Monotonía...[Neji-Ten]

Monotonía...[Neji-Ten]

¡Hola! Bueno... Lo prometido es deuda, estoy cumpliendo con mi responsabilidad de escribir este fic. Ya bueno, al fic. Espero sea de su agrado.

1. El Sueño

​

Sus ojos viajaron lentamente por el paraíso frente a ellos. Miró de nuevo los lirios blancos bajo sus pies. ¿Cómo había llegado allí? Nunca había estado en un lugar parecido.

Volvió su mirada al lugar donde la llevó la dulce melodía. Miró con cuatela la cabellera castaña mecerse con el viento de invierno. Aquella silueta varonil causó en ella extraña curiosidad y afecto en ella. Quiso, de alguna manera, conocer más de él.


Poco a poco, el hombre frente a ella se fue dando media vuelta, estaba a punto de descubrir quién era él...


¡RING! ¡RING! Sonó el teléfono por décima vez.

Tenten abrió irritada sus ojos color chocolate. Odiaba que sus sueños se viesen interrumpidos, más aún cuándo era vispera de navidad. Mataría a alguien.

Miró de reojo al desgraciado celular que acabó con sus dulces sueños. Hora: 8 a.m. Tarde, muy tarde. Debía estar a las 9 en su consultorio. ¡Demonios! Su último día de trabajo y llegaría tarde.

Se levantó rápidamente. Entró a la ducha, el agua estaba helada, pero no había tiempo de que se calentase. Lavó su cabello, enjuagó y salió lo más rápido que sus piernas le daban.

Ya una vez vestida, bajó las escaleras y entró a la cocina. Vio a su madre sirviendo café a su padre, saludó, tomó una tostada, jugo de naranja natural y salió por la puerta.

Miró su reloj en la mano 8:40 a.m, tenía 20 minutos para llegar al consultorio que quedaba a 3 kilómetros de su casa. Buscó en su chaleco azul marino el celular, más este no estaba. ¡Demonios! Lo había olvidado en casa.

No tenía tiempo para regresar a buscarlo. Ya se comunicaría con sus amigas para ver que harían en Noche Buena.

Montó un taxi, que la llevó al consultorio. Entró abarrotando las puertas, cuando iba a disculparse por llegar tarde, se dio cuenta de que no había nadie. Fue directamente a la oficina del doctor Maito Gai, y vio una nota escrita por él:

" Querida Tenten:

Antes que nada, feliz víspera de Navidad. Por cierto, si estás leyendo esta nota, olvidaste que hoy te dí el día libre y no tendremos consultas.

En ese caso, lo siento.

¡No dejes que tu llama de la juventud desaparezca!

Att: Doctor Maito Gai."

Por eso odiaba a su jefe, nunca le había dicho que tendría el día libre. Suspiró y se dejó caer en el sofá de cuero negro, cerró los ojos, buscando conciliar el sueño por un rato, más ya no podía.

Caminó arrastrando sus tacones de aguja negros, y llegó al escritorio de el Doctor, invadida por la curiosidad, revisó unas carpetas, cual fue su sorpresa al encontrarse su currículum.

Nombre: Ama Tenten.

Edad: 24 años

Licenciada en Psiquiatría, egresada de la Universidad de Tokio, con todos los honores.


Luego de eso, Gai había dibujo un montón de corazoncitos y palabrillas, algunas frases decían: "Chica guapa". Con letra poco legible y temblorosa.

Por algo decían que los psiquiatras estaban más locos que sus pacientes. Gracias a Dios ella todavía conservaba algo de cordura.

Aprovechó que tenía el teléfono del consultorio a mano, y llamó a una de sus amigas, para cuadrar lo que harían esta noche.

-¿Bueno?- Se escuchó el contestar al otro lado del teléfono, Tenten sonrió al escuchar la voz de su mejor amiga.

-¡Hinata! Es Tenten...-Avisó con anticipación la castaña, sonriendo tiernamente y apoyándose en el escritorio-...¿Qué haremos hoy en la noche?

-Hola, Tenten...-Saludó la aludida- Mi primo llegó ayer de Francia, ¿Qué tal si nos reunimos en mi casa para celebrar Noche Buena?

-¡Genial! Debes presentármelo...-Tenten rió con picardía, mientras Hinata le seguía la risa con una más tímida- ¿Segura que en tu casa?

-¡Sí! Le diré a las chicas-Avisó la muchacha, colgando el teléfono.

Tenten hizo lo propio, sonriendo para sí misma.

Dejó la oficina y empezó a caminar por las frías calles de Tokio, veía cómo iban de un lado a otro las familias, haciendo las compras navideños. Un lindo ambiente. Hacía frío, más no exageradamente. Las flores invernales crecía con todo su esplendor, y el sol brillaba radiante.

Entró a una cafetería, muy popular, donde el mokkaccino era estupendo. En momentos como estos, adoraba el olor de un buen mokkaccino, combinado con un cigarrillo de marca.

Un mesero le llevó el mokkaccino doble, sin cafeína, poca espuma, sin azúcar y, preferiblemente, endulzado con esplenda. Si no era mucha molestia.

Y lo vio, dejó caer su cigarrillo al ver aquel Dios tan perfecto frente a sus ojos.

Cabello castaño, largo. Brazos musculosos, trabajados. Porte de intelectual, leía un periódico extranjero. Sus ojos, perlados y distantes.

Se perdió en aquellos ojos tan perfectos. ¡Por todos los Dioses Griegos! ¿Existiría alguien tan perfecto!

Y pasó, volvió a pasar. El teléfono la había sacado de sus cabilaciones... Pero, ¿cómo era posible? ¡Había dejado el celular en casa! ¿O no lo hizo?


....

Esta fue solo una pequeña introducción. Espero les haya gustado
​

 

Re: Monotonía...[Neji-Ten]

¡Hola! Bueno, no tengo nada que hacer, así que pongo la conti, jeje. Es cómo el prólogo, pero desde el punto de vista de Neji. Sin más que decir, se los dejo =D.

2. Costumbre
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Se despertó temprano. De hecho, solía hacerlo. Estuvo sentado en su cama por un buen rato, se le hacía extraño despertar en una habitación diferente a la que tuvo por varios años. Pero ya no estaba en Francia; recién había llegado la noche anterior a Japón, a vivir con su prima.

Le había ido muy bien el la ciudad Parisina. Se graduó con honores de psiquiatra, y permaneció allí por unos meses, disfrutando de su juventud.

Se levantó, tomó su cepillo de dientes y entró al baño. Lavó su rostro con abundante agua fría, desenrredó su cabello, para luego entrar a la ducha.

Le gustaba bañarse con agua fría por las mañanas, para él, eso ya era una costumbre.

Se vistió con paciencia, y miró la hora en su reloj de pared, 8:00 a.m. Suspiró, ¿estaría su prima despierta?

Salió de su cuarto, y vagó por el pasillo de la enorme casa familiar, hasta llegar a la habitación de su prima. Vaciló por unos instantes, pero abrió la puerta, tratando de ser silencioso. Vió a la muchacha de cabello violáceo tumbada en su cama, dormida aún. Sonrió para sus adentros, al menos tendría un rato de soledad.

Bajó las escaleras, había olvidado que los empleados se levantaban temprano para hacer los quehaceres del hogar, tal vez también tenían esa costumbre de levantarse en la madrugada.

Se sentó en el estar, en silencio. Estuvo pensando por un largo rato. Cuando su cabeza empezó a dolerle, cabe destacar que luego de su costumbre de pensar por las mañanas, tenía la costumbre de un dolor insufrible de cabeza, se fue a la cocina, para buscar algo de comer.

Se recostó en el umbral, viendo a su prima hablar por el teléfono.

-¡Si! Yo le avisaré a las chicas...-Sonrió y colgó el teléfono, mientras se daba media vuelta y se encontraba con unos ojos iguales a los de ella, pero más fríos e intimidantes-B-buenos días, Neji-kun.

-Hmp, buenos días..-Saludó, restándole importancia. Odiaba esa tonta costumbre que tenía su prima de tartamudear-.Ya me voy, iré a dar un paseo.

Hinata asintió, y miró a su primo irse.

Neji, por su parte, salió de la casa de la mansión Hyuga, caminando sin rumbo por los jardínes. Ya harto del encierro, salió a la calle, viendo a las personas hacer las compras navideñas. Noche buena, suspiró, parece que era una costumbre estar con la familia esa noche antes de Navidad.

Vio un café en la esquina, se dirigió a paso lento hacia allá. Leería el periódico francés, tomaría un Latte de Vainilla, y se relajaría por un rato.

Al entrar se sentó en una mesa distante a las demás. Una mesera se le acercó sensualmente, también era una costumbre que las mujeres se le acercaran de esa forma. Al parecer, sus sex-appeal era muy atrayente a las damas.

-¿Desea algo, caballero?-Preguntó con voz felina la muchacha.

-Un latte de vainilla sin espuma...-Respondió tan gélido que la joven quedó paralizada-Ahora.

La mesera se fue rápidamente, y volvió luego con el café. Neji oyó el ruido de la puerta al abrirse, y ni siquiera se inmutó al escuchar el caminar de los tacones de aguja de alguna mujer. Pudo sentir como se sentaba en una mesa junto a la de él, y tan solo por curiosidad, levantó su mirada y la llevó hacia la muchacha que había entrado.

Cabello castaño, atado en dos chonguitos, infantiles según él. Ojos de un color chocolate, muy hermosos. Figura sensual, llena de curvas, cadera pronunciada. Piernas largas y curvilíneas. Vestía elegante, tenía un buen gusto.

Sonrió para sus adentros, y volvió a dirigir la mirada a su periódico. Volvió a mirar a la joven de reojo, vio el cigarillo, que minutos antes había encendido, en el suelo.

Procuró no prestar atención y se levantó, dejó una buena propina, y se marchó del lugar. Aún no había comprado el regalo de navidad para su prima.

...

It's over for now... Nos vemos en la próxima conti.



​

 

Re: Monotonía...[Neji-Ten]

Hola, amigos de Cz... ¿Cómo están todos? Bueno, les traigo conti de mi fic, espero sea de su agrado. ^^

3. Reencuentro​

Caminó despacio, intentando desviar su mente, mas siempre terminaba pensando en el muchacho de la cafetería. Odiaba no conseguir un tema más interesante en el cual pensar, todo tenía que ver con aquel joven que tanto le había llamado la atención.​

Ya había comprado los regalos. Había pasado la mitad del día en ello, ya eran las 6: 00 p.m. Debía ir a casa para arreglarse e ir a casa de su amiga Hinata. Tomó un taxi, que la llevó a su morada.​

Estando ya en su estancia, se despojó de sus ropas, abrió la ducha, dejando que el agua caliente cayese sobre su espalda, relajando sus músculos. Lavó con empeño su cabello, haría algo especial con el esta noche. ​

Se vistió especialmente para la ocasión. Llevaba un hermoso vestido color naranja, que caía como cascada hasta rozar el piso, su espalda descubierta, su escote en el pecho no era muy pronunciado. Se maquilló delicadamente, tratando de que se viese natural. ​

Su cabello, odiaba su cabello. Rebelde en todos los sentidos. Suspiró. ​

Tomó el secador, empezó a secar su cabello dejando pequeñas ondulaciones que se veían hermosos. Su cabello contrastaba de alguna manera con el vestido de gala, había olvidado lo bien que se veía con el cabello suelto. ​

-¡Tenten, baja!-Se escuchó el resonar del grito de su madre. Se apresuró a tomar las bolsas de los regalos, su bolso y todo lo que iba a llevar a casa de Hinata.​

Bajó, cuidando de no caerse con los tacones, y vio a su amigo Lee, muy guapo y perfumado. Corrió a abrazarlo, lo había extrañado. ​

-¡Mi bella flor, que hermosa estás!-Piropeó galante el muchacho.​

-¡Lee! Te extrañe tanto-Exclamó la morena, mientras las lágrimas de felicidad descendían por su rostro.​

-No llores, qué te ves muy linda-Tranquilizó el moreno, secando las perlas transparentes de la chica-.Vámonos, Hinata nos espera en su casa.​

Tenten asintió, siguiendo al muchacho afuera de la casa. Lee le abrió la puerta de su Porsche, ella le agradeció con un sonrojo en sus mejillas. ​

Conversaron en el automóvil por un rato, mientras llegaban a los territorios Hyuga, Tenten retocó su labial antes de entrar a la mansión de su amiga. No había persona en el país que no conociese a los Hyuga, la familia más prestigiosa, junto con los Uchiha. Eran grandes empresarios.​

La mano de Rock Lee la ayudó a bajar del auto. Entró del brazo del muchacho, captando la atención de todos los presentes. ​

Y de nuevo se perdió en los más profundos de sus pensamientos. Lo tenía enfrente, a pocos metros, al muchacho perfecto de la cafetería. Conversaba con su amiga Hinata, se sorprendió a sobremanera, ¿se conocían?​

-Tenten, ven. Quiero presentarte a mi primo-Le informó Hinata a la morena, que estaba en estado de Shock. ​

¿Cómo no lo había notado? Esos ojos tan particulares en los Hyuga, aquella mirada tan fría y penetrante que caracterizaba a esa familia. Había sido demasiado tonta. Ahora lo tenía frente a ella, y no sabía que decir. ¿Saludar? ¿Presentarse? ¿Qué debía hacer? Estaba paralizada, por primera vez se sentía intimidada.

-Neji Hyuga...-Se presentó el muchacho, al parecer también reconocía a la joven-Mucho gusto.

El Hyuga besó la mano de la joven, sonriéndo al sentir cómo la piel de la chica se erizaba al contacto, y como las mejillas morenas se tornaban rosadas. Tenten sentía el palpitar de su corazón, nunca se había sentido tan vulnerable ante nadie, mas debía tomar las riendas antes de que él notase sus nervios.

-Tenten Ama, psiquiatra-Se presentó la morena, trantando de recuperar la compostura.

Neji asintió, y antes de que pudiese contestar, la música empezó a sonar. Algunas parejas ya bailaban al compás de ella. Neji se disculpó y se fue, dejando a la morena sola. La chica volteó, buscando a su amiga Hinata, mas la vio hablando con un moreno de coleta alta, y una rubia de cuatro coletas. Los reconoció al instante y se acercó a ellos.

-¡Tenten! ¿Cómo estás?-Saludó la rubia, besando a la aludida en una mejilla.

-Muy bien, Temari, gracias-Contestó con cortesía e hizo una pequeña reverencia con la cabeza, mientras sonreía dulcemente.

Se sonrieron mutuamente. Tenten se percató de las manos unidas de la rubia y Shikamaru, sonrió en su mente. Ya sabía que esos dos se traían algo entre manos. Estaba feliz de que esta Navidad muchos de sus amigos estubiesen juntos, y esperaba que fuese algo duradero. A pesar de lo independiente que era, no podía negar que envidiaba a aquellas que tenían alguien quién las ame.

-¡Es hora de abrir los regalos!-Gritó Ino entusiasmada, tomando un regalo,envuelto en papel rojo, en manos.

. . .

Lo lamento, no lo había puesto completo :S Bueno, aquí está! Lo siento de nuevo.​

 

Re: Monotonía...[Neji-Ten]

¡Perdonen la demora! Lo siento, lo siento.

Regalos

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-¡Es hora de abrir los regalos!-Gritó Ino entusiasmada, con un pequeña y alargada cajita roja en sus manos-.Para ver, para ver. Este es para: ¡Tenten!

Todos aplaudieron y la aludida salió de sus cabilaciones. La miraban y ella aún se preguntaba si habían mencionado su nombre. Lee empujó levemente su espalda, para que ella fuese a buscarlo y abrirlo.

Así lo hizo, cuándo la cajita alargada estuvo en sus manos, deshizo lentamente el lazo. Abrió con cautela y ansias el presente. Sus ojos se encontraron con un hermoso collar de plata, con un hermoso dije en forma de taza de café.

Le sorprendió mucho aquel regalo tan peculiar, ¿quién pudo habérselo dado? Pensó por un momento en Neji, pero él apenas y la conocía. Era imposible.

-¡Qué hermoso! ¿Quién te lo dió?-Preguntó una bella pelirrosa, con incomparables ojos jade.

-Pues...-Comenzó ella, buscando en la tarjeta-No tiene nombre. No dice quién me lo mandó.

Todos se sintieron algo decepcionados. Odiaban los regalos anónimos.

Fueron pasando los regalos, cada quién abrió el suyo muy entusiasmado. La celebración era grande. Estaban todos los amigos más cercanos. Incluso el Uchiha, quién sólo iba a eventos de alta categoría, y se le veía compartiendo con la pelirrosa Haruno, hija de doctores.

Vovió a palpar lentamente la taza, todavía no se imaginaba quién podría habérsela obsequiado. Y no pudo haber sido Lee, pues éste le obsequió una entrada al concierto de Muse. Su banda favorita.

-Me alegro de que te haya gustado-Dijo alguien, cuya voz hipnotizante hizo vibrar los nervios de Tenten, y solo alguien en particular lograba ello.

-¿Fuiste tú?-Inquirió, mientras giraba sobre sus talones para encontrárse con esas hermosas perlas.

-Si-Admitió él, sonriendo satisfactoriamente.

Tenten se quedó sin palabras, pero no porque Neji le regaló el collar, sino porque la sonrisa de éste tapaba por completo su cerebro. Y la hacía incapaz de razonar.

Él se percató de ello. Volvió a sonreír, esta vez porque sus dotes masculinos nunca le fallaban. Él podría volver loca a cualquier mujer, y era consciente de ello.

-¿Quieres algo de tomar?-preguntó, y ella asintió.

Ambos fueron a la cocina, conversando mientras Tenten intentaba no mirarlo a los ojos sino quería perder la concentración. La castaña supo que Neji también era psiquiatra de profesión, ¿acaso era el destino?, ¿o pura coincidencia?.

El muchacho se detuvo en seco, al escuchar el murmullo de dos voces en la cocina. Una era dulce y familiar, otra era gruesa y fría. Y él no reconocía ésta última.

Le hizo un gesto a la castaña para que se detuviera, la chica le acató la orden. El joven Hyuga asomó su cabeza por la puerta, encontrándose con el bien formado cuerpo de su prima, quién llevaba un hermoso vestido de terciopelo negro; junto con esbelto y masculino cuerpo, que era dueño de una melena roja.

Ambos conversaban. Hinata tenía un dulce rubor en sus mejillas, y el muchacho se mantenía firme y serio frente a ella.

Y, entonces, la voz de Ino volvió a resonar en toda la mansión. Gritaba desde el comedor pidiendo la atención de todos.

-¡Es hora de la cena!-Anunció. Y, uno a uno, los invitados se fueron acercando a la mesa.

Cuándo ya todos estuvieron sentados. Y Hinata había hecho el brindis, Temari se levantó repentinamente. Y, con su copa en mano, dijo:

-Tengo que anunciar algo-Dijo, de pronto, ganándose la atención de todos los presentes, quienes susurraban intentando descrifrar lo que diría la rubia de hermosos ojos zafiros-:Uno, Shikamaru y yo...
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. . .
​

¿Qué será lo que quiere decir Temari?

N/A: Si quieren tómenlo cómo un capítulo de relleno, quedó muy corto O.o Pero se me fue la señora inspiración xD​

 

Re: Monotonía...[Neji-Ten]

¡No, no y no! ¡Qué cuchura! Ahora que lo pienso, tiene sentido. Neji le regaló un collar con una tacita de café, y se vieron por primera vez en una cafetería. Rosa fue la que me dijo, asadf. Porque no había entendido el porqué de la taza de café. xD
Bueno, en fin, estuvo muy bonito. ¡Aww! Siempre he estado enamorada de este fic desde que lo ví por primera vez. ¡Está genial!
Nunca dejes de escribir.
Te adoror muchisimo, gatito.
Att: MaLau =)