One-shot de Pokémon - [Mitología Pokémon] [Resubido] Madres del mar y Medusas Malditas

Tema en 'Fanfics Terminados Pokémon' iniciado por J.Nathan Spears, 24 Junio 2015.

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    J.Nathan Spears

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    Título:
    [Mitología Pokémon] [Resubido] Madres del mar y Medusas Malditas
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3305
    ¡Hola, gente de Fanficslandia! n__n. Soy yo, J.Nathan Spears, quien les viene con un… bueno, una resubida a decir verdad, de este texto de mitología que creé hace un tiempo ya. No sé por qué lo habrán borrado, la verdad. Sospecho que tiene que ver con problemas en el “tagueo” o en las clasificaciones de historias (no las de edad, sino los géneros, que abarcan Acción/Épica, Romance, Suspenso, Fantasmas, etc.)


    Antes tenía que especificar muuuuy bien antes de publicar algo nuevo con disclaimers y otras cosas. Al menos eso ha quedado en el pasado, así que solo pondré la que no se puede obviar tan fácil


    Género: Fantasía / Mitología
    Resumen: Luego de revisar sus fallos anteriores en la creación de Pokemon de tipo Agua, Arceus decide delegar ese importantísimo deber a las Manaphy, amigas de confianza y quizás sus mejores creaciones. Recuerden: El mundo de este precioso animé no fue creado, ni en un solo día, ni por un solo Pokemon.
    Disclaimer: Arceus, Manaphy, y todos los Pokemon que aparecen aquí, no son de mi propiedad, sino de Nintendo y de Satoshi Tajiri en concreto. La información sobre Pokemon que verán aquí posiblemente sea especulación pura, ya que, como dije, esto es un fic de mitología Pokemon.

    Por cierto, lo tenía dedicado a unas 3 amigas que no sé si se siguen pasando por acá… pero igual, suficiente de dedicatorias individuales. Esto es para TODO el jodido mundo de PokéFans ;)



    Madres del Mar y Medusas Malditas



    —Ya van muchas veces… Esto se está convirtiendo en un dolor de cabeza constante. — Una voz profunda soltó ese lamento y después un leve suspiro de resignación — ¿Acaso habré perdido el toque?


    En la cumbre de la más alta montaña existente de todo el mundo Pokemon, Arceus cavilaba, bastante preocupado.


    El Pokemon Creador sí que tenía motivos para sentirse abrumado. Crear o modificar Pokemon para él era cosa de todos los días. Pero cuando se trataba de los de tipo Agua, en varios casos tenían alguna falla grave que él estaba obligado a corregir para no acabar extinguiendo su propia obra maestra


    Primero fue Gyarados. Arceus lo creó con el propósito de que fueran como los “señores feudales” del mar, para así imponer orden. ¿Y qué pasó? Los Gyarados pronto se embriagaron con el poder y abusaban de los demás Pokemon, llegando incluso a mermar drásticamente la población de Staryu en sus frenesís alimenticios (a los cuales Arceus los compensó dándoles habilidades regenerativas, dicho sea de paso). Como castigo, Arceus transformó a Gyarados en un pez inofensivo que con suerte podía embestir débilmente a los demás, haciéndolos presa fácil. Desde ese día comenzarían como Magikarp. Pero como el amor de Arceus es más grande que cualquier cosa, les dio también en esa etapa una piel más o menos durable y una textura correosa para que no se convirtieran en comida para los demás.


    Después fue Milotic… Arceus le dio belleza inimaginable y gracia casi legendaria, para que todos pudieran ver algo de belleza debajo del mar. ¿Resultado? Se volvieron mezquinos y soberbios, tratando a los demás como simples plebeyos y causando discordia. Arceus entonces decidió llevar a los Milotic a una poza con barro y los metió a todos en ella, haciéndolos involucionar en la fea y frágil lubina conocida como Feebas. Eso sí, también esparciría a la población entera de “ex-Milotic” por todos los mares y lagos del mundo entero y borraría la memoria de todos los demás organismos marinos para que así comenzaran a relacionarse todos desde cero


    El siguiente en la lista fue Gorebyss… Arceus lo diseñó con poder y belleza elevados pero no exagerados, además de una trompita delgada con el propósito de que sólo se alimentaran de Plankton. Todo parecía ir bien hasta que esos pececillos, cansados de ese alimento microscópico y aburrido, comenzaron a succionar los fluidos vitales de los demás Pokemon acuáticos (y también de los humanos que pusieran los pies en su territorio) con sus boquitas en forma de pajita, y desarrollaron un vampirismo extremo, incluso llegando a matarse entre ellos. Arceus se enojó mucho en esa ocasión y castigó a los Gorebyss involucionándolos a Clamperl, para que así no pudieran chupar sangre nunca más. También, sólo por si acaso, les creó una evolución alterna: Huntail, para que se alimentaran de forma más “normal” de los pececitos más pequeños. Eso sí, entendiendo que se le estaba pasando la mano con los castigos, Arceus dejó una bendición en los Clamperl: Serían productores universales de perlas con lo que ganarían belleza y además podrían beneficiar a los Pokemon terrestres como Spoink y Espeon.


    El cuarto lugar lo ocupó Mantine. A este Pokemon no le importaba ser el más fuerte ni el más bello, sino algo mucho más trivial: las conchas marinas. Pronto comenzaron a competir entre ellos para ver quién tenía la mejor colección, además de llegar a lastimar gravemente a otros Pokemon para robar conchas. Esa competencia los volvió amargos, codiciosos y egoístas. De nuevo Arceus la había fregado sin comerlo ni beberlo, así que, como era la tónica, los involucionó a Mantyke, y además les hizo depender de otro Pokemon, Remoraid, para poder volver a su estado “original”, poniendo su orgullo a prueba.


    Habían pasado menos de 6 semanas desde que Arceus comenzó a crear a los Pokemon acuáticos y sentía lo estaba haciendo muy mal… los Pokemon del mar se rigen por normas de convivencia y supervivencia distintos a los Pokemon terrestres y a los aéreos, y no podía estar siempre pendiente del vasto territorio marítimo del planeta. Así que decidió delegar parte de su poder de jurisdicción a alguien más… y ese alguien tenía que crearlo él mismo. Sería algo así como su “misión final” en esa materia.


    Luego de tres días y tres noches de concentración pura, Arceus lo había logrado. Había creado a un Pokemon digno de regir los mares. Era hermosa, de apariencia tierna y carismática, sin dejar de tener grandes poderes. Su nombre era Manaphy.


    Y como había mucho, pero MUCHO mar por cubrir, Arceus creó 10 de ellas para darles territorios repartidos equitativamente


    —Manaphy… — Dijo Arceus de forma solemne, como es lo usual — Desde hoy ustedes se harán cargo de crear, cuidar y proteger a los Pokemon de tipo Agua. Espero grandes cosas de ustedes


    —¡Sí, señor! —Dijeron las Manaphy a coro, y luego se repartieron por todo el mundo.


    Todo había avanzado de las mil maravillas desde entonces. Arceus pudo centrarse en crear a los Pokemon terrestres y aéreos mientras las Manaphy hacían de las suyas en el mar sin nadie que las interrumpiera.


    Claro que… en cierta ocasión las Manaphy acudieron a Arceus para pedirle algo. Ellas manifestaron sentirse solitarias en varias ocasiones, como si algo les faltara. Así que Arceus, al ver que ellas hacían su trabajo sin fallar, quiso recompensarles, y así declaró


    —Todas las Manaphy, hoy me seguirán al Monte Pírico. Ahí les espera una sorpresa


    Las 10 sub-legendarias obedecieron y siguieron a Arceus sin dudarlo. Luego de una larga y agotadora escalada, una de ellas, al ver que todos habían llegado a la cima, preguntó


    —Oh, todopoderoso Arceus… ¿Sería tan amable de develarnos el motivo de esta travesía tan singular?


    —Ya lo verán, amigas mías…


    En efecto, al poco rato, Arceus se detuvo y vio una poza de barro, parecida a la que usó para condenar a la especie Milotic, pero éste barro era una mezcla de colores cyan y gris perla. De aquella piscina salieron algunos hilos de esa sustancia, los cuales tomaron una peculiar forma y luego se volvieron jalea.


    —Esos son Ditto especiales. Fueron hechos para que ustedes pudieran tener su prole. Seguramente han intentado tener descendencia y han fallado, así que ahora podrán tener familia.


    —¡VIVAAAAAA! — Gritaron de felicidad todas las chicas


    <<ADVERTENCIA: No se describirá lo que hicieron las Manaphy y los Ditto brillantes ya que no es apto para este foro>>


    Luego de ese feliz encuentro con los Ditto variocolor, las Manaphy volvieron a su hogar. Al día siguiente cada una puso tres huevos, y así despertó el instinto maternal de cada una. Ellas cuidaron sus huevos de la forma más cariñosa y celosa posible y al cabo de cinco días nacieron nuevos Pokemon. En total, había 30 pequeños bebés. Las Manaphy decidieron entonces llamarles “Phione”.


    Y así fue que las Manaphy fueron conocidas como las “Madres del Mar”


    Después de eso, todo transcurrió feliz y con normalidad por un buen tiempo, hasta que un día, una de las Phione fue a buscar a Arceus a su guarida, en la ya antes mencionada montaña más alta del mundo Pokemon.


    La pequeña se veía tensa y apesadumbrada, con los ojos muy vidriosos. Esto preocupó al todopoderoso Arceus


    —¡Gran Dios Arceus! ¡Menos mal que lo he encontrado!


    —Phione… ¿Qué es lo que sucede?


    —Pues verá, mi señor…


    Cuento corto: Una de las Manaphy, su madre, había decidido crear una nueva especie exclusiva de su “zona de gobierno”: Frillish. Extrañamente, todas las demás especies comenzaron a sentir celos del nuevo miembro de la siempre creciente familia Pokemon, debido a su hermoso diseño y detalle con el que se podían distinguir machos de hembras. TODAS las demás especies decidieron hacerles la guerra a los Frillish, mermando su población hasta apenas unos centenares que quedaron bajo la protección de Manaphy. Ella había intentado razonar con todos los demás para que dejaran de atacar pero ellos no solo no escucharon, sino que incluso llegaron a atacar a Manaphy. Ahora ella y sus dos otras hijas estaban siendo asediadas por toda la población dentro de su “reino”, e incluso se sospechaba que recibirían refuerzos de los territorios vecinos. La pequeña Phione, además de magullada físicamente estaba golpeada por dentro… su corazoncito no estaba lo suficientemente maduro como para entender todos los motivos por los cuales las especies luchan unas con otras cuando el simple pero necesario instinto de supervivencia no era parte de la discusión. La cara de la pequeña cosita azul marino lo decía todo: Desesperanza.


    —Pido que te calmes, pequeña. Perder la fe no te llevará a nada. ¿Ya intentó tu madre darles el poder de evolucionar? — Preguntó Arceus con calma y porte dignos de un Dios.


    —¡Sí, lo hizo! — Respondió la Phione — ¡Gastó mucho de su poder dándoles a los pocos que quedaban la oportunidad de pelear por sus vidas de forma más digna! Los más valientes no tardaron en evolucionar y hacerse más gruesos y fuertes, pero la desventaja numérica siguió siendo determinante… ¡Por eso es que en estos momentos deben quedar sólo poco más de cien de la nueva casta! — Y de repente, la nena se larga a llorar luego de aguantarse las lágrimas un largo rato — ¡¡No es justo, gran Arceus!! ¡¡Es como si la especie que mi madre creó estuviese maldita!!


    —Maldita… — Y entonces, una idea pasó por la mente del Creador a la velocidad del rayo — ¡Eh! ¡Un momento!


    La palabra “maldita” le había dado una guía a Arceus para comenzar a solucionar ese genocidio. Por su mirada, parecía que él ya tenía la solución a ese problema que tanto aquejaba a la familia de esa Phione


    —Phione, sube a mi lomo. Tengo un plan


    “Ya no puedo perder nada más”, pensó la hija de Manaphy, y entonces obedientemente se subió al lomo del Creador, y juntos viajaron a gran velocidad de regreso a donde Manaphy, las otras dos Phione y un reducido grupo de Frillish y Jellicent estaban luchando por sus vidas.


    —¡No hemos llegado muy tarde! ¡Hay esperanza! — Dijo el Pokemon Todopoderoso


    El campo de batalla era horroroso… estaba lleno de cadáveres. Más o menos el 70% de ellos era de Frillish y Jellicent, mientras que el resto eran de Cloyster, Golduck, Gyarados, Samurott, Milotic y un largo etcétera de Pokemon netamente marinos. Cabe destacar que algunas especies brillaban por su ausencia, como los Swampert, los Whiscash, los Floatzel y los Bibarel debido a que son especies con hábitat en pantanos y ríos respectivamente y sólo en muy raras ocasiones visitaban el mar abierto, así que ellos no tenían nada que aportar a esa absurda guerra.


    —Ahora agradezco que esta zona está libre de Wailord, porque de lo contrario estaríamos todos muertos… — Se comentó la pequeña cosita azul semejante a Manaphy


    Arceus bajó donde estaba Manaphy. Ésta se veía cansada y llena de heridas, pero aún dispuesta a combatir. Sus otras hijas lucían igual o quizás peor, debido a su corta edad. Y en cuanto a la nueva casta, entre Jellicent y Frillish sólo sumaban unos ochenta y cinco a lo mucho.


    —¡Oh, gran Arceus! ¡Sabía que no nos abandonaría, gran señor! — Exclamó Manaphy al ver la llegada de su líder, y su cara recuperó brillo


    —Se me ha venido una solución a la mente para este dilema. Primero, crearé una esfera protectora. Eso nos dará tiempo… pero antes debemos agrupar a TODOS los Frillish y Jellicent que quedan.


    —¡A la orden! ¡Lo que usted diga, mi señor! ¡Phione, ayúdenme!


    Entre Manaphy y sus pequeñas lograron reunir a la población entera de medusas celestes y rosas en cuestión de segundos, ya que el tiempo era VITAL para que lograran salvar a la especie. Y entonces, fue el momento de actuar para Arceus.


    —¡Con los elementos de Acero, Roca y Hielo crearé una muralla impenetrable para proteger a esta especie! ¡Allá vamooooos!


    Usando tres de sus placas elementales, Arceus creó una esfera protectora que rodeó a las víctimas de aquella guerra insensata. Los Pokemon agresores intentaron embestir aquel orbe gigante y luego atacar con ataques de tipo Especial, pero todo fue en vano. Mientras, Arceus hacía uso de otras dos placas elementales para la población restante de medusas


    —El poder de la Planta les dará vitalidad, vigor, longevidad y fertilidad. Lo necesitarán para repoblar a su especie — Eso fue lo que dictaminó Arceus cuando usó su Placa de elemento Planta. Y después de eso, la unió con otra: La placa Fantasmal — Y el poder Fantasma hará que sus adversarios se lo piensen dos veces antes de atacarles indiscriminadamente como se ha visto en este último tiempo. Ahora… ¡Que se haga mi voluntad! ¡Poderes Pokemon! ¡¡ACTIVAOS!!


    Las dos placas se pusieron en forma de la hélice de un ventilador y giraron rápidamente. El viento resultante impactó a los Jellicent y Frillish, pero lejos de hacerles daño, el viento se sentía frío, refrescante y vigorizante, justo lo que necesitaban los cansados y lastimados cuerpos de aquellos Pokemon. Además, se podía ver que con el paso de los segundos, un aura purpúrea se formaba alrededor de todas aquellas medusas celestes y rosas. Luego de aproximadamente cuarenta segundos de exposición a ese viento espectral y rejuvenecedor, todos los afectados estaban listos para luchar una vez más.


    —Ahora levantaré este escudo impenetrable, y será su nuevo poder lo que los ampare desde ahora. ¡A la carga!


    Lo que Arceus dice, lo cumple. La esfera protectora se deshizo como si nada, y los Frillish y Jellicent se dispersaron, pareciendo blancos fáciles. Un Gyarados se fijó en una Jellicent bien gordita y de inmediato pensó “Hoy cenaré como un rey”, mientras se relamía… ¡Y fue a la carga, dispuesto a comerse aquel rechoncho y suculento manjar!


    ¡Craso error!


    Apenas ese Gyarados se acercó lo suficiente, el aura fantasmal de Jellicent se expandió y golpeó al Pokemon Atroz, obligándole a retroceder diez metros de golpe. Frustrado, el Gyarados rugió furiosamente, diciendo


    —¡SI NO TE PUEDO COMER, ME CONFORMARÉ CON MATARTE!


    Y entonces el de tipo Agua/Volador intentó lanzar uno de sus más potentes ataques: Híperrayo. No obstante, apenas intentó cargar la energía en su bocaza, ésta desapareció de repente


    —¿¡QUÉEEE!? ¡NO PUEDE SER! ¡SI YO SÉ HÍPERRAYO DESDE QUE TENGO USO DE RAZÓN!


    Ahora era el momento de Arceus para responder


    —Eso es lo que causa el genocidio, Gyarados. Tanta guerra sin sentido obnubila la mente, y con eso, te has olvidado de tu arma más poderosa


    —GRRRR… ¿Y ESO QUÉ? ¡TENGO MUCHOS ATAQUES MÁS!


    Y entonces, Gyarados rugió una vez más, y esta vez intentó sacar un ataque Furia Dragón. Pero el resultado fue el mismo… apenas comenzó a cargarse la energía, ésta desaparecía, dejando perplejo al Pokemon agresor.


    —Ni siquiera lo intentes. No sólo te has olvidado de Híperrayo, sino que hice que el contacto forzoso con Frillish y Jellicent provocara amnesia en el que agrede alevemente a estos inocentes Pokemon, haciendo que olvide todos y cada uno de los ataques que saben — Y luego, dirigió una mirada fulminante al Gyarados — Y si lo vuelves a intentar, haré que olvides hasta cómo alimentarte, y morirás…


    —¡NO, NO, NOOOOO! ¡No quiero morir! — Hasta ahí no más le había llegado la osadía a la fea serpiente marina gigante — ¡Perdóneme, gran Arceus! ¡Se lo suplicoooo!


    —Sólo si juras no atacar a ninguna otra especie que esté en peligro de extinción. A las Manaphy les cuesta mucha energía crear las nuevas especies marinas.


    —¡Sí, lo juro! Ahora, por favor, devuélvame la memoria… quiero mis ataques de vuelta


    —No. Como castigo te volverás Magikarp nuevamente para que aprendas…


    —¿¡QUÉEEE!?


    Gracias a la omnipotente magia de Arceus, el Gyarados pendenciero involucionó en Magikarp ante la vista de todos. De inmediato la cara de todos y cada uno de los Pokemon participantes de aquel genocidio se llenó de pavor


    —¿Alguien más ha matado a algún Jellicent o Frillish?


    Era obvio lo que iba a pasar luego: Los que se atrevieron a matar a esas criaturas sólo por ser diferentes a ellos salieron corriendo cobardemente


    —Pueden correr, pueden esconderse… ¡¡Pero no pueden escapar de la ira de un Dios!!


    Con ese poderoso grito miles de rayos de luz salieron del cuerpo del Pokemon Multitipo y llegaron a todos los que osaron participar del asesinato en masa. Esos Pokemon no sólo involucionaron, sino que se volvieron huevos.


    —Para pagar por sus pecados, sería necesario que volvieran a nacer. Ahora yo les doy esa oportunidad. No recordarán nada de lo sucedido.


    Luego de que el triste espectáculo terminase, los Frillish, Jellicent, Phione y Manaphy celebraron al fin. Desde aquel momento, los Frillish y Jellicent al fin pudieron vivir en paz y expandirse. En menos de 1 año, la población creció de 85 a cuatrocientos millones esparcidos en todos los mares del mundo.


    Eso sí, como la memoria de los Pokemon acuáticos no es eterna, hubo más de alguna disputa entre la especie medusoide y otras especies, las cuales los Jellicent y Frillish terminarían ganando en su mayoría gracias al poder fantasmal que permitía que al más mínimo toque malintencionado, los que se habían atrevido a lastimarlos olvidaban sus ataques más importantes, aunque al final sólo era temporalmente.


    De inmediato, aquellos que seguían siendo enemigos de los nuevos Pokemon creados por la heroica Manaphy, aprendieron que a los de esa especie no se les debe tocar, sino atacar a distancia. Pero también esas medusas se habían vuelto bastante fuertes. Sus defensas se habían vuelto casi tan buenas como las de famosos Pokemon como Clamperl, Cloyster y Blastoise. Tuvieron que pasar varias décadas para que al fin esas pacíficas medusas y los demás Pokemon llegaran a un acuerdo territorial entre ellos.


    Aún así, sin las guerras de antes, a los Frillish y Jellicent se les llamó despectivamente desde entonces “Medusas Malditas” por su talento para anular a quien las tocara con intenciones agresivas.


    Pero bueno, no todo tiene que ser color de rosa en el Mundo Pokemon, ya que si así fuera, no sería para nada interesante. ¿Tengo razón o no?



    FIN



    Bueno, ahí lo tienen n__n. Si aguantaron hasta acá, dejen comentarios, elogios, críticas, likes, dislikes, amenazas de muerte… ¡Acepto cualquier cosilla! Nos vemos en otra ocasión…


    ==Nathancito estuvo aquí==
     
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    Plushy

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    Y esta es palabra de Arceus No Plush, no empieces de atheus aquí también
    Soy yo o últimamente tenemos varios Arceistas por aquí... ok ya...

    Para ser un relato mitológico por un lado siento que la narración estuvo algo light, cosa que se comprende siendo que es una republicación de una historia que a saber cuándo fue escrita... y por otro tampoco es que me agrade mucho la prosa épica así que al menos para mi así estuvo bien. Lo que más me gustó fue el inicio en donde se explican el por qué de algunas cualidades actuales de los pokémon, muy al estilo de la mitología antigua y debo decir que lo de los Gorebyss no lo vi venir, nunca me cuestioné porqué su trompita tan delgada aún habiendo jugado Spore xD

    Después de esta historia respertaré más a los Frillish y Jellicent O_O
     
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    FanDeFic Sama

    FanDeFic Sama Guardián de las joyas más hermosas (Aria y Serena)

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    Hola, si bien ya había leído éste fic, no lo había comentado... me demoré un poco. Sorry.

    Bueno, recuerdo que me invitaste a leerlo, por el tema de que también hago alguna que otra teoría de Pokémon. sentí algo raro al leer, raro en el sentido bueno. Fue bastante complejo, y me esperaba todo esto para serte honestos. Qué guerra tal loca. También hay algo que me extrañó, "pokémon" sin tilde. Pero a la vez no, debido a que lo escribiste hace ya un tiempo atrás, xD

    Me gustó, nunca pencé que Arcveus haya tenido tantos fallos :p Lol. La serpiente marina es uno de los pokémon que me gusta. Buen fic.
    Sin más nada que decir, me despido. Bye, bye.
    Atte. fanDeFic.
     
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