Explícito Momento idóneo [Pokémon Rol | Dante x Emily | One-shot]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Amane, 22 Septiembre 2019.

  1.  
    Amane

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    Escritora
    Título:
    Momento idóneo [Pokémon Rol | Dante x Emily | One-shot]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2178
    Título: Momento idóneo.
    Fandom: Pokémon Rol Championship | AU.
    Personajes: Dante Miles, Emily Hodges | Rápida aparición de Mimi Honda y Effy Joy, mención a Hubert Matsson y Alpha Xenodis.
    Palabras: 2027
    Summary: "No tenía duda alguna, Dante era el hombre de su vida."
    N/A: Bueno, guarden los aplausos para el final del escrito, que está dedicado a todos aquellos que querían un explícito Demily, ¡aquí lo tienen! Espero que os guste y bueno, perdón por la inaccuracy de algunos eventos, habláis con alguien más virgen que yo qué sé (?) | Como bien indica la etiqueta, contenido explícito, concretamente: escenas de sexo heterosexuales. Beware. La verdad es que no es lo más gráfico que he escrito, pero bueno, quería hacer algo lindo so that's that.


    ^ ^ ^
    —Oye, Effy… ¿puedo hacerte una pregunta?


    Tres jóvenes estaban sentadas en la terraza de una cafetería, disfrutando de las diferentes bebidas que habían ordenado.

    Fue la morena la que habló, llamando la atención de una de sus amigas. Al final fueron las dos quienes centraron su atención en la chica y esta no pudo evitar sentir su rostro enrojecer. Bajó la mirada, jugando con el poco café que quedaba en su taza.

    >>Uhm… ¿c-cómo…? —empezó a murmurar, de manera casi imperceptible—. ¿C-cómo fue tu p-primera vez con… Hubert?

    Una vez la chica fue capaz de formular la pregunta, un pesado silencio se instauró en la mesa. Emily no pudo saber las expresiones de sus amigas porque era incapaz de levantar la mirada de su bebida. N-no pensaba hacerlo… Seguro que Effy se reiría en su cara y… Mimi le gritaría por preguntar algo así en la calle…



    Pero el silencio siguió y finalmente la morena no pudo reprimir más su curiosidad.

    Al levantar la vista, lo que encontró fue una expresión de pura ternura mezclada con, quizás, algo de genuina curiosidad.

    —No te voy a mentir, Em, ya pensaba que estabas tardando en preguntarme. ¡Dante y tú lleváis como toda la vida saliendo!

    Quizás fue porque el tono no era tan recriminatorio como esperaba, porque Mimi no dijo nada o porque Effy sabía cómo tranquilizarla, pero Emily sintió su cuerpo destensarse repentinamente y se permitió hasta reír levemente.

    —No sé… no me sentía preparada, y no quería presionar a Dante… pero ahora… creo que ya es el momento… por eso…

    —Está bien, Emi, ¡no me tienes que dar muchas explicaciones! Yo te cuento como fue mi experiencia y algunos consejos, ¡ni lo dudes!

    —Bueno, pasadlo bien, yo creo que me voy a ir —Mimi finalmente intervino tras unos minutos, poniéndose en pie—. De todas formas, Alpha quería ir a comprar algo para un proyecto que tiene, o algo así… nos vemos.

    —¡Adiós!

    Las dos jóvenes restantes se despidieron de su amiga con cierta efusividad y cuando finalmente la vieron desaparecer por completo, volvieron a centrarse en el tema que les concernía.

    Effy entonces empezó a contarle a Emily como había sido su primera vez con Hubert, su novio desde hacía ya unos cuantos años. Le explicó que, a pesar de todo, ambos estaban bastante nerviosos pero que aun así al final todo salió bien.

    Le aconsejó que estuviese tranquila, eso era lo más importante, y que pensase que Dante la quería y nunca le haría daño, que confiase en él plenamente. También le comentó que no se preocupase si las cosas no salían bien, que solían no salir bien las primeras veces, pero que luego mejoraba.

    Sin darse cuenta, la noche acabó cayendo sobre ambas mientras Effy contestaba a todas las preguntas que Emily le hacía, pacientemente y sin juzgarla.

    Así que, una vez llegó el momento de abandonar la cafetería, Emily sentía que al menos sabía lo que tenía que hacer.

    Eso no hacía, sin embargo, que dejase de sentirse nerviosa. Todo lo contrario, el nudo de su estómago no parecía querer deshacerse.

    Se despidió de Effy en la puerta de su apartamento y no tardó en introducirse en el mismo.

    Había decidido invitar a su novio a cenar, y para ello había estado cocinando durante toda la mañana, para así poder simplemente colocar la mesa en cuanto llegase después de la merienda con sus amigas.

    Así lo hizo, y cuando todo estuvo en su sitio, corrió a su habitación para prepararse ella también. Se había duchado también por la mañana, lo único que tenía que hacer era retocarse un poco el maquillaje, el peinado y cambiar su conjunto casual por un vestido algo más elegante.

    Cuando finalmente sintió que estaba preparada para el momento de la llegada de Dante, el timbre de su piso resonó por toda la estancia.

    Emily sintió como su paso era tembloroso mientras se acercaba a abrir la puerta. Rayos… no quería que Dante notase todos sus nervios.

    Logró llegar hacia la entrada y, respirando hondo para intentar calmar su temblor, abrió al fin la puerta.

    La recibió un Dante sonrojado, con una caja de una pastelería en sus manos, vestido de manera elegante pero sin pecar de ir demasiado arreglado.

    —He traído algunos dulces para después…

    Emily notó como gran parte de los nervios que sentía se disiparon al ver el rostro del castaño. Siempre era así: no importaba lo mal que la chica estuviese, la simple presencia de Dante hacía que todo se volviese bueno a su alrededor.

    —¡Genial! —exclamó, con una sonrisa—. Los guardaré en la nevera, entonces —y mientras pronunciaba esas palabras, la joven cogió la caja de sus manos para poder llevarla a la cocina.

    Dante entró detrás de la chica, siguiéndola hasta la estancia. El chico, por supuesto, conocía aquel piso a la perfección.

    —¿Estás preocupada por algo? —preguntó el joven, apoyándose en el marco de la puerta mientras veía a su novia colocando las cosas en el interior.

    —¿Eh? N-no… ¿por qué lo dices?

    —Normalmente cuando me ves te tiras a mis brazos y me llenas de besos, hoy apenas me has saludado —explicó, posteriormente, cruzándose de brazos y levantando una ceja, escéptico.

    —O-oh… —a veces olvidaba que Dante la conocía casi mejor que ella misma.

    La chica cerró la puerta del frigorífico con cuidado y miró al chico, avergonzada. Entre ellos no había secretos, no tenía sentido después de tanto tiempo, así que no tendría por qué guardarlo ahora tampoco.

    —Dante… —empezó a decir, acercándose al chico hasta poder coger sus manos entres las propias—. Quiero… hacerlo… esta noche, contigo —habló, con voz íntima, mirando de forma intensa al chico sin dejar de sentir como sus mejillas se acaloraban—. ¿Te parece bien? Solo lo haremos si tú también quieres claro, pero quiero que sepas que ya estoy preparada.

    El castaño escuchó con atención todo lo que la chica tuvo que decir, asintiendo con suavidad de vez en cuando. Cuando la misma terminó de hablar, Dante acercó sus manos hacia sus labios para poder besarlas con suavidad.

    —Si tú estás preparada, yo también lo estoy —susurró, con una leve sonrisa, antes de acercarse para depositar un beso en sus labios.

    Al principio fue un beso cariñoso, hasta algo superficial, un beso común, pero después de separarse durante unos segundos y compartir miradas chispeantes, el mismo beso acabo profundizándose.

    La pareja acabó envuelta en una especie de pelea por ver quien dominaba más en el beso, sin un claro ganador en el momento en el que se volvieron a separar, jadeantes.

    —¿Y la cena?

    —Que le den.

    Emily rodeó el cuello de Dante con sus brazos, poniéndose puntilla para volver a fundirse en un beso con el chico. Enredó sus dedos en la cabellera del mismo, llevada por la pasión, y Dante tampoco se quedó atrás, atrayendo el cuerpo de la chica hacia el suyo al tirar con suavidad de sus caderas.

    Finalmente, la pareja dirigió sus pasos hacia la habitación de la chica una vez se separaron de aquel beso.

    Al alcanzar el cuarto, Emily se dejó caer sobre la cama, arrastrando a Dante consigo, que procuró colocar sus brazos y manos de manera que no acabase dañando a la chica.

    Compartiendo aun besos llenos de pasión, ambos comenzaron a deshacerse de la ropa del contrario, hasta que casi sin darse cuenta acabaron en ropa interior, mirándose con la respiración agitada. Ambos sonrojados y son finas gotas de sudor en sus frentes, pero compartiendo miradas llenas de complicidad.

    Entonces Dante, tras dejar otro fugaz beso sobre los labios de Emily, comenzó a rozar con sus labios otras partes del cuerpo de la chica.

    Empezó a besar su cuello, notando como la piel de la joven comenzaba a reaccionar, erizándose bajo el tacto, y como ella misma dejaba escapar un gemido ahogado de sus labios. Guiado por los sonidos de placer que la chica hacía, Dante procuró no dejar de besar ningún milímetro de su piel, queriendo saber qué sitio le provocaba las mejores reacciones: su cuello, sus hombros, sus manos, su vientre, sus pechos, sus piernas… todo.

    Se deshizo también de la ropa interior en el proceso, pudiendo apreciar por completo la belleza de su novia, quedándose prácticamente embobado ante la imagen.

    Emily sintió que era incapaz de sonrojarse más debido a la situación, porque si no, estaría aún más roja al sentir la intensa mirada del chico sobre su cuerpo.

    —Eres… perfecta, Em.

    Las palabras salieron de los labios del chico de manera automática, lo dijo prácticamente sin pensar. Fueron palabras llenas de amor, de cariño, y Emily solo pudo sentir su corazón llenándose de calidez al escucharlo.

    No tenía duda alguna, Dante era el hombre de su vida.

    La chica colocó su mano sobre la mejilla del castaño, atrayéndolo poco después para darle otro beso, uno dulce y lleno de cariño, como intento de respuesta a tan bellas palabras.

    Cuando se separaron, Emily le sonrió con dulzura.

    —Estoy lista —respondió a la pregunta no formulada pero que sabía que rondaba la cabeza del chico—. He comprado preservativos, están en la mesilla.

    Dante asintió con la cabeza y se separó de la chica, no sin antes dejar un beso sobre su frente.

    Busco en la mesilla de noche de Emily y no tardó en encontrar la caja sin estrenar dentro. Con cierta rapidez abrió el paquete y cogió una de las gomas, sujetándola con sus dientes mientras se deshacía de los calzoncillos que ya llevaban tiempo molestándole.

    Abrió el plástico y con cuidado se colocó la protección sobre su miembro, asegurándose que estaba colocado correctamente.

    Cuando volvió a subirse a la cama, no pudo evitar notar la curiosidad en la mirada de Emily. Apartó la mirada, repentinamente avergonzado.

    —He visto vídeos, ¿vale? Es normal tener curiosidad a cierta ed- —la risita de Emily lo interrumpió.

    Volvió a dirigir la mirada hacia ella y se encontró con una sonrisa de pura ternura instalada en sus labios. Fue incapaz de evitar que se le contagiase.

    Dante procuró preguntarle una vez más a Emily si estaba preparada y la chica no dudó en contestar que sí, así que finalmente el chico no se hizo de rogar.

    Fue cuidadoso.

    Lo primero que hizo fue entrelazar sus dedos con los de la chica, y poco después, comenzó a entrar en el interior de la misma.

    Lo hizo con lentitud, permitiéndole al cuerpo de su novia acostumbrarse a su miembro. Se aseguró de seguir por completo las instrucciones de Emily, solo moviéndose cuando ella se lo permitía, hasta que finalmente logró entrar por completo, sin ningún problema.

    La morena apretó con fuerza la mano del castaño, y pudo notar unas lágrimas acumulándose en sus ojos.

    Dante comenzó a dejar besos por su rostro, deshaciéndose de las lágrimas e intentando hacerla olvidar por un momento el dolor que quizás estaba sintiendo.

    Fue así hasta que al final el cuerpo de Emily se acostumbró a la presencia de Dante y cuando ella se lo hizo saber, el mismo comenzó a moverse.

    Al principio fue con lentitud, embestidas suaves que fueron intensificándose con el paso del tiempo. Poco a poco la incomodidad que Emily sentía se iba convirtiendo en placer, ello lo demostraban los gemidos que empezaron a llenar la habitación.

    Dante por su parte, quizás debido también a su inexperiencia, sintió que no mucho después estaba a punto de llegar a su clímax.

    —E-Emi… —fue lo único que logró pronunciar, entre jadeos, antes de, efectivamente, sentir como se corría.

    Para su suerte, Emily había alcanzado su orgasmo prácticamente al mismo tiempo. La habitación se llenó del culmen de ambos.

    * * *

    Cuando Dante finalmente salió de la chica, no tardó en deshacerse del preservativo ya usado en la papelera del cuarto, dejándose caer no mucho después en la cama, una vez más, junto a una jadeante Emily.

    —¿Qu-qué tal? —preguntó, con voz algo temblorosa.

    —Ha estado muy bien, Em… ¿y tú?

    —Ha sido… perfecto.

    Emily se acercó aún más al chico, rodeando su cuerpo en un abrazo.

    >>Te quiero.

    —Yo también te quiero.

    Y unieron sus labios, en un beso lleno de amor.
     
    Última edición: 24 Octubre 2019
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    Lelouch

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    AAAAAAA Vas a tener que disculpar lo escueto y pobre que va a quedar mi comentario, pero son las 4 de la mañana, recién vengo acabando mi tarea y me muero de sueño (?) Pero no me podía dormir sin comentartelo, así que eso (?

    No sabes cuánto me alegro que a ambos nos guste tanto el Demily, así es más fácil poder leer algo tuyo de esta bonita pareja~

    Para este punto ya tienes un Máster manejando a éstos dos, no hace falta que vuelva a mencionar lo bien que los has escrito a ambos, pero aún así lo haré porque soy un bobo (?)

    Y es que AAAA ¡DE VERDAD CREO QUE SERÍA EXACTAMENTE COMO LO HAS DESCRITO! Al menos la primera vez, que no sé que cosas kinky le enseñaría Emily a Dante las siguientes ocasiones (??) Pero su primera vez teniendo sexo de verdad que me la imagino así xD Adorables pero decididos, con Dante tratando a Emi con la dulzura y amor que siempre le da, y con la chica liderando de cierta manera la acción en la cama.

    Creo que tiene justo el toque perfecto de erotismo y romanticismo para ésta pareja, lo has balanceado estupéndamente, y como digo, ambos han actuado tal y como creo que se comportarían si existiesen de verdad (?) Dante sin duda sería así de atento y trataría de hacer todo lo posible para no lastimar a Emily, y que ella lo disfrute lo más que pueda, y claro que en el proceso él también va a disfrutar bastante, sin duda 7u7 Qué suertudo es Dante de tener el cuerpo y el corazón de la waifu del rol (?)

    En cuanto al preludio, ha sido bonito, aunque sé que lo que en verdad querías era llegar al tema lo más pronto posible, pilluela ewe

    Y el beso del final ha sido bien pinche cute, qué quieres que te diga (??) Es mi otp actuando como la otp que son uwuwuwu

    Y bueno, que a penas puedo mantenerme despierto, así que lo iré acabando ya, pero que sepas que adoro la pareja, que me encantó el fic fuertemente, y que amo mucho a la escritora de este fic, claro uwu

    Y eso, buenas noches Gabs, conseguiste que me leyera un explícito del foro (??)
     
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