My Little Secret...

My Little Secret...

Bien, es algo corto, y nada fuera del otro mundo, es tierno y trata sobre Yuushi Oshitari, jaja, es la primera vez que escribo algo sobre él y espero no haberme ido mucho de personaje. Acepto todo tipo de crítica constructiva. =)

Advertencias: Personaje propio.

* * *​

¿Hace cuanto lo conocía? El peli azul era su amigo desde que ella tenia uso de la razón, miraban novelas juntos, jugaban tenis juntos, leían juntos y por poco antes no se bañaban juntos si no fuera por que sus padres estaban en contra de aquello, ya que si fuera por sus madres lo hubiesen hecho. Realmente no supo cuando, ni como fue que termino por enamorarse de su mejor amigo Oshitari Yuushi. Él la cuidaba, la protegía como nadie, cosas que a veces molestaba a su padre quien no aceptaba la cercanía del chico, léase era un padre celoso.
Camino hacia las canchas de tenis recibiendo la mirada molesta de la mayoría de las chicas, ella era, además de la manager del club, la mejor amiga de Oshitari Yuushi y demás titulares, los chicos más guapos de toda la escuela.
Esbelta, un poco más alta que la estatura promedio, largos cabellos castaños y grandes ojos color azul, y lo más importante, las piernas más hermosas y las más sexys que él allá visto hasta el momento. Hubiese aclarado que si no fuera porque era su mejor amiga, y ella no se fijaría en él de otra forma que no sea esa, la hubiese invitado a salir desde el primer momento en que la vio.

Ella corrió hacia él-Yuushi-saludo sonriendo-Hoy empieza esa nueva novela que queríamos ver. ¿Vamos a verla en tu casa?-su rostro estaba gacho, ella siempre fue tímida con el, y al pasar de los años nunca cambio.
Él le sonrío-Claro, ya te había dicho que si-respondió
-Es que creí que ibas a ir a entrenar con Gakuto.
-Te lo había prometido, ¿alguna vez rompí mi palabra?-su voz sonó ofendida, pero era claro que se estaba haciendo, pero la pobre e inocente joven no lo capto de aquella manera y se puso mal.
-Gomen Yuushi-kun-dijo la joven agachando la cabeza-Tu nunca rompes tus promesas y yo...
-Ai-chan, era broma-sonrío él, ¿como hacia siempre para creerle aquellas tonterías que él le decía siempre? Era tan graciosa, ella se sentia culpable, eso le molestaba, pero su cara con la cabeza gacha y de remordimiento era única.
-Yuushi!-se quejo la joven-No me hagas esas bromas.

Se dio media vuelta y se encamino hacia donde estaba Atobe hablando con Shishido. Que linda se veía al caminar, esas piernas, y como se movía la pollera dejando ver aun mas sus perfectas y delicadas piernas. Él siempre la molestaba desde chica con que si ella no tenia lindas piernas él dejaría de ser su amigo, ella se lo tomo tan en serio que empezó a entrenar sus piernas mas que a cualquier otra parte de su cuerpo en si, el joven río al recordarlo, eran tan linda, era imposible no enamorarse de la mujer perfecta, y claro, él no era el único que lo decía, el colegio entero la creía la mujer perfecta, dulce, amable, cariñosa, tierna, divertida, y siempre intentaba ayudar con todo lo posible a sus compañeros, y no vale negar que también sus notas son una de las mejores del colegio.

La mañana había transcurrido normal, algunas bromas de parte de los titulares sobre la relación de Yuushi y Aiko, unas cuantas vueltas alrededor de la cancha y unos partidos de practica, clases aburridas, gente que tomaba apuntes, otros que dormían y otros, que simplemente estaban en las nubes.
A la salida Yuushi busco a Aiko y fueron hacia su casa. Primero fueron a la cocina y buscaron algunas cosas para comer y tomar para mientras veían el primer capitulo de la novela.
Se sentaron uno al lado del otro, la muchacha apoyo su cabeza en el brazo del joven, ya que cabe decir que él era mucho más grande que ella de estatura. Él tomo un mechón del cabello de la joven el cual era lacio, suave y sedoso, prendió el tele y empezó a jugar con aquel mechón de pelo, esperando a que la novela empezase.

-Yuushi, me haces cosquillas-se quejo la joven riendo.
-Pero yo no te estoy haciendo nada-mintió el joven mirando a la joven.
-En serio Yuushi-le reprocho la castaña-Me da cosquillas que me toques la oreja.
-Yo no te toco-volvió a asegurar el joven, claro, era una mentira obvio, pero ella siempre le creía.
-Entonces si nos sos vos Yuushi...-la muchacha empalideció de golpe mirando al joven-Yuushi tengo miedo-dijo asustada la joven aforrándose al brazo de este.
-No te preocupes, yo estoy acá-le respondió sonriendo mientras la acercaba mas a él y la abrazaba por la espalda.
Le encantaba asustarla, ella siempre creía en él, y si él le decía que no era, él no era, pero la verdad es que el muchacho siempre hacia lo mismo, ya sea en una película o una novela o en cualquier momento, para que les iba a mentir, adoraba tenerla cerca, siempre olía rico, y todas las acciones de ella eran tan suaves y calidas que le era imposible resistirse. Además, adoraba el color carmín en sus mejillas cuando estaba con él.
Todas sus novelas de la tarde habían terminado, pero la muchacha estaba tan cansada que se durmió en brazos del peli azul, quien agradecía bastante el cansancio de la joven. La aferro bien a sus brazos y la llevo a su habitación en donde la deposito suavemente en la cama, pero sin que se diera cuenta ella lo había tomado de la camisa, y cuando intento soltarla le fue imposible así que simplemente se recostó a su lado, además que había de malo, lo habían hecho casi toda su vida...

Lentamente fue abriendo sus grandes ojos verdes, se había quedado dormida mirando las novelas, pero sonrío al recordar que se durmió en los brazos de su mejor amigos y su primer y único amor, Oshitari Yuushi. Se ruborizo de solo recordarlo, pero cuando quiso poner sus manos sobre su cara se dio cuanta que una de ellas estaba siendo sujetada por otra, cuando miro a quien le pertenecía su cara paso de un leve rubor carmín a taparle la cara un completo rojo. Intento soltarse del agarre pero el chico era mucho mas fuerte que ella lo cual lo hacia mucho mas difícil. De la nada el joven recostado a su lado, quien dormía placidamente, y la abrazo de golpe como si de un peluche se tratara, ella le miro, se veía tan lindo, como hubiese deseado que él no fuera su amigo, si no fuera por aquel mínimo detalle ella se le hubiese declarado sin ningún problema, bueno si, luchando un poco con su timidez, pero por amor se debía superar, ¿o no? Pero como podía arriesgarse a perder la amistad más valiosa que tenia. Simplemente cerro sus ojos y se acerco lentamente al joven quedando a milímetros de él, léase antes solo estaban a centímetros. Sonrío y beso suavemente los labios de aquel joven a quien tanto admiraba. En aquel momento agradeció que el joven tuviera el sueño pasado, ahora si podría guardar aquello como su pequeño secreto, la primera vez que robaba y era un simple, dulce y tierno beso del chico que la había conquistado. Cerró sus ojos suavemente y se recostó para seguir durmiendo.

Abrió los ojos lentamente, que suerte tenia él de no haberse dormido, había podido sentir perfectamente los dulces labios de la joven sobre los suyos, tan perfectos, tan de ella. La miro dormir, sus ojos verdes, ahora cerrados y sus cabellos castaños despeinados, lucía como un ángel, o mejor dicho era un ángel, su más y más preciado ángel... Volvió a cerrar los ojos y la abrazo atrayéndola más hacia él, no cabía duda, la amaba y ella a él, eso era algo que nadie podía, ni podría evitar...

The End~

***
Espero que les alla agradado. *guiño