One-shot Mi Oportunidad [The Gray Garden]

Tema en 'Fanfics sobre Videojuegos y Visual Novels' iniciado por Luncheon Ticket, 14 Enero 2021.

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    Luncheon Ticket

    Luncheon Ticket THE BE(a)ST

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    Escritor
    Título:
    Mi Oportunidad [The Gray Garden]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1328
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    Despierto teniéndote en medio de la frente, dominando mis pensamientos. Cada mañana es lo mismo desde que aprendí a comprender tu real valía, desde que te apoderaste involuntariamente de todo mi ser. Hay un vacío enorme en mi lecho, vacío que tú te niegas a suprimir mediante evasivas o silencios extensos. La alcoba en el que descanso se siente fría y oscura, carente de vida. Cada noche me acuesto queriendo evitar esta angustiosa realidad. Me hundo en el mar de los sueños para protagonizar una fantasía insípida e irreal. Es una simple mentira, un placebo. Entonces comienza una nueva jornada y me doy cuenta de mi soledad. De que estoy tan cerca y a la vez tan lejos de ti, que de repente no sé si algún día podré conquistarte, si ya he perdido antes de empezar. Muchas veces he intentado convencerte, darte a entender que lo que siento es tan fuerte que casi no me permite vivir con tranquilidad. Pero no, tú te inhibes, te mantienes a la defensiva. Hasta podría afirmar que no existo, que no soy nada. Acaso no valgo la pena, acaso tienes miedo a descubrir todo lo que tengo para ofrecerte. Si lo supieras, si te dignaras a escucharme, te llenaría de caricias, de infinitas e inagotables muestras de afecto. Me dedicaría a complacer todos tus deseos, calmar tus inquietudes, enjugar tus lágrimas en los momentos de tristeza y acompañarte en cada situación. Estaría a tu lado. Ya no me sentiría tan solitario y miserable, a pesar de que tu encantadora figura recrea mis ojos todos los días. No es suficiente solo con verte. Nunca lo será. Y no pareces entenderlo.

    Tengo que guardármelo, tengo que fingir que no me afecta, que estoy despreocupado. Bajo una sonrisa amable oculto todos mis pesares, la desgracia de saber que todavía no me correspondes. La única alegría que tengo es poder mirarte, pero de inmediato es reemplazado por una cruda melancolía. La soledad suele murmurarme tu nombre, haciéndome saber que solo compartimos una amistad formal, que por eso estoy incompleto. Me dice que no soy del todo feliz. Ahora camino por el amplio pasillo del castillo. Me detengo frente a un gigantesco ventanal que da hacia un vergel vívido y luminoso. Contemplo aquella maravillosa escena, la brisa estival sacudiendo pausadamente las flores y los verdes pastizales. Mi vista se posa sobre las margaritas, claveles y lirios que engalanan la superficie del lozano y colorido jardín. Por más que intento, no puedo distraerme, no puedo sacarte de mi cabeza. En estos días esa sensación se ha intensificado, al principio podía tenerlo bajo control. Sin embargo, ahora todo esfuerzo por reprimirlo parece ser inútil. Sistemáticamente estoy hundiéndome en la locura. Una locura que tiene la forma de tu rostro. Debo admitirlo, es una obsesión. Cierro los ojos, trato de calmarme, de recuperar la cordura. No tiene caso, soy incapaz de borrar estas imágenes mentales. La lúcida palidez de tu piel delicada, el brillo tenue de tus ojos, la dulce melodía de tu voz. Todo sigue ahí, intacto, incorruptible. Ignoro cómo dejar de dedicarte ese tipo de elogios tácitos e involuntarios. La pasión me está consumiendo, mis brazos faltos de cariño te llaman. Tengo ganas de abrazarte. Es una atroz elegía. Soy víctima de mis propios lamentos.

    De manera inusitada, el silencio se ve interrumpido por el eco de unos pasos a la distancia. Despierto de mi letargo, redirigiendo mis ojos al causante de aquel sonido. Mi cara se ilumina, de repente todo el desasosiego se esfuma, se disipa por la grandilocuencia y la majestuosidad de tu efigie. Eres tú; una visión idílica, un ensueño. Pasas cerca de mí y sigues de largo, ladeando la mirada. Haces como que no me ves, de nuevo me evitas. Es una teatralidad sumamente cruel. Apenas atino a estudiar la agradable docilidad de tu pelo lacio, el estímulo que tu cintura esbelta es capaz de transmitirme, la generosa capa que recubre tu frágil anatomía, el poderío inefable de tu inocencia, de tus atributos femeninos. Una idea irrumpe en mi mente, debo aprovechar esta oportunidad. Aligero mis pasos y logro alcanzarte. Me miras sorprendida, ni siquiera te doy tiempo a reaccionar de otra manera, de eludirme y de seguir tu camino. Apoyo una mano sobre la pared para arrinconarte y te echas hacia atrás, como un animalito asustado. Como si la escena se tratara de una fiera acorralando a su presa, sin dejarle escapar.

    —Etihw, escúchame —decido hablarte con sutileza, mientras mi rostro se acerca al tuyo muy lentamente hasta alcanzar una distancia prudencial, pero a la vez comprometedora—. Ya basta de juegos, admite lo que sientes de una buena vez. Confiésate, no tengas miedo.

    Mis brazos rodean tu talle. Bajas la mirada y te sumes en un mutismo discreto. Me percato de que estás ruborizada, incluso estás temblando, casi imperceptiblemente. No parece que te fueras a oponer. Aguardo una respuesta que no llega, que has decidido callar una vez más. Una respuesta ausente, como tantas otras. Elevo una de mis manos para sostener tu mentón y así poder levantarlo hasta que tus ojos se encuentren con los míos. Percibo tus temores, resonando a través de aquella mirada suplicante. Casi haces parecer que soy un criminal, pero la verdad no puedo culparte. La sola idea de que puedas despertar en mí algún efecto negativo es sencillamente inconcebible. Haré mi última jugada.

    —Está bien. No digas nada si no quieres, pero a cambio de tu silencio, yo te robaré un beso —me acerco un poco más, tus trémulos hombros parecen ceder ante la presión. No puedes oponerte a mí. Admiro tus labios carnosos, como los pétalos de una rosa en primavera. Tú cierras los ojos, te entregas a la resignación. No falta mucho para que mi boca alcance la tuya, pero no puedo ser un canalla, no lo mereces. Viro hacia uno de tus oídos, con el propósito de susurrarte algo—. Aunque no puedas aceptarlo del todo, solo quería hacerte saber que te pertenezco. Soy completamente tuyo, de nadie más. Y eso nunca va a cambiar, mi dulce amada. Algún día me darás una oportunidad, estoy seguro.

    El silencio inunda el pasillo. Me doy cuenta de que estás atónita. Vuelvo a darte el espacio necesario para que sigas con tu camino, pero ni siquiera puedes moverte. Decido dejar de incomodarte y, dando media vuelta, me alejo de ti, en sentido opuesto. Con cada mano dentro de los bolsillos, enfilo hacia la puerta que me llevará hacia mi recámara. Suspiro, supongo que no pudo ser esta vez. Qué terrible decepción. Sin embargo, tengo la esperanza de que algún día me comprendas. Entonces siento que algo me sujeta, una mano ha rodeado mi antebrazo. Me detengo inmediatamente, noto cómo tu frente se apoya sobre mi espalda, en un acceso de ternura inusual. Soy capaz de percibir el tibio calor de tu cuerpo. Pareciera que me pides que te espere. Una de tus manos aprieta delicadamente una pequeña parte de mi chaqueta, como si fueras una niña que quiere llamar la atención, pero que no se atreve del todo.

    —Kcalb, aguarda, por favor —tu voz está un poco alterada, pero hablas con determinación. Siempre usas ese tono tan melifluo cuando te diriges a mí, francamente me fascina—. Sobre esa…, sobre esa oportunidad que mencionaste hace un momento, quizás podría darse hoy.

    Ahora eres tú la que me ha dejado impactado, me superas. Es curioso cómo suceden las cosas: resulta que en esta ocasión me toca a mí ser la presa, se han revertido los papeles. Yo, que antes dominaba la situación, me encuentro petrificado. Tal vez siempre fue así, tal vez la presa era yo desde un principio. Me doy la vuelta hacia ti para abrazarte, la atmósfera adquiere un matiz solemne. Este es el momento que tanto anhelaba. La oportunidad que finalmente me has concedido. Por fin pudiste vencer aquel áspero retraimiento.
     
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    wasabi

    wasabi Flamer Comentarista empedernido

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    Me siento re fangirl con tu historia, la verdad es que no soy muy fan del romance pero este me encantó. Fuiste escalando poco a poco toda la situación hasta el punto que inconscientemente hice gestos de festejo cuando iban a besarse (?

    Fue muy cruel que me hayas dejado sin un beso, aunque el final fue muy lindo y tierno la verdad hubiera preferido que todo terminara en un sensual beso.

    Aún así, me encantó y lo sabes, nunca me dejes sin tus historias <3
     
    Última edición: 20 Enero 2021
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    Luncheon Ticket

    Luncheon Ticket THE BE(a)ST

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    ¿Será esto un "tentempié" para el evento principal febrero? Puede que sí. ¿Será que esto termine siendo mejor que el "platillo principal"? Espero que no (hay que tratar de mantener la calidad, siempre). Fue cruel que te haya dejado sin un beso, lo admito. Así como también fue muy bonito que hayas hecho esos gestos de festejo, es muy satisfactorio poder generar eso en un lector, muchas gracias.
    Sigamos esperando al mes que viene, y nos reencontraremos allí para ver qué tal todo.
    Hasta entonces, dignísima compañera de armas.
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