MIEDO

Tema en 'Relatos' iniciado por Temarii Juuzou, 1 Abril 2013.

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    Temarii Juuzou

    Temarii Juuzou Maestre

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    Escritor
    Título:
    MIEDO
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    513
    Para el concurso los siete pecados capitales: Lujuría
    Miedo

    Una lágrima resbaló por su mejilla al recordar la noche anterior. Esa noche donde la confianza que Miriam le tenía a Julián había desaparecido.

    El joven de ojos azules le había prometido no hacerle daño, le había jurado no ser como todos esos hombres con los que ella trabaja cada noche, y, a pesar de las muchas veces que se juro no volver a confiar en nadie, ella había confiado en su palabra.

    Que gran equivocación; si justo la noche anterior, el la había tratado como todos la trataron, de una manera donde la lujuria ganaba. Aun podía sentir como esas manos acariciaban su cuerpo, como esos labios besaban todo lo que tenían a su paso y como el joven se acercaba a su ido y después de lamérselo, le susurraba cosas demasiado vulgares, aunque eran leves a comparación de las muchas que Miriam ya había escuchado.

    Otra lágrima resbalo por su mejilla, rápidamente la limpió. “Vamos, para ya de llorar. Si bien sabes que el te compró por 200 millones de dólares, puede hacer contigo lo que s ele plazca…” La chica suspiro con tristeza de su propio pensamiento, ella sabia que estaba en lo correcto y eso era lo peor de todo.

    Miriam se exalto al sentir como la puerta se abría, se oculto bajo las blancas sabanas y espero a que el joven entrara por la puerta. Este iba con una charola en la mano, una charola con lo que de seguro era el desayuno para la chica.

    — ¿Por qué lo haces? —pregunto la joven de cabellos castaños mirando hacía el lado contrario, aun con lágrimas en sus ojos.

    — ¿Qué cosa? —pregunto Julián.

    —Tratare bien un día, prometerme que me ayudaras con mi futuro y luego… violarme de una manera… traumarte…

    Julián suspiro y dejo la charola en el escritorio que la chica tenía a lado de su cama, tomo la cara de Miriam y la obligo a verlo a los ojos, suspiro de nuevo y comenzó a hablar.

    —Cuando la lujuria se apodera de uno… es difícil controlarla, en especial después de una noche donde tomaste con tu mejor amigo para no aburrirte en una reunión donde quieres irte —rió un poco, Miriam frunció el ceño —; y te quiero pedir una disculpa… aunque se que lo que hice, estuvo mal… pero quiero que sepas, las palabras que te dije… son reales —dicho esto, el joven salió de la habitación.

    Miriam se abrazo más así, cerro los ojos y comenzó a llorar. Ese te quiero no podía ser real, no podía… ella no merecía amor, nadie podía amar a una chica como ella…
     
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