Long-fic de Naruto - Mi Molestia y Mi Pequeña. ¡Sirena!

Tema en 'Fanfics de Naruto' iniciado por Sakuro, 15 Noviembre 2015.

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  1.  
    Sakuro

    Sakuro Guest

    Hola. desu desu nya. Es un gusto volver a FFL, no daré meras excusas de mi falta, Solo os vengo a decir que espero que les guste mi nueva historia y le den una oportunidad desu~. Bueno sin mucho más que decir os dejo Besos.
    +*+*+*+*+
    Prólogo.
    Innumerables son los habitantes de las aguas, especies animales y vegetales aún desconocidos, y lo mismo ocurre con los seres feéricos, legendarios o mitológicos.


    Las sirenas y tritones son entre ellos las más conocidos y desconocidos a su vez.


    El número exacto de ellos no está totalmente claro, hay quienes afirman que solo se encuentran en tres en el océano, pero también dicen que son cinco o incluso ocho. Difícil es dilucidar el el verdadero origen de las sirenas. Dejando aun lado las antiguas sirenas con forma de mujeres aves, se dice que la primera mujer pez conocida fue Artagatis*1, quién era perseguida por Mopsos*2, se sumergió en el lago Ascalón con su hijo y se salvo gracias a su cola de pez.

    Está leyenda suele confundirse con la leyende de Decerto*3, quién también se arrojó a las aguas del mismo lago después de matar a unos de sus sacerdotes y abandonar a la hija de ambos en el desierto. Decerto recibió la cola de pez como símbolo de su pecado.

    Muchos suelen decir que la belleza de las sirenas se asemejan a la belleza de Afrodita*4 y su incomparable belleza ha sido heredada por la estirpe de las sirenas como sus espejos. Se dice que sus cuerpos so tan grandes como el de un hombre atleta deportivo, con pechos anormalmente desarrollados, con cabellos largos y brillantes, mientras que su piel es blanca, suave y tierna. La parte inferior una cola, como la de una marsopa o de un salmón, pero sin escamas.

    A las sirenas también se les describe con frecuencia asomándose a la superficie del agua o sentadas en una roca, peinando su largo cabello con una peineta plateada con gemas preciosas y un espejo hecho con las cristalinas agua del mar, rodeado de hermosas piedras brillantes y corazas. Que su voz de inmensa dulzura y musicalidad se prodigaban en cantos cada vez que un barco se les acerca.

    Este canto se revela melodioso y desgarrador, colmado de bellas promesas. Por lo que los marinos, encantados por sus sonidos se arrojan al mar para oírlas mejor, pereciendo inmediatamente. Sin embargo, si un hombre era capaz de oírlas sin sentirse atraído por ellas, una de las sirenas debería... morir. Los marineros adoptan las muertes de las sirenas como mal augurio, así que construyen ataúdes y mortajas*5 para las sirenas para enterrarlas.

    Pero no todas las leyendas son ciertas ¿Verdad?

    Todos esconde siempre un secreto, no importa. Que grande o pequeña sea. ¿No son los secretos... considerados por igualdad?

    No se conoce del todo las verdaderas historias del Océano pacifico.

    Un gran mar que escondes secretos.

    Una gran belleza que fue deseada y obtenida.

    Unos Ladrones que obtuvieron su mayor tesoro.

    Nunca hay que subestimar las aguas del mar. Están pueden tener lo que deseas.
    +*+*+*+*+
    Bueno hasta aquí el Prólogo. Primer capi abajo. XD
    +*+*+*+*+
    Aquí la descripción de las Cita (*1,2,3...):


    *1: Diosa de la Luna, protectora de la fecundidad.

    *2: Uno de los dos grandes adivinos. Asesinado por la gorgona Medusa.

    *3: Diosa Siria.

    *4: Diosa del Amor, hija del semen de Zeus, y protectora de los marinos. Convertida en espuma de mar.

    *5: Ropa que se hace para los muertos.

    PD: Es un fic con las parejas principales:
    Sasuke x Sakura
    Itachi x OC


    Y las secundarias:
    Naruto x Hinata.
    Kakashi x Shizune.

    También adelanto que como no se permite el Lemon, recortaré esas escenas y las dejaré más moderadas. XD. Actualizaré cuando el tiempo se me de. no se equivoquen, tengo uni y estamos cerrando, así que estare un poco ocupada, pero ya tengo algunos capi adelantados que iré montando cada cierto tiempo para tener oportunidad de crear los otros. Besos.
     
  2.  
    Sakuro

    Sakuro Guest

    Título:
    Mi Molestia y Mi Pequeña. ¡Sirena!
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    3313
    Su llegada. ¡¿Lo que somos?!


    Una noche, en una terrible tormenta, en esos días muchos de los habitantes de las isla pedían protección a sus dioses, Así que cuando los fuertes vientos comenzaban a soplar, se reunían al rededor de su jefe pidiendo un milagro.

    Al día siguiente, cuando un pescador de buen corazón salió de su pequeña casa a buscar algunas cosas útiles que la fuerte marea con la tormenta pudo traer consigo. A cambio, cuando caminaba buscando algo más que madera y balsas, casi enterrado entre muchas arboles caídos, hojas del mar y madera rota.

    Bajo todo eso, se encontraba un pequeño barco, una canoa de roble fuerte y blanco pintado de color azul acero. Con hermosos tallados y algunas gemas preciosas había un cuerpo a penas visible. El hombre sorprendido y horrorizado pensando que tal vez pudiera estar muerta la personas bajo tanta madera, que gritando por ayuda comenzó a despejar el lugar.

    Poco a poco los demás habitantes de la isla también se fueron reuniendo para ayudar al hombre. Cuando todo fue despejado, el hombre, impresionado contemplo a la hermosa mujer rubia de gran pecho y piel blanca y suave que estaba tendida... cubriendo algo con su cuerpo.

    Al moverla. Hubo una gran sorpresa, habían dos pequeños cuerpecitos que estaban siendo aferrados al cuerpo más grande. Rápidamente, el hombre decidió saber si las tres mujeres, estaban con vida. Una gran ola de alivio lo invadió al saber que era así.

    Poco a poco cuando termino de llevar por si mismo a la mujer y sus hijas a su casa para cuidar de ellas. Siempre estaba con ellas, sin importar cual sea el motivo. Las aldeanas, comenzaron a hablar sobre la relación entre el hombre y la extraña mujer que el agua trajo.

    Tras tres meses de comentarios en contra de la mujeres, cobraron su recompensa, el jefe reunión al consejos de ancianos y a la aldea, y de forma renuente. Le dio a elegir al hombre entre las mujeres o su aldea, el hombre preguntó cual había sido la razón de la decisión y tras la respuesta de que la mujer y sus hijas causaban mucha conmoción y debían de volver al mar de donde vinieron, el hombre dijo.

    —Jefe, yo elijó a las mujeres.

    Poco a poco, durante los años siguientes. El hombre, que era el mejor pescador de la isla y se llamaba Dan Haruno, decidió casarse con la rubia de nombre Tsunade. A sus hijas las adopto como suyas aun sabiendo que no podía tener hijos, pero eso no lo hizo retroceder ante su decisión. Él se esforzó para enseñarles todo a sus hijas sobre la pesca, eran buenas aprendices, así que también les enseño sobre la caza y los negocios... al menos en la isla.


    Pero las puertas de la muerte tocaron en la suya. Dan cayó víctima de un enfermedad que Tsunade con su conocimiento médico trato de curar, pero fue imposible. El hombre murió dejando a las mujeres solas a la merced de los aldeanos que no perdieron segundos en culparlas de ser las culpables de la muerte del hombre.

    Sin mucho más que hacer, y sin poder volver a su hogar. Se adentraron en el bosque con más vida que cualquier parte de la vista... y apara alejar a todos de ellas. Los llamaron el bosque de la muerte.
    +

    Ellas eran las mejores comerciantes de la isla. Tenían mejor cálida de agua, madera, comida y material para vivir. ¿Quién les podía decir que no? Nadie. El jefe se rehusó a cumplir el deseo de los ancianos cuando se enteró, que la enfermedad del hombre que una vez fue su padre, la contrajo a causa del más anciano de la isla al que culparon de traición y la muerte fue su sentencia.

    Pero el hombre escapó de la isla antes de que fuera cumplida.

    Ese día, por curiosidad. La isla estaba más revuelta de lo normal. De hecho, para ser muy bulliciosa, lo era aun más de lo que frecuentaban. Lo que llamo la atención de dos personas que iban ese día a la aldea a vender algunas cosas o intercambiarlas por otras. Las mujeres se paseaban con sus mejores trapos por la isla, sus cabellos eran adornadas por flores típicas de la isla... pero el olor de la misma no era muy dulce.

    —Tks, cada vez más son muy caras estás ramas —gruñó una mujer que se les acercó para comprar ramas de leña.

    Podían conseguirse en cualquier lugar, si. Pero no serían tan duraderas como las ramas del bosque donde vivían ellas. Una sonrisa posó sus labios mostrando los blanquecinos dientes. A pesar de vivir en el “peor” lugar de la isla. Se podría decir que estaban bien.

    El bosque era la zona con más flora, fauna y animales que el resto de la isla, sus ríos, lagunas, su cascada, e incluso sus pequeños campos de flores le hacían honor a su falso nombre.

    —Entonces busque sus ramas usted —dijo sarcástica una de ella mientras trataba de quitarles las ramas que fueron tomadas por la mujer sin antes pagar.

    —Pagaré mocosa, pagaré —la mujer tiro las monedas a la lata de aluminio a sus pies y se marcho con las ramas refunfuñando— mocosas entrometidas. Hubiera sido mejor que se fueran de la isla cuando la borracha de su madre casi se suicidó.

    Ambas hermanas se miraron con un poco de despreció y luego sonrieron pensando en lo divertido que sería darle una lección a la mujer con boca y lengua grande. Un grupo de chicas con ropas bonitas y flores en sus cabellos se les acercaron diciendo.

    —¿Ya escucharon las nuevas noticias? —preguntó irónica una de ellas.

    —Karin, no creo que lo hayan hecho... después de todo viven en un lugar horrible y feo sin comunicación... más que los animales —dijo otra.

    Las risas chillonas del grupo irritó un poco a las hermanas, no por sus burlas. Sino por lo chillonas que llegaban hacer cuando realmente se reían de esa manera.

    —¿Por qué no buscan un agujero donde meterse? Tal vez así no tengamos que ver sus horribles caras —se burló otra causando más risa.

    —Oh perdón es cierto. Ya tienen uno donde hacerlo, ¿Por que no vuelven a él?

    —Si, ustedes no pertenecen aquí.

    —Deberían irse.

    Los comentarios hirientes del grupo femenino estaba molestando a las dos hermanas que después de recoger todo guardándolas en sus cestas, decidieron encarar al grupo molesto de chicas que al menos que no fueran golpeadas por ellas, no las dejarían.

    —Tres, dos... uno.

    —¡Kyaaaa! —gritaron todas mientras salían corriendo cuando estuvieron a punto de golpearlas.

    —Odio a esas chicas —comentó la menor cruzándose de brazos.

    —Karin y Tayuya de por si son molestas y chillonas. Shion y Ayame solo completan el circulo —comentó la mayor mientras tomaba las cestas para volver a casa— ¿Crees que mamá esté consciente?

    —Lo dudo.

    Desde la muerte de su padre. Dan. Su madre se había sumergido en el alcohol y las apuestas. Muchas veces tuvieron que buscarla en el pueblo en el bar o tirada en la playa inconsciente.

    Su tía. Shizune. Era la sobrina de su padre, ella les ayudaba con su madre y los deberes en la casa. Cuando su padre murió, ella decidió ayudarlas y vivir con ellas desde ese momento, era la única de la aldea que se atrevió. Algunas de las mujeres que admiraban a su madre temían ser rechazadas por las otras... aquellas habladoras. Iguales que las chillonas.

    Ambas chicas se sumergieron en el denso bosque mientras ignoraban que fueron vigiladas todo el tiempo desde que salieron de él por un hombre de cabellos plata con una mascara que cubría sus ojos.

    Curiosamente volvía a su isla por motivos que concernían a la familia a la que servía como mayordomo. Se había marchado incluso mucho antes de conocer a las dos hermosas chicas de cabellos exóticos que vio salir del bosque. Sin mucho apuro. Camino hasta la casa del gran jefe donde lo esperaban todos los aldeanos y ancianos.

    —Es un placer volver a tenerte entre nosotros, Kakashi —dijo el gran jefe de feliz de ver a su alumno de regreso en casa.

    El mismo hizo una reverencia y dijo— Igualmente Minato sama —se enderezó— pero he de admitir que he venido por otros motivos —el rubio asintió entendiendo su lugar y se sentó junto a su esposa e hijos.

    Toda la aldea lo sabía. O al menos casi toda. Kakshi podía ver, que a pesar de que las más chismosas mujeres de la aldea anunciaron su llegado con un gran banquete. Había cierto grupo de mujeres que no se enteraron por lo que no estaban presentes en la reunión de esa noche. Esas mujeres vivían en el bosque de la muerte.

    Las mujeres murmuraron felices y contentas, inclusos algunas chicas más jóvenes se le llegaron a insinuar durante su llegada, lo que le provoco gracias sobre todo— Soy el mayordomo de la Familia Uchiha, la más grande comerciante de todas las isla. Antes no habíamos venido a su isla, por que creíamos que un lugar rocoso como este, tenía muy poco valor para comerciar.

    No pudo evitar mirar de reojo al jefe, pero aun después de sus palabras se mantuvo firme mirando a su gente esperando alguna reacción agresiva, la cual no hubo a parte de los murmullos de reclamo y disgusto por sus palabras.

    —Pero sin embargo, sabemos que Auckland, no es solo hogar de las más hermosas, sino también de las más virtuosas jóvenes mujeres de todas las islas —los silbidos y risas de satisfacción no se dejaron llegar.

    No se equivocaba en lo que decía. A pesar de que la isla Auckland, era una isla rocosa, tenía vivas mujeres que eran consideradas las mas virtuosas de entre todas las otras islas. Muchas mujeres eran buscadas por otro marinos de las otras islas o comerciantes para ser sus esposos. Se podría decir que quienes lo lograban lo contaban, quienes no... perecían por las rocosida de la isla.

    —Por lo tanto, el jefe de la familia Uchiha y sus hijos, han decidido planear viajar a su isla, para elegir personalmente prometidas.

    Cuando vio a su maestro, el mismo tenía una expresión de sorpresa y asombro. Él podía dar fe de lo mucho que luchaba el rubio para hacer algún trato con los Uchihas, quienes tenían bajo su poder a las islas más grandes y con mucho valor comercial bajo su poder.

    Se levantó mientras con una señal de mano hacía que los aldeanos guardaran silencio— Nos sentimos honrados de tú visita Kakashi, y estamos ansiosos de recibir en nuestra isla a los Uchihas.

    —Gracias, Minato sama.

    —Vamos a darles la bienvenida con una gran fiesta, ¿Aceptas Kakashi? —interrogó el rubio.

    —Claro que si, pro antes, acepten el juego de Nino, como un regalo de parte de ellos para la gente de la isla —dijo señalando algunas vasijas grandes cerradas que eran cuidadas por sus subordinados.

    —Estamos honrado por el regalo. Tendremos que agradecerles con la fiesta. Esperemos que esta sea una gran oportunidad para que los nuevos herederos Uchiha encuentren novias.

    En cuanto termino la reunión Kakashi se quedó por que sabía bien que su maestro tendría que hablar con él muchas cosas. Después de que su hija chillaran de alegría y le abrazara diciendo que le dio la mejor noticia como regalo de todos sus cumpleaños. Se le había olvidado que desgraciadamente era el padrino de la pelo roja chillona.

    —Ha sido una gran sorpresa que los Uchihas quieran venir a la isla, Kakashi. ¿Porqué no me lo dijiste? —preguntó el rubio despojándose de su gorro y capa de líder de la isla.

    —Si lo decía se negaría o no me dejaría hablar, probablemente ahora estaríamos planeando estrategias para hacer un trato, pero los hijos de Fugaku sama no vienen por un trato comercial, vienen por esposas. O al menos eso entendí cuando esos bribones me ordenaron venir —murmuró con molestia y burla.

    —Mmm es muy raro saber que Uchihas vienen, pero les daremos la bienvenida como se debe —dijo el rubio sonriendo— y ahora cuentame Kakashi, ¿Qué tanto has aprendido sobre los negocio y el comercio?

    —Lo suficiente para pedir que por favor, sino es atrevimiento, que me explique... la existencia de las dos exóticas chicas de cabellos rosados y ojos jades que vi está mañana saliendo y entrando del bosque.

    El rubio sombrío la mirada por un momento y luego suspiró con pesadez— Sabía que te darías cuenta. Se llaman Shinku y Sakura Haruno, son hijas adoptivas de Dan. Cuando te fuiste, meses después hubo una fuerte tormenta, la madre y sus hijas llegaron a la isla en esa tormenta, Dan las ayudo y acogió como su familia. Pero desde que murió, se vieron obligadas a vivir en la peor parte de la isla para evitar las humillaciones y demás actos atroces que no puedo controlar por parte de los aldeanos.

    Kakashi con su único ojo bueno entorno la mirada, él más que nadie sabía que la isla era todo menos la peor parte de la misma. Si su maestro decidiera entrar, se daría cuenta que el bosque era la mejor zona de la isla, con más vida que el resto de ella.

    Se dio media vuelta y miró a los arboles más cercanos, no era tonto como para no saber que las dos chicas de cabellos rosados habían estado vigilando desde hace unas horas, sonrió pensando que tal vez los bribones Uchihas encontrarían el reto que deseaban.

    De solo buscarles novias, era un dolor fuerte. Al menos ellos se habían encargado de gran parte del trabajo viajando a las islas cercanas y más lejanas que Auckland. Con un suspiró largo y cansado siguió hablando con su antiguo maestro sobre la corta aventura de su vida.

    Mientras tanto. En las copa de los arboles. Dos pelo rosa miraban el cielo consternadas, aun no podían creer que el hombre se hubiera dado cuenta de su existencia, de hecho pensaron que en todo el rato que estaban viendo lo que sucedía, no las había notado.

    —Creo que sería mejor volver, hermanita —comentó la mayor aun sintiendo su pecho subir y bajar.

    —Si, creo que si —comentó la menor arrastrándose lentamente para volver a su casa.

    Gracias a su ingenió y gran inteligencia. Lograron armar los tan llamados puentes. Algunos eran de cuerdas, otros de madera sólida, mayormente los de cuerda eran para lugares largos y altos donde podían enrollarlas para evitar que fueran vistas, esos los utilizaban para ir por los arboles a la aldea sin ser vistas. Mientras que los de madera estaban dentro del bosque. También había escuchado rumores sobre algunos inventos para trasladar cosas por los aires con cuerdas y poleas, lo cual también hicieron por supuesto.

    Cuando llegaron a su casa sonrieron. Vivian sobre los arboles, era mejor manera para escapar y ocultarse, su casa estaba oculta entre las hojas y se confundía muy bien como un gran árbol. Varios puentes y cuerdas estaban unidos a él, algunos con cestas, canastas y baldes de madera que hicieron ellas misma. Otros con sus pocas ropas con la tela que apenas lograban comprar.

    —Hemos llegado —avisaron al unísono para que su tía escuchara.

    —Estoy en la habitación, tratando de lavar a su madre.

    Blanquearon los ojos ante eso. Eso significaba que estaba borracha nuevamente. Fueron a la habitación de su madre. Por lo general las casas se dividían en tres o dos. Dependiendo la familia. La primera zona para lo que era la cocina, la otra una habitación para los padres y la ultima una para sus hijos por igual compartían habitación hasta casarse y encontrar una casa propia hecha por ellos o para ellas.

    —Todas las chicas se han vuelto locas —comentó Sakura ayudando a su tía con su madre que dormía.

    —¿Porqué lo dices Sakura? —preguntó Shizune un poco preocupada. Muchas veces sus sobrinas llegaban golpeadas o raspadas por alguna pelea contra las mujeres de la aldea.

    —Es por la llegada de unos comerciantes en busca de esposas. Nada del otro mundo —comentó Shinku que se quedo en la cocina picando el pescado para la cena.

    Otros de los inventos que escucharon e hicieron. Eran las mesas, mesones, sillas y ventanas. Realmente no sabían si habían hecho bien con su casa, hasta con la chimenea, pero se guiaron con el ejemplo de las otras que tenían en la isla, la del jefe era una de ellas.

    —Es raro, pero nunca se tienen un gran privilegio de saber que comerciantes respetados vienen a nuestra isla por esposas. ¿Se puede saber quienes son? —preguntó curiosa.

    —Claro, Uchihas. Son los Uchihas.

    La vasija que llevaba en manos cayó al suelo de golpe creando un eco de sonido sordo que llamo la atención de las hermanas. Shizune se puso pálida y miró a Tsunade por varios segundos, eso no podría ser. Era imposible.

    —C-Chicas... hay algo que debemos decirles —dijo secando sus manos con los trapos en sus manos.

    —¿Ahora mismo? ¿Qué pasa con limpiar a nuestra madre? —preguntó Sakura saliendo junto a su tía que suspiró por un momento y corrió la cortina de conchas que hizo.

    —Dejemos lo para después, necesito que me escuchen —ambas hermanas se miraron preocupadas y se sentaron con su tía mirándola a la cara— hace muchos años, tras una tormenta, tres doncellas llegaron a nuestra isla, una de ellas era una mujer y la madre de las otras dos que eran apenas unas bebes. Las tres mujeres eran tan hermosas que se volvieron la envidia de todos en la isla, pero lo que nadie sabía... y sabe, es el secreto de las mismas.

    —¿Secreto? ¿Quienes son tía? —preguntó Sakura.

    —Ustedes y yo —dijo una voz intrusa, todas miraron a la mujer rubia que estaba en el marco de la puerta de su habitación— no somos originariamente de esta isla, pertenecemos a otra isla, Tortuga, una isla del sur que es gobernada por mi abuelo. Hace 19 años cuando viajaba con mi esposo a la isla de unos conocidos, una tormenta nos atrapo.

    —Eso quiere decir... ¿Qué pertenecemos a otro lugar? —preguntó Shinku asombrada.

    —Si —Tsunade tomo asiento junto a sus hijas y las miró con miedo— y no solo eso... también hay algo más... algo que tal vez las asuste.

    —¿Estás segura, Tsunade sama? Son unas niñas apenas —comentó Shizune con la voz profundamente preocupada.

    —Cumplieron 20. Sino les digo, se enteraran por ellas mismas en la próxima luna llena—dijo reprochadamente Tsunade— tenemos que ir al lago, vamos.

    —¿Eh? ¿Al lago? ¡¿Porqué?! Y primeramente, estás borracha, no puedes salir —regañaron ambas al mismo tiempo deteniéndola.

    —Debes volver a la cama mamá, ¿Lo haremos mañana, si? —propuso Sakura tratando de convencerla pero Tsunade negó.

    —Imposible, mañana es luna llena, los efecto serían peligrosos para todas. Tenemos que ir ahora que la luna no ha cambiado —comentó mirando el cielo.

    —Sakura, Shinku —llamó Shizune, ambas le miraron y la pelo negra las abrazo fuertemente— cuidense mucho.

    Sin lograr entender del todo lo que su madre quería hacer, tuvieron que seguirla. En ocasiones podría ser realmente pesada cuando se lo proponía, y esa noche era uno de esas. Cuando llegaron al lago, la cascada hacía presencia de su hermosura bajo la influencia de la luna.

    Su madre se despojo de sus trapos lentamente quedando completamente desnuda, no era la primera vez que la veían de esa manera, de hecho muchas veces tuvieron que vestirla. Chillaron cuando la vieron entrar al agua caminando, a esa hora estaría probablemente muy fría, se enfermaría sino saldría.

    —¡¡Mamá sal!! —gritaron preocupadas por el bienestar y salud de ella.


    —Tengo que enseñarles algo...—dijo, replicaron justo al tiempo en que brillo— esto somos.
    +*+*+*+*+

    Fin del primer capi. acepto todo lo que sea. pero no sean tan duros ne~ desu desu. Besos.
     
  3.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    Vaya, una historia de Sirenas, la cosa pinta para ser interesante usando un AU de Naruto, veremos que ocurre, ya que siempre se me han hecho interesantes estas cosas, el Kakashi parecía todo un divo llegando hahaha xD, ps bueno, está bien redactado, mejoraste tu habilidad como escritora en este tiempo, felicidades.
     
  4.  
    Sakuro

    Sakuro Guest

    HOLA!!! Muchas gracias a todos los que han visto esta historia tomándose un poco de su amado tiempo para leer. Espero les hayas gustado mucho y sea de su grato interés volver. si lo desean. También le agradesco a @George Asai por felicitarme. O///O gracias. Desu. Bueno sin mucho más que decir que disfruten, me despido. BESOS.
    +*+*+*+*+

    Capitulo 2. El gran dolor de su perdida.

    La llegada de los Uchihas fue puntual como dijo Kakashi. El gran barco comerciante de los mismo se mecía en el agua, esplendoroso y enorme. Minato como jefe, fue a recibirlos a la playa junto a Kakashi que leía cierto libro porno que llevó consigo.

    —Es un honor y una alegría de recibirlos en nuestra isla —dijo diplomáticamente con una sonrisa— esperamos que tras la fiesta de hoy, tengas una razón para regresar aquí a menudo.

    Kakashi miró a los Uchihas por el rabillo del ojo, el primero en inclinarse fue el mayor, Itachi. Era el más alto de todos y con lo cabellos largos, luego continuó su hermano menor Sasuke, que a diferencia de él su cabello se levantaba por detrás y era azabache. El ultimo fue Sai, que realmente era primo de los primeros, pero sus padres murieron y la primera familia lo adopto como suyo. Su piel era consideramente blanca.

    —También es un placer estar aquí, espero que nuestro mayordomo no haya importunada durante su estancia —diplomacia. Amaba la diplomacia.

    —No se preocupe, Kakashi es original de aquí, para nosotros ha sido un orgullo tenerlo de regreso aunque sea de visita. Por favor sígannos, daremos la fiesta en mi casa —comentó dando media vuelta.

    Pronto los Uchihas lo siguieron a la casa más grande cerca de la playa, ciertamente parecía la casa de un jefe. Kakashi de vez en vez miraba hacía los arboles buscando algo, lo que no paso desapercibido por los Uchihas que intercambiaron miradas curiosos por tal acto, por lo general era muy tranquilo y siempre que cumplía su objetivo volvía a tomar el mayor desinterés del mundo por él.

    La fiesta no se diferencia de las otras, música alegre, las jóvenes de la isla paseando de un lado a otro contoneándose con sus mejores ropas bailando para llamar su atención, y sus padres hablando alegremente de lo buenas que eran sus hijas... claro a excepción del jefe que se mantenía serio y controlado mientras sonreía divertido ante las escena poco vergonzosas de las más jóvenes.

    Luego las presentaciones comenzaron.

    Desde los arboles, las dos gemelas exóticas decidieron asistir a ver lo que sucedía en la fiesta de los pavos reales presumidos, como les llamaron en la mañana cuando llegaron con muchos hombres, vestidos con... algo diferente a los largo trapos tipo faldón que utilizaban todos, con camisas que cubrían sus brazos y dejaban al descubierto sus pechos formados.

    No podían negar que eran guapos. Pero era presumidos. Vestidos de esa manera.

    —Bueno... he oído decir a mamá que las ropas cambian según las islas, dijo una vez que la mujeres en Tortuga utilizan vestidos floreados en ves de estos feos trapos, también que los hombres utilizan algo así como pantalones y zapatos.

    —¿Será esa la ropa que llevan puestos ellos? —interrogó la otra siguiendo mirando desde la copa del árbol a la casa del jefe.

    Kakashi miró de reojo hacía la ventana y sonrió al saber que la curiosas hermanas volvieron. Disimuladamente las vio sin que ellas se dieran cuanta, al parecer hablando sobre algo que ni cuenta se dieron de que las veía. Con una sonrisa volvió la mirada al frente para terminar de escuchar las presentaciones de las jóvenes. Todo igual. Los tambores habían dejado de sonar hace un buen rato. Al igual que el baile que hicieron todas la jovencitas en honor a los Uchihas que tenía como alumnos.

    —Shion es una verdadera belleza de la isla, sabe hacer muy buenas comidas —alagó una anciana con soberbia.

    —Pero es una lastima que sea muy avariciosa —comentó en resoplo otro anciano que no perdería en contra de la mujer.

    —Grrr. Tayuya es de muy buena familia —comentó la misma mujer ignorando el comentario del hombre.

    —Que lastima que no sepa fregar o lavar un trapo —comentó el mismo hombre de antes.

    Los Uchihas estaban ya acostumbrados a eso. Durante sus visitas a las otras isla habían presenciado el mismo acto de preferencia de los ancianos por las jovencitas que tenían algún linaje con ellos o tenían trato con sus familias.

    —Pueden considerar a Ayame atractiva, es realmente un hermosura —comentó el hombre adelantándose a la mujer.

    —Pero virtuosa, ja! Eso no —comentó la mujer con despreció— su virtud deja mucho que desear.

    —Ignorante mujer —murmuró el hombre— la ultima de ellas es la hija del jefe, Karin es una chica muy atractiva que sabe como complacer a un esposo, cada mujer de mi familia le han enseñado a como ser una esposa.

    —Pero no es amable y solo piensa en ella y la fortuna que pueda obtener —incoó la mujer con soberbia tras ver que el hombre siempre buscaba una manera de acercarse al jefe.

    Kakashi se cansó de la discusión a su espalda así que preguntó indirectamente a los mismo— ¿Están seguros que hemos vistos a todas las jovencitas de la isla?

    —Claro que si —argumentaron ambos de acuerdo con la misma conclusión. Lo que hizo enojar mucho a cierta mujer pelo roja que gruñó.

    —Claro que no —como esposa del líder, podía hablar, miró con burla a los ancianos y dijo— hay dos jovencitas más que viven en la isla —dijo con una sonrisa pero luego se le cayó cuando para continuar— por desgracia a ninguna le gusta socializar o estás fiestas.

    —Y son poco agraciadas, sin educación y tontas. Hacen trabajo de hombres y no tienen respecto por nadie más que su madre y tía —comentaron los ancianos nuevamente.

    Itachi miró curioso a Kakashi que volvió su mirada hacía el bosque, especialmente hacía los arboles más alto que podía ver desde la ventana grande de la casa. Comprendió lo que había estado haciendo cuando vio dos destellos rosados desaparecer.

    —Queremos conocer a todas las jóvenes de la isla antes de tomar una decisión —dijo diplomáticamente.

    —¿Podemos visitar a está chica por la mañana? —preguntó Kakashi interrumpiendo a Sasuke que posiblemente diría algo fuera de lugar.

    —Ja! Eso no se podrá —se burló cierto rubio con bigotes levantándose.

    —¡Naruto! —replicó su madre con enojo.

    —Solo digo la verdad, es una lastima que Sakura chan y Shinku chan odien tanto las fiestas y a las personas desconocidas, buenas noches.

    El rubio se fue con media sonrisa después de haber visto la expresión de consternación de los Uchihas. Odiaban que solo fueran a su isla para buscar esposas cuando su padre trato de todos los medios posibles atraerlos a ella desde un comienzo. Pero claro, su casi considerado hermano tuvo que decir que no consideraban la isla comerciante. Genial.

    Su padre era un buen comerciante. Hacía algunos negocios con islas cercanas para obtener cosas exóticas, entre ellas las vacas, cabras u ovejas. Peor claro, esos idiotas emos presumidos, tenían que ser más engreídos de lo que pudo imaginar.

    Miró a los alrededores antes de entrar al bosque y correr bosque arriba hasta llegar a cierta casita de madera que había hecho hace mucho tiempo con ayuda de ciertas gemelas que le salvaban siempre que se perdían cuando niño en el bosque. Las mismas nombradas seguían corriendo hasta llegar al lugar más seguro de la isla. La casita de refugió que idearon con el rubio atolondrado. Ambas respiraban agitadamente, era la primera vez que tuvieron que huir de esa manera. ¡Ellos se habían dado cuenta?

    Dios. Dos errores. Dos descubrimientos. Y todo por el pelo plata que volteo a mirarlas.

    —No iremos a la aldea hasta que se vayan —comentó Sakura sentándose de golpe— es más seguro.

    —Concuerdo... concuerdo —repitió Shinku recostándose de la pared.

    Cuando lograron calmarse apagaron las luces y se sentaron a pensar en que harían para permanecer bajo radal durante el tiempo de visita de los pavos reales. Obviamente necesitaban vender algunas cosas para poder comprar tela, ovejas era la único que no tenían entre su extensa gama de animales en jaula de madera gran que hicieron antes para mantenerlos encerrados.

    —¿Crees que podamos? Se acercaran los tiempos helados, necesitamos tela para cubrirnos, ya no somos pequeñas como antes —comentó Shinku mirando su mano extendida en el aire.

    —Tendremos que ver como hacemos, si no se van... no podremos comprar la tela —comentó Sakura mirando de reojo a su hermana que asintió— ¿Qué... ¿Qué piensas de los pavos reales? —preguntó.

    Su hermana se volteo a mirarla y luego dijo— Son algo raros, guapos también, pero no me gustaría conocer a uno de ellos, se nota que son orgullosos.

    —Si.

    —¡Chicas! —se sobre saltaron ante el gritó del rubio que abrió la puerta de golpe respirando agitadamente— hay problemas, los Uchihas han pedido conocer a todas las jovencitas del pueblo... y mi madre dijo que ustedes dos faltaban.

    Ambas abrieron la boca a más no poder y blanquearon los ojos. Kushina Uzumaki de Namizake era una mujer que las consideraba sus hijas, ellas también la querían mucho. ¡Pero hubieran deseado que se mantuviera callada! Tragaron en secó ante la idea, ya entendía por que la pelo roja se levantó de su asiento y le gritó a los ancianos, ella estaba hablando de ellas, no les replicaba como pensaron.

    —Lo siento, dije que ustedes no socializan con desconocidos —el rubio se sentó junto a ellas y sonrió— ¿Cómo está la abuela?

    —Si mamá te escuchara hablando te golpearía Naruto —comentó Sakura, lentamente miró a la puerta y sonrió— la luna está bella hoy ¿No?

    —¿Eh? ¿La luna? ¿Porqué dices eso Sakura chan? —preguntó el rubio sin entender lo que decía la pelo rosa menor que miraba hacía el cielo.

    —Al veces es bueno verla, es tan hermosa.

    —Eh... Shinku chan, ¿No crees que actúa raro? —interrogó tocando a la otra gemela que sonrió y negó.

    —Es normal, realmente está hermosa —dijo contemplando la luz de la misma que entraba por la puerta— Naruto, ¿Puedes ayudarnos con algo? —preguntó pensando en una solución para el problema de las telas.

    —¿Si? —dijo dudoso.

    —Necesitamos tela u ovejas, ¿Crees que pues comprar algunas por nosotras? Te pagaremos por supuesto —dijo Sakura— ¿Qué dices?

    —Que son unas tontas, no necesitó que me paguen, lo haré gratis. Además como agradecimiento de que me salvará al ultima vez cuando caí al agua —murmuró— por cierto. ¿Cómo lo hicieron? Digo, nadar tan profundo y lograr sacarme.

    Ambas hermanas sonrieron nerviosamente y padecieron al momento, creyeron que el rubio todavía no se acordaba del accidente que tuvo hace unos días atrás cuando casi se ahogaba en uno de los lagos profundos de la isla.

    Se miraron consternadas y dijeron al igual— Conocemos el bosque y cada parte de él. Es imposible que algo nos ocurra, sabemos aguantar muy bien la respiración Naruto.

    —Ya. Bueno tal vez sea mi imaginación, pero creí verlas brillar y tener... bueno... es imposible ya que no existen jejejeje, no me presten atención solo alucinó.

    —Se nota.

    —¡Oigan!

    —Jajajajajaja que gracioso Jajajaja tu cara Jajajaja.

    —Bueno tengo que volver sino papá se preocupará mucho. ¡Nos vemos luego chicas! —avisó saliendo de la casa y desapareciendo por el puente más largo que iba en dirección a su casa en la aldea.

    —Ufff mierda. Pensé que Naruto no lo había notado. Debemos tener cuidado para la próxima —murmuró Shinku sentándose mientras miraba a la puerta con preocupación.

    —Si. Es una suerte que sea muy tonto para no darse cuenta —comentó Sakura apoyándose en los codos mientras miraba hacía la ventana— ¿Quieres intentarlo otra vez?

    Shinku miró a su gemela y sonrió en aceptación. Pronto ambas salieron corriendo a toda velocidad por los puentes, luego, casi a punto de llegar a la cascada, se deslizaron por la cuerda que tenía las poleas que inventaron... o lo que sea como lo llamaran en otras islas.

    —Calicó —gritó Shinku soltándose y dejándose caer al agua que al entrar en contacto con ella su cuerpo comenzó a brillar como si fuera una estrella.

    —¡Sharanno! —gritó Sakura soltándose haciendo un giro impresionante en el aire y cayendo al agua brillando de igual manera de que ella— no me acostumbro a esto, ¡Pero es fantástico! —chilló alegremente.

    —Te lo creo —concordó Shinku moviéndose de un lado a otro.

    Ambas brillaban, resplandecían un brillo diferente una de la otra. En su caso, Sakura era rosado claro, mientras que Shinku era fucsia claro. Sus dos largas, delgadas pero fuertes piernas fueron reemplazadas por dos colas de pez que se asomaron por sobre el agua, ambas casi del mismo color que el brillo que las rodeaba... a excepción que eran oscuras. Sus cabellos se alargaron más de lo normal, como si fueran esponjas al tocar el agua, pero no lo sentía pesado, de hecho era muy liviano.

    Como camisa tenían dos concha de mar grandes que cubrían sus pechos, semejando un tipo de camisa demasiado corta con tirantes de perlas blancas y rosadas sujetas al cuello y espalda.

    —Jajajaja que divertido... podría nunca salir de aquí —dijo Sakura zambulléndose en el agua para luego salir y en el aire crear un C y volver al agua.

    —No hagas eso... me chapoteas a mi —chilló Shinku mientras movía la cola de un lado a otro chapoteando a su hermana que la imitó al instante.

    —Es demasiado esplendido. Nunca creí que fueran ciertas las leyendas sobre sirenas.

    —Si. Mamá realmente nos sorprendió ese día. ¿No?

    —Si.

    Ver como su madre brillaba dorado y como una larga cola de pez amarilla oscura se mecía sobre el agua fue un shock total. Especialmente con el crecimiento de sus cabellos y la pequeña camisa de concha de mar que llevaba. Su madre era hermosa bajo la luz de la luna.

    Ella le mostró como ser una, según, al día siguiente, por tener la mayoría de edad, se transformarían y quiso decírselos para que no se asustaran.

    ¿Pero asustarse? ¿Por eso? ¡Si amaban el mar como nunca, ¿Cómo podrían?! Al aprender a hacerlo constando le casi toda la noche, no salieron hasta que su madre despertó ya que se había dormido poco rato después de haberles dicho como hacerlo a voluntad propia.

    ¡Fue la mejor experiencia de todas! ¡Y aun lo seguía siendo!

    —Mmm Sakura —llamó— ¿Si mamá es sirena... porqué no se fue de la isla después de haberse recuperado o... ahora? —preguntó Shinku deteniendo su nado de espalda mirando a su hermana que estaba dando zambullidos.

    —Mmmm no lo sé. ¿Le preguntamos?

    Ambas salieron del agua con piernas, se secaron y tomaron sus ropas que estaban tiradas en el suelo, las cuales se quitaron antes de subirse a la cuerda y tiraron antes de caer al agua. Hablaron por el camino sobre lo fácil que sería irse de la isla por el mar, nada se lo impedía. Eran curiosas por naturaleza.

    —¡Mamá! —gritaron al entrar al mismo tiempo— yo gané. No yo. yo. Tks bien las dos.

    Había hecho una apuesta de quién llegaba primero. Siempre la hacían, así que era natural para ellas correr cuando estaban a un puente de su casa, pero como siempre, llegaban al mismo tiempo que no sabían quién era la ganadora.

    Su tía Shizune las recibió durmiendo, así que guardaron silencio y se deslizaron dentro de la cama de su madre. Una que lograron hacer con tela, tablas, algunas hojas y algodón. Muy difícil por cierto. Cuando llegaron a la altura del rostro de su madre le tocaron la mejilla para despertarla, lo cual... hizo.

    —¿Qué pasa? ¿No pueden volverse sirenas? —preguntó con voz apagada y cansada.

    —¿M-Mamá? —preguntó Sakura preocupada.

    No se oía como su madre. Ella siempre era alegre y efusiva borracha o no. Pero ahora. Ahora se oía como si estuviera muriendo, ambas se miraron un poco más y movieron a su madre que chilló con el mismo cansancio.

    —¡Tía Shizune! —gritó Shinku levantándose y corriendo a la cama de su tía que se despertó sobresaltada.

    —¿Qué pasa? ¿Porqué gritas?

    —¡Mamá! ¡Mamá no responde! ¡No está bien!

    —¿Qué?

    —¡Tía, hermana! —se oyó la voz de Sakura gritando desesperada.

    Ambas fueron con Tsunade y ella. A Sakura la encontraron moviendo a su madre llamándola, mientras que Tsunade... ella... estaba alumbrando. No era el brillo dorado que les había mostrado, era uno blanco como la nieve. Sakura chilló horrorizada cuando sus manos pasaron a través de su madre.

    —¡¿Q-Qué e-está pasando?! —gritó mirando a su tía que cubrió su boca con ambas manos y cayó de rodillas llorando fuertemente.

    —¿Porqué? ¿Porqué decidiste irte ahora? ¿Porqué? Ellas te necesitan... te necesito... ¿Porqué? —comenzó a preguntar con dolor mientras lagrimas corrían por sus mejillas— Tsunade sama, no puede irse. No puede dejarnos.

    —¿I-Irse? ¿H-Ha dónde? ¡¿Ha dónde se irá mamá?! —gritó Shinku zarandeando a su tía ya que no podía tocar a su madre que lentamente comenzaba a desaparecer brillando— ¡No! No te vayas, no lo hagas, por favor. ¡No!

    —¡Mamá! ¡No! ¡No por favor! ¡No lo hagas! ¡Vuelve!

    —¡Tsunade sama!

    El brillo blanco desapareció por completo... al igual que el cuerpo de Tsunade que se volvió diferentes puntos blancos de tamaños no similares. Shizune abrió sus ojos a más no poder y ahogo el llanto abrazándose a si misma mientras sollozaba en silencio con la frente contra el suelo. Sakura y Shinku abrieron sus ojos a más no poder y gritaron al mismo tiempo.

    —¡¡¡No!!!

    El eco de la fuertes voces que se oyeron proviniendo del bosque estremeció a más de uno, todo aquel que estaba dormido se levantó con los ojos abiertos a más no poder y la respiración agitada, otros que iban en proceso volvieron en si de la misma manera. Y los que no se sobresaltaron temblando de pies a cabeza.

    En la casa del jefe. Él y su familia no pudieron sostenerse pie cuando cayeron al suelo en cuatro temblando deliberadamente. Naruto en especial, había reconocido esas voces al unísono. Las había escuchado tantas veces que no podría confundirse. Pero su cuerpo solo se estremecía y temblaba sin responderle.

    En la casa que se le dió a los Uchihas. La casa de visitas. Los cuatros hombres habían estado sentado alrededor de una mesa que sus subordinados llevaron, pero al oír el grito no pudieron sostener sus copas, las cuales terminaron sobre la mesa derramando todo el Nino que había en ellas.

    Kakashi respiraba agitadamente sintiendo una fuerte opresión en el pecho. Sasuke se sostuvo de la mesa evitando no perder por completo el equilibrio. Sai cayó sobre la mesa y buscaba la manera de respirar por que no podía hacer lo, el aliento le faltaba. E Itachi no podía moverse. Estaba completamente paralizado.

    El gritó de las dos voces que no lograron distinguir provoco eco, tanto que incluso los subordinados de los Uchihas en el barco comerciante cayeron todos al suelo, se despertaron o no podían moverse mientras temblaban sin excepción alguna.

    El viento comenzó a soplar con fuerza como si se estuviera llevando con él algo. Luego la ráfaga paró en seco y no hubo más viento. Nada. Los animales no hacían ruido, el agua no causaba choques contra las rocas, los arboles dejaron de moverse... el silencio reino por toda isla estremeciendo aun más a todos.

    —¡¿Qué está pasando?! ¿Porqué ha desaparecido? ¡¿Porqué?! —gritó Sakura golpeando la cama de su madre llorando.

    —¡No! ¡No! Mamá... ¡Mamá!

    Shizune sollozo y como pudo moverse abrazó a las dos chicas que al sentir sus brazos se desplomaron sobre ella llorando fuertemente gritando por su madre, que volviera, que no podía dejarlas. Gritaron, lloraron y llamaron a Tsunade el resto de la noche.

    Para cuando salió el sol, ambas estaban sollozando pero sin lagrimas. Ya no podían más. Sus cuerpos estaban inmóviles sobre el duro suelo de madera, era la primera vez que lo sentía de esa manera, duro, frío, seco. Apretaron las manos sollozando con la poca voz que les quedaba, sus gargantas estaban secas, sus ojos estaban secos... sus voces... sus voces eran ahogados llantos de dolor que quedaban en lo más profundo de sus pechos sin salir.

    Shizune estuvo el resto del día acariciándoles el cabello con lentitud esperando que se calmaran. Utilizándolo como excusa para calmarse así misma y buscar alguna manera posible de decirles lo que sabía, lo que Tsunade una vez le comentó.

    —Su madre —comenzó al verlas que cerraron los ojos mordiéndose los labios, cuando los abrieron miraron sus ojos negros— su madre se fue, ¿Lo saben no? Es una sirena, al igual que ustedes. Ella debía irse, no podía soportarlo más. El dolor de la perdida —detuvo sus caricias y sollozo lo que no hizo durante la noche cuando se dedicaba a ser el pañuelo de lágrimas de sus sobrinas— las sirenas se vincula con sus pareja... su madre perdió a su padre en esa tormenta, ella estuvo a punto de morir la misma noche que mi tío la salvo... ella se iba a morir, pero ustedes... entonces ustedes lloraron...
    +*+*+*+*+

    Este es el final del segundo capitulo. Como verán el primer capitulo no se específica. No es un Error. prefería ponerlo así para luego hacer la secuencia como debería ser a partir del segundo como ven. Gracias y Besos.
     
    Última edición por un moderador: 20 Noviembre 2015
  5.  
    Sakuro

    Sakuro Guest

    ¡¡¡¡Waaaa muchas gracias a quienes leen y ven mi historia!!! desu
    es un gran placer poder escribir esto, ¡Disculpen el retraso estaba ocupada! estoy saliendo de vacaciones, así que antes de que termine procuraré subir algunos capítulos más. ¡Por qué iré de viaje durante las fiestas! espero me perdonen por ello, pero subiré en cuanto llegue, ¿Vale? (¡no me maten onegai!)

    sin mucho más que decir, ¡Disfruten mucho!

    Capitulo 3. ¡Atrapadas!

    Habían transcurrido dos días. De los cuales, Naruto estaba muy preocupado cuando intentando llamar a las gemelas o encontrarlas en la casa. No pudo hacer. No conocía le bosque en su totalidad, solo conocía esa parte donde estaba la casa, nada más. Minato también había notado la ausencia de las dos chicas. Por lo general hubieran traído suministro o por comprar alguno que ellas no tenían en ese momento. Estaba demasiado preocupado, el grito de las dos noche anterior había asustado a toda la aldea, tanto que pedían que el bosque fuera quemado y con el las mujeres que fueron engendradas por el mismo demonio.

    —¡Pero que gran bobería! Ellas son iguales a nosotros, son seres vivos. ¡No haré nada! ¡Todos tienen prohibido acercarse al bosque o intentar algo contra él, quién rompa está regla será sentenciado a muerte.

    Fue lo que dijo en esa ocasión. Restregó su rostro un poco y miró a su esposa que estaba haciendo la comida con tristeza, ella también podía sentir la falta de la presencia de las dos pelo rosas. Pero quién más feliz se veía, era Karin. Una de las que apoyó que el bosque se quemara y a la cual castigo severamente cuando la vio guardando algunas cosas para intentar quemar el bosque.

    Que suerte que la descubrió antes de que hiciera algo. O su hija moriría.

    Pero quienes si le preocupaban aun más no era esas dos chicas. Ella sabían cuidarse solas, ¿Pero los Uchihas? ¿Qué haría con ellos? Les prometía que conocerían a las dos gemelas el día de la fiesta. Ellos no habían insistido, agradecía su amabilidad, pero sabía que o sería para siempre.

    Su mirada viajo hasta la ventana más cercana y suspiró. Tenía que encontrar la manera de hablar con las dos gemelas y preguntar sobre su estado. Había escuchado a su hijo maldecir más de una ocasión del por qué habían gritado de esa manera tan aterradora. Aun no se creía que ambas gritaran así, pero... no todo en ellas era muy normal que ese diga, además que el bosque podía causar suficiente eco para poder escuchar esos tipos de gritos hecho dentro de él.

    —Maestro —la voz profunda de Kakashi lo sacó de su ensoñación. Kushina lo saludo apenas con la poca alegría que tenía. El se levantó y le cabeceo avisándole que saldría un rato lo cual entendió la mujer que se despidió con un sutil beso en la mejilla.

    Al salir se encontró con los Uchihas reunidos. Lo sabía. No sería por siempre.

    —Ufff lo prometí, os dije que conocerían a todas las jovencitas de esta isla, pero debo advertirles, no conozco el bosque de la muerte como ellas. Podríamos perdernos en él y correr gran peligro. No se cuando podríamos salir de él, si lo hacemos —dijo seriamente.

    Al parecer los jóvenes no le tomaron importancia alguna, puesto que pidieron sus cuchillos, soga y suministro de comida y bebida para dos o tres días. Asintió y entró a su morada avisándole a su esposa lo que haría, ella se mostro asustada y sorprendida, pero no le dijo nada en reproche, a cambio le sonrió forzadamente y le dijo que volviera para un baño caliente y una buena comida.

    Así mismo. Ese día se pusieron en marcha, cuando entraron al bosque la aldea entera los despidió rezando por ellos. Y así. Así llevaban al menos ochos horas perdidos en el bosque sin rumbo fijo, los Uchihas planearon marcar los arboles por donde pasaban para no caminar en circulo, pero era inútil. Aunque no volvían a ver los arboles, no podían encontrar ni un pequeño riachuelo.

    —¡Joder!

    Todos se detuvieron en secó y miraron a los lados buscando al dueño de la voz que oyeron. Minato no podía creerlo, era la voz de su hijo, su hijo estaba en el bosque. Su hijo entró solo al bosque. Solo. Sin nadie. Sin avisar. Solo. Su hijo.

    —¡¿Porqué diablos no vienen?! ¿Qué les pasa? ¿Porqué no vienen Sakura, Shinku? —todos se miraron extrañados. La voz de Naruto no venía de los lados... sino de arriba— ¡Mierda!

    Cuando todos subieron la mirada. Vaya sorpresa. Una casa. Se podía confundir por un árbol con muchas hojas... pero desde ahí podía ver al rubio que salió y caminaba de un lado a otro profesando maldiciones una y otra vez. Pero la mayor sorpresa no solo era la casa, no. Eso no. Sino los diversos puentes que fueron encontrando uno tras otros unidos a los arboles.

    ¿Cómo no pudieron darse cuenta antes?

    Viéndolo de lejos, era fácil confundirlos por arboles. El bosque era lo suficientemente frondoso para no dejar que la luz del sol entrara por completo. Claro. Ahí estaba el secreto, ver hacía arriba era ver el cielo, buscar un poco de luz solar, por lo que no se fijan en los puentes que se camuflaban con las hojas grande de los arboles.

    —¿C-Cómo... e-ellas...

    La pregunta quedó a aire. Especialmente cuando Naruto los vio al momento en que golpeo la baranda de madera con fuerza— ¿P-Papá?

    Los Uchihas buscaron con la mirada alguna posible escalera para subir, pero no había nada. El rubio se tallo los ojos un momento y volvió a mirarlos. Minato furioso estuvo a punto de gritarle al rubio cuando el mismo bajo por una especie de soga... que no había visto.

    —¿Qué hacen aquí? ¿Cómo llegaron? No eso no. ¿Cómo lograron encontrarme? Es imposible, nadie conoce este camino —farfulló rápidamente.

    —Naruto —llamó Kakashi tratando de asimilar del todo lo que veía— ¿Quién...

    —¡No pueden estar aquí! Deben irse. Ustedes no deben estar aquí. Lárguense —gritó el rubio saliendo corriendo para alejarse de su padre y los Uchihas.

    —¡No escaparas! —gritaron Sasuke y Sai que fueron tras el rubio. Mientras que Itachi comenzó a ver con más detalle el lugar donde estaban.

    —Sino me equivoco, eso es una escalera —dijo señalando a un árbol tan grueso y rodeado de hojas.

    Los dos mayores miraron el mismo árbol, efectivamente en el habían algunas tablas separadas con gran diferencia. Itachi fue el primero en subir con agilidad impresionante y su visión del bosque... desde la casa. Fue aun más sorprendente que verlo desde abajo. Minato y Kakashi al llegar también quedaron en shock por ello. Más puentes. Fuertes y bien creados, también había cuerdas, especie de nidos grandes en algunos arboles con bancos de madera. Desde ahí podían ver todo el bosque sin restricción alguna.

    —¡Sueltame Teme! ¡Sueltame! —gritaba Naruto con molestia. Los tres se giraron hacía un punto donde vieron al rubio con los dos Uchihas. Sasuke lo obligaba a caminar con la cuerda que ató a su cuerpo y Sai era el custodió para evitar que se escapará— ¡Te digo que me sueltes...

    Una fuerte cachetada se oyó. La mejilla de Naruto se pinto de roja y sus ojos se abrieron a más no poder— ¡Uzumaki Naruto, ¿Qué significa todo esto?!

    Era la primera vez que su padre le golpeaba. Era la primera vez que levantaba su mano contra él. Miró a los ojos azules de su padre, no estaba furioso, sino preocupado y aterrado. Sintió un fuerte vacío en su pecho de dolor y bajo la cabeza apenado.

    —Lo siento —dijo— pero no puedo decirte. Se los prometí.

    —Pues evidentemente si lo hiciste —replicó Minato— pero ya lo he descubierto. De la peor manera. Así que comienza a hablar Naruto.

    —¡No puedo! ¡Hice una promesa! No puedo traicionarlas, no puedo —decía el rubio llorando— se los prometí, que las protegería... que nunca revelaría su secreto... ¡Se los prometí!

    —¡Me debes una explicación Naruto! Estos puentes van hasta la aldea y otras partes del bosque. ¡¿Porqué no me contaste sobre ellos?!

    —¡¿Qué no entiendes de que se los prometí?!

    —¡Soy tú padre, Naruto!

    —No llegaremos a ningún lado sin gritamos, será mejor calmarnos un poco y hablar civilizadamente. No podemos alterarnos por algo como esto.

    —¡Son mis amigas! Además que ustedes no deberían estar aquí en primer lugar.

    —¡Lo mismo que tú jovencito!

    —Te ignoraron —dijo Itachi a Kakashi que suspiró resignado. Eran padre e hijo. ¿Qué se podría hacer?

    —Debemos saber a donde van estos puentes, ahí varios caminos, Sasuke ve por el izquierdo, Sai el que tienes detrás, Itachi ve por aquel que tiene una cuerda encima, iré por el que está detrás de la casa, ya sabes que este del frente va la aldea, de aquí puedo ver al mar —comentó Kakashi.

    Los Uchihas asintieron y comenzaron a caminar pero Naruto les gritó— ¡No pueden ir! ¡No pueden!

    —¡Tú no te muevas! Vayan, yo hablare con esté niño y le enseñaré unas cuantas cosas —ordenó Minato con enojo— ¿Te ha quedado claro Naruto? —interrogó sujetándolo fuertemente del brazo impidiendo que se moviera.

    —¡¡¡Suéltame!!! —gritó forcejeando con fuerza. Minato sin poder ver otra salida lo golpeo haciéndolo perder la consciencia. Con la mirada pagada mirando a su hijo en el suelo le dijo a los Uchihas.

    —Espero que estén bien.

    Después de eso los Uchihas se fueron cada uno por el puente que les señaló Kakashi. Minato aun no podía creer eso, siempre creyó que el bosque era un lugar muy peligroso y que solo Dan había logrado vivir en él con su nueva familia. Siempre creyó que corrían un peligro mayor al de ellos y que vivían de manera poco saludable. Pero viendo todo lo que hicieron. Viendo como era el bosque. ¿Cómo pudieron ocultarle tal realidad?

    —Eres un tonto hijo mío. Pude ayudarles.

    Mientras tanto. En la cascada. Shinku disfrutaba de un baño. Se había despojado de sus ropas hace un buen rato, sentir la cálida agua durante esa hora era gratificante. Especialmente por que en ese momento el viento no soplaba. Solo fue en momento que escuchó como algo pesado y fuerte caminaba por el puente que iba hasta ese lugar. No pudo evitar mirar hacía él y mayor sorpresa se llevó al ver casi a lo lejos a uno de los pavos reales acercándose corriendo.

    —¡Estoy como sirena!

    Rápidamente se zambullo en el agua y nado hasta la parte de la cascada donde habían rocas grandes perfectas para cubrirla. Se pego lo más que pudo a ella para evitar ser vista. Pero algo realmente revelador de se olvido... su ropa.

    El moreno aterrizó en el suelo al descubrir la soga y la escalera en uno de los arboles. Realmente esa conexión de puentes y sogas eran sorprendente. Se había encontrado algunos que no llevaba a ningún lugar especifico donde poder encontrar a una persona. Encontró un viñedo de fresas, moras salvajes, algunos mangos, uno que otros arboles de Nino y un gran suministro de animales como gallinas, cochinos, pavos y cabras.

    —¿Cómo consiguieron todo esto? —preguntó al aire mientras tomaba la ropa que estaba en el suelo con cierta burla. Habían encontrado a una de las mujeres del bosque— vamos, responde es de mala educación dejar hablar solo a una persona.

    Shinku al verse descubierto tuvo que dejar quieta su cola. Su madre le dijo que no podría volver a ser sirena o humana si una persona estaba cerca de la cascada, en aguas cerradas como esa, que era un lago. El agua brillaba al momento de la transformación sin importar el tiempo, fuera de día o de noche. El lago brillaría cuando se transformara.

    —Vamos ven por favor. Quiero hablar contigo —dijo el moreno sentándose en una de las rocas cercanas mientras buscaba con la mirada a la dueña de dichas prendas en sus manos. No podía decir que eran hermosas, de hecho diferenciar mucho con las ropas de la mujeres de la aldea— ¿No vas a venir?

    —¡Tú tienes mi ropa, no puedo salir desnuda! —abrió sus ojos a más no poder al oír la voz de la dueña. Se preguntó donde estaría, puesto que no prestó mucha atención y no sabía si respondería.

    —Entonces esperaré aquí hasta que decidas salir —comentó tratando de hacerla hablar nuevamente. No se oía como una salvaje chica del bosque. Claro que no. Sonrió pensando que posiblemente descubrió el mayor hallazgo. No se iría.

    —¡No puedo salir, tú tienes mi ropa! —replicó ella nuevamente. Su mirada viajo hasta las rocas al otro lado del lago, ciertamente no podría ir a él si no era por los puentes, el lago era lo suficientemente gran para permitir que ella escapará cuando tratara de rodearlo.

    —Hmp yo te daré la ropa si tú aceptas conversar conmigo —propuso el moreno a Shinku que frunció el ceño ante eso. No podía salir. No podía.

    —¡Oe, eso no es un trato justo! Sigo en las mismas —chilló con molestia.

    —Jajajaja los Uchihas no son conocidos como los mejores comerciantes de la isla por no reconocer una oportunidad de oro al verla. ¿Qué dices?

    —¡Qué no puedo salir! ¿Qué no entiendes pavo real presumido? —el moreno se sorprendió un poco pero sonrió divertido. Era la primera ve que le llamaban así.

    —Bien, sino puedes salir... entonces yo iré a ti —dijo quitándose la ropa divertido.

    —¡¿Qué?! ¡No puedes! ¡Soy una chica y no me conoces! —gritó aterrada Shinku mirando su cola de pez— oh dios mío no, no. ¿Qué hace ese aquí? ¿Qué hace aquí?

    —No me iré. Hasta conversar contigo.

    Escuchó como el agua creaba ruido cuando el moreno entró al lago. Su respiración comenzó a acelerarse cuando por su cola, podía sentir al moreno nadar bajo el agua. Su madre había dicho algo sobre eso, ellas podían sentir las vibraciones del agua, así podrían protegerse de otros que no fueran conocidos encontrando un lugar para esconderse.

    —¡Estoy desnuda y nunca he estado con un chico antes así! ¡No puedes venir aquí! —gritó con desesperó buscando la manera de alejarlo.

    Se hundió un poco en el agua cuando escuchó a la misma como si alguien saliera de ella. El moreno se recostó en la roca sin llegar del todo al lado de la chica, pero estaba justo en lo que era toda la entrada y salida de ese pequeño espació.

    —Bueno ya estamos aquí. ¿Qué dices? ¿Hablamos? —preguntó cruzándose de brazos. Era sin duda la primera vez que conocía a una chica de esa manera. Particularmente todas iban a él, no al revés.

    —¡Pero si tú eres quién ha venido ha obligarme, no creo que tenga opción sino me dejas salir! —replicó la chica.

    —Hmp. Cierto. No tienes opción —la pelo roso frunció el ceño y maldijo su boca. El moreno se rió y dijo— me llamo Itachi. Uchiha Itachi. ¿Cómo te llamas tú?

    —Se quien eres... pavo real. No te diré quién soy —dijo firme.

    —Entonces deberé entrar de todo en donde estás y ver quién eres, ¿No? Así podría conocerte y obligarte a decirme tú nombre.

    —¡No puedes!

    —¿Es un reto?

    —¡Shinku, Haruno Shinku! —reparó hundiéndose más en el agua por que no confiaba del todo en el chico, desde donde estaba podía ver uno de sus fuertes brazos— demonios en lo que me he metido por querer ser sirena. ¡Joder!

    —Bien Shinku. No te vi en la fiesta de hace dos días, ¿Porqué? —preguntó.

    —¿Qué no te lo dijeron esos estúpidos ancianos o las chupas sangres chillonas? —el moreno encarnó una ceja, ¿Así se refería a los aldeanos? Era divertido— Tks. Bien. Como sea. Si te lo han dicho o no, te lo digo. No me gustan esas fiestas de pavo reales, mucho menos una que son para tres pavos reales presumidos, ¿Contento?

    —Hmp. La esposa del jefe dijo que otra cosa.

    —Si. No tenemos modales. Eso lo sé. Odiamos esas fiestas, en todo el sentido de la palabra.

    —Mmmm ¿Porqué no asistieron a la ceremonia de llegada? Vi a todas las jovencitas presentes de la aldea, excepto ustedes, aunque aun no se como son tu hermana y tú. ¿Son dos gemelas cierto?

    —¿Cómo lo sabes? —preguntó sorprendida por ello.

    —Mi mayordomo logro verlas en ciertos lugares... además que logre ver dos destellos rosados antes, ¿Ese es el color de sus cabellos?

    —¿Y si es así que? ¿Te irás?

    —No. Me quedaré por que me llama mucho más la atención lo exótico. Y tú sin duda lo eres —el moreno sonrió de lado mientras veía por el rabillo del ojos cierto leve destello, no pudo evitar reír aun más— te tengo —pensó pasando una mano por sus cabellos.

    —Eres un tipo raro —gruñó ella— yo quiero irme, tengo frío, hambre y debo volver a casa —mintió— debo buscar la manera de alejarlo. Debo irme lo más pronto posible —pensó ella tratando de buscar alguna salida, ir por debajo no era factible por dos opciones y una de ellas no era confiable. ¡Ninguna lo era!

    —¿Sabes que es lo más interesante de ti? —salió un poco del agua para escucharlo mejor pero no se acercó a la salida, podría ser descubierta— que aún estando con alguien de tu misma especie no puedas saberlo.

    El moreno entró en el pequeño espacio mientras brillaba de un colo rojo sangre, en vez de piernas tenía un larga cola de pez más oscura que el brillo que lo rodeaba, sus cabellos estaban sueltos sobre sus hombros y pecho formado.

    —¿T-Tritón?

    Sonrió de medio lado viendo completamente como era la pequeña sirenita que se había encontrado. Ciertamente era exótica. Demasiado exótica. Era la primera vez que veía una de color rosado, especialmente con cabellos del mismo color. Se recostó en la roca de lado mientras la veía, era un poco más pequeña que él, por el brillo sabía que apenas había cumplido la mayoría de edad, su cuerpo era perfecto como toda sirena, pero lo que caracterizaba en ella, y la diferenciaba de las demás, a excepción de una prima lejana que tenía. Era sus pechos.

    —¡¡No me veas así pervertido!! —gritó Shinku cubriendo sus pechos con enojo. Agitó su cola un poco y se hundió en el agua para tratar de huir del chico por debajo.

    Ya no había algo que la restringiera. Si era igual que ella. Que importaba ya. Lo rodeo rápidamente cuando casi llegaba al fondo, era buena nadando por que siempre lo hacía, desde niña, tanto su hermana como ella habían tenido una obsesión por el agua muy grande. Ya entendía por que.

    Cuando salió a la superficie estuvo a pocos centímetros de lograr tomar su ropa y salir. Pero sin sentido alguno fue hundida al agua otra vez, chilló de dolor un poco al sentir como su aleta fue aprisionada por las manos del moreno. Diablos que tenía fuerza. Buscó zafarse de su agarre pero se fue imposible cuando logro sujetarla por la cadera.

    —Te tengo.

    —¡Suéltame! —chilló molesta golpeando su pecho, pero ciertamente era ella quién más se lastimaba— Hmp es muy duró —mofó presionando para alejarse del moreno que sonrió divertido por sus pequeños esfuerzos.

    —Puedo estar todo el día en esto, al menos claro... ¿Qué desees parar? —murmuró a su oído.

    La pequeña sirena se estremeció y tembló al momento. Itachi recordó el gritó de terror de la dos noches anteriores, todos supieron descubrir que pertenecían a sirenas que lloraron la muerte de una de ellas. Recordando eso miró a la exótica chica y preguntó.

    —¿Quién de las tuyas murió?
    +

    Sakura estaba recolectando leña en la mejor zona del bosque. Esa parte era la que tenía los arboles más fuertes y grandes que de vez en vez dejaban caer sus ramas secas perfectas para recolectar. Estaba tarareando una canción cuando escuchó que algo grande cayó en secó contra el suelo.

    Tomo su cuchillo de la cintura y se preparó por si fuera un jabalí. Cuando dió el golpe hacía atrás fue envestida con fuerza contra el primer más cercano, la leña se había caído hace rato. Tembló al momento de sentir el gran cuerpo presionando el suyo. No era un jabalí.

    ¡Sino un hombre!

    —Te encontré, molestia —trago en secó al oír su voz. Diablos. ¿Qué iba hacer?

    Se removió para tratar librarse de él, pero el moreno golpeo sus piernas con la suyas y las separó. Como era más alto sus pies dejaron de tocar suelo cuando presionó más contra ella elevándola. Su espalda iba hacer un campo de hematomas para más tarde.

    —M-M d-duele —dijo con dolor al sentir que la aprisionaba cada vez más.

    —Te lo mereces por esconderte de mi. ¿Qué clase molestia hace eso?

    —¡Deja de llamarme molestia Sharanon! —gritó furiosa levantando el rostro quedando justo a la altura del rostro del moreno. Era el de cabellos azabaches, el pavo real engreído.

    —Hmp, ¿Cómo te llamas molestia?

    —No te lo diré —replicó molesta por como le llamaba. ¡Ni lo conocía y le decía así!

    —Bueno... no te dejaré ir —susurró el moreno hundiendo el rostro en el cuello de la chica que tembló ante el tacto de la nariz del chico con su piel.

    —N-No hagas eso.

    —¿Porqué? Sino me dices lo que quiero lo haré —propuso sujetando con una sola mano las manos de la chica que aun tenían el cuchillo y con la otra la sostuvo de la cadera— ¿Y?

    —Tks bien. Sakura, me llamó Haruno Sakura.

    —Hmp, realmente eres una molestia, una molestia rosada —chistó mirando el cabello corto de la chica, era la primera vez en ver a una chica de cabellos de ese color. Color rosado chicle— molestia, ¿Qué edad tienes? —preguntó al recordar cierto gritó.

    —Eso no te importa. ¿Cómo lograste llegar aquí? —mofó Sakura.

    —Hmp.

    —Qué comunicativo —susurró con enojo, la sonrisa del moreno se hizo más grande cuando lo notó, el brillo de día como humano era escaso. Pero aun estaba presente.

    —Perfecto, eres igual que tu cabello, vamos. Te llevaré conmigo —la cargó sobre su hombro como costal de papa.

    —¡Oye, bájame, bájame! —gritaba Sakura golpeando la espalda ancha del morena que se burlo por sus fallidos intentos de escape.

    Con habilidad logró subir a los puentes, era más rápido ir por ahí que por debajo. La pelo rosa estaba de igual sorprendida, logro subir sin que dejarla caer o que se lastimara. Se rindió en el camino de golpearlo, maldecirlo o pedirle que le baje, era inútil.

    —Bueno está bien, tú ganas. ¿Qué deseas pavo real engreído? —el moreno se acomodó a la pelo rosa en el hombro y le dio un nalgada— ¡Oye abusador!

    —Tú culpa molestia, por haberme llamado pavo real engreído.

    —¡Pero si lo eres! ¡Oye! ¡Serás... bueno bueno ya deja de darme nalgadas que no te he vuelto llamar así —dijo quejándose de sentir los leves golpes— eres un salvaje —otro— ¡Oye!

    —Molestia.

    —Solo bájame puedo caminar sola, me molesta que me cargues de está manera —comentó con enojo tomando por el hombro al moreno para bajar, pero este no la soltó, sino que le volvió a dar una nalgada— ¡Auch!

    —Te dije que te quedarás quieta. Partiré tu trasero en dos si sigues así.

    —¡A que también eres un bárbaro! ¡Suéltame!

    —Hmp.

    —¡¡Ayuda!! ¡Un pavo real engreído me secuestra! ¡Ayuda! ¡Tía, Shinku! ¡Ayúdenme! —comenzó a gritar al ver que no podría ella sola contra el moreno. Definitivamente no podría, era mucho más fuerte y grande.

    —Hmp molestias haces mucho ruido. Abajo —la dejo en el suelo y le bloqueo la salida con su cuerpo— bien, podemos hacerlo a mi manera o a la tuya, ¿Qué dices?

    —Que no confió en los desconocidos.

    —Hmp eso puedo arreglarlo —dijo el moreno levantándose junto a la pelo rosa aun sin soltarla— me llamo Uchiha Sasuke. Y se que sabes por que estoy aquí, así que nos saltaremos esa parte y me responderás algo —tomo a la chica sobre su hombro nuevamente, no pudo evitar sonreí cuando chillo por eso— ¿Quién fue la sirena que ha muerto para que tú y la otra sirena gritaran de esa manera hace dos días?
    +*+*+*+*+

    ¡Bueno hasta aquí el final! ¡Espero os haya gustado! nos vemos desu.
     
  6.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    Hola, por fin pude leer las otras dos partes, la historia se pone interesante en este AU, el Naruto ni idea de lo que hacía xD y bueno, supongo que pronto empezarás con el romance. Has mejorado narrando, me alegro por eso y espero te diviertas en vacaciones :3
     
  7.  
    Sakuro

    Sakuro Guest

    ¡Hola! Vengo a dejarles la conti de la historia. jejeje, bueno como dije antes, creo que tendré solo chance de subir dos capitulos más a parte de este. así que espero los disfruten mucho. @George Asai , gracias por tu comentario, ¡Y gracias a todos los que leen! ¬¬ se que también les gusta la historia, se que también les gusta. jejejej bueno sin mucho más que decir, disfruten.

    Capitulo 4. El hombre de la mascara... ¿Demonios? ¡¿Quienes?!

    Ciertamente Shizune se estaba preocupando, sus sobrinas no había llegado a la hora que dijeron y la comida ya estaba lista. Se acerco a los cables en la cocina y tiro de todos para saber en cual de todos los lugares del bosque estaban esas dos. Posiblemente Sakura haciendo algo o destruyendo arboles y Shinku comiéndose las frutas o inventando un nuevo nido base. Como llamo a las tan dichosos lugares que utilizaban para vigilar o pasar el rato, incluso para dormir fuera si era posible.

    —Uff esas dos. ¿Cuanto tiempo más tendré que esperarles? —bufó cruzándose de brazos.

    Decidió ir a buscarlas posiblemente en el río. De seguro estaban ahí como sirenas y no escuchaban las no se que de llamado que ellas misma inventaron. Los cables de los que tiro antes estaban unidos a una especies de ramas que golpeaban algo de metal y así ellas sabían que eran llamadas desde la casa. Pero no había aparecido aun cuando las jalo todas.

    —¡Sakura, Shinku, ¿Dónde están?! —gritó desde la entrada... sin darse cuenta de cierto pelo plata recostada en la pared leyendo un libro— ¡Niñas! —gritó otra vez cruzándose de brazos.

    —No es posible que puedan escucharlas o que vengan si ellos las han encontrado. Pero tengo curiosidad, ¿Qué hace una humana conviviendo con un par de sirenas? Es muy raro.

    Shizune se aterró al oír la voz a su izquierda. Cuando volteo a mirar al hombre dueño de la misma se estremeció de saber que era el mismo que se había encontrado en el mercado cuando llegó a la aldea, se hizo pasar por una lugareña pero desapareció en cuanto el hombre se alejo con Naruto que llegó para salvarla.

    —Yo.

    —¿C-Cómo... tú... aquí? —se tropezó con el marco de la puerta golpeándose un poco pero le resto importancia— y sabe sobre la existencia de las sirenas... sabe sobre las niñas. Oh dios no —pensó aterrada.

    —¿Porqué no entramos y hablamos? Puede que sus dos chicas estén seguramente lidiando con alguno de los míos ahora mismo —abrió sus ojos a más no poder ante eso. No podría ser así. Sakura y Shinku nunca podrían bajar la guardia de esa manera, eran muy buenas luchando— ¿Qué dice?

    Suspiró al saber que no tenía opciones, ya había encontrado la casa, era posible que supiera de los puentes y posiblemente del resto de los lugares escondido para refugios— Pase.

    —Gracias. Es un hogar muy acogedor y lindo. ¿Quién lo construyó? —preguntó intrigado, más o menos conocía la manera del diseño de la casa.

    —Mi tío Dan, murió hace muchos años. ¿Qué desea y que hace aquí? —preguntó ocultando los nervios mientras iba a la parte de la cocina por té.

    —Mmmm hay muchas cosas impresionantes, es diferente a las casa de los aldeanos, es de madera, está en los arboles, tienen mesa, sillas, chimenea, ventanas, puertas de escape, habitaciones separadas, baño y una extensa gama de recursos para vivir cómodamente durante toda la vida.

    —¿Qué? ¿Cómo supó...

    —Mientras usted terminaba la deliciosa comida que ha preparado, me tome el atrevimiento de ver el lugar. Realmente es hermoso y sorprendente. ¿Cómo lograron hacerlo?

    —Usted no responde a más preguntas... me interrumpe.

    —¿Pero no acaba de responder una?

    —¿Eh? ¡Eso no era una pregunta formulada completamente! —gritó.

    —Ya. ¿Puedo comer algo? Realmente tengo hambre, recorrer este laberinto de puentes es realmente agotador.

    —Incluso sabe sobre los laberintos de puentes. ¿Qué tanto esté hombre llegó a descubrir? No puedo creer que lo sepa, y ha dicho que los suyos, ¿Será cierto eso? Entonces eso explica que esas dos no... hayan llegado aun —pensó mirando hacía la puerta abierta y varios puentes.

    —A la final, los puentes todos están conectado a esta casa que es la base principal, realmente es inimaginable que hayan logrado hacer este tipo de cosas dos chicas.

    —Eh? Bueno, Sakura y Shinku son realmente inteligentes, y mi tío les enseñó todo lo que sabía, así que no me sorprendió cuando comenzaron a crear todo esto de los rumores que llegaban de las otras islas.

    —Mmm ¿Rumores, eh? —se sentó en la mesa y apoyó las manos mirando fijamente a la pelo negra de ojos negros que le servía comida— ¿No me negará la comida?

    —¿Negársela? ¿Porqué? Aunque sea un extraño, no lo puedo negar, ha dicho que tiene hambre ¿No? Pues bien tengo un motivo para alimentarlo, además... si no se come pronto se enfriara —comentó cubriendo especies de ollas... que eran de piedra.

    —¿Cómo logras calentar esas ollas? —preguntó interesado en ello.

    —No es muy fácil, pero ellas dos han logrado hacerme la vida un comodín. Así que solo debo hacer las cosas sin mucho tiempo, una vez caliente puedo hacer lo que quiera, pero me gusta más hacerlo a la antigua, es más fácil —comentó sirviendo en otro plato... que por cierto eran taparas secas.

    Sonrió ante eso. Se le había olvidado que no todos tenían las mismas costumbres que la isla de los Uchihas. Especialmente esta que no le daba la bienvenida a las cosas nuevas, entre ellas... los platos o cubiertos.

    —Tome —se sorprendió de ver... cubiertos. De madera, pero eran cubiertos. Miró a la pelo negra que se sentó delante de él sonriendo— no me he presentado, soy Shizune, mmm es raro pero... ¿Nos conocemos de antes?

    —Hmp ¿Shizune? ¿Eres la sobrina de Dan Haruno, cierto?

    —¿Eh? ¿Cómo sabes eso? —el pelo plata sonrió divertido. Ella no lo recordaba, bueno he de darle crédito solo la vió un par de veces cuando niño y luego se marcho.

    —Soy Hatake Kakashi. Mi padre fue muy amigo de tu tío.

    —Mmmm ¿Eres de aquí? Es raro, pero bueno no importa. ¿No me vas a contar cómo llegaron o descubriste los puentes?

    —Mmmm no. Es un secreto —dijo recordando a cierto rubio gritando algo sobre una promesa— él es igual a Öbito, que interesante —dijo para si mismo mirando los modales finos de la pelo negra comiendo con cubiertos— ¿Quién... creo estos cubiertos?

    La mirada oscura de ella se apago y el cubierto que iba a llevar a su boca se detuvo a mitad de camino. Kakashi entornó la mirada, había tocado una fibra sensible, y algo le decía a gritos que tenía que ver con el terror que sintió hace apenas dos días cuando escucho el aturdidor gritó de dolor.

    —¡Bájame ahora mismo! —gritó Sakura a todo pulmón— ¡Sasuke bájame, me duele el culo de tantas nalgadas! ¡Qué dejes de darme nalgadas Uchiha!

    —Hmp si sigues gritando así, no lo haré —se escuchó a Sasuke con diversión.

    —¡Auch!

    —Jajajaja eres una molestia divertida.

    —¡No es divertido que me estés dando nalgadas!

    —Si lo es.

    —¡Ahhh eres imposible, bájame, bájame! —chillaba la pelo rosa forzando el agarre del moreno sobre ella.

    —Hmp. ¿Está es tú casa?

    —¿Qué? ¿Cómo la encontraste? ¡Pero si has dicho que os encontraríamos con tu mayordomo!

    —Hmp y no mentí molestia, Kakashi está aquí. Mira bien el suelo del puente.

    —Mmm ¿Un cordón rojo? ¿Eh? ¡¡¿Quéééé?!! ¡Eso sirve como rastreador! ¡Es imposible! ¡Tía Shizune! ¡Tía Shizune está ahí! ¡¡¡Tía!!! —gritaba Sakura forcejeando aun más el agarre del moreno hasta el punto de desequilibrarlo y caer al suelo sobre él.

    —Molestia.

    —Lo siento.

    —¿Eh? ¿Sakura? —se oyó la voz de Shinku— ¡¡Haruno Sakura que significa ésto, alejate de ese pervertido pavo real presumido!!

    —¡Eso lo he estado haciendo todo el tiempo, pero es imposible! —chilló Sakura.

    —¡T-Tú también! ¡Ahhh no, suéltame Itachi! —chilló Shinku al sentir como sus caderas fueron rodeadas por el brazo del moreno que mordía una manzana.

    —Hola tonto hermano menor, veo que has logrado encontrar lo que buscabas. ¿Kakashi está aquí? —preguntó Itachi recostando su mentón en el hombro de Shinku que enojada trató de alejarlo.

    —Hmp comadreja, veo que también lo has conseguido —el moreno se levantó del suelo y dijo— si está aquí, probablemente dentro de la casa. Por cierto, ¿Cómo lograste llegar? Yo he seguido el cordón que Kakashi dejo en el camino.

    —Hmp me ha traído está pequeña.

    —¡Qué no soy pequeña pavo real! —chilló Shinku sonrojada a más no poder por como le decía el moreno que era más alto que ella.

    —Ano... ¿Porqué trajiste a ese pavo real aquí? —preguntó Sakura.

    —Por que, era eso... o —Shinku se sonrojo a más no poder y desvió la mirada con vergüenza.

    —¡Aja, ¿O qué Shinku? ¿O qué?! —reclamó Sakura al ver la reacción de su hermana.

    —N-Nada. Nada. De todos modos, entremos seguro la tía debe estar dormida... o algo.

    —¡No cambies de tema!

    —¡No lo hago!

    —Yo Itachi, Sasuke —se escuchó una voz intrusa. Los morenos sonrieron y vieron al pelo plata recostado en el marco de la puerta. Kakashi miró detenidamente a las gemelas que le miraban como si fuera un bicho raro— son lindas. ¿Entran? Tengo hambre y aun no como lo que Shizune me ha servido.

    —¡¿Qué?! ¡Esa es nuestro almuerzo! —chillaron las dos pelo rosas entrando de golpe haciendo a un lado a Kakashi que se sostuvo de milagro o caería de la casa— ¡Tía, ¿Porqué ese otro pavo real comerá nuestra comida?! No es justo, nosotras también tenemos hambres, esos pavos reales nos atraparon, ¡No es justo! —le chillaron a Shizune que sonrió nerviosamente divertida ante eso. Era la primera vez que veía a esas dos tan hiperactivas.

    —Hmmm realmente son lindas... ¿Ya se han decido? —preguntó Kakashi mirando como Shizune trataba de calmar a las dos jovencitas que negaban darle alimento— son unas demonio —pensó ante eso.

    —Su madre —susurraron ambos hermanos— ha muerto hace dos días.

    El viento sopló en el instante que Kakashi se volteaba para mirarles al rostro. En la mirada de Sasuke e Itachi se reflejaba la indignación y molestia de haber logrado y al mismo tiempo no sus objetivos.

    —Ya veo —no pudó evitar recordar la reacción triste de Shizune antes de que llegaran los chicos— entonces la madre de ellas fue quién hizo los cubiertos. Y murió hace dos días... los gritos. Fueron ellas —se dijo sin apartar la mirada de las mujeres. Dos de ellas lloraban creando calumnias que posiblemente algunas si se creía contra él y los dos Uchihas que bufaron ante eso.

    —¡Tienes que salvarnos! ¡Son los demonios! —dijeron ambas.

    —¡Mi trasero está dolido, por tantas nalgadas! ¡No permitas que se me acerque! —chillo Sakura tocando su trasero un poco. Realmente le dolía.

    —¿Eh? ¿Tú trasero? —preguntó Shizune.

    —¡Eso no importa! ¡Mi pobre cadera! ¡Ese monstruos no me soltó mi pobre cadera! ¡Mira incluso tiene marcas de manos, mira! —chilló Shinku mostrando las marcas de dos firmes manos en sus caderas.

    —¿Eh? ¿Tus caderas? Esperen niñas...

    —¡¡¡No permitas que se queden!!!

    —¡¿Eh?! Pero... pero yo.... yo no... ¡¡Yo no se que hacer!!

    —Diles que se vayan.

    —Pero... no soy hombre, no podré correrlos.

    —¡Entonces hechale agua caliente para que se vayan!

    —¡Eso es peligroso!

    —¡¡Waaa mi trasero va a sufrir y partirse en dos si no se van waaa waaa quiero se vayan!!

    —Mi pobre cadera.... mi pobre cadera. ¡Tía Shizune que se vayan waaa son malos! ¡Malos!

    Kakashi miró a los Uchihas que tenían un tip de enojo sobre el ojo. Itachi trataba de fingir indiferencia, aunque fuera realmente malo cuando algo le interesaba tanto. Mientras que Sasuke si tenía una mueca de molestia. Los llantos de las hermanas gemelas continuaron mientras se abrazaban a su tía alegando más calumnias contra sus alumnos.

    —¡Y a ese pavo real enmascarado también corre lo, que se vaya! —chasque la lengua. Esas mocosas.

    —Ya, ya. Esperen un segundo a que asimile todo... ¿Si? —propuso Shizune tocando su frente un poco mareada por toda la información que recibida de sus queridas sobrinas que lloraban.

    Sonrió a las gemelas que bufaron un poco pero aceptaron, después se fijo en los tres hombres en la entrada. Realmente era un problema que debía resolver. Suspiró y se sentó en la silla nuevamente pensando en la mejor manera de negociar que se marcharan.

    Su mirada se encontró con la de Kakashi que sonrió. O eso creyó ella. No podía diferenciar muy bien las expresiones del hombre con esa mascara, cuando se fijo en su sobrinas ellas estaban chillando entre murmullos mientras buscaban algunas taparas para comer.

    —Lo haré yo, siéntense.

    —¡Si! —gritó Sakura aplaudiendo como niña.

    —¡Ok! —aceptó Shinku con media sonrisa.

    Realmente ambas eran como dos niñas pequeñas. Negó divertida ante eso, cuando se trataba de estar con ella, las dos eran sus niñas. Sirvió la comida y miró a los tres hombres que no se había movido del balcón de la entrada.

    —Ustedes también entren, seguramente deben tener hambre. Es medio día —dijo mirando por la ventana al cielo— el sol está en su punto, Ufff es muy raro que lograran atraparlas, son muy buenos —pensó ignorando los chillidos de sus niñas— ¿Eh? ¿Decían algo?

    —¡No nos escuchaba! —dijeron ambas con desanimo contra la mesa.

    —¡Sakura y Shinku Haruno en la mesa se respetan los modales para comer, sienten sen bien! —les ordenó a ambas que lo hicieron de inmediato disculpándose con ella, miró fijamente a los tres hombres que entraron mirando la casa con curiosidad— ¿Qué esperan para sentarse? ¿Van a comer no? Ahora ahí, ahí y ahí —dijo los puestos mientras los señalabas— y si llego a escuchar una queja.

    —Ninguna, lo prometemos de corazón —dijeron las gemelas asustadas por la cara de asesina de Shizune, que luego cambio a una sonriente— da miedo... mucho miedo —pensaron las hermanas haciendo una mueca de terror.

    Después del almuerzo donde mayormente no hablaron más que para pedir alguna cosa, todos salieron al balcón para mirar el bosque. Al menos los hombres, las dos gemelas se quedaron en la cocina ayudando a su tía con los trastes.

    Hablaron un rato entre ellos sobre las construcción y las pequeñas sorpresa que encontraron durante sus infiltración en el bosque. Se podría decir que al menos 20 o 30 arboles servían como base temporales para vigilancia, la casa donde encontraron al rubio menor, seguramente era donde se encontraban con él. Esa parte. ¿Las palabras del rubio fueron una burla hacía ellos?

    Él evidentemente sabía sobre ello. No dijo nada. Pero... dijo algo sobre una promesa. Eso significaba que las gemelas decidieron mantenerlo en secreto. Los puentes evidentemente como dijo Kakashi, todos estaban conectados a la casa principal. La cual era esa. El laberinto que dijo se extendía por si eran descubiertas por otros, una muy buena trampa.

    Lastima que ellos no eran cualquiera.

    Se sorprendieron con los animales a dos o tres metros debajo de la caja, no tenían vacas, caballos, ovejas o perros. Pero si tenían otra extensa gama de animales, cochinos, algunos zorros, gallinas, cabritas. Y que decir del estanque bajo tierra de madera con peces.

    ¡Esas chicas eran unos genios!

    Nunca habían visto tales inventos para mantener su comida cerca y resguardada. Y eso ultimo se debía a la maya de púas que se levantaban al rededor de cada corral para los animales. Los mantenían alejados de las cercas y a los depredadores también.

    Magnifico. Simplemente magnifico.

    —¿Qué hace aquí? Pensé que se habían marchado —los tres se giraron hacía Shizune que cerraba la puerta— Sakura y Shinku están planeando las próximas cosas que llevaran al pueblo lo que traerán, pronto hará frío y... ellas ya no son pequeñas para cubrirse con estas frazadas —comentó burlesca mirando las dos frazadas un poco gruesas pero pequeñas dobladas sobre sus ante brazos.

    Kakashi toco ambas frazadas después de pedir permiso con la mirada— Es algodón, ¿Quién las hizo? —preguntó interesado. Muchas cosas iban descubriendo de esas mujeres.

    —Yo, aunque ellas también saben tejer, pero no les dejo hacerlo.

    —¿Porqué?

    Shizune hizo una mueca de horror y luego se rió divertida para decir— La última vez crearon una sola frazada entre ellas con todo el algodón que obtuvieron, pero no resulto, no podían cubrirse las dos con él. Así que se lo dieron —la pelo negro cubrió sus labios y negó— bueno no importa, ¿Partirán a la aldea? Llevare estas frazadas a Kushina san para que me las intercambie por algunas cosas que puedan servirnos.

    —Hmmm. Podría no hacerlo —comentó Sasuke tomando ambas y dándole una a Itachi que sonrió— traeremos algunas que tenemos... por lo que hicimos —murmuró señalando a las dos gemelas que estaban mirando desde la ventana y luego se agacharon.

    —Realmente. No les haremos nada —comentó Itachi.

    Shizune se sonrojo un poco al verse descubierta en su mentira. Suspiró y dijo a la casa— ¿Qué dicen ustedes? Son suyas después de todo.

    Ambas hermanas se asomaron por la puerta desconfiadas de los tres varones— ¡Lárguense!
     
  8.  
    Sakuro

    Sakuro Guest

    Título:
    Mi Molestia y Mi Pequeña. ¡Sirena!
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    3893
    HOLIS!!! e aquí el próximo capitulo. esperó os guste. Besos.

    Capitulo 5. Un problema que traen decisiones.

    Las jovencitas y sus madres tenían rodeado a Kakashi que deseó en esos momentos marcharse. O estar preferiblemente, y lo más posible, con los mocosos bribones en el bosque tratando de “ver” a las exóticas chicas que en todo lo posible huían de ellos.

    Habían vuelto al día siguiente, tuvieron que quedarse durante la noche cuando llovía de improvisto. Cuando lo hicieron, se encontraron a Sai. Se habían olvidado por completo del pobre chico que no dijo nada, solo sonrió alegando que nada en la isla llamaba su atención. Lo cuál era en todo cierto. Sai no le prestaba ni la más mínima atención a cualquiera niña de la isla o las dos exóticas chicas. Las cuales por cierto, dijo él que fueron las culpables de haber obtenido el chichón en su frente por un mango... y la mejilla roja por el golpe de una piedra.

    —Por favor, por favor, no tienen que ser tan ruidosas —dijo aturdido por los gritos de cada una de ellas. No hallaba más que decir o que hacer para alejarlas— por favor.

    —¡Señoritas! —se oyó la voz demandante de Kushina que recién salía de su casa. En la cual por cierto se quedó Kakashi durante la noche para hablar con el rubio sobre la muerte de Tsunade Haruno. Eso tomo por sorpresa a la familia completa. Pero no a la aldea que hizo una fiesta después de que Minato avisará.

    —Yo, gracias —comentó Kakashi relajándose un poco al ver como su salvadora hizo callar a todas con una sola reprimenda— bien, haber. Los Uchihas tomaran... una decisión hoy al ocaso —era hora de acabar con esto.

    Sino se decidían, debían marcharse a otra isla o a la suya para que se casen con sus primas cercanas. Aunque eso ultimo lo dudaba. Esas chicas eran un fuerte dolor de cabeza y muy chillonas.

    —¿Y donde están ellos? —preguntó a gritos Karin que había arreglado su cabello perfectamente y puestos sus mejores ropas, quería tener una cita con algunos de ellos y demostrarles lo bien que podría ser tenerla como esposa.

    —Han...—miró a los arboles más cercanos y suspiró al ver a las dos gemelas exóticas. ¿No deberían estar con los bribones?

    —¡¿Han qué, Kakashi?! —preguntó con desesperó Tayuya. Que por cierto era algo así como su prima lejana.

    —Ya me cansé, ¿Quieren una respuesta? Esperen a que ellos decidan darla. Todas ustedes son muy bellas pero realmente vuelven loco a cualquier hombre, me voy. Y si tienen algo que decir, no lo digan —replicó al ver a Shizune seguir a sus sobrina.

    Al parecer las tres iban a la aldea, pero que no estuvieran con Sasuke e Itachi era raro. Muy raro. Se alejo un poco molesto y con un fuerte dolor de cabeza. Esas mujeres y sus hijas realmente era... ¿Cómo había dicho Sai? Mmm no se acordaba.

    Se fue a la playa, tenía que ir al barco y ver que sus subordinados no estuvieran armando escándalo alguno. Gran sorpresa fue ver a los todos los bribones reunidos hablando entre ellos sentados sobre las rocas tirando piedras.

    —Esos idiotas —murmuró pensando que era posible que alguna persona los viera.

    Se subió a la canoa y remo hasta donde ellos. Era una lastima que no fuera igual a ellos, pero no era algo que realmente deseara. Cuando llegó le miraron, pensó que dirían algo, pero solo desviaron la mirada nuevamente hacía el barco tirando piedras.

    —¿No dirán nada? —dejó los remos de lado— ustedes no pero yo si. Tenemos que irnos.

    —Hmp lo sabemos, hemos tardado más de lo debido aquí —comentó Itachi serio.

    —¿Qué harán? —preguntó. Miró a Sai por un segundo e imagino que ni él tenía la respuesta— he dijo que darán sus respuesta en el ocaso, será mejor que piensen bien lo que dirán por que será una decisión crucial para ustedes.

    —¿Realmente necesitas que te confirmemos lo que ya sabes Kakashi? —gruñó Sasuke.

    —Hmmm bueno, han venido a la isla, se dio el informe de que buscan novia. ¿Qué creen que deben hacer? —interrogó con ironía— Sai. ¿Alguien...

    —No —dijo el chico. Kakashi se sorprendió. Era la primer vez que negaba sin agregar algo estúpido o irónico.

    —Bueno entonces prepare a los hombres, nos marcharemos para mañana al medio día —avisó.

    Los Uchihas estuvieron a punto de dar una respuesta en evidente reclamó, pero oyeron como el agua chapoteo como si algo realmente grande hubiera caído al mar. Se giraron al saber que venía detrás de ellos, y por que Kakashi se levantó de la canoa con la mirada llena de horror.

    —¡¡¡Tía!!! —se oyó el gritó de las gemelas pronto.

    Shizune había caído al mar.

    Detrás de las gemelas se encontraban dos ancianos con un grupo de madres e hijas que reclamaban a las dos exóticas chicas algo. Desde ahí no podían oírlo, pero ellas parecían realmente molestas.

    Ellas golpearon a varias personas antes de saltar por el acantilado brillando en todo su resplandor, era la primera vez que veían un cambio desde los aires. Cuando el agua creó eco los aldeanos chillaron y luego sonrieron burlonamente.

    Los Uchihas se levantaron de inmediato entrando al agua. Estaban en una zona un poco profunda, así que podían cambiar sin ser vistos. Kakashi también entró, estuvieron buscando a las tres mujeres unos minutos cuando el olor a sangre llegó.

    —¡Aguanta tía Shizune! —gritó Shinku que tenía a Shizune sujeta por un brazo y el otro era por su hermana.

    —Esos malditos... me las ha pagar —gruñó Sakura.

    Amabas hermanas estuvieron a punto de salir a la superficie cuando ellos se los impidieron. Kakashi y Sai llegaron quitando a Shizune de sus manos, ellas gruñeron por eso mostrando sus instintos protectores, pero volvieron a interponerse.

    —Las ayudaremos, pero no pueden salir así. Será un peligro para ambas —dijo Itachi mirando como kakashi se forzaba por darle aire a Shizune boca a boca. Era la primera vez que se quitaba las mascara— Sai llevate los de aquí, Sasuke y yo nos encargaremos a partir de ahora.

    El pálido asintió y se marcho sujetando a los dos humanos por las caderas creando un tipo de abrazo. Pronto agito su cola y salió disparado hacía mar adentro, iría al barco y necesitaban curar a la pelo negra que estaba mal herida.

    La voz no termino de correrse por la aldea sobre que las hermanas y su tía intentaron huir de la isla en un suicidio desde el cabo. Naruto casi ahorcaba a su propia hermana cuando lo dijo con felicidad, el rubio se había molestado lo suficiente como para dejarles marcas casi moradas en el cuello de Karin.

    —¡Eso es imposible! Ellas no lo harían, no por algo tan absurdo. ¡Tú o alguien hizo algo! Ya verás Karin... no te quedarás impune a ésto —fue lo gritó antes de salir corriendo.

    Minato miró a su hija con decepción y dijo— No se en lo que me equivoque al criarte, pero a partir de ahora seré yo quién de las ordenes, te casaras no con un Uchiha, ese será tú castigo, está liberada de cualquier futuro acuerdo nupcial, hasta que yo lo diga.

    —¡Pero..

    —Silencio —ordenó Minato. Miró a su esposa con dolor— nuestra hija no tiene valores, ¿Te puedes encargar por favor de sus clases a partir de ahora Kushina? No quiero que nadie del pueblo intervengan, si tenemos que volver a cría a Karin, lo haremos.

    —No te preocupes cariño. Lo haré —confirmó Kushina tomando a Karin del brazo— te vienes conmigo, a partir de ahora no hables sino se te ordena...

    —¡Pero ma...

    —¡Silencio!

    Minato vio a su esposa e hija irse. Se lamentó haber tomado tal decisión, pero ya no estaban en sus cabales. Llamo a una reunión después de enterarse que los Uchihas ayudaron a las Harunos y que Naruto estaba con ellos.

    Todos estaban reunidos murmullando los felices que serían a partir de ahora que las demonios se marcharían. Frunció el ceño ante eso. Era su casa en la que estaban. No iba a permitir nada de eso en contra de las Harunos, se había cansado de todo eso.

    —A partir de ahora, todas la jóvenes de esta isla, están liberadas de cualquier acuerdo nupcial que los Uchihas puedan hacerles —estuvieron a punto de decir algo cuando golpeo el piso con su bastón de jefe— todos en está isla hemos cometido errores, el mio ha sido dejar que se hagan con la burla y humillaciones de mujeres que fueron obligadas a vivir... en la peor parte de la isla. Por eso. Sus hijas serán nuevamente educadas, mostraran valores que hagan de orgullo en nuestra isla y no la deshonra.
    <<Los acuerdo nupciales que los hombres de está isla hicieron, serán hablados con solamente los padres de las jóvenes, tanto madres y hijas estarán bajo las ordenes de mi esposa. Si alguien llegase a negarse, serán enviados al mar y exiliados de la isla.

    —¡Pero Minato sama no puede hacer eso! —replicó una de las mujeres más ancianas del lugar con molestia— esas mujeres nunca...

    —He dicho lo que he dicho, soy el jefe y las decisiones que tomo son la ley. Señora Haruka, siempre la considere como una madre, pero no permitiré que más crímenes se comentan. Si los Uchihas no aceptan a ninguna de sus hijas aceptare ésto como un orgullo para nosotros y si lo hacen, negaré cualquier oferta, es una deshonra para mi, para está isla. ¡Qué sus habitantes se comporten como crueles bárbaros contra ellos mismos!

    Todos hicieron silencio bajando la cabeza. Era la primera vez que el rubio se mostraba realmente enojado. Se levantó de su silla y salió de su casa haciendo de esa su ultima palabra. Se detuvo a mitad de camino cuando se encontró con las gemelas y los Uchihas de frente.

    —Yo...

    —Gracias. Tío Minato —dijeron ambas abrazándolo.

    Siempre le agrado que lo trataran como si fuera parte de su familia. Que le dijeran tío después de todo lo que no hizo por ellas. Correspondió el abrazo con cariño y escuchó los sollozos de ambas chicas.

    Se había enterado que Shizune estaba mal, logro lastimarse lo suficiente como para estar a punto de perder la vida. Aunque aun se preguntaba... ¿Cómo fue posible que la estabilizaran? Miró a los Uchihas sobre los hombres de las hermanas y lo que vio en sus miradas.

    La decisión fue tomada. Pero ni cuentan se habían dado.

    —Necesito hablar con ellos. ¿Pueden dejarnos a solas? —preguntó separándose de las hermanas que asintieron.

    —Yo las cuidaré mientras —dijo Naruto con seriedad, con él tenía una bolsa. Era la suya, su hijo noto que la miró y dijo sonriendo con frialdad— me iré a vivir al bosque, Sakura y Shinku necesitan ayuda con el y me ha gustada la casa principal.

    —Naruto.

    —Por favor padre. Déjame hacer esto.

    —De hecho te iba a decir que no te sobre exigieras a ti mismo y que cuidaras de ellas —comentó alborotando los cabellos rubios de su hijo que negaba que hiciera eso— Uchihas.

    —Hmp.

    Las gemelas se marcharon con Naruto ya que iban a mostrarle el gran misterio detrás de la casita de reuniones furtivas. El rubio había aceptado sin mucha replica irse a vivir con ellas, de hecho, fue él quién lo propuso. Los tres hombres los vieron desaparecer entre los arboles como si nada, Minato se volvió hacía los Uchihas con la mirada sería y dijo.

    —Antes que digan algo, se lo que dije al principió de su llegada. Pero ahora, les pido que por favor acepte que me niegue ante su petición nupcial con las jovencitas de la aldea, ellas no son aptas para tenerlos como esposos, merecen más que niñas sin valores y modales —inclinó un poco la cabeza esperando la respuesta de los morenos.

    —De hecho Minato san —dijo Itachi haciendo que el rubio levantara la mirada— tenemos algo que pedirle— la sonrisa del rubio apareció, un poco triste y dolida, pero mostraba la felicidad que siempre le rodeaba.

    —Puedo saber de que se trata. Pero antes... ¿Ellas lo saben, verdad? —Sasuke mofó y se cruzó de brazos— Ufff será realmente un problema, no creo que acepten.

    —Lo sabemos.

    —Hmmm tal vez pueda ayudarlos, pero no creo que sea muy influenciable en ellas.

    —Lo sabemos.

    —¿Están dispuestos a perderlas? —interrogó firme mirando los ojos oscuros de los morenos que mostraron preocupación y un poco de dolor ante eso.

    —Lo sabemos.

    —Bien. Iré con ellas.

    El rubio se inclinó un poco y se marchó hacía el bosque, mientras que Sasuke e Itachi iban al barco, Kakashi y Sai estaban con Shizune en una de las habitaciones del mismo. La pelo negra estaba despierta gracias a las medicinas del mar que llevaron con ellos, debían agradecerles a su madre, sin ella no hubieran podido salvar a la mujer.

    —¿Cómo está? —preguntó Sasuke al entrar y ver a la mujer un poco pálida pero consciente.

    —No puedo decirte, acaba de despertar y lo primero que ha dicho es que quiere ver a sus sobrinas —comentó Kakashi— ¿Saben donde están?

    —Con el Dobe en el bosque y su padre.

    Shizune pareció escucharlo y sonrió un poco ante eso. Estaba acostada y el sueño le cansaba. Kakashi le cambio el pañuelo en la frente y miró a los Uchihas hermanos un momento, con la mirada envió a Sai fuera de la habitación, lo que el chico entendió por que se marcho de inmediato diciendo que necesitaba dibujar a su futura esposa.

    —¿Qué desean de ella? —preguntó seriamente a la altura de los Uchihas que sonrieron al saber que él se dio cuenta.

    —Ufff seremos... directo señorita Shizune —dijo Itachi dando un paso dejando que la mujer lo viera por completo— ¿Queremos saber que considera justo como una dote por la mano de Shinku y Sakura Haruno?

    Minato había llegado milagrosamente sin perderse entre los puentes a la casa principal. Agradecía que aun había un cordón rojo sobre el suelo para guiarlo. La voz de su hijo no se tardo en oír, al igual que la apenas audible de Sakura.

    —Jajaja vamos Sakura chan, ¿No crees que sería mejor?

    —¡Claro que no Baka!

    —¡¿Eh?! ¡¿Porqué?! Es un plan genial, así no tendría que vivir en su casa. Y tendría la mía propia —replicó el rubio malcriado.

    —¡Naruto eso lleva mucho tiempo! ¿Dónde te quedaras?

    —En la casa que hicimos.

    —Es pequeña. No entrarían las maderas cuando llueva o no podrías ni mantenerte vivo por un día.

    —¡¡¿Eh?!! ¡Sakura chan eso es cruel!

    Sonrió ante eso. Su hijo comenzaba hacer un hombre. Debía pensar una manera posible para mantenerse cerca de él, Naruto siempre fue libre de hacer lo que quería, pero él quería saber todo sobre él. Era su hijo y como padre debía protegerlo.

    Toco la puerta llamando la atención de los dos jóvenes que se callaron, cuando abrieron la puerta sonrió un poco al verlos sorprendido— ¿Puedo pasar?

    —¡Claro ''ttebayo!!

    —Si, Shinku está alimentando a los animales.

    Miró hacía abajo. Efectivamente la pelo rosa mayor estaba dando de comer a los animales, ni se había dado cuenta de él. Entró a la casa y bebió el té que preparó Sakura para todos después de llamar a su hermana cuando dijo que necesitaba hablar con ellas.

    Shinku se sentó junto a su hermana y Naruto a su lado. Que ellas tuvieran lo mismo que él. Vaya que fue una sorpresa. Pero era hora de que comenzara a aceptar que... tenía que adaptarse a cierto cambios en sus costumbres.

    —Se que su madre... ha fallecido —las dos bajaron la cabeza, Naruto estuvo sorprendido por varios segundos mirando a sus amigas pero él evito que dijera algo— y que ahora su tía está en un estado crítico para su salud. Pero he venido aquí para... saber si están dispuesta a que yo las adopte temporalmente mientras los Uchihas están aquí.

    —¿Eh? ¿Sasuke e Itachi? ¿Qué tienen que ver ellos? —preguntó Sakura levantando la mirada sorprendida. Naruto seguía en shock mirando a sus amigas que le sonrieron un poco con tristeza, eso era lo que querían decirle. Por eso ellas decidieron que era mejor esperar a que terminaran de hacer sus deberes. Su abuela había muerto.

    —Bueno, ya saben sobre la propuesta nupcial de ellos —las dos se miraron un poco ceñudas— ellos han tomado la decisión, y como son parte de la isla, deben estar presente cuando se haga la reunión para el aviso que será hoy al ocaso.

    —P-Pero.... ¿Porqué debemos ir? ¿No elegirán a alguna de la aldea? ¿Qué paso? —preguntó Shinku levantándose mostrándose asustada y enojada al mismo tiempo.

    —He prohibido que cualquier jovencita de la isla acepte acuerdos nupciales, todas serán nuevamente educada por mi esposa Kushina —las dos gemelas abrieron los ojos a más no poder mirando al rubio.

    —¿N-No nos i-involucra también? —preguntaron.

    —No, he dicho todas las de la aldea, en si sería las chicas de la isla, nunca mencione nada sobre las jóvenes del bosque.

    —¡Pero padre eso significa que...

    —Exactamente. Que los Uchihas pueden pedir sus manos en matrimonio.

    —¡¿Qué?! —gritaron los tres chicos tirando el té sobre la mesa.

    —¡Oh dios, no! —la menor de las dos limpio rápidamente antes de que se corriera por completo. Mientras que Naruto tomaba los vaso que llevó con él.

    —Tío Minato... ¿Porqué nosotras? No somos agraciadas como su hija o...

    —¡No se comparen con alguna de ellas! —gritó Minato con molestia— ahora mismo, tanto mi hija, mi sobrina o cualquier niña de está isla, en la aldea, son una deshonran para mi y nuestra isla. Ustedes siempre han sido las únicas que realmente respetan la educación que mi esposa, su madre y su tía les han inculcado. Son diferentes a ellas niñas. No se crean menos, cuando son más.

    —¿Eh? Pero.. aun así... digo... yo no soy muy buena en la cocina, de hecho somos un horror en ella, tía Shizune siempre ha cocinado y cuando lo hacemos nosotras... simplemente es algo que no nos gustaría comprobar nuevamente —comentó Sakura mirando cierta parte de la cocina con un gran agujero... una gran ventana.

    —Oh, así que por eso la ventana más grande es esa —dijo Naruto.

    —¡No te burles, Naruto! —dijeron ambas sonrojadas.

    —No es mi culpa... Jajaja es gracioso saberlo Jajaja.

    —Grr grr chicos, no se desvíen del tema, por favor —dijo Minato calmándolos un poco, al menos las dos chicas que querían estrangular a su hijo.

    —¿Qué... pasa... si... nos negamos? —preguntaron.

    Minato suspiró, sabía sobre esa posibilidad— Actualmente, si los Uchihas se lo hubieran propuesto a Tsunade o Dan, quienes son sus padres, ustedes como sus hijas debían aceptar la decisión sin replicar —eso no les agrado nada a ellas. Les sonó más como si fueran objetos, Minato se adelanto a decir— con la muerte de su ambos padres, su custodia paso a Shizune, obviamente no necesitaron mi permiso por que lo tienen sin pedirlo, es su tía y el familiar más cercano que tienen en la isla. Pero con su condición actual... ella no puede sobre esforzarse, y ustedes no tienen a nadie más.
    <<Así que la decisión está en sus manos si desean o no casarse con los Uchihas. Shizune solo es un tutor temporal ya tienen 20, la ley dice que ustedes ya deberían estar casadas, Ufff, Karin tiene 19, tiene algunos meses más, todas son menores por un año a ustedes. Y son leyes de isla que son por igualdad.

    —Eso no me gusta —replicó Sakura.

    —Deben entender, que si Shizune no estuviera en su condición, podría negarse a la petición nupcial o aceptarla. Pero como se encuentra ahora, todo recae sobre ustedes. Por eso vengo a ofrecerme como tutor temporal.

    —Pero si se negó a que todas las chicas de la aldea se casaran... ¿No significa que solo quedamos nosotras para comprometernos con esos pavos reales presumidos? —preguntó Shinku cruzada de brazos— en pocas palabras... ellos ya han hecho la propuesta, ¿No es cierto, tío Minato?

    —Tan astuta como siempre —pensó Minato mirando a Shinku— no lo han dicho, pero tampoco me lo han negado. Es posible que lo hagan como es posible que no.

    —¿Osea un 90 a 10?

    —E-Exacto.

    —¿Si la tía Shizune... estuviera recuperada... y aceptara... nos casaríamos igualmente?

    —Ella tiene su tutoría, así que si. No pueden replicar si Shizune aceptara.

    —Demonios. Ellos le han dado esa bebida azul que recuperó sus heridas, posiblemente ahora esté despi...

    Shinku se levantó de su silla y salió corriendo al darse cuenta de sus propias palabras. La bebida que le dieron a su tía, Kakashi había dicho que recuperaría a su tía en pocas horas, que sus heridas estarían sanadas y cerradas, pero que habría efecto de sueño. Solamente eso. Su tía seguramente ya había despertado.

    —¡Y ellos no están aquí! —gruñó para si misma corriendo a gran velocidad saltando algunos puentes ignorando los gritos de su hermana o Naruto que apenas podían seguirle el paso.

    Llegó a la aldea rápidamente. Salto fuera de ella sin importar que la vieran, corrió todo el camino hasta la playa, cuando llegó se encontró con los Uchihas bajando de una canoa. Kakashi venía con ellos. Su tía venía con ellos. Sasuke e Itachi estaban serios.

    —¡Traidor! —gritó balanceándose sobre Itachi y arremetiendo contra él cayendo al agua de golpe— ¿Crees que haces? ¿Cómo piensas en solo pedirle eso a mi tía en su estado? ¡Sin mi, sin mi hermana! ¡¡No somo objetos que puedan obtener con simples palabras!!

    —¡Shinku detente escúchame! —gritó Shizune abrazando a su sobrina por detrás antes de que golpeara aun más al Uchiha que no se defendía por la impresión seguramente— debes escucharme por favor.

    —¡Pero esté idiota... ¡Además estás en un estado crítico! ¿Cómo no pueden respetar eso? ¡Y como si fuera poco mamá murió hace una semana! ¡¿Qué creen que una semana es lo que estaremos aceptando el hecho que murió?! ¡No me jodan!

    —¡Shinku! T-Tú cuerpo, mira tu cuerpo, calmate, ¡Tienes escamas Shinku!

    La pelo rosa mayor estuvo a punto de gritar cuando se miró las manos. Garras. Escamas. Brillo. Miró a sus piernas, tenía escama por todo el cuerpo, pero... cayó al suelo de rodillas respirando con dificultad.

    —N-Necesita agua...—dijo Itachi levantándose del suelo, había recibido un golpe tras otro de la gemela mayor— nunca pensé que su fuerza sería así de monstruosa, me ha entumecido el cuerpo. ¿Qué tipo de sirena es ellas? —se preguntó mirando a Sasuke que estaba igual de sorprendido que él mirando a la pelo rosa— ¡Sus escamas desaparecieron!

    Shinku volvió a la normalidad cuando recuperó el aliento con todo el esfuerzo que hizo. Se levantó como pudo y se alejó de los Uchihas con los dientes apretados. Sakura apareció de la nada ayudándola a apoyarse y luego miró a Sasuke con enojo.

    —Aléjense. No queremos nada con ustedes, largo de la isla —bramó con molestia abrazando a su hermana por la cadera mientras miraba a su tía que estaba impresionada, pero no más que ella— ¿Estás realmente bien? No deberías de ponerte en pie siquiera.

    —Sakura, Shinku... necesitamos hablar.

    —Dime que no lo hiciste —murmuró Shinku sobre el hombre de su hermana— ¡Dime que no aceptaste las nupcias entre esos pavos reales traidores y nosotras, dilo! —gritó mirando a su tía con lagrimas recorriendo su rostros.
     
  9.  
    Sakuro

    Sakuro Guest

    Título:
    Mi Molestia y Mi Pequeña. ¡Sirena!
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    2653
    Capitulo 6. Huir es imposible. ¡El rompecabezas comienza!


    Es la costumbres que el novio siempre le otorgue al padre o madre de la novia una dote a cambio de la mano de la misma.

    Dos cofres de tesoros de marinos... como dote de bodas.

    Nunca antes una novia había sido tan altamente valorada en la historia de la islas. Era sin duda alguna el regalo más grande que pudieron haber ofrecido los Uchihas por las Harunos.

    Pero el problema era...

    —¡Shinku! ¿Sakura sabes donde está tu hermana? —preguntó Shizune con molestia a su sobrina.

    La menor la miró como si la hubiera lastimado grandemente y susurró con enojo— No lo sé. Y si lo supiera, no lo diría.

    —¡Sakura!

    —¡¿Porqué tenías que hacerlo?! ¡Aceptarlo? ¿Porqué? ¡Somos perfectamente capaces de protegernos a nosotras mismas, somo capaces de muchas más! ¡No necesitamos un esposo que nos cuide y nos proteja! ¡Muchos menos pavo reales!

    —¡Sakura! ¡Por favor basta, lo hago por su bien!

    —¡Él nuestro! ¡No queremos casarnos!

    —¿No? ¿Entonces que hará? ¿Quedarse a vivir en este bosque toda la vida hasta morir? ¿Ser las demonios de esta isla por siempre? ¡Deben tener una vida, mientras más lejos de aquí, mejor para ustedes!

    —¡Pero tú eres nuestra familia! No queremos, no queremos.

    —¡No quiero que me repliques más Sakura, es por tu bien y el de tu hermana! ¡¿Qué creen que son?! ¿Humanas? Por los dioses, ¿Aun no te das cuenta que tienen tres posibilidades de vivir? He hecho lo que mejor creí para ambas, y son según lo mis costumbres y leyes. ¡No pude negarme!

    —¡Claro que si! ¡Pudiste decir que no!

    —¡¡¿Querían acaso ser simplemente mujeres de cuerpo?!! —gritó Shizune aun más molesta que la pelo rosa que ahogo un chillido de horror ante eso. Mujeres de cuerpo. Aquellas que no tenían un esposo, sino que entregaban su cuerpo a cualquiera— eso es una de la posibilidades que pueda pasarles, no son humanas, ¿Creen que lo Uchihas son los únicos como ustedes? ¡Hay muchos más! ¡Y algunos con la mente corrompida!
    <<¿Qué no lo ven?. Es por su bien. No quiero que sean mujeres de cuerpo o esos fenómenos que la gente siempre exhibe para ganar dinero. Que se casen con los Uchihas según mis leyes y costumbres es una de las tres mejores, posible e imaginablemente opciones que tuve.

    —¡No digas eso! ¡No digas que es por opciones! Suena mal, no digas que por nuestro bien, suena de la misma manera. No somos objetos que puedan obtener solo por... ¡Por este tesoro! ¿Qué hay de mi sentimientos? ¿Qué de lo que pienso? ¿Qué hay de eso? ¿Y si no me gusta Sasuke? ¿Y si no quiero tener nada con él? ¡Nada! ¿Qué pasa conmigo? ¡¿Qué?!

    Ambas mujeres se miraron fijamente. Ninguna queriendo dar su brazo a torcer.

    Habían pasado pocas horas después de que Shizune no negó la pregunta de Shinku. Afirmando que había aceptado por sus bienestar. Eso había molestado mucho a ambas. Nunca les gustaron las leyes y costumbres de las isla, siempre parecieron como si le regalaran a un hombre un objeto que podía utilizar a su antojo.

    La puerta se abrió de golpe, ambas miraron a Shinku. Ella había desaparecido después de que volvieron a casa para calmarse y pensar en lo que estaba pasando, además que tuvieron que contarle a Naruto y Minato que eran, ambos se mostraron sorprendidos... pero no podían negarlo cuando Shinku y ella se habían escamados y brillado intensamente delante de ambos.

    Shinku no aceptaba nada de eso. Se había marchado a la cascada con ella pero luego desapareció y no tuvo de otra que volver a casa sola.

    —¿Estás bien? —preguntó Sakura un poco preocupada por su hermana que bajo la mirada al tesoro.

    —Ja... dos cofres de tesoros. ¿Qué somos? ¿El objeto más caro entre las islas?

    —Shinku, Sakura... no más —susurró Shizune con tristeza— no más. Aceptenlo. Deben hacerlo.

    —¡No soy un objeto!

    —¡Nunca nadie ha dicho que lo seas!

    —¡Pero me tratan como uno! Trayendo esto por mi mano... haciendo esto... ¡¿Porqué?!

    —¡¡Qué es por su bien!!

    —¡Pues no lo quiero! Prefiero morir a esto —ambas mujeres miraron detrás de Shinku a los morenos que llegaron sin aviso alguno. La mayor se volteo y gruñó con fuerza al ver a Itachi, los empujó para salir y dijo— lo hiciste bien Itachi, muy bien, viniendo a pedir hablar, siendo amable, atento y conversador, te la has inventado bien, fuiste amable no solo conmigo, sino con mi hermana, ¡Incluso mi tía! La salvaste, Jajaja todo para obtener como un vil objeto.

    —¡Shinku espera! —gritó Sakura al verla salir corriendo— ¡No vayas por ahí, aun no aseguramos la zonas de esos puentes, Shinku! —gritó corriendo detrás de ella pero el moreno azabache al oírla se movió rápido impidiendo que fuera— ¡¡Shinku!!

    —Espera, ¿Qué no te oyes? Es peligroso.

    —¡Es mi hermana!

    —No estoy diciendo lo contrario. Al menos escúchame, no saques conclusiones de la nada como tu hermana. ¿De acuerdo?

    —No quiero escucharte Uchiha, quiero ir detrás de mi hermana.

    —Sakura —replicó molesto activando sus ojos.

    Shizune al verlos estuvo a punto de gritar, sino fuera por que Itachi le golpeo en la nuca haciéndola dormir. Él no tuvo de otra que activar sus ojos y mirar fijamente a Shizune para crear recuerdos diferentes a los que vió. No iba a permitir que el secreto de los suyos se rebelara... y muchos menos iba a perder a la pequeña sirena.

    Sasuke le toco el hombro con la pelo rosa en brazos. Dejo a Shizune en una de las habitaciones y se salieron después de haber dejado los cofres de tesoro guardados en el lugar secreto, el mismo que vio en mente de Shizune y en el que le mostro donde estaba.

    —Iré por Shinku.

    —No tardes. Debemos irnos antes del anochecer.

    —Hmp.

    Itachi se fue corriendo por el mismo puente que la pelo rosa mayor. Habían revisado todos los puentes con mucho cuidado. Ellos si sabían a donde llevaban cada uno y cada zona se aseguraron de que no fuera peligrosa. Shinku había escogido el puente equivocado, se había ido hacía la cueva subterránea de la isla, donde solo había una entrada... y una salida.

    —Hmp queríamos hacer las cosas por las buenas, ¿Sabes molestia? Pero ustedes sin que me nos han hecho molestar y perder el tiempo —tomo con fuerza a la pelo rosa mientras caminaba— ¿Quién iba a decir que el rumor sobre las doncellas demonios de otro “mundo” iba a traernos tanto problemas? Jajajaja ahora que lo pienso, quizás nunca debimos montar toda esta tetra para obtenerlas. ¿No Kakashi?

    —Yo. Ellas realmente son ingenuas. Aunque no fue muy difícil hacer que la isla creyera y escuchara cada “rumor” sobre su búsqueda de novias. Hmmmm me preguntó si tendré que hacer lo mismo —dijo mirando hacía la casa detrás del moreno que se rió por lo que había dicho el pelo plata con un ojo rojo con aspas y otro negro.

    —Nunca me había imaginado que había sido en tú isla natal donde llegaron —comentó— ¿Sabes lo difícil que fue derribar al padre de ambas? El hombre fue una roca dura de hundir, incluso mi padre tuvo que esforzarse mucho para poder obtener la victoria. Es una lastima que su madre hubiera logrado escapar con ellas.

    —Realmente. Los Uchihas son unos demonios.

    —Jajajaja Kakashi, Kakashi, sino sabes jugar tus piezas, no juegues, quién gana siempre será el más fuerte, y aunque la Senju logró evitar que obtuviéramos a sus hijas en su primer cumpleaños... las hemos encontrado y ahora las tenemos con nosotros.

    —¿Al preció de cuatro cofres de tesoros en general? Pensé que serían un poco más... egoístas.

    —Hmp puede que hubiera sido nuestro plan a un principio —comento mirando no muy lejos la casa donde el hijo del jefe se quedaba— pero ese zorro está muy cerca de ellas, así que necesitábamos obtenerlas como sea, y si teníamos que hacerlo sin robar... ¿Qué importa no? Tanto la estúpida comadreja como yo, hemos obtenido lo que siempre hemos buscado por tantos años —miró a la pelo rosa dormida en sus brazos y sonrió mostrando sus colmillos— y no me lamento haber hecho todo esto.

    Kakashi bajo la mirada con un suspiró mientras cubría su ojos rojo e iba a la cabaña sin mirar como el Uchiha impedía que el grito de dolor de la pelo rosa cuando enterró sus colmillos en su cuyo blanco se oyera.

    —Tritones y sirenas. Vaya costumbres —pensó al ver como en Uchiha estaba de rodillas.

    Con una mano cubría los labios de la pelo rosa que gritaba y lloraba ante la fuerte mordida que ardía en su cuello. Y la otra mano estaba sujetándola por la cintura con fuerza impidiendo que se moviera más de lo que ya lo hacía.

    —Pero que se puede hacer... ellos han estado tras esas dos desde hace mucho tiempo.

    Itachi al llegar al final del puente se detuvo mirando a los lados. No había otros más, así que solo había una posibilidad y la única. Shinku había entrado en la cueva subterránea de la zona. Para los humanos era inestable y un lugar muy peligroso, pero para ellos... solo sería un juego de niños.

    —Jajaja tratar de escapar, ya no será fácil —saltó al poso debajo del puente— por que te obtendré como sea... pequeña sirena.

    Shinku nadaba buscando alguna salida grande, todas las que encontraba eran pequeñas y solo podía sacar la cara, era la primera vez que desde que se enteró que era sirena que no nadaba con su cola, no quería que Uchiha la sintiera. Nado un poco más al ver una pequeña luz un poco al fondo del subterráneo.

    —Vaya lugar —pensó con molestia— pero es extraño, pensé que estos lugares tenía muchas salidas y entradas al mar o la isla —miró a los lados buscando una posible salida, no podía ir hacía arriba, había una gran pared con púas de roca no muy pequeñas.

    Era posible que ese lugar fuera una cueva marina subterránea, pero... lo más extraño de todo era que no había algas o algo que indicara que el lugar no era habitado. En su lugar todo estaba despejado, claro. La luz provenía de las paredes.

    Suspiró con molestia al verse atrapada. Pensó que había encontrado una salida de escape de la isla. En cambio... era más bien una trampa mortal.

    —Vaya. Tendré que buscar... eh? ¿Qué es eso? —al final del lugar había rocas y rocas amontonadas— es como si... algo hubiera sido cubierto —toco las rocas palpando lentamente y se detuvo en un lugar exacto— ¡No puede ser! Está era una salida... pero... fue cerrada. ¿Cómo?

    Comenzó a buscar la manera de correr las rocas. Pero por mucho que tratara de moverlas... fue como si hubieran sido pegadas a la pared. Podía sentir como por un leve agujero entre las rocas el agua fluía. La sálida había sido cerrada, y no era algo natural.

    —Fue cerrada recientemente. Tal vez... ¿Una semana? —abrió sus ojos a más no poder recordando que fue hace aproximadamente una semana que su madre había muerto.

    —Si. Fue hace una semana. Sai descubrió este lugar horas después de llegar a la isla, solo fue reconocimiento lo que debía hacer, cuando descubrimos este lugar y las posibles salidas... las cerramos todas dejando una sola.

    —¡Itachi! —grito volteando a ver al moreno— ¿Eh? Pensé que estaba detrás de mi —dijo.

    —Lo estoy. Pero eres muy lenta... pequeña sirena.

    Shinku abrió y cerro la boca al sentir las manos del moreno en su cuerpo. Trato de voltearse pero él se lo impedía. Tembló cuando sintió su mano subir por su brazo derecho, como si estuviera marcando un camino.

    —Me costaste mucho trabajo. Más del que me imagine —abrió los ojos a más no poder. Ese no era el Itachi que conocía. Su voz. Su voz se oía más amenazadora de lo que había oído antes— pero eso ya acabo pequeña sirena, eres mía.

    Gritó de dolor al sentir como su cuello fue atravesado por dos cosas punzantes que realmente le causaban daño. Se removió todo lo que pudo buscando que se acabará el dolor o que de detuviera lo que fuera que Itachi le hacía. Pero mientras más forzaba... más fuerte se volvía el dolor.

    Entre las sombras Sai estaba mirando como su querido primo cumplía por fin con la meta a la que había sido arrastrado. Sonrió de medio lado mirando la burbuja en sus manos donde se refleja a cierta sirena rubia de ojos azules cielo con una pequeña barriga de al menos cuatro meses.

    —Espera Ino. Ya vuelvo a casa —pensó sin dejar de mirar a la rubia que estaba durmiendo placidamente dentro de una gran burbuja que contenía aire y dentro de la misma una cama matrimonial extra grande— ¿Terminaste o debo seguir esperando? —preguntó rompiendo la burbuja que había creado para observar a la rubia.

    Miró hacía Itachi sin ninguna expresión. Su primo tenía entre sus brazos a una inconsciente pelo rosa con dos marcas en su cuello— ¿Ino está bien? —preguntó en respuesta el moreno.

    —Enojada por que me alejaron de ella, pero lo normal —respondió con una sonrisa— ¿Ahora si podemos marcharnos y dejar de jugar esté absurdo juego del gato y el ratón?

    —Hmp podemos volver. Ya tengo lo que debí obtener hace 19 años.

    —Hmmm nunca pensé que realmente existieran, cuando el tío me dijo que los acompañara para buscar a las dos únicas sirenas rosadas que se les escaparon... siempre pensé que fue una locura de parte de ustedes.

    —No nos subestimes Sai. Hace mucho tiempo que debimos obtener a estas sirenas para nosotros, pero el idiota de su padre y su abuelo se oponían a nuestros planes...—sonrió— digamos que solo tiramos la basura para obtener la joya.

    —Querrás decir... matamos. ¿Qué no fue eso lo que hicieron con su padre y su madre?

    —Hmp —bufó— no realmente. Mi padre se encargó del idiota Senju, la mujer Senju se había escapado con ellas, pensamos que había muerto hace 19 años y que solo quedaban ellas dos. Pero entonces murió a nuestra llegada, fue una gran sorpresa saber que una sirena haya soportado vivir tanto tiempo sin su pareja solo por sus hijos.

    —Hmmm tengo una esposa sabes. Y me espera.

    —Pero estás vivo.

    —Cierto.

    —Hmp, por ahora solo debemos marcharnos, Kakashi se encargará de los zorros de fuego y Sasuke lo hará de los aldeanos. ¿Aun el barco sigue con la barrera de ilusión? —preguntó saliendo del pozo y saltando hasta llegar al puente seguido de Sai.

    —Se lo he quitado. Todos están dormidos y despertaran cuando salgamos de las isla y rompa la barrera que rodea las isla —ambos miraron el cielo y luego el mismo brillo como un arcoiris. Era la barrera— aunque ya vez. ¿El jefe y su hija no son zorros cierto?


    —No. Al parecer ni ellos saben lo que son, y es mejor que sea así. No quiero lidiar con el zorro ese que se atreve a tocar a la pequeña sirena.


    —Que celoso resultaste Itachi —se burló cierto moreno apareciendo de la nada con la otra gemela en brazos y una marca en el cuello— pero no te culpo. Ese Dobe también me molestaba a mi... y mi presa.


    —Hmp.


    Los morenos comenzaron su camino hacía la playa cuando a lo lejos vieron a Kakashi salir de la casa más pequeña rascando su cabeza. Todo estaba hecho. Había logrado por fin lo que querían.


    Las dos sirenas rosadas descansaban en cuartos sumamente separados por largos pasillos del barco que se cernía sobre el mar con su madera oscura chocolate, el gran esqueleto en frente con cola de pez y la enorme bandera con el símbolo de un abanico rojo, azul y blanco con una calavera con dos huesos cruzados en X detrás de ella.
     
  10.  
    Mary Dragneel

    Mary Dragneel Temporalmente fuera de servicio :'v

    Piscis
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    Pluma de
    Escritora
    OMG! ;-; qué gran historia!

    Me pasé más o menos una hora leyendo y no me arrepiento.

    ¿P-pero qué..? ¿una farsa? ¿justo cuando empezaban a caerme bien? ;---;

    ¡Ino! :O waaaa ¡Tsunade! T-T

    No tengo palabras, pero te diré que espero continuación con más ansias de las que te puedas imaginar. No veo muchos errores ortográficos, sólo unos acentos y letras un poco fuera de lugar, pero por lo general está bien.

    Está genial.

    ¡Saludos!
     
  11.  
    Sakuro

    Sakuro Guest

    Título:
    Mi Molestia y Mi Pequeña. ¡Sirena!
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    2929
    Capitulo 7. Los verdaderos Uchihas. Parte 1.


    Sakura se despertó al oír extraños ruidos. Sus parpados se sentía pesado pero no le impidieron abrir los ojos y darse cuenta que esa no era la habitación que compartía con su hermana. Tampoco era su casa.



    Se sentía mareada y perdida. Algo no iba bien le decía su consciencia. Se miró las piernas un momento, no tenía su ropa. Esa no era su ropa. De hecho, tenía una vestido hasta la rodillas rosa pálido.



    Se dejo caer nuevamente contra la cama. O al menos eso era, ¿Cierto?. Los mareos no se detenían al igual que el sentimiento de dolor y furia que comenzó a crecer en ella sin que se enterara la razón de ello.


    —¿Dónde... estoy? —se preguntó mirando el techo del cuarto donde estaba. A lo lejos vio una ventanilla circular, podía ver el cielo azul desde ahí...—no... ¿El mar?



    Se volvió a sentar pensando en sus palabras. El cielo azul que ella veía no tenía nubes. Así que debía ser el mar. Saco sus piernas de la cama y trato de ponerse en pie, pero su cuerpo no tenía la fuerza suficiente para hacerlo.


    —¿Porqué...


    —Hmp, ya despertaste molestia —sus ojos se abrieron a más no poder al oír la voz masculina que se le hacía familiar. Trago en secó por un momento.


    Ya entendía. Miró sobre el hombro al moreno con el ceño fruncido. Lo recordaba. Se llevó la mano al cuello y sintió un leve dolor del mismo. Él le había mordido... ¿Qué significaba eso? Se removió con molestia y miedo al ver que se acercaba.


    —¿Me tienes miedo Sakura? —preguntó con burla el moreno dejando sobre una mesa de madera clara la bandeja de comida que llevó consigo.


    —¡Aléjate de mi Uchiha! —gritó ella retrocediendo en la orilla de la cama. Decir que no le tenía miedo era mentira. No sabía que quería él con ella, no sabía porqué la mordió... o qué significaba eso. ¡No le gustaba nada de eso!


    —Hmp te traje el desayuno —dijo Sasuke al notar como Sakura temblaba, tomo la bandeja de plata y se acercó a la cama pero la vio retroceder nuevamente— Hmp come molestia.


    —¿Porqué? No quiero comer lo que tú me des, mentiroso traidor —el moreno entorno la mirada oscureciéndola y sonrió luego.


    —Hmo no seré yo quién muera por falta de comida, pero si no quieres está bien. No te obligaré —se dio media vuelta alejándose de la cama con la bandeja, sonrió divertido al oír... como la pelo rosa si tenía hambre— por cierto —dijo para llamar su atención— llevas tres días dormida sin comer o beber agua. Sol estaba siendo amable en traerte el desayuno.


    No se equivocaba. Había pensado que fue un poco violento cuando la vínculo, que durmiera por tres días seguido mientras su cuerpo se adaptaba fue un poco preocupante, abrió la puerta y salió cerrando luego con llave. No quería correr riesgo alguno. Ya había probado la fuerza bruta de Sakura mientras estaba inconsciente.


    Su vista se giró a la derecha, al final del pasillo, había una habitación que estaba siendo reparada. Mejor dicho. SU camarote— Esa molestia tiene mucha fuerza. No pensé que podría hacer tantos daños de esa manera —pensó sin dejar de mirar como no solo la puerta, sino que también el marco y la pared completa fueron destruidos.


    Y todo lo hizo Sakura mientras estaba inconsciente. Escuchó un golpe en seco dentro de la recamara temporal, era obvio que no podría moverse libremente. Su cuerpo seguramente tardaría en responderle como ella deseaba.


    —Hmp. Buenos días Sasuke. ¿Ya despertó? —preguntó su hermano que aparecía por casualidad por ese lado del barco.


    —No es tú problema Itachi —gruñó alejándose del moreno que sonrió y se marcho sin decir nada más— estúpida comadreja, Ufff todo por que la otra rosada despertó a las horas.


    Sasuke salió a cubierta con la bandeja aun en manos. A la primera persona que vio se la dio sin mediar palabras y luego se fue a la popa donde se apoyo en la baranda mirando al mar.


    —¿Habrá una tormenta pronto, no? —preguntó el dirigente del barco. Kakashi que estaba al timón como si nada pasara.


    Asintió ante eso. No era necesario ver las nubes para saber que una tormenta se acercaba. Desvió la mirada al cielo, todos estaba tan claro y brillante que a su vista era molesto.


    —Los hombres están inquietos por eso —dijo Kakashi. Él solo le dirigió una mirada de que no le importaba en lo absoluto lo que decía. Pero eso no pareció importarle— y también están preguntándose sobre la llegada de las dos chicas. Piensan que es de mal augurio tenerlas aquí.

    —¿Hablas de los humanos, no? —preguntó. Kakashi asintió— si tanto miedo tienen tíralos al mar para que los tiburones se lo coman.


    —Eso es cruel, Sasuke.


    —Hmp, ¿Qué somos Kakashi? —interrogó con frialdad— si un grupo de idiotas incompetentes le temen al mar y buscan excusas estúpida como que las mujeres traen mal augurio. Entonces deshazte de ellos.


    El silencio entre ambos creció, claro hasta que Kakashi dijo— Pero te olvidaste de algo. No todos tenemos aleta.


    —Hmp. ¿Eso que? Tranquila los, o realmente se los daré de comer a los tiburones. Dudo mucho que Kisame se niegue ante esa idea.


    Sasuke se alejó del pelo plata que había suspirado con pesar. Uchihas. Todos eran iguales. Bueno. Sasuke era un poco más cruel que Itachi pero era algo que solo muy pocos sabían.


    El moreno volvió dentro nuevamente. Quería saber que había hecho Sakura en el poco tiempo que estuvo sola. Cuando llego se burlo por lo terca que podía llegar hacer la chica, se recostó en la puerta y dijo para que le escuchara.


    —Que hayas bloqueado la entrada con la silla no impedirá que entre, ¿Porqué no hacemos ésto por las buenas y evitamos más daños innecesarios? —preguntó con los brazos cruzados. Había quitado el seguro pero al intentar abrir, el pomo no bajo.


    —¡No te quiero cerca de mi! —gritó Sakura en respuesta.


    Debía darle crédito al Uchiha por haber notado que había bloqueado la puerta. Aunque se estaba preguntaba si fue buena idea. No había más salida o entradas en esa habitación que era un poco pequeña. Negó por ello.


    —¡Vete! Quiero estar sola —dijo. No escuchó respuesta alguna, sonrió pensando que tal vez Sasuke le había obedecido y se había marchado.


    Pero pronto gritó cuando escuchó como algo golpeo la puerta. No conocía ese tipo de sonidos. ¿Qué era? Sasuke no había golpeado la puerta directamente. Había utilizado algo más. Algo que se oía peligroso... y olía a... ¿Qué era ese extraño olor?


    —Hmp te dije que abrieras, Sakura —escuchó al Uchiha. Se estremeció por ello. Estaba molestó.


    —¡No!


    —Sino lo haces volveré a disparar. Y cuando entré... no te agrada las consecuencias —amenazó el Uchiha al otro lado de la puerta.



    Sakura se estremeció. ¿Disparar? ¿Qué era eso? Se removió intranquila cuando oyó que el Uchiha tocaba la puerta contando en reversa. Maldijo para ella cuando se levanto de la cama, seguía sin sentir un poco su cuerpo. Pero ese no era el problema.



    ¡Tenía hambre!


    Abrió la puerta antes de que Sasuke llegara a 1, el sonrió guardando en su cintura una...— ¿Qué es eso? —preguntó sin abrir del todo la puerta.


    Uchiha miró el arma en su cintura y se cruzó de brazos— Un arma. Ahora apartate que quiero entrar.


    —Dijiste abre. Nunca que entrarías.


    —No me retes Sakura, no podrás contra mi de ninguna manera.


    Sakura chasqueó la lengua y se hizo a un lado dejándole entrar. Por su lado Sasuke solo miró de reojo el cuello expuesto de la pelo rosa. Las marcas aun parecían un poco enrojecidas y completamente cerradas.


    Se sentó en la cama pequeña pensando en como el cuerpo de ella había aceptado del todo el vínculo sin muchos problemas— Ven aquí molestia —ordenó sacando el arma dejándola sobre la cama mientras pasaba una mano por sus cabellos.


    Estaba realmente cansado. No había podido dormir los últimos tres días. Que Sakura ano presentara signos por el vinculo con él no le molestaba, pero si le preocupaba un poco. Siempre que un tritón se vinculaba con una sirena está tendía a presentar señales de cansancio o fiebre.


    Pero ella no presentó nada. Estuvo dormida todo ese tiempo como si solo descasara un par de horas. Y eso le frustraba aun más. Tendría que preguntarle a su madre luego sobre ello, quizás ella podría responderle al enigma.


    —¿Qué no me escuchaste, molestia?


    —No eres mi jefe —respondió ella rehusándose acercarse al Uchiha que ladeo la cabeza con una sonrisa sádica.


    —Por si no lo recuerdas eres mía. Y esa marca en tú cuello lo dice claramente. ¡Oh bien puedes venir por las buenas o lo harás por las malas molestia!


    —¿Marca? Que... ¡La mordida! —pensó Sakura tocando su cuello. Sentía cierto dolor en esa parte de su cuello. Miró a Sasuke que se levantó con un gruñido acercándose le. Busco con la mirada algo que pudiera utilizar contra él, pero solo tenía cerca... su vieja ropa.


    —Hmp. No se en que piensas ahora, pero creo que será mejor que me escuches, Sakura.


    La pelo rosa abrió sus ojos a más no poder al darse cuenta que no había notado al Uchiha cuando llegó a ella. Y ahora estaba atrapado bajo su cuerpo contra la puerta. Su labio tembló, Sasuke... ese no era el mismo que conoció en la isla. Era diferente. El aura, sus movimientos, su voz, su mirada... todo era diferente al Sasuke que había conocido.


    Trago en seco al darse cuenta que estuvo pensando que tal vez. Solo tal vez. Era el mismo Sasuke. Su corazón arremetió contra su pecho, se sentía asfixiada. Chillo ahogadamente al sentir las manos de Sasuke en su rostro.


    Sus ojos se encontraron con los de él. ¿Qué veía en ellos?



    Apretó con fuerza los ojos y los labios. No podía escucharlo, no sabía lo que decía, su cuerpo solo temblaba bajo el tacto de las manos grandes y frías en su rostro. ¿Tenía miedo? ¿Acaso era miedo? Nunca había experimentado algo como eso.



    Sintió la fría palma en su cuello y detrás de su cabeza sosteniendo con fuerza sus cabellos. El aliento caliente de Sasuke estaba su mejilla. Su mirada estaba brillando carmesí. Su pechó volvió a dolerle y gimoteó al sentir el pequeño halón hacía atrás de sus cabellos.



    Se negó a abrir la boca. Pero no pudo evitarlo cuando su cuerpo enteró se estremeció al sentir el aliento de Sasuke contra su oreja. Solo ahí. Pudo darse cuenta de lo que hacía...


    —Respira, Sakura. Tienes que respirar.


    Ni ella misma se había dado cuenta cuando contuvo el aliento. Cerro los ojos esperando poder respirar, pero su pecho seguía doliendo y su cuerpo temblaba aun más. Amenazada. Era así como se sentía en presencia de Sasuke en esos momentos.


    Sintió el fuerte apretón de sus caderas y escuchó la voz grave que la congelo— ¡Respira joder!


    El aliento contenido salió con un suspiró de miedo. Sasuke relajo por completo el cuerpo ante eso mientras le iba ordenando que respirara tranquilamente. Ella le tenía miedo, era evidente. No pudo evitar estrecharla más contra él diciendo.


    —Debes confiar en mi Sakura. No te haré daño.


    —N-No t-te creo... t-tú...


    —Hmp. Si me temes —se separó un poco de ella mirándola a los ojos, se acercó a su labios sonriendo— tendré que enseñarte a no hacerlo.


    Todo el cuerpo de Sakura tembló y se tensó cuando sus labios tocaron los suyos. Pero de todas las posibles opciones que se le habían ocurrido para tranquilizarla, esa era la más segura y conveniente.


    No creía que ella aceptara... ser mordida otra vez.


    O en casos extremos... ser suya realmente.


    La sintió relajarse cuando tiro de ella a su cuerpo. Era de esperarse. Una vez completado el vínculo, que en su caso lo estaba. Cualquiera de los dos reaccionaría ante el otro en cualquier situación.


    Sakura le temía a él.


    Gruñó ante el pensamiento. No deseaba que temiera de él. La sujeto con una sola mano mientras que con la otra arranco el collar que tenía siempre con él. Como sirena respondería a por que eran parejas. Era instinto entre ellos.


    Como humana.


    Tenía que enseñarle a no hacerlo.


    La tiró a la cama mostrando el collar en su palma. Ella se veía realmente inocente y frágil en esos momento. Tuvo que abstenerse de sus ideas y comenzar a respirar para tranquilizarse y tener mejor control de si mismo.


    —Escucha, ahora estamos unidos. Aunque trates de imponerte a mi no será así, tu cuerpo se negara a hacerlo, así que no podrás marcharte de mi lado, ¿Lo entiendes? —extendió el collar dejando ver el símbolo de su clan— es tuyo.


    Sakura seguía sin entender todo lo que estaba sucediendo. ¿Qué no podría huir de él? ¡Entonces todo lo que estuvo planeando cuando se fue de la habitación... ¡¿Fue inútil?!!! se quejo al sentir como fue fuertemente halada por Sasuke y replico.


    —¡Eso me duele!


    —Tks tú no me estas escuchando, molestia —replicó él cruzándose de brazos luego— hmmmm. ¿No planeabas huir, cierto? —preguntó con sonrisa de lado algo sádica según lo que vía Sakura que estaba debajo de él.


    Desvió la mirada como respuesta. ¡Era obvio que lo haría! ¿Quién no?


    —Hmp. Eso estaría mal, especialmente contando que la tripulación completa del barco ha estado mucho tiempo sin compañía femenina en nuestra cacería —murmuró tomándola del mentón— pero sabes que más deberías tomar en cuenta, molestia.


    —¿Q-Qué? —preguntó con temor a la respuesta.


    —A que si sales de aquí sin mi. No solo estarás a merced de muchos piratas necesitados, sino también que tú querida hermana se quedaría sola y triste al saber que su pequeña hermana la abandono.


    —¡¡¿Qué?!! ¡Shinku! ¿Dónde está mi hermana? —preguntó Sakura tratando de soltarse por completo del Uchiha. Su hermana también estaba ahí. No lo había pensado en ningún momento.


    —Es inútil que trates de huir. Soy más fuerte y grande que tu. ¿Que tú madre no les dijo que nunca podrían alejarse de su pareja con la que se vinculan? —la mirada perdida y sorprendida de Sakura fue toda la respuesta para él. Suspiró alejándose sonriendo triunfante. Con tanto jaleo ella no había notado cuando le había puesto el collar— Hmp tengo que irme. Enviaré a que traigan comida, y si te rehúsas a comer está vez, veremos que piensa tú hermana de que por tú culpa también se le quite la comida.


    —¿Eh?


    —Hmp. Vendré más tarde, molestia.


    Como dijo Sasuke, alguien le llevó comida, no se enteró de quién era, pues nunca había notado la pequeña apertura que tenía la puerta por donde rodaron una tabla de metal y luego la bandeja de comida. Suspiró rendida ante la idea de que sería mejor quedarse.


    —Por ahora —susurró tomando un poco del pan de ajo que le sirvieron— y por que Shinku está aquí también.


    Para la tarde. Cuando Sasuke termino de dar ordenes a los tripulantes, bajo a escotilla para ir al camarote. Necesitaba darse una ducha y ropa nueva. Además de que seguramente Sakura necesitaba ropa también.


    La pared dañada estaría reparada para, seguramente, el atardecer de mañana. Así que por esa noche debía descansar al menos un poco... en esa pequeña habitación. Suspiró con enojo, ¿Porqué él debía de dormir en un espacio pequeño?


    Entró a la habitación donde estaba Sakura y la vio leyendo un libro sentada cerca de la ventana. Cerró sonoramente para que notara que había entrado. Dejo algunas prendas en la cama y le dijo.


    —Hmp traje ropa y algunas cosas que necesitaras. Creo —se dejo caer en la cama y se quitó las botas que le llegaban hasta las rodillas. Cuando se las saco miró otra vez hacia Sakura por que se sentía observado— ¿Qué sucede?


    Ella no pudo evitar volver a mirar las botas. Eran calzados distintos a lo que solía utilizar. Sasuke sonrió por eso. La curiosidad era algo muy natural en todos. Aunque para ella seguramente debía ser más que eso.


    —Mi hermana... ¿Está con tu hermano, cierto? —preguntó cerrando el libro mirando aun al suelo.


    —Hmp si. Al menos ella sabe escuchar.


    —¡¿La has visto?!


    —No.


    Sakura bajo la mirada con tristeza y luego murmuró— ¿P-Puedo salir... de aquí? —el moreno entornó la mirada.


    —¿No intentaras escaparte? —interrogó sin detenerse en lo que hacía. Se saco la camisa dejando ver su formado pecho y escuchó a Sakura chillar.


    Cuando la vio estaba completamente sonrojada mirando a otro lado con el libro sobre sus piernas y sus manos jugando con él nerviosamente. Se relamió los labios por eso. Si, ella era muy inocente. Y él, era muy descarado y orgulloso de si mismo.


    ¿No era la unión perfecta?


    Se burlo a viva voz por ello y dijo— Lo siento querida. Pero no puedo permitir que esos estúpidos piratas se coman con la mirada a mi presa. Solo le perteneces a uno pirata en este barco. Y es a mi. ¿Entiendes?


    —¿P-Piratas? —interrogó ella tragando en secó. Pero Sasuke había entrado al baño después de haber negado su petición— ¿S-Son piratas? I-Imposible... eso es imposible. ¡Sasuke! ¡Sasuke! —gritó corriendo al baño. Pero se detuvo un momento con la puerta medio abierta, él fue al baño. Oyó el agua caer y su risa burlona— ¡Tú idiota descarado! —gritó sonrojada aun más volviendo a la cama con mayor vergüenza.


    ¡Dios nunca había visto a un hombre desnudo!
     
    Última edición por un moderador: 22 Enero 2016
  12.  
    Mary Dragneel

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    Me gusta la forma e que llevas la historia y cómo la vas desarrollando. Espero la continuación :)
     
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  1. MonserrattLala
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