no soñara con este momento. Haría cualquier cosa para demostrarte mi felicidad, y por primera vez estoy llorando, pero no de tristeza, de alegría. No te puedes imaginar lo feliz que me haces.
Han pasado los años y me iré a vivir a otro sitio con una nueva persona a la que amo, pero no me iré muy lejos, estaré muy cerquita de ti, en un pueblo vecino. Te vendré a visitar todas las semanas, no lo dudes. Ahora todo me va muy bien, incluso he tenido una hija. Es hermosa y la quiero tanto como a ti, mamá. No dejaré que ella tenga mi misma infancia, le daré la mejor vida que le pueda dar y haré todo lo que haga falta para que esté feliz.
Hoy estoy muy preocupada, me han dicho que llevas como una semana sin salir a la calle y cuando llaman a casa no contestas. No puedo quedarme aquí sin hacer nada, iré lo más rápido que pueda. Pero.. ¿qué está pasando? La calle está repleta de policías y los vecinos están allí, una de mis hermanas llega corriendo y dice: "¿está bien mamá?". Yo no le respondí y corrí hacia la casa, pero los policías me detuvieron. Llorando grité: "¡nada nos separará!" Intentaron calmarme y cuando al fin me senté alguien vino y me dijo: "Tu madre ha.. fallecido". En ese momento nada me iba a detener, corrí de nuevo hacia la puerta de la casa y conseguí pasar aunque los policías intentaron detenerme. En aquel momento mi corazón latía con mucha velocidad. Te vi allí, tumbada en el sofá donde todas las mañanas te sentabas para desayunar. Tu cuerpo se veía cansado y tus ojos estaban cerrados. En aquel momento quise morirme, no soportaba ver como tu piel se notaba fría y en aquel momento no respirabas. No pude soportar aquello y lloré desconsoladamente sin parar, solamente quería irme contigo estuvieras donde estuvieras. Entre lágrimas me acerqué a ti y toqué tu mano fría y ablanquecida. Se me formó un nudo en la garganta y dije como pude: "No puedo explicarlo, solo puedo sentirlo".