Miradas De Encuentro

Miradas De Encuentro

Miradas de Encuentro...​

Corrí, corrí lo más rápido que podía, iba a llegar tarde, miré más de una vez el reloj, faltaban cinco minutos para que el Tren que iba hacía mi universidad saliera... Sin mí.

Me escabullí entre las tantas personas que había en la estación, algunas veces resultaban que las empujaba y estos me gritaban, yo los ignoraba.

Apenas llegaba a la estación del tren número 8 –la estación en la que se dirige a mi Universidad– Y ya casi faltaba poco para que se fuera, correr no era lo mío, por dos razones: La mayoría de las veces me caigo o resbalo y la segunda es que mis condiciones físicas no son la de un atleta.

La razón por la que había llegado tarde en la estación, es que me había quedado dormida por qué no pude conciliar sueño, y cada vez que lo hacía una pequeña pesadilla se me asomaba en mis sueños... Y Tal vez, porque en la noche estaba ayudando a mi amiga Tomoka a estudiar para unos de sus exámenes.

Ya estaba a punto de llegar, cosa que, me alivió, pero que en un momento y otro ese alivio desapareció. Las puertas del Tren en la que iba hacía la Universidad mía estaba cerrando puertas, y lo peor de todo es que estaba cinco metros de distancia, corrí cada vez más mientras repetía las palabras “esperen” o “por favor, aún no se vallan”

Hoy iba a tener un examen muy importante, en el cual no debería perder aunque estuviera enferma, y mucho menos podría llegar tarde ya que, el profesor de esa materia era muy estricto y no le gustaba que uno de sus estudiantes llegara a última hora. Y si llegaba tarde, iba a reprobar materia.

Ya casi iba llegando al tren, faltaba poco, era lo que pensaba... Las puertas estaban ya a punto de cerrar, corrí más rápido y, por cosas de milagro y segundos, había llegado al tren, adentro.

Solté un respiro de alivio.

De un momento a otro, sentí que varias miradas se posaron hacía mí, me sonrojé extremadamente cuando lo noté, y no sólo noté las miradas, si no también noté que estaba sudando extremadamente, y sólo hay una razón para eso: La corrida que eche para poder montarme al tren.

Trate de ignorar las tantas miradas de los chicas, chicas, niñas, niños y adultos... Y sobre todo, a todos aquellos hombres que me miraban de una forma diferente.

Traté de visualizar un lugar libre, pero fallé, todos estaban ya llenos, solté un respiro de pesadez. Sólo quedaba eran los pasa-manos.

Fui uno de estos y me agarré para evitar caerme.

En vez de sentir el frio metal de los pasa-manos, sentí fue una mano cálida y suave. Me sonroje completamente cuando noté eso.

Aparté inmediatamente mi mano de aquella otra, me sonroje extremadamente y baje la mirada.

– Per... Perdón– Un susurro se escapo de mis labios mientras ponía mí otra mano más abajo que la que toque hace un tiempo.
– No importa– Aquella respuesta también fue un susurro, que por suerte pude escuchar.
– Gra... Gracias– Balbuceé tímida, y así era yo, tímida.
– ¿Ryusaki?– La voz sonó de sorpresa, al igual que mi mirada... ¿Quién era ese hombre que me conocía?

Levante mi rostro lentamente, mi mirada se poso en la del tipo con quien tropezó mi mano. Se me escapo un sonrojo, el tercero del día, abrí la boca de sorpresa... ¿Acaso esto era un sueño?

El color de sus ojos y de su pelo era imposible olvidar. Sus ojos amarillos ámbar me volvían hipnotizaban y su cabello negro con destellos verdes me volvían loca de maravilla.

– ¿Ryo...? ¿Ryoma?– Casi me desmayo al ver a Ryoma, ahí, frente mío, con su mirada clavada en mí.

Trague saliva nerviosa. Traté lo más posible de no tartamudear, cuando iba a abrir la boca él se me adelantó.

– Es una sorpresa encontrarte aquí Ryusaki– Esas seis palabras las dijo tranquilamente y sin ningún nerviosismo.
– él es Ryoma ¿Qué nervios va a tener?– Eso era lo único que captaba mi mente y pensamientos.
– A pasado mucho tiempo, has crecido– Seguía hablando sin problemas, mientras yo me moría de vergüenza.
– Tú tam... también– No paraba de tartamudear, era imposible no hacerlo.
– Aunque parece que sigues siendo la misma chica tímida de hace cuatro años– Aclaró mirándome a los ojos, mientras yo trataba de escaparme de los suyos.
–Tú sigues siendo el mismo de siempre– Ese susurro salió de mis labios mientras yo me pude escapar de la mirada de Ryoma para mirar el piso.

Me quedé sorprendida al notar que no tartamudeé

Escuché una risita, tal vez provenía de él –Imposible– o simplemente de un hombre riéndose de un chiste de otra persona.

Levante más mi mirada volvió a levantarse para ver quién era el que soltó la risa. Mis ojos se abrieron de par en par cuando noté que era Ryoma el que se reía. Más bien, casi me dio un infarto al ver una sonrisita adornado en su rostro.

Él a notar que me quede mirándolo, dejo de sonreír y me miro con su cara de siempre: La cara inexpresiva que siempre hacía que me vuelva retraída.

Lo miré aún más curiosa, me resultaba increíble que él había sonreído así.

El tren se detuvo en la estación que quedaba cerca de mí Universidad, y no sólo el tren de detuvo, sino que también el encuentro entre Ryoma y yo.

–Bue... bueno, me ten... tengo que ir– Tartamudeaba de una forma triste, y muy notable, baje la mirada hacía el suelo de pena y desconsuelo.
–Espero volver a verte, Ryusaki. –Aunque no lo veía a cara, pude notar que ya se había visto.

Solté un suspiro...
... Luego, mire en la dirección en donde Ryoma se había ido, di una media sonrisa y me fui del tren para dirigirme a la Universidad.

FIN​

Yo quería hacer era un Drabble L
No un Onet-shot. Me llevo más palabras de lo que imagine
Mmm, hace tiempo que no hacía un RyoSaku *>*
Se siente tan bien pensar lo de antes *-*
Espero que les guste, y que me entiéndanme, hace tiempo que no hago este tipo de historias [Un RyoSaku que no hallan ni besos ni esas cursilerías] [?]


Me quedo mal :(