U.U, aquí vuelvo yo, a mi desahogo, uuu... que horrible poema (casi no tiene rima ni métrica), pero necesitaba hacer esto. A mi abuelo, a mi guía en la tormenta de la vida... Muerte. Siento que tiemblo, siento que caigo por un profundo desierto, siento el frío calar en mis huesos, siento como la muerte recita mis versos. ¿Puedes ver a través de mi alma?, ¿puedes entender mi sufrimiento?, ¿puedes comprender lo que yo por ti siento?, ya no hay nada más, ya no volverá mi calma. En los mares agitados del olvido, en las áridas tierras del vacío, entre los oscuros llantos de agonía, entre la muerte que viene a robar tu vida. Aguanto en silencio, lo caprichoso del tiempo, aguanto el destino, lo doloroso que es el camino. Te marchaste un día de noviembre, me olvidaste en un día de septiembre, siento que cada vez estás más lejos, siento que ya no eres como mi reflejo. Lamento nuestras discusiones, lamento los errores cometidos, si pudiera volver atrás, por ti perdería el sentido. El dolor me arrastra, la muerte me devasta, siento tu alegría, por despejarte por fin de esta agonía. Siéntete libre cual ruiseñor, porque ya no existirá el dolor, extiende tus preciosas alas, vuela y esquiva todas las balas. Cada vez más ya no te siento, ya solo puedo ver tu dulce escarmiento, te pierdo, te extraño, te odio, te amo. Quiero darte un último adiós, querido, quiero envolverme con el destino, quisiera ser viento, para poder jugar contigo, quisiera ser luz, para iluminar tu camino. A donde quiera que fueras, a donde quiera que vayas, a quienquiera que fueras, a cualquier cosa que tú detallas. Vive lo que en esta vida no has podido, escapa y forma un nuevo camino, destruye tu antiguo destino, vive el ahora, vive el presente.
