de Inuyasha - Mi angel perfecto.

Mi angel perfecto.

siento lo de antes no m acorde!!
lo siento
aki va mi primer capitulo!!
espero k les guste!!

Capitulo 1: entre las sombras.

Una noche, de un pozo salio una sombra, una figura ágil y esbelta, buscando un lugar donde ir y encontrar respuestas a lo que había sucedido. Se encamino con este pensamiento hacia una hoguera que vislumbro en la lejanía.
Al llegar observo, que precisamente, no era buena gente la que se calentaba alrededor de esa hoguera, sino ladrones, lo que mas sorprendió a esa figura, fue los ropajes que estos vestían. De una época pasada para ella, y no de la época antigua de donde ella provenía, de otro lugar.
-Jajajajajajaja…… esos estúpidos aldeanos se creyeron que los íbamos a dejar con vida por rendirse…. Jajajajajaja. Comento entre carcajadas el que parecía el jefe.
-Fue muy bueno jefe, así pudimos masacrarlos sin que opusieran reasistencia…. Jejejeje, que tontos. Dijo uno de sus hombres. El resto comenzaron a reír y a comentar la masacre.
La sombra miro hacia otro lado, buscando algo que le ayudara a salir de ese sitio antes de que los ladrones la descubrieran. De pronto sus ojos se cruzaron con unos caballos, los cuales, seguramente, pertenecían a los ladrones. Se acerco sigilosamente a estos y cogio una yegua negra, que se encariño con la figura. Se monto en ella pero justo cuando iba a salir al galope para alejarse de ese lugar, un ladrón se percato de su presencia:
-Un intruso intenta robaros el caballo, señor!!!
-Cogedlo!!
Los ladrones cogieron sus arcos y dispararon flechas al intruso, ninguna acertó en el blanco, a excepción de una, que hirió en el hombro izquierdo a la figura, pero esta no callo derribada al suelo. Siguió encima del caballo huyendo en mitad de la noche….

-Inuyasha!! Deja de comportarte como un niño chico!!. Dijo una joven de pelo negro.
-Fefff…. Déjame empaz ,kagome!!.Dijo el joven aludido, el cual tenía una cabellera plateada, a la joven.
-Inuyasha!!.
- ¬.¬ u.
-Abajo!!
Inuyasha en cuestión de milésimas se encontraba estampado contra el suelo. Pero esto no acabo con su energía y con la misma rapidez que había caído se levanto.
-Eres tonta!! Por que me haces eso!!... De repente, Inuyasha comenzó a olfatear el aire.
-Que es lo que hueles, Inuyasha??. Dijo un monje de pelo recogido en una coletilla.
-Huele a sangre… pero no en cantidad… vamos a ver.
Comenzaron a andar hasta salir del bosque en el que se encontraban. De pronto, Inuyasha se detuvo y miro hacia una pendiente, en la cual se podía ver un caballo tumbado.
-Ahí abajo… hay alguien. Entonces el y miroku saltaron kagome sango y shippo los siguieron.
Al llegar abajo observaron que ese caballo estaba protegiendo a una chica, la cual no llevaba un kimono, sino unos pantalones y una camiseta comos los que solía llevar kagome. También observo que tenía una flecha en su hombro izquierdo.
Inuyasha se acerco pero el caballo opuso resistencia a que el se acercara.
-Maldito caballo!. Dijo Inuyasha.
-Déjalos que se acerquen, son buenas personas. Se escucho en un susurro, fue la chica la que hablo. El caballo se aparto, dejando a Inuyasha pasar.
-No te muevas, te sacare la flecha. Le dijo a la joven.
-Entendido.
Inuyasha con todo el cuidado que pudo, extrajo la flecha, la chica solo emitió un quejido antes de perder el conocimiento. Entonces, Inuyasha la tomo en brazos.
-Kagome, debemos llevarla a la aldea y curarla.
-Este bien, Inuyasha.


Una joven de pelo castaño claro, comenzó a abrir los ojos estos eran de color azul cielo. Tenía el cuerpo de una muchacha de 18 años. Encuanto recobro totalmente el sentido se levanto.
-Donde estoy.. Entonces miro a su alrededor y observo que estaba en una habitación, y en ella había varias personas, entre ellas el joven que le extrajo la flecha. Entonces recordó que el caballo que había tomado para huir, se había quedado con ella, y decidió ir en su busca.
Cuando salio se encontró con que estaba en una aldea, y mas al lado estaban, según a su parecer. Se encamino hacia ese lugar, al entrar estuvo entonces segura de que si eran los establos.
Comenzó a buscar entre los caballos, hasta que encontró el que ella estaba buscando.
-Aquí estas pequeña!.
El caballo al reconocer la voz, fue corriendo al encuentro de la chica.
-Ven pequeña, vamos a despejarnos un poco.

Unos rayos de sol despertaron a una muchacha de pelo negro.
-mmmmm…. Entonces se percato de que el lugar donde habían dejado a la chica el día anterior no estaba. (Donde estará) Penso. Al salir se encontro con la chica la cual montava el caballo negro que encontraron junto a la chica.
-Es buena. Kagome dio un respingo y miro hacia atrás encontrandose con Inuyasha.
-Que susto que me distes…. Dijo aliviada. La verdad es k es muy buena. Dijo mientras observaba a la chica. Me gustaria saber su nombre.
-Se lo preguntare. Dijo Inuyasha. Eyy!! – Dijo llamando la atención de la muchacha. Ven!!
La chica se acerco en su caballo.
-Muchas gracias por su ayuda, les estoy muy agradecida. Entonces se tapo la boca totalmente sorprendida.
-Que te pasa niña? Dijo Inuyasha.
-Que idioma estamos ablando?? Pregunto la niña no muy segura de la respuesta.
-Pues el japones, que otro sino.
-Aaaahhh, no puede ser, no puede ser, como es que se japones, si yo soy francesa.
-Francesa!!!. La interrumpio Kagome.
-Si, soy francesa.
-De que epoca??
-Epoca?? Pregunto la niña extrañada.
-En que año estais??
-En el 2008 ((no sabia que año poner así que puse el nuestro, jeje)).
-Aaaaaahhh, no puede ser!!!.
-De que hablas Kagome?? Pregunto al no entender de que hablaban.
-De que ella es de mi época!!!
-Como puede ser de tu época?!?! Dijo Inuyasha exaltado.
-Ahora la que no os entiende soy yo. Dijo la chica.
-Este es el Japón de una época pasada, es decir, as retrocedido en el tiempo, lo mas extraño es que eres de Francia, no se como habrás llegado hasta aquí.
-Esto es una broma… no??. Dijo la chica.
-Yo tampoco lo se. Dijo Kagome.
-Empecemos por tu nombre, niña.
-Para empezar, no soy una niña. Dijo con un tono de voz un poco alterado. Mi nombre es Alexandra, y tengo 13 años.
Inuyasha y Kagome se quedaron sorprendidos por este último dato.

CONTINUARA……

 

Re: Mi angel perfecto.

Cap. 2, y entonces, apareció ella.

-Inuyasha, estas seguro que tiene 13 años??- Preguntaba Miroku.

El cual se encontraba en reunión con sus amigos respecto al nuevo tema de

discusión, que por una vez, no era la perla de los cuatro espíritus. Este tema estaba

en relación con la aparición de una chica. Su nombre era Alexandra, una jovencita

francesa de 13 años, ojos azul cielo, pelo castaño claro y una alegría que era

contagiosa. Las principales preguntas sin respuesta eran: ¿Como ha llegado hasta

aquí, sin atravesar el pozo sagrado? ¿Por qué tenia una flecha en el hombro? Y la

principal pregunta de un muy interesado Miroku ¿Cómo puede ser posible que

tenga tan solo 13 años?.

Mientras estas peguntas se debatían sin respuesta, Alexandra jugaba feliz con

Shippo y kirara a dibujar animales.

-No es justo!!- dijo un no muy contento Shippo con el resultado de la ultima

jugada– Kirara siempre te vota a ti, Alexandra!!. Dijo esto ultimo a punto de llorar.

-Ohhh! Shippo!!- dijo Alexandra acercándose a Shippo con la intención de que no

llorase –Tan solo es un juego. No debes de ponerte así, de acuerdo?? Si dejas de

llorar jugaremos un rato con Cleo.

-Cleo??- Dijo Shippo al no entender a quien se refería la muchacha.

-Ahhh!! Es verdad no se lo comente. Se me olvido!!- Dijo con una sonrisita de niña

pequeña –Cleo es la yegua que estaba con migo cuando me encontraron.

-Aja.. ahora entiendo.- Dijo Shippo.

Mientras tanto, el grupo que estaba reunido seguía sin resolver sus dudas, pero

Kagome, después de tanto pensar, interrumpió el bullicio que sus compañeros

estaban armando.

-Creo que tengo una ligera idea de lo que paso- Dijo callando así a sus compañeros,

una vez segura de que todos le prestaban atención, respiro hondo y comenzó a

hablar.-Me parece que el pozo sagrado no es el único que permite el paso de mi

época a esta, no se si el pozo por el que vino Alexandra permite el paso de todo el

mundo o solo el suyo, eso no lo tengo claro. Pero si ella nos dice la verdad, y no ha

hablado japonés en su vida, su pozo le ha dado el don o como lo queráis llamar, de

poder hablar nuestro idioma.-Dijo Kagome, que dio un suspiro de alivio, por haber

dicho todo lo que ella creía que había pasado.

-Eso me parece lo más acertado, respecto a una de las preguntas.-Dijo Sango.

-Lo otro tediemos que preguntárselo a la joven.- Dijo Miroku.

-A mi me intriga bastante la razón por la que tenia una flecha en su hombro.- Dijo

una muy intrigada Sango.

-Yo no me refería a esa cuestión Sanguito.- Dijo Miroku.-Yo me refería a que, como

es posible que tenga 13 años con ese cuerpo?!?!.-Diciendo esto ultimo con una cara

de preocupación.

Entonces, una muy enfadada Sango se levanto, y en cerrar y abrir de ojos, Miroku

tenía la mano de Sango marcada en la cara.

-Sanguito, por que me pegaste por una pregunta inocente??- Dijo Miroku,

frotándose la parte condolida. Pero esta no escucho su pregunta, pues había salido

de la cabaña.

-Es obvio por que te pego, monje pervertido.- Dijo Inuyasha.

-Pues yo no comprendo el por que de su enfado.- Dijo Miroku encogiéndose de

hombros.

-Alexandra!!-Dijo Shippo, con una cara de felicidad.- Estas son las flores que

valen??.

-Déjame ver…… si! Son perfectas Shippo.- Dijo Alexandra, la cual cogió las flores y

las fue colocando en el pelo trenzado de Cleo.-Ya esta.

-Que guapa que esta!!-Dijo Shippo.-Pero… Que hacemos con las que sobraron??-

pregunto.

-Tengo una idea.-Dijo Alexandra.-Kirara.- La gatita, que estaba distraída con unas

mariposas, presto atención.- Ven, pequeña!

Kirara fue corriendo y se puso en el regazo de Alexandra y esta, con habilidad, le

coloco un collar de las flores que habían sobrado.

-Ya esta!!-Dijo contenta Alexandra.

Kirara bajo de su regazo y se miro el collar que ahora llevaba puesto en el cuello.

-Que guapa estas, Kirara!!-Comento Shippo.

-Oye, Shippo.-Dijo Alexandra mirando el bosque.- Vamos a dar un paseo por el

bosque??.

-Que?!?.-Dijo el pequeño zorrito.

-Vamos Shippo, no me digas que tienes miedo??.-Dijo la muchacha mirando

a Shippo.

-No, no es eso……- Dijo el niño mirando el suelo.- Es que…

-Shippo si no quieres ir, yo no te obligare.- Dijo poniéndose a la altura del niño.- Es

mas, prefiero ir sola.- Dijo esto ultimo levantandose y silbando para que Cleo se

acercase, la cual estaba jugando con kirara.- No me tardare te lo prometo. Se

ciudarme yo solita,- Dijo esto ultimo para aclarar las dudas de Shippo que

claramente se distinguían en su cara de niño.

-Esta bien.-Dijo Shippo.

Y nada mas terminar la frase, Alexandra lo despidió con una sonrisa y se subió en

Cleo, para salir al galope.

-Ayyy…. Espero que esto no traiga problemas, verdad Kirara??.- Dijo Shippo,

mirando a la gatita y acto seguido esta asintió con la cabeza, en señal de

respuesta.- Jeje, de verdad que te ves bien con ese collar, Kirara.

La gatita miro extrañada a Shippo y después al collar, y acto seguido se rasco la

oreja con la patita.


Alexandra miraba maravillada el bosque, el cual atravesaba con Cleo. Llevaban rato

desde que salieron de la pradera, dejando a Shippo y Kirara.

-Es un bonito bosque, verdad Cleo?.- La yegua movió la cabeza hacia arriba y hacia

abajo en acto de respuesta.- Jajaja, sabia que dirías eso!.

De pronto, Alexandra sintió como algo punzante, se clavaba en su espalda, poco

poco fue cayendo, después del golpe contra el suelo, lo único que pudo oír fue:”

Coge al caballo y marchémonos!”, entonces, se quedo inconsciente.


-Shippo.-Dijo Kagome al pequeño zorrito.- Sabes donde esta Alexandra??.

-Esto…-Dijo el pequeño mirando el suelo.

Ya habían transcurrido varias horas desde que Alexandra se había ido a dar una

vuelta, y aun no había regresado.

-Salio a dar una vuelta.- Dijo temeroso de la reacción.

-Kagome no debes de preocuparte más.- Dijo Inuyasha, con dejadez.- Ya llegara.

La muchacha estaba un poco molesta, pero hizo caso y dejo pasar ese tema.


-Oiga, Señor Sesshomaru.- Dijo una niña de pelo negro con una coletita.- Donde

vamos??

Sesshomaru, no respondió, estaba pendiente del rastro de olor a sangre que había

descubierto hace poco.

-Oiga, Señor Yaken, usted sabe donde vamos.- Dijo la muchacha ansiosa por una

respuesta.

-Yo no lo se niña, solo el amo bonito lo sabe.- Dijo Yaken a Lin.

-Jo… me gustaría saber a donde nos dirigimos.- De pronto Lin se choco contra algo,

cayendo al suelo. Cuando miro hacia arriba observo que era Sesshomaru con quien

había chocado, este se havia parado al ver que alguien estaba tirado en el suelo,

parecía ser una muchacha, esta tenia una flecha en la espalda. Lin se acerco sin

temor a ver quien era esa persona, y al acercarse comprobó que si que era una

muchacha.

-Señor Sesshomaru, es una niña.-Dijo Lin.- Pero esta inconsciente.

-Déjame ver niña.-Dijo Yaken.- Si, es verdad.

-Yaken.- Dijo Sesshomaru.- no lo notaste??- Pregunto.

-El que amo bonito??.- Dijo este.

-Tiene el olor de Inuyasha y los de su grupo.- Dijo Sesshomaru.

-La vamos a ayudar, Señor??.- Dijo Lin con cara de preocupación.

Sesshomaru no respondió, simplemente se acerco al cuerpo de la muchacha.
Aunque tenia el detestable olor de su hermano y su grupo, sobresaltaba el olor a

miel que esa muchacha desprendía, un olor que a el le atraía. Así que decidió ver el

rostro de esa humana, cuando estaba bastante cerca, se agacho, y aparto los

cabellos castaños de su rostro. Lo que vio lo dejo impresionado, a el como a Lin y a

Yaken. Esa muchacha tenia un rostro angelical, pensaba Sesshomaru, aunque su

rostro, como de costumbre, no mostraba ningún sentimiento.

-Señor Sesshomaru….- Dijo Lin.

-Lin.- Dijo este con un tono de voz serio.- Extrae la flecha y venda como puedas la

herida.

-Si Señor.- Dijo esta con los ojos iluminados.

Sesshomaru se marcho de allí, pensando, de quien seria es aroma y ese rostro, que

habían conseguido que el se apiadase, quien?? Se repetía una y otra vez.




CONTINUARA…..

 

Re: Mi angel perfecto.

Cáp. 3. Sus labios de miel.

“¡Que dolor de cabeza!, ¿Dónde estoy?” Pensaba Alexandra.

-Ahhh….- consiguió decir.

-Señor Sesshomaru, ya se despertó.- informo una voz de niña.

“¿Señor Sesshomaru?” pensó extrañada la muchacha.

De pronto y sin previo aviso, Alexandra se vio tirada en el suelo. Lo que había sucedido, fue que Sesshomaru, la cargaba en su hombro y, al decir Lin que se despertó, la bajo bruscamente.

Alexandra, aun condolida por el golpe, soltó un quejido, y decidida ha saber quien había sido el bruto que la había soltado. Miro hacia arriba, encontrándose con unos profundos ojos dorados, su corazón comenzó a latir bruscamente, y todo su cuerpo fue recorrido por un escalofrió. “¿Quién será?”Pensaba la muchacha.

-¿Puedes caminar?.- Pregunto Sesshomaru.

Este, por su parte, se había quedado mirando esos ojos azul cielo que la muchacha poseía.

-He dicho,¿ Que si puedes caminar?.- Volvió a preguntar a Alexandra, sacándola de sus pensamientos. Como acto de respuesta, se levanto precipitadamente, sin pensar las consecuencias que podría tener su acto, y así fue. Nada más ponerse en pie, sentía como su cuerpo se iba hacia atrás, así que, cerro los ojos esperando el golpe, pero en vez de eso, lo que noto fue como un brazo la cogía por la cintura, evitando así, que esta cayera al suelo.

Cuando abrió los ojos, estos se encontraron de nuevo con esos ojos dorados que la dejaban sin palabras.

-Gracias.- Fue lo único que consiguió decir, estaba totalmente paralizada.

Sesshomaru no respondió, cuando estuvo seguro de que Alexandra no se volvería a caer, la soltó y siguió caminando. Alexandra lo seguía con la mirada, estaba perdida en sus pensamientos hasta que Lin la saco de ellos:

-Hola.- Saludo Lin con su jovial voz.

-Ehhhh….- Farfullo Alexandra sin saber que decir.- Esto…..hola.-concluyo.

-Mucho gusto mi nombre es Lin.- Se presento la muchacha.- ¿Cuál es el tuyo?.-Volvió preguntar.

-Alexandra.- Respondió acompañando la respuesta con una sonrisa.

-Es un nombre raro, pero bonito.- Señalo Lin.

-Jejejeje.- Rió Alexandra.

-Amo bonito,¿Por qué ayudamos a esa humana?.- pregunto Yaken.

Sesshomaru no respondió, solo le hizo falta una mirada para que Yaken no habláramos. Mientras tanto las dos jóvenes hablaban alegremente.

-Oye Lin, ¿Cómo se llama el de los ojos dorados?.-pregunto mirando hacia Sesshomaru.

-¿El Señor Sesshomaru?.- pregunto Lin.

-“Señor”.- repitió Alexandra sorprendida.- Lin, ¿Por qué lo llamas Señor Sesshomaru?

-Porque el Señor Sesshomaru es mi amo. El me devolvió la vida y yo se lo pago de este modo.- Añadió al ver la cara de Alexandra.

-Pero…. ¿Como te devolvió la vida?- Pregunto Alexandra con dudas rondando su cabeza.

-Con su espada.-Respondió la niña señalando una de las dos espadas que portaba Sesshomaru.- Se llama colmillo sagrado.

-Ahhh….- Dijo Alexandra dando a entender a Lin que lo havia entendido aunque en verdad aun estaba mas liada que antes.-Y…..cambiando de tema ¿quien es el sapito que lo acompaña?-Pregunto curiosa.

-Es el señor Yaken.-contesto Lin.- Es un demonio.

-¿Demonio?.-Pregunto Alexandra.-Creo que debes de explicarme eso Lin.

-Si.- Afirmo la niña.



-Inuyasha, ¡estoy preocupada!.-hablo Kagome.

-La verdad es que ya se esta tardando bastante esa niña.-Respondió el youkai.

-Deberíamos ir a buscarla.-Dijo Sango.

-Tienes razón, Sanguito.-Apoyo Miroku.

-Pues a que esperamos.-Termino una desesperada Kagome, saliendo a toda prisa de la cabaña, seguida por sus amigos.

Pero, nada mas salir vio como dos hombres intentaban llevar un caballo negro, y ella reconoció a ese caballo.

-OH, ¡No!-Dijo Kagome imaginando lo peor.

-¡Esa es Cleo!.-Grito Shippo.

-Malditos…-Dijo Inuyasha, antes de dirigirse hacia esos hombres.-¡Vosotros!.-Los llamo.- ¿Dónde habéis encontrado ese caballo?-Hablo intentando calmarse.

-A ti no te importa, ¡Monstruo!.- Le insulto el que llevaba a Cleo.

Inuyasha ya no se pudo controlar y cogió al hombre por el cuello, levantándolo del suelo.

-Responde a mi pregunta, canalla.-Advirtió Inuyasha.
El hombre, aterrorizado, comenzó a contar lo que había pasado en el bosque.

-¿Dónde esta la joven?.- Pregunto Inuyasha perdiendo la paciencia.

-No lo se, la dejamos allí, no se si esta viva o muerta.- Dijo el hombre muerto de miedo.

-¡Canallas!.-Dijo Inuyasha arrojando al bandido al suelo, y este salio corriendo con su compañero.

Inuyasha cogió a Cleo, y esta pego su cabeza al pecho de Inuyasha.

-¡Inuyasha!.-Este se dio la vuelta y se encontró con Kagome, que venia hacia el seguida de los demás.- ¿Dónde esta Alexandra?- Pregunto ansiosa por una respuesta.

-Esos canallas le dispararon una flecha…. No saben se esta viva o…..- Respondió, agachando la cabeza.

A Kagome se le empañaron los ojos de lágrimas, imaginando lo peor, y Shippo no pudo contener las lágrimas.

-Debemos buscarla.- Propuso Miroku.

-Tienes razón, Miroku.- Apoyo Sango.- No debemos de esperar mas.- Dijo esto ultimo dirigiéndose a Inuyasha, el cual asintió, y se encamino hacia el bosque.



Mientras tanto lejos de allí, dos muchachas hablaban alegremente.

-No sabia que el Japón antiguo fuese tan hermoso y a la vez siniestro.-Dijo Alexandra mirando hacia el cielo.

-¿Japón antiguo?-Pregunto Lin extrañada.

-¡Me parece que la que debe de explicar ahora soy yo!.-Rió divertida Alexandra.

-Me parece que si.-Afirmo Lin riendo también.

Cuando terminaron de reír Alexandra comenzó a explicarle a Lin lo que le havia sucedido, de donde provenía, su edad, y muchas cosas mas, mientras era escuchada por Sesshomaru, y observada con ira por alguien mas…



Inuyasha y los demás hacia tiempo que venían buscando a Alexandra, sin ningún éxito.

-Inuyasha.-Llamo Kagome con seriedad.

-Dime.- Respondió el joven.

-¡Tengo hambre deberíamos parar!- Exclamo llevandose ambas manos al estomago.

-¡¡¡Pero como puedes pensar en eso en una situación así!!!-Le reprimió Inuyasha.

-¡¡No me grites!!.-Dijo enfadada Kagome.-¡¡Llevamos horas buscando sin descanso, deberíamos parar a descansar!!¡¡Además!!.-Añadió.

-Además, ¿Qué?-La interrumpió Inuyasha.

-No soy la única.- Añadió mirando a sus compañeros.- Todos estamos cansados, y ya esta oscureciendo.-Concluyo Kagome mirando el cielo.

-Kagome tiene razón Inuyasha deberíamos descansar.-Apoyo Miroku.

-Esta bien, acamparemos, y mañana seguiremos buscando.- Dijo el youkai, sentándose en el suelo y cruzándose de brazos.



Pero ese no era el único grupo que se disponía a dormir. Alrededor de una hoguera, dormía una niña, esta estaba apoyada en Alexandra, y esta acariciaba la cabeza de la niña. Sesshomaru la observaba con detenimiento, perdido en sus pensamientos. Alexandra sintió como una escalofrió recorría todo su cuerpo, cosa que para Sesshomaru no paso desapercibido.

-¿Tienes frío?-Pregunto a la muchacha.

-No, solo fue un escalofrió, nada mas.-Contesto Alexandra sin inmutarse. Después de eso cerro los ojos y callo presa del sueño.

Sesshomaru, estuvo largo rato mirando a Alexandra. No comprendía como tanta belleza e inocencia cabían juntas en un mismo ser. Sesshomaru, cerro los ojos quedando dormido, pero una parte de el, seguía alerta.



Unos rayos de sol jugueteaban en la cara de una muchacha de pelos castaños. Esta despertó, abriendo lentamente sus ojos azules. Miro a su lado y encontró a Lin profundamente dormida. Alexandra se levanto, intentando no despertar a nadie, una vez conseguido esto, fue a dar una vuelta por el bosque. Caminaba tranquilamente, tarareando una canción que conocía desde pequeña, y a la vez jugueteando con un colgante que tenia una A con una coronita a la derecha, y cada vez se adentraba más en el bosque.

Sesshomaru abrió lentamente los ojos, había pasado buena noche, pero algo lo exalto, Alexandra no estaba. Se levanto decidido a buscarla, pero alguien lo cogió de la manga, haciendo que se girara:

-Señor Sesshomaru,¿Dónde está Alexandra?.- Pregunto Lin frotándose los ojos.

-No lo se ahora iba a buscarla, tu quédate aquí.- Le dijo a la niña.

-Esta bien.- Dijo Lin quedando se otra vez dormida.

Sesshomaru, miro unos instantes a Lin con ternura, después se dispuso a encontrar a Alexandra.



-¡Shippo, despierta!.- Llamaba insistentemente Kagome.- ¡Despierta Shippo!.- volvió a llamar.

-No te preocupes Kagome, yo lo despierto.- Dijo Inuyasha con una sonrisita maliciosa, y remangándose las mangas.

-Inuyasha….- Comenzó a pronunciar Kagome.

-¡No Kagome! Espera….-Tartamudeaba el youkai temiendo lo peor.

-¡¡Abajo!!.-Grito Kagome.

-Mmmmm…¿Qué pasa?.- Se despertó por fin Shippo, pero no necesito ninguna explicación para saber lo que pasaba, Inuyasha se encontraba encajado en el suelo.- Ya se están peleando ustedes dos, ayyyy siempre igual.- Concluyo el niño.

Dicho esto se levantó, y echó a correr detrás de Kagome, dejando solo a Inuyasha, que maldecía por lo bajo al niño.



Alexandra se encontraba al pie de un árbol, jugueteando con ese colgante. Estaba tan inmersa en su mente que no noto que alguien se acercaba. Comenzó a cantar, era una canción hermosa, que llenaba el corazón de paz y calor.

-Te buscaba.- La interrumpió una voz fría como el hielo.

Alexandra dejo de cantar, dirigiendo su mirada hacia el lugar del que provenía la voz. Era Sesshomaru.

-Esto…lo siento…no quería preocupar a nadie…solo estaba.- Pero no pudo terminar de hablar, ya que Sesshomaru comenzó a acercarse lentamente. Alexandra se quedó petrificada. Lo seguía con la mirada. Cuando estuvo cerca de ella se agacho, con su mano, cogió el colgante que la joven tenia entre sus manos observándolo atentamente. Alexandra no podía controlar su corazón, y sus mejillas se tornaron de un color rosado.

Sesshomaru no se percató de esto, siguió mirando el bello colgante que colgaba del cuello de la joven. Cuando se canso de eso se levantó, ofreciéndole la mano a Alexandra para ayudarla a levantarse, esta tomo gustosa su mano, y con extrema elegancia, se levantó. Comenzaron a andar, Sesshomaru primero indicando el camino y Alexandra lo seguía de cerca. Recorrían el bosque silenciosamente, Alexandra se detuvo de repente, y comenzó a andar en otra dirección. Sesshomaru se paró extrañado no sabia hacia donde se dirigía la joven de ojos azules.

La siguió hasta llegar a un claro del bosque, ahí, en el centro, había tumbado en el suelo un pequeño pajarito, que parecía tener una herida en el ala. Alexandra se acercó al pájaro. Cuando estuvo cerca, se agachó y lo cogió con delicadeza. Cuando lo tubo en sus manos, se rasgó un trozo de su manga y a continuación, vendo delicadamente el ala del pajarillo. Cuando hubo terminado, el pajarito levantó el ala, mirando extrañado el vendaje. Una sonrisa se dibujó en el rostro de la joven. Sesshomaru no podía apartarla vista de ese rostro de ojos azules y fina piel, color marfil.

Hacia rato que Alexandra había dejado al pajarito con su madre. No tardaron en llegar al lugar donde se encontraban Yaken y Lin.

-¡Amo bonito!.-Exclamó Yaken. De pronto se encaminó hacia Alexandra que acababa de asomar entre los arbustos.- Y tu niña. No deberías hacer que el Señor Sesshomaru se preocupe.- Le reprochaba.

-Esto… yo…- Comenzó a decir la joven.

-Nada de disculpas niña.- La seguía reprochando el demonio.

-Pero si yo…- Intentaba seguir Alexandra.

-Pero nada, nada de nada.- La volvió interrumpir Yaken.

-Me gustaría que me…- seguía intentando decir, ya bastante molesta.

-Claro como no le importa los disgustos y las molestias de mi Amo querido.- La volvió a interrumpir.

-¡Pero me quieres dejar..!.- Seguía intentando decir, ya apunto de cerrar la bocota de Yaken.

-Si es que ya se lo dije al Amo bonito, pero….- No pudo terminar ya que el puño de Alexandra se encontraba plantado en la cabeza de Yaken y este tirado en el suelo.

-¡¡Solo fui a dar una vuelta, sapo estúpido!!- Pudo terminar por fin Alexandra, y después de esto echó a andar seguida por Lin, hacia donde había ido Sesshomaru. Dejando tirado en el suelo a Yaken.

Tardaron un buen rato en llegar a la aldea. Pero cuando llegaron se encontraron con una sorpresa, Inuyasha y los demás no se encontraban en la aldea. Aunque Cleo si que estaba.

-¡Cleo!.- Exclamó Alexandra llena de alegría. Cleo fue corriendo hacia donde estaba la joven.-¡Pequeña!¿Me enastes de menos?.- Le decía.

-¡Ahhh! ¡Que bonito caballo!- Exclamó Lin que se encontraba al lado de Alexandra.

-Lin, te presento a Cleo, mi yegua.-Presentó Alexandra.- Ven vamos a dar una vuelta.

-¡Si!.- Exclamó la niña ilusionada.

Alexandra subió a Lin, y después, se subió ella, mandando galope. Dieron toda una vuelta por el prado, y después se dirigieron hacia donde estaban Yaken y Sesshomaru.

-Vamos Señor Yaken, súbase.- Dijo Lin bajándose de Cleo, seguida de Alexandra.

-¿Yo?.-Preguntó el sapito.- Es que estas loca niña, yo no voy a subirme en ese animal.- Finalizó Yaken cruzándose de brazos.

-Claro que si sapito.- Dijo Alexandra subiendo a Yaken.

-¡Que haces niña!.- Exclamó Yaken.

-Nada.- Dijo Alexandra con una sonrisita maliciosa, y dando una palmadita en el lomo a Cleo, señal suficiente para que esta echase a correr.

-¡¡Ahhh!!¡¡Bajenme de aquí!!.- Gritaba desesperado el pobre sapito, agarrándose tan fuerte como le permitían sus manos a Cleo. Pero no aguantó el salto que Cleo dio, y salió disparado, cayendo por detrás de Alexandra, que se había subido a la valla para contemplar el espectáculo.

-Lo siento Yaken,¿te has hecho daño?.-Preguntó Alexandra con un tono burlón, volviéndose a girar.

“-Ahora te vas a enterar niña engreída.”.- Pensó Yaken.

Se levantó, acercándose sigilosamente a la valla en la que estaba Alexandra. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, le dio un empujón haciendo que perdiera el equilibrio, calendo hacia delante. Sesshomaru se dio la vuelta en el momento justo para ver como caía, pero no lejos de él, sino encima de él. Lo primero que chocaron, fueron los labios de ambos, después cayeron juntos al suelo. Pero sus labios no se separaron.

Yaken estaba atónito por lo que había hecho y Lin, sorprendida por lo que acababa de suceder.

Mientras tanto, Sesshomaru sentía como un mar de emociones lo invadía, y esos labios cálidos y más dulces que la miel, hacían que perdiera la razón. Su mente no sabia que hacer, estaba totalmente paralizada, pero su cuerpo si que reaccionó, se dejó llevar pos sus instintos. Su brazo, se posó lentamente en la cintura de Alexandra, rodeándola y estrechándola contra él.

Por su parte, Alexandra estaba paralizada, todo su cuerpo era recorrido por una especie de corriente eléctrica, con el contacto de los labios de Sesshomaru. Pero ella no se dejó llevar por sus instintos, y se separó rápidamente de Sesshomaru, levantándose, sin saber que decir al respecto de lo que le había pasado.

-Esto... yo... lo siento.- Fue lo único que consiguió decir. Miraba como Sesshomaru se levantaba. Sentía como su corazón iba a salirse de su pecho.

Entonces, en ese mismo momento, sintió como algo se acercaba a gran velocidad hacia ella. Lo esquibó, ágilmente, de un salto, pero la explosión que esto produjo al chocar contra el suelo, la empujó por el aire, tirándola al suelo. Al levantar la mirada sus ojos se encontraron con una mujer, vestida con un kimono blanco y morado, de ojos rojos y pelo negro. Estaba subida en una pluma, que se encontraba suspendida en el aire.

-Kagura.- Dijo Sesshomaru con rencor.

-Hola Sesshomaru, cuanto tiempo, y veo que te has buscado una nueva amiguita.- Exaltó esto último, y miraba con una profunda ira a Alexandra, la cual se acababa de levantar del suelo.






CONTINUARA…..

 

Re: Mi angel perfecto.

olaaa!! porfinn!! aqui esta el siguiente cap.(disculpen lo de los guiones largos pero... no se utilizarloss!!)


Capitulo 4: Su roto corazón.

-¿Qué quieres Kagura?- No le gustaba la presencia de ese ser, sabía que algo se tramaba.

-¿Por qué debo de querer algo, es que no te puedo visitar?- Tenia una sonrisa burlona al igual que su tono.

-Di lo que quieres.- Empezaba a impacientarse.

-Tu tan simpático como siempre. Bueno lo cierto es que Naraku quiere que te alíes a él por lo que venia a secuestrar a Lin para obligarte. Pero…. He encontrado algo mejor.-Su rostro mostraba una mueca de felicidad y de satisfacción.

-¿Qué cosa?-No sabía adonde quería ir a parar con ese jueguecito.

-A ella.-Dijo señalando a Alexandra.

Volteo a mirarla y vio como un repugnante y pútrido brazo rodeaba su cuello aprisionándola y con el otro amenazaba con hincarle un cuchillo en el corazón. Podía percibir el terror que desprendía toda ella.

“-No, no puedo. Vamos Alexandra para algo te servirían las clases de autoprotección. ¿No? Ahhh…. Soy patética…” Se decía así misma mientras pensaba en como salir de esa situación.

-Valla, valla, veo que hemos atrapado una gatita, muy linda por cierto. Y… ¿Qué piensas hacer, Sesshomaru?- Estaba la mar de contenta eso se le notaba.- Bueno ya te he dicho lo que quiere Naraku, ahora es mi turno de las….- Acerco su pluma al suelo y salto de ella acercándose lo mas posible a Sesshomaru- Un beso.- Se acercaba cada vez más al rostro de Sesshomaru.

Alexandra estaba tan metida en su mente que no se dio cuenta de lo que estaba pasando, pero al levantar la vista para poder pensar mejor, lo vio. Kagura estaba muy cerca de Sesshomaru, tan cerca como para…. “- Alexandra se acabaron las tonterías, a la de una, a la de dos y a la de TRESS!-” Y con un ágil movimiento pudo derribar a la persona, o mejor dicho cadáver, que la sujetaba y arrebatarle el cuchillo. “Y ahora... Se sujeta firmemente con los dedos… ¡QUE ESTOY HACIENDO, TIRALO YA!”. Y lanzó el cuchillo con toda su fuerza y parecía que iba a llegar a su objetivo, cuando de pronto, Sesshomaru cogió el cuchillo y besó a Kagura.

Alexandra sintió como si el cuchillo hubiese rebotado y le hubiese atravesado el corazón, un dolor tan agudo que le hizo llevarse la mano al pecho.

-Humm… buena elección, Sesshomaru.-Se separó de él y se montó en su pluma y en cuestión de un segundo hizo aparecer sus cuchillas de viento hacia Alexandra, que no se movió, solo veía como las gigantescas cuchillas se acercaban. Cerró los ojos esperando sentir como partían su cuerpo en pedazos o simplemente la hacían desaparecer. Pero ese momento no llego, lo único que llegó fue el sonido de una explosión acompañada por una ráfaga de viento, que ondeó sus delicados cabellos. Abrió los ojos viendo a Sesshomaru sosteniendo una magnifica espada, la cual debió haber parado el golpe.

-Vaya, muy ágil Sesshomaru.- Y al terminar la frase se alejó del lugar en su pluma.

Cuando desapareció de la vista el cadáver que yacía a los pies de Alexandra comenzó a lanzar sangre a borbotones por los cortes que tenia en todo el cuerpo, llenando así el rostro de la joven y su ropa de sangre. Sesshomaru envainó su espada dándose media vuelta para acercarse a Alexandra. No podía ver su rostro ya que estaba un poco inclinado hacia abajo.

-No te me acerques.- Pero Sesshomaru hizo caso omiso de las advertencias de la joven, y siguió con su camino hasta ponerse enfrente de ella. Fue a limpiarle los restos de sangre que tenia en el rostro pero ella apartó el rostro.

-He dicho que no te me acerques, y tampoco quiero que me toques.

Sesshomaru se sentía molesto por sus palabras y la actitud que havia tomado, pero por eso no se iba a parar y esta vez intentó cogerla del brazo, pero ella se echó hacia atrás.

-¡Te he dicho que no me toques!- Esto hizo que Sesshomaru perdiera la poca paciencia que tenia, por lo que se acercó a ella y la tomó del brazo bruscamente haciendo que le mirara a los ojos y él pudiese mirar a los suyos, sus preciosos ojos azul cielo.

-Se puede saber que te pasa, niña.

Alexandra podía observar claramente que Sesshomaru estaba molesto y que no entendía por que se ella se comportaba de aquel modo.

-A mi no me pasa nada.- Sesshomaru fue a protestar pero en ese momento aparecieron Inuyasha y los demás, por lo que Sesshomaru se calló y se apartó de Alexandra.

-Lin! Yaken! Nos vamos.- Los llamó dirigiéndose hacia el bosque, pero cuando estuvo al lado de Alexandra.-Hasta pronto.-Le susurro al oído haciendo que un escalofrío recorriera todo su cuerpo y su corazón comenzó a latir bruscamente, pero hacia todo lo posible para que no se le notara.

-Adiós.- Se despidió Lin corriendo tras Sesshomaru y Yaken.

Los demás como acababan de llegar no sabían que había pasado, y sentían cierta curiosidad, por lo que esperaron a que Alexandra les mirase y empezase a contar lo ocurrido, pero en vez de eso lo único que hizo fue llevarse la mano al pecho y echar a andar por el verde prado con la cabeza un poco inclinada, de modo que no se le veía apenas el rostro, seguida por Cleo, hasta llegar a los establos entrando y cerrando la puerta después de haber pasado Cleo.

Kagome hizo ademán de seguirla para hablar con ella, pero Inuyasha la detuvo.

-Será mejor que la dejemos sola.- Nada más acabar dirigió su mirada hacia el cuerpo que yacía en el suelo unas metros de ellos.- Es más m hago una pequeña idea de lo que ha ocurrido. Vamos, tu, Sango y Shippo entrad en la cabaña, yo y Miroku vamos a enterrar el cuerpo.

Kagome solo asintió con la cabeza y si dirigió hacia la cabaña con Sango y Shippo mientras Inuyasha y Miroku se disponían a enterrar el cuerpo.

Dentro de los establos Alexandra lloraba en sus adentros con todo su corazón mientras por sus azules ojos solo dejaba escapar una pequeña lágrima. Estaba segura de que su corazón ya no estaba unido, si no que esta dividido en millones de fragmentos, todos igualmente dañados por culpa de un desconocido que se había apoderado de cada uno de ellos con un día y un beso.


CONTINUARA……



jeje espero les guste aunq es más corto de lo normal...
xaooo