Mi vida es un dibujo (o algo asi)

Mi vida es un dibujo (o algo asi)

[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]¿Te crees una verdadera Otaku? ¿Se te pasan las horas del día como agua entre los dedos leyendo fics de los foros? Tal vez tengas las paredes de tu habitación empapeladas con tus animes favoritos...Bueno, si todas las preguntas tuvieron respuesta afirmativa, este fic es para vos...[/FONT]

[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]****[/FONT]​

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[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif] Cuando los delirios cósmicos se potencian de manera exponencial, sale algo cómo esto. Bueno, a veces. Cada tanto...[/FONT]​

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[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif] En fin, salido de lo más oscuro de nuestra mente retorcida, traemos una historia nueva. [/FONT]​

[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif] Si, lo sé. Es un poco "diferente", ¿extraña tal vez? Posiblemente, pero promete momentos divertidos y situaciones fuera de lo común.[/FONT]​

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[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Pero dejemos que la historia hable por si misma...[/FONT]​

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[FONT=Chiller, fantasy]MI VIDA ES UN DIBUJO[/FONT]​

[FONT=Chiller, fantasy](O ALGO ASI)[/FONT]​

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[FONT=Chiller, fantasy]*Patéticamente sin título*[/FONT]​

[FONT=Chiller, fantasy]¿Es necesario?[/FONT]​

[FONT=Chiller, fantasy]¿Dónde ¡@#$% estaba?[/FONT]​

[FONT=Chiller, fantasy]El título, digo.[/FONT]​

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[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]1[/FONT]​

“[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Porque nada es lo que parece”[/FONT]​

[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif](Aunque la culpa la tienes tú)[/FONT]​

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[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Dos muchachas caminaban por las calles de un pueblo en algún rincón remoto del planeta Tierra. A simple vista no tenían nada en común. Nadie podría siquiera pensar en la posibilidad que fueran mellizas. Pero lo eran. [/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Ambas la misma altura y contextura física. El mismo caminar dinámico y seguro. Se podría decir que los ademanes eran parecidos. Pero más allá de eso, eran el día y la noche. [/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Una de ellas era morocha, el pelo negro azabache, largo y liso. Preciosa por donde se la mirara. Los ojos castaños mostraban una mirada levemente fría y soberbia. Cargaba en sus brazos una pila interesante de libros: “Literatura francesa del siglo XIX”, “Obras completas de Ernest Hemingway”, “Antología de E. A. Poe” y “El signo de los cuatro, de Sir Arthur Conan Doyle”.[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]La otra era pelirroja de cabellos ondulados. Mirada verde intensa enmarcada en negras pestañas y un par de lentes, que le daban un aspecto de belleza intelectual. No era tan llamativa como su hermana, pero se notaba cierto orgullo y carácter dominante es su mirada y su postura. Llevaba dos libros de esos gordos y pesados: “Introducción a la física cuántica” y “Física cuántica y dimensiones subatómicas”.[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Ambas venían enfrascadas en una conversación que parecía enajenarlas del resto del mundo. Sin elevar demasiado el tono de voz, discutían con efusión evidente. Gesticulaban con énfasis y quedaba más que claro que cada una quería imponer su punto de vista sobre la otra. Es de imaginar, dada la lectura seleccionada, la profundidad y temática de la discusión de turno. O tal vez, no…[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Lo que planteas no tiene fundamento válido, Kath.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Lo dices porque estás obstinada en tener la razón, como siempre. [/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Claro que no. Me atengo a las evidencias empíricas- la pelirroja no daba el brazo a torcer. Acomodaba sus lentes como queriendo enfatizar sus palabras.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Mariana, son justamente las evidencias las que condenan tu punto de vista. Tu argumentación no tiene asidero lógico. Además, estás sacando conclusiones en base a supuestos, y de esa maner…[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Pero justamente, me remitía a un caso hipotético- la pelirroja se paró en seco, visiblemente molesta- sólo decía que en igualdad de condiciones, dadas las mismas variables y descontando el factor del azar, Tezuka Kunimitsu hubiera ganado el partido de los nacionales, y no Sanada. [/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Te repito, no hay lógica en lo que dices- la morocha estaba empecinada en hacer entrar en razón a su hermana- No había posibilidades en que Tezuka ganara. Estaba desde el vamos en inferioridad de condiciones.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Por eso digo. Yo planteo un cuadro hipotético donde Tezuka no estuviera lesionado. [/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Pero estaba lesionado.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Si, lo sé, pero si consideras que…[/FONT]




“[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Ser o no ser…OTAKU”[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]En primer lugar, una máxima tan cierta como que la tierra es redonda y gira alrededor del sol: “la vida de un [/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]otaku[/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif] no es para nada sencilla”. [/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Uno se la pasa luchando contra el mundo defendiendo a sus amados personajes de celuloide. Nadie jamás comprenderá las angustias, emociones, pasiones y sentimientos que esos personajes generan en nuestros corazones. Nadie. Bueno, nadie excepto otro [/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]otaku[/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]. [/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Somos odiados, marginados, incomprendidos. Caratulados fácilmente de locos, lunáticos, inmaduros. Gente que vive en una realidad paralela. “¿¡Cómo te puede gustar si es un dibujito!?” “Qué amor platónico, ni amor platónico. Es un dibujo”. ¿Cuántas veces escucharon eso? ¿Las pueden contar con los dedos de una mano o necesitan la otra?[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]¿¡Se creen que no lo sabemos!? Claro que sabemos que son personajes de ficción, que no existen, y toda la lógica aristotélica que quieran. Pero, cuando el personaje querido, amado, adorado de la serie de turno se muere, por esos caprichos de los autores que se creen originales, una se siente realmente [/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]viuda,[/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif] y su vida ya no tiene sentido. Se queda el corazón vacío y hecho pedacitos. “¿¡Por qué se tenía que morir, habiendo tantos personajes patéticos!?” Me van a decir que nunca les pasó. ¿Nunca lloraron? ¿Nunca odiaron a la heroína que se queda con él, cuando claramente NO se lo merece y estaría mucho mejor con una?[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]La gente se cree que ser un [/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]otaku [/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]es fácil. No comprende con lo que tenemos que lidiar día con día. Defender con uñas y dientes a nuestro príncipe, marcar territorio cual animal en celo…no es para nada sencillo. [/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Por supuesto que todo queda en el plano de lo estrictamente onírico, metafórico si se quiere. Por supuesto que sabemos eso. Porque el mundo del anime no se mezcla con el mundo real. ¿No? [/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Al menos eso creíamos…[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Ahora sí, retomemos la escena del principio.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Esta historia comienza justamente en ese tipo de encrucijada. En ese “limbo” en donde lo real y lo irreal no tienen ni un principio ni un fin; en donde lo material y lo simbólico no tienen razón de ser; donde lo soñado y lo deseado se mezclan y entrelazan con lo vivido en una cadena infinita de eventos interconectados.[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Le podría haber sucedido a cualquiera. Después de todo, ¿cuántos [/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]otakus[/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif] y cuantos animes hay dando vueltas? Pero el destino se empecinó con ellas dos. Dos hermanas de algún rincón real y material del planeta Tierra. Por supuesto, ambas [/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]otakus[/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif] por credo y convicción. Acérrimas defensoras y seguidoras a muerte de Prince of Tennis (o Tenis no oujisama, como prefieran). Y al mismo tiempo, juradas rivales eternas. Claro, no podía ser de otra manera: una era seguidora de Seigaku, y seguiría hasta el fin del mundo los mandatos de Tezuka buchou; la otra, de Rikkai Dai, y para ella, lo que decía el Hijo de Dios, era palabra santa…[/FONT]

[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]**[/FONT]​

[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Discusiones como la que ilustran el inicio de esta historia se daban todo el tiempo entre ambas jovencitas. Pero no termina el asunto ahí. No, claro que no. Sería demasiado sencillo.[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]¿Cómo se combinan la temática de los libros con la discusión observada? Fácil. Estamos en presencia de dos verdaderas[/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif] otakus[/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif] que además, veían al mundo desde la óptica de las clásicas nerds. Si, el estereotipo más trillado. Eso eran. Tal vez resulte evidente y hasta predecible, pero es importante comprenderlo para seguir con la historia. Sino lo que viene no tendrá sentido, ni pies ni cabeza.[/FONT]




“[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Si lo pides, lo tendrás”[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-¿¡Me estás diciendo que no sabrías con cual quedarte!?- Mariana miraba a su hermana como si lo que hubiera dicho fuera un sacrilegio o la peor de las blasfemias, mientras se cepillaba los dientes frente al espejo del tocador- Pero si SIEMPRE has sido seguidora de Rikkai Dai.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Ya lo sé, no necesito que me lo recuerdes.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-No se puede estar cambiando así como así…no es lógico- la pelirroja apuntaba acusadoramente a su hermana con el cepillo de dientes- ¿En qué cabeza entraría algo así?[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Tampoco es que esté prohibido ni nada de eso- la morocha se cepillaba el cabello con displicencia- estoy casi segura que no hay ninguna regla que lo impida.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Debería haberla- se ajustó los lentes con el dedo índice antes de seguir- Pero dime. ¿Siempre te gusto el Rikkai Dai, no? ¿Cómo es que ahora…?[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Bueno, sí. Pero últimamente Atobe me está cayendo simpático.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-¿¡Simpático!? ¿¡SIMPÁTICO!? Pero si es un engreído, egocéntrico y malcriado.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]- ¡Hey! Más respeto hacia ore sama- Kath protestaba ofuscada.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Pst. Ya le diría unas cuantas cosas si lo tuviera en frente.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-¿Cómo cuáles?[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-No sé, algo. Lo tendría que tener en frente para saber.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Si claro…no te animarías a decirle nada.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-A que sí. Claro que sí. Algo se me ocurriría.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-Algo como “Déjame vivir en tu mansión”[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-O algo como “Preséntame al sexy de Yuushi kun”[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-“Olvídate de tus fans y cásate conmigo”.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-“¿Cuál es tu verdadera relación con Kabaji?”[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Las risas de ambas muchachas resonaron por toda la casa. [/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Nota para el lector: nunca desafíes al destino…[/FONT]

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[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Mariana cerró el libro que estaba leyendo y cerró los ojos momentáneamente. Sin llegar a sacarse los anteojos, cayó profundamente dormida, aún convencida que en igualdad de condiciones, Tezuka hubiera ganado. Por supuesto que ella prefería a Kaoru kun, ni hablar, pero Tezuka era el capitán y ella lo defendía a muerte.[/FONT]

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[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Kath apagó la luz con la duda aún en su cabeza. Si tuviera que elegir, ¿a qué instituto iría? Claro que siempre pensó que elegiría al Rikkai Dai. Después de todo era donde iba el Hijo de Dios. Pero, cómo le dijo a su hermana, Atobe le caía simpático por estos días. Aunque Fuji Syusuke tampoco le pintaba mal. Qué decisión difícil. Cerró los ojos y se rindió al sueño.[/FONT]

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[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Kath se dio vuelta entre las sábanas, molesta e inquieta. Algo no andaba bien. Media dormida aún se sentó en la cama tratando de encontrar el origen del problema. [/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]El roce de las sábanas se le antojaba diferente, más suave por decirlo de algún modo. No parecían sus sábanas. Una alarma dentro de ella se disparó como relámpago. No estaba sola. [/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Un objeto de gran tamaño estaba al lado de ella. Fuera de lugar. Cuando el objeto se “movió” bruscamente, puso el grito en el cielo, el cual se repitió cuando el objeto se la quedó mirando. [/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Un par de ojos azules, de mirada penetrante la atravesaron como un láser. Un nuevo grito salió de su garganta, asustando al “objeto”, devenido claramente en persona. [/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-¡Qué diablos![/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]En el otro rincón de la cama, la misma cama, una pelirroja despeinada y con cara de dormida se despertó sobresaltada. Tenía los anteojos torcidos. La imagen que se le presentaba tardó unos segundos en llegar al cerebro y ser procesada.[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Su hermana gritaba con los ojos desorbitados señalando con el dedo índice a un extraño que estaba en su cama.[/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Momento. ¿Qué hacía su hermana en su cama? O mejor dicho, ¿Qué hacía un extraño con ellas en una cama que…evidentemente no era la suya…¡¡No estaba en su cama!! Tampoco en la de su hermana. ¿¡DONDE DIABLOS ESTABAN!?[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Las dos gritaron nuevamente hasta que el extraño se hartó y las mandó callar con un chasquido de dedos. Sin saber porqué, ambas se callaron automáticamente. ¿Pero qué rayos…? [/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-¿Qui...quién eres tú?- Preguntó Kath temblando.[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]El joven se rió de manera sensual y casi divertida.[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-¿Qué quien soy yo? No me hagan reír. Yo hago las preguntas aquí. [/FONT]
[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]Las dos lo miraron petrificadas.[/FONT]


[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]-¿Quiénes son ustedes? ¿Y por qué están en la cama de Oree sama?[/FONT]

[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]*********************[/FONT]​

[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]**Hikaru**Gris**[/FONT]​

[FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]P[/FONT][FONT=Arial Rounded MT Bold, Arial, sans-serif]orque nuestros cerebros (y tal vez los suyos a esta altura) lo piden, hasta aquí dejamos por ahora. [/FONT] ​

 

Re: Mi vida es un dibujo (o algo asi)

Hola a todas!!!! :ANYWORD:
Un millon de gracias por todos sus comentarios, aclaraciones y sugerencias!! estamos muy contentas con que les haya gustado o intresado este fic. Teníamos nuestras dudas sobre si podria gustar o no, y nos alegra contar son su apoyo!!! Acá les dejamos el segundo capítulo. Perdonen si las contis vienen con tardanza. Nuevamente, gracias por todos sus post y esperamos que disfruten la conti.

2​

“¡¡NO ERES ATOBE KEIGO!!”​

(¿Kato Kazuki?)​

“¿Quiénes son ustedes? ¿Y por qué están en la cama de Ore sama?”

Durante unos segundos que parecieron eones, los tres se miraron. El joven se cruzó de brazos esperando, evidentemente, una respuesta. La morocha parpadeó un par de veces. Se detuvo, para volver a parpadear. La pelirroja se acomodó sus anteojos y se alisó el cabello en un gesto absolutamente inútil.

-“Es un sueño, claramente es un sueño”- pensaba Kath sin dejar de mirar fijamente al individuo que estaba entre ella y su hermana- “Por supuesto es el más raro que tuve en mi vida y no sé por qué involucra a mi hermana y a un extraño compartiendo una cama”- cerró los ojos y se masajeó las sienes- “Tengo que charlar esto en terapia”

-“Si ignoramos el hecho de que mi hermana aparece en el mismo cuadro, soñar con compartir la cama con un apuesto joven, es algo perfectamente normal para esta edad”- la pelirroja Mariana se volvía a acomodar los lentes-“Me preocupa el hecho de que el sueño en sí involucre esta reflexión sobre sí mismo, eso no es normal”

-Estoy esperando una respuesta- el muchacho las miró a ambas- y espero que sea lo suficientemente convincente para que no me obligue a llamar a la seguridad de la mansión.

Como llevadas por una fuerza externa, ambas hermanas extendieron al mismo tiempo un brazo, y con el dedo índice, presionaron ambas mejillas del joven, que las miraba con recelo.

-“Demasiado tangible”-pensó Mariana.
-“Esto me preocupa”-reflexionó Kath.
-¡¡No toquen a Ore sama sin su permiso!!- el muchacho de cabellos gris azulinos rechazó el contacto de ambas hermanas con un manotazo.

Hora de reaccionar.

El contacto con el joven resultó ser una especie de cachetazo de realidad. Fue suficiente para sacar a las dos chicas de su estado de shock mental y mover sus cuerpos de un salto fuera de la cama. Los gritos lógicos en una situación de esas características no se hicieron esperar.

“Razonando lo irrazonable”

El cuadro no podía resultar más extraño: una habitación lujosa, enorme, en penumbras. En el centro, una cama tamaño gigante propia de un príncipe persa. En la cama, un muchacho terriblemente atractivo cruzado de brazos, visiblemente molesto, pero, extrañamente tranquilo.

A los costados de la cama, dos mujeres en sus prendas de dormir (aclaremos que eran camisones que no dejaban demasiado a la imaginación), gritando y señalando en estado de conmoción al joven apuesto. Si eso no es raro, por favor díganme que es.

-¡¡¡Tú… tú…tú eres Atobe Keigo!!!- la morocha no salía de su estupor- ¡¡No puede ser!! ¡¡¡NO PUEDE SER!!!
-Esto no es posible…sencillamente no es posible. ¡¡COMO PUEDES SER ATOBE!! ¡¡No hay modo en que esto sea posible!!- Mariana lo señalaba casi de manera acusadora, negando con la cabeza y pateando el piso.
-Claro que soy Atobe Keigo, ¿¡quién más podría ser!? ¡¡¿PERO QUIEN DEMONIOS SON USTEDES Y CÓMO DIABLOS ENTRARON?!!
-¿Pero cómo…?- Kath ahora comenzó a pasear en círculos- ¿cómo puede ser que estés aquí?
-¿Y dónde más iba a estar? Esta es mi casa…pero, no cambien de tema y contesten la pregunta que les hice.
-Entonces...¡NOSOTRAS ESTAMOS AQUI!-Kath se llevó las manos a la boca para ahogar el grito de asombro. Por supuesto, desde el punto de vista del joven, lo que decía no tenía coherencia.

-Cálmate Kath, tiene que haber una explicación lógica- no era su intención, pero parecían estar ignorando deliberadamente al joven que continuaba sentado en la cama.
-¡¿Qué explicación lógica puede haber!?- la morocha estaba al borde del colapso- Francamente no se me ocurre ninguna. Y soy una persona muy imaginativa, Marianita. A no ser que… ¿Kato Kazuki?- descartó la idea de inmediato- No, no. Nada que ver- no quedaba otra opción- ¡¡¡Estamos en la misma habitación con Atobe!!!
-¡NO! No puede ser…- ahora fue la pelirroja la que comenzó a caminar en círculos- Tiene que ser un error. Claramente este chico no es Atobe. No, no y no.
-Ya me están cansando ambas… ¡me pueden responder de una vez!- ahora los tres estaban gritando
- ¡NO! No voy a responderte porque tú no tendrías que estar en el mismo cuarto con nosotras. No hay modo de que estés aquí en realidad, así que no le voy a responder a alguien que no existe. Si te respondiera, estaría aceptando el hecho de que estás aquí y eso es inaceptable- Mariana expresó su lógica deductiva de razonamiento con total convicción, ignorando lo incoherente que sonaba todo lo que decía.

Cansado de la situación, el joven “Atobe Keigo” corrió las sábanas de golpe y de un brinco salió de la cama. Tomó a Kath de un brazo y la arrastró hacia donde se encontraba su hermana. Una vez al lado de la pelirroja, la tomó fuertemente del brazo, jalándola de manera brusca.

-¡YA BASTA DE IDIOTECES! O me dicen quienes son o llamo a la policía.
- ¡Wow!, eres más lindo de cerca…- Kath se mordió el labio inferior, parecía no comprender (o no quería) del todo la situación en la que se encontraba.
-¡Suelta que duele!- Mariana logró zafarse del apretón, frotándose la muñeca adolorida- Realmente eres…
- Mariana, ¿es que no lo ves? De algún modo estamos en el mismo lugar físico que Ore sama.

Susurró Kath a su hermana. Las dos se miraron, lo miraron a Keigo y volvieron a mirarse. Una sonrisa de oreja a oreja se dibujo en su rostro.

-¡¡Por dios, por dios, POR DIOS!!!- gritaron al unísono y se abrazaron dando pequeños saltitos.

El joven las miraba sin creerlo. Estaba en presencia de dos locas. Inofensivas al parecer, pero locas de remate. ¿Pero cómo lograron burlar la seguridad de la mansión?

“Explicando lo inexplicable”

Esto era absolutamente poco convencional, en el sentido claro de que… ¡¡¡NO TODOS LOS DÍAS DESPIERTAS CON ATOBE KEIGO AL LADO!!!… claro, debía ser todavía los efectos de la cuasi discusión de la noche anterior… Es decir, vamos, seamos razonables, el chico no puede ser Atobe Keigo, porque claro, Atobe Keigo es un animé. Esperen, hay que remarcarlo, animé.

-"Si analizamos la situación- Mariana se tomó el mentón, Kath miró a Mariana parpadeando varias veces, estaba en estado Stand-by o estado de espera de los nerds- ellas estaban en su casa, en sus respectivas camas, durmiendo, soñando con sus oujisamas pero durmiendo en el mundo real… REAL… ¿En qué momento aparecieron en la cama de… ¡ATOBE KEIGO!?"

- "Claro, ésta era una broma del destino evidentemente. O,…- las ideas volaban por la mente de Kah como el viento- ¡¡Pero por supuesto!! Era un reality show argentino, sí, eso debía ser, alguna broma de algún menganito, o… posiblemente el rapto de los extraterrestres de Marte o de Júpiter, dicen que los Jupiterianos son más guapos"- descartó la idea de inmediato, de todas maneras, su hermana no estaría de acuerdo.

-"Posiblemente deberían estar preparadas para decir… `Mamá, necesitamos un psiquiatra'…tal vez era hora de reconocerlo"- pensó Mariana perturbada abriendo bien grandes sus ojos.

-"O era un sueño, sí, era un sueño pseudo real… muy interesante, desde luego, muy sexy y…"

Kath posó la mirada en el chico, le recorrió con la vista el torso perfecto que, según dedujo, se debería a las horas y horas de gimnasio, para volver a recorrerlo, eliminando definitivamente la idea de que era Kato Kazuki (Por que el lunar era tan real) y balbuceó varias veces.

Atobe Keigo frunció el ceño con elegancia (momento en el cual Mariana y Kath pensaron sincronizadamente “Hasta frunciendo el ceño es taaaaaan elegante y apuesto”) se cruzó de brazos y las miró con esa mirada sexy/asesina/soy Atobe Keigo/todas ámenme.

- ¿Y bien? – Atobe habló con esa vocecita de superioridad que las FanGirls, y orgullosas de serlo, adoraban, bueno, Kath más que Mariana -. Ore-sama quiere saber, quienes son ustedes.
- Maria--
- Hikaru y yo soy Gris – una sonrisa maquiavélica se formó en los labios de Kath.
- ¿¡Qué rayos!? – Mariana casi por instinto agarró del brazo de su hermanita y razonando que aquello no traía nada bueno (de hecho, las ideas de Kath NUNCA traían algo bueno) se acercó más al oído de ella para cuestionarle - ¿¡En qué demonios piensas para decirle eso, Kath!?
- Bueno, en nuestra página favorita, tu eres Hikaru y yo soy Gris, pues pensé…-susurrándole al oído- que no sería mala idea y… en nuestros fics de ensueño, tu sabes, ¿A poco no quisieras ser Hikaru?

Kath levantó las cejas varias veces a su hermana para provocarla y convencerla. Mariana frunció el ceño, se ajustó los lentes y pareció pensar en la idea… Claro, esas historias geniales de los foros...En todas Hikaru se derretía en lo brazos de Kaoru. Lo pensó nuevamente. ¡Por todos los cielos! Sería tan genial de ser cierto...

-Bien, me convenciste- le dijo por lo bajo.
- Hay que planear cómo llegamos aquí… sino pensará que somos unas alienígenas o peor aún, pensará que somos… ¡¡Hippies!!
- ¡¡No, que horror, todo menos eso!!...Y… ¿Por qué pensaría eso?
- Lo dijo Diego…
- Diego es un programador, no puedes confiar en lo que diga un programador…
- Pero, ¿Qué es peor que ser una alienígena? ¿No es un Hippie?
- Cierto- reflexionó Mariana- Y, lo extraño es… ¿Qué hacemos en el mundo de Prince of Tennis?¿Cómo llegamos aquí?
- Prodigios y portentos como este son malos presagios. Anuncian malas cosechas o la aparición de un mal novelista.
- ¡Deja de dramatizar!

“Platicando lo implaticable”

- ¡¡¡Es suficiente, ME CANSARON!!! ¡¡Me importa muy poco ya quienes son!!¡Las dos se van de mi habitación, ahora!

Momento ¿estaban escuchando lo que estaban escuchando? Es que no podía ser cierto...

- ¡¡¡NO!!!-dijeron al unísono

El ahora "confirmado/crease o no/ Keigo Atobe" alzó una ceja asombrado.

-Disculpen...¿cómo que no?

Kath (Gris a partir de ahora, porque así lo quiso) se adelantó un paso y carraspeó levemente antes de hablar.

-Lo sentimos mucho, nos comportamos de manera grosera- trató de sonar lo más amable y educada posible- Nosotras somos hermanas, y venimos de...
Mariana (Hikaru a partir de ahora porque también aceptó) le susurró al oído.
-No digas nada idiota, que sea convincente.
Gris asintió en silencio.
-Nosotras...
-Y no mientas demasiado, después es difícil de seguir el cuento-nuevamente por lo bajo
-Ya, ¿me dejas explicar?- ahora nuevamente dirigiéndose a Keigo- Disculpa, mi hermana es una grosera.
Hikaru se cruzó de brazos y le lanzó una mirada asesina, ignorada por su hermana.

-Nosotras somos hermanas y bueno, esto es difícil de explicar porque nosotras aún no entendemos que hacemos aquí- comenzó a estrujarse las manos nerviosa, nunca pensó que fuera tan difícil hablar con Atobe sama- El punto, es que...como decirlo...venimos de otra realidad.

Atobe alzó una ceja y contorsionó el rostro.
Detrás de Gris, su hermana ocultó el rostro entre ambas manos indignada. "Claro Kath, eso es muy convincente".

-¿Otra realidad?- atinó a preguntar el muchacho no creyendo lo que escuchaba. Definitivamente esa no se la venía venir.
-Si, como otro mundo- la morocha intentaba hacerse entender- o sea, el mundo real. Donde también existe Japón, claro, pero no "éste" Japón donde tú estás. Ah, y nosotras somos de otro lado, no de Japón, de hecho no hablamos japonés, pero en ese mundo...
-¿Si no saben japonés cómo es que estamos hablando?

Las dos se miraron sorprendidas. No se habían percatado de ese detalle.

-Y si son de otro "mundo" ¿cómo es que se ven igual a cualquier persona?

Bien. Bien, bien, bien. Correcto. El chico tenía razón. Vergüenza no haberse percatado de eso, ellas que se auto denominaban inteligentes. Bueno, pero si estaban en el mundo de Prince of Tennis, ¿era más raro aún que hablaran o entendieran el idioma, o se vieran igual que él? Todo era parte del mismo paquete de cosas raras que estaban pasando. Si estaban en el mundo de una animé, lo lógico era que se vieran y hablaran como un animé. ¿Lo lógico...?

-Bien, nos descubriste- ahora fue Hikaru la que se adelantó y se planto frente al apuesto Keigo. No quería mentir, pero no se iba a creer lo del mundo paralelo y la otra realidad. ¡Por todos los santos! Era Atobe Keigo, el chico era inteligente. Aunque tal vez más tarde lo intentaría explicar desde la física cuántica- Somos dos fanáticas de Ore sama y nuestro mayor sueño era conocerte.

A la pelirroja se le cayó la cara de la vergüenza. Su hermana la miró con cara de "no se va a creer eso".

-¿Pero cómo..?
-Señorito Keigo, ¿se encuentra usted bien?- la voz de una persona, posiblemente el mayordomo, se escuchó proveniente detrás de la puerta- escuché unos gritos. ¿Está todo en orden, Keigo sama?

Los tres giraron violentamente la cabeza hacia la puerta.
"Es el fin" pensaron las hermanas.

-No se muevan, no den ni un paso y se callan- las apuntó con el dedo índice de manera autoritaria. Imposible discutirle.
Keigo salió por la puerta y la cerró detrás de él.

-"¿Fanáticas?"- Gris aprovechó para susurrarle a su hermana- ¿¡te crees que es idiota!? ¡No se va a creer eso!
-Ah, y lo de "venimos de otra realidad" ¿sí es convincente?
-Me dijiste que no mintiera- reprochó la morocha
-Lo sé, pero eso es poco creíble...
-¡Pero es la verdad!
-¡Lo sé! Pero...Kath..-
-Es Gris-
-Bueno, “Gris”- la pelirroja hizo una mueca al decirlo- estamos en un lío, no podemos quedar como locas maniáticas. Y eso de ir diciendo que venimos de otro mundo, no suena muy cuerdo.
-¿Y lo de las fanáticas sí?
-¡¿Se te ocurre algo mejor?!
-No...está bien, pero que no crea que somos hippies.

La puerta se volvió a abrir. El heredero del imperio Atobe entró nuevamente a la habitación. Sólo. Sin seguridad, sin personal de policía, ni nadie. Sólo. Tal vez...

-Bien, ahora ¿Cómo entraron a la mansión? ¿Cómo burlaron la seguridad?

Las dos lo miraron con los ojos abiertos como platos. No way. O sea, no puede ser que se lo creyera.

-Es que somos muy hábiles...y...teníamos muchas ganas de conocer a Ore sama- se apresuró a decir Kath (o Gris, como prefieran).
-¡Pero no somos hippies!- Mariana (o Hikaru) señaló con el dedo índice haciendo énfasis en su afirmación.
-Eso, no somos hippies. Sólo fanáticas- la morocha lo dijo realmente convencida de que la segunda opción era mejor.

Keigo las miró largo y tendido.

-¿Y por qué están con ropa de dormir?

Silencio. ¿Qué responder a eso?

-Bueno...
-Es que...
Golpes en la puerta.
-¡¿Y ahora qué?!- aulló Atobe
-Señorito, el joven Oshitari ya ha llegado. ¿Le digo que suba?
-¡Si, que suba!- gritó molesto sin pensar
-Enseguida.

Las dos lo miraron con cara de ¿es en serio? Atobe las miró y apreció percatarse del detalle de las "misteriosas chicas en la habitación".
-¡No, espera! ¡Que no suba!- tarde. Demasiado tarde.
Keigo se cubrió el rostro con una mano pensando en lo difícil que había empezado el día. ¿Qué hacía ahora con esas dos?
-Rápido- les indicó con brusquedad-ocúltense en el armario- ¡YA!

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**Hikaru**Gris**​

Si creen que lo que leyeron hasta ahora es extraño, lo que sigue realmente las va a sorprender…​

Porque nuestros cerebros (y tal vez los suyos a esta altura) lo piden, hasta aquí dejamos por ahora. ​