Mi bella Haru [Tras la cuarta]

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Este relato es mi participación para la actividad "Tras la cuarta" de @Fenix Parker espero que te diviertas con esta lectura.

Faltan menos de cinco minutos para que terminen las clases y parece como si todo estuviese ocurriendo a cámara lenta. La agonía se prolonga de una manera tan insana que no puedo evitar las ganas de empezar a recoger la mesa, pero ya sé lo que pasará si el profesor Thomson me ve hacerlo. ¿Qué? ¿Tienes curiosidad por saberlo? Ah, claro, porque si no, seguramente no estarías leyendo esto, estarías haciendo algo más productivo... ¿no? A lo que iba, si me pilla haciendo eso, me tendrá recogiendo basura después de clase, como la última vez. ¿Sabes cuánta basura son capaces de no tirar en su sitio unos... digamos, quinientos adolescentes? Pues mucha. Desde luego que mucha.

—Y así concluye la clase de hoy, los que tengan dudas podrán resolverlas quedándose quince minutos más en clase —dice el profesor por debajo de ese bigote poblado, gracias al cual casi ni se le ve la boca.

Bien, por fin libre, espera que recojo toda la mesa y me voy de este tugurio antes de que alguien se dé cuenta de que exist...

—¡Eh! ¡Mike! —demasiado tarde— ¿quieres ir a tomar algo con nosotros? ¡Vamos a ir a comer unas sabrosas hamburguesas donde siempre!

Sam me pasa un brazo por encima del hombro y me sonríe amistosamente. De verdad, te lo juro, amable lector ávido de sabiduría, me cae bien Sam, pero tener que ir a comer unas hamburguesas es lo último que quiero en este momento, tengo ganas de irme a casa y de ponerme a jugar un rato. Seguro que estarás pensando que por qué no invito a Sam a hacer eso, que sería mucho más divertido si lo hago con amigos... pues... verás... los juegos que yo suelo usar no son... los de esa clase... ya sabes. No me van esos de fútbol o de guerras...

—Creo que tengo que declinar la oferta, mi madre necesita ayuda esta tarde.

—Ah, te comprendo, la mía siempre es muy pesada, pero de vez en cuando me deja escabullirme, sobretodo cuando se queda dormida viendo la telenovela —Sam me guiña el ojo y se despide de mí con la mano.

Bien, primer asalto ganado, ahora solamente me queda salir de aquí y se podría decir que he conseguido la victoria.

Voy casi volando por los pasillos, evitando cualquier mirada que me pueda reconocer y una vez fuera del instituto, respiro profundamente, aliviado. Sí, el asalto parece ganado. O no...

—¡Mike! ¡Vamos juntos a casa! —Alison se acerca a mí con un aire sonriente y la sangre invade mis mejillas.

—¿J-juntos? —digo como un estúpido, tartamudeando.

De hecho, soy un estúpido, tanto yo como vosotros sabemos lo que significa juntos, no es ni que se me haya declarado o algo así y me pongo como un bobo, seguro que tengo una cara de pervertido que... mejor ni pensarlo.

—Claro, juntos, si vivimos al lado.

—Cierto —me rasco la cabeza torpemente y le sonrío.

Vamos andando tranquilamente y en silencio. Esto es muy triste, sí, no te rías. Es que... no es como en esos juegos... no. Definitivamente no es igual, es todo muy diferente, el contacto con una chica. ¡Oh! ¡Espera! ¡Ha rozado mi mano por accidente!

—Lo siento... —dice ella sonrojándose.

Creo que me voy a poner a sangrar por la nariz. ¡No lo puedo soportar!

—No, esto... no tienes que sentirlo, a veces la gente se roza y eso y pasan cosas... esto...

Ella me mira extrañada. Sí, definitivamente, he quedado como un pervertido. ¿Tú qué crees? Eh, no me mires así, que ni siquiera soy real, solamente soy el producto de la imaginación de una autora aburrida, esto no es... lo que parece. ¿O sí? Demonios.

—Esto... ya hemos llegado.

—¡Ah! ¡Sí!

Me quedo mirándola fijamente y ella retrocede unos pasos. Definitivamente parezco un pervertido.

—¡Hasta mañana!

—¡Hasta mañana! —la saludo con la mano mientras siento como toda mi cabeza quiere explotar, me arden las mejillas, las orejas, todo.

Oh, eso también está ardiendo. Pero espera un poquito más... no tan rápido. Eh, ¡tú no deberías estar leyendo esto! ¡Esto es privado! ¡No te rías! Estoy en la pubertad... esto es de lo más normal, ¿sabes? Casi puedo escuchar tus risas a través de la pantalla. Da igual, ¿sabes? ¡No me importa lo que pienses! Porque ahí, justo ahí... en mi casa, me espera mi bella Haru. Ella sí es linda y no se para a pensar estupideces como tú. Ah, ¿que ahora te ofendes porque te llamo estúpido? No haberte reído de mí, ¡engreído!

—Ah, hogar, dulce hogar —voy corriendo a mi habitación— oh, mi linda Haru, ¿cómo estás?

Ahí está, como siempre, sonriente tras la pantalla. Esta será otra cita con ella. Espera que cojo el mando y verás que linda que es, verás. ¡Y te arrepentirás de haberte reído de mí!

—¡Hola Mike! ¿A qué quieres jugar hoy?

Me sonrojo de pies a cabeza y se me cae un poco la babilla. Es tan linda. Adoro estos videojuegos, pero ella... ella no es más real que yo, ¿no es cierto?