One-shot de Inuyasha - Mi única debilidad.

Hola, aquí ando acosando con mis molestias la sección de Inuyasha xD

Dedicado: Kei, carne para mi leona.

Advertencias: Muerte de un personaje, OoC.

Notas de la autora: No me maten, por favor.

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Mi única debilidad.​

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─Es que no lo entiendo ─la voz de la azabache resonaba con odiosa profundidad en los oídos del peliplateado.​

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─Por que eres humana ─¿bipolaridad?, ¿cinismo?, cómo era posible que hace tan sólo unos instantes se le declarara de la manera más inusual y enternecedora y ahora la estuviera acusando de torpe por ser humana.​

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─Basta. Ya no puedes seguir criticando a todo el mundo por ser humano, no todos nacimos demonios Daiyoukais como tú, no todos corrimos la suerte de nacer con ese cabello y esos ojos ámbar.​

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Sesshomaru como reacción tomó a la chica por el cuello y la puso contra un árbol, estaba furioso, enojado, lo invadía esa sensación insoportable y desagradable de furia, pero sobre una que jugaría peor en este caso, la lujuria.​

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Unió sin meditarlo sus labios con los de la chica, su sabor dulce lo volvía adicto, simplemente no podía negarsele a esos labios rojos y modestos que hacían juego con los suyos.​

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Pov's Narrador​

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Cerró durante ese mágico beso sus bellos ojos, casi siempre los mantenía abiertos para deslumbrarse con el impacto al momento en que ella le regalase esa mirada chocolate, que aún por mucho que fuese lo volvía más loco.​

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No se resistió, y ella no opuso defensa alguna, dejó que las varoniles y heladas manos del chico la recorrieran hasta llegar a su cintura, dejó que él la atrajese más a su cuerpo y bajara dejando un camino de besos desde sus labios hasta su cuello, así era como el Lord podía demostrarle que la amaba, y a la vez podía obtener la satisfacción personal.​

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Ya acabado su acto de amor, por mal pensable que esto se entienda, recostados en el pasto los dominaba el silencio incómodo.​

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Kagome dormía recostada en el fornido pecho del ambarino y este ensayaba mentalmente su despedida de esa humana que lo alborotó durante los instantes en los que perdió la cordura.​

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o-o-o​

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─Ahora me es imposible comprenderlo, eres impredecible, cómo soportas ser tú...​

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Él sólo le dirigió una mirada asesina mientras ella pensaba, "Ahora estoy segura, jamás entenderé al Lord Sesshomaru Taisho".​

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Las despedidas no eran el fuerte ni del uno ni del otro, por tanto unas miradas significativas, que quedarán como recuerdos inmortales y un sello clásico que es el beso apasionado con el que se cierra este doloroso capítulo, fueron más que suficiente.​

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Povs Kagome​

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Ya han pasado exactamente dos años desde la última vez que lo tuve cerca, lamento decir sinceramente que dudo extrañarlo, pero es así, estoy casada con un hombre, pero mis deseos son dirigidos hacia otro, comparto la vida con Inuyasha, pero realmente con quien desearía estar realmente es con Sesshomaru, el hijo mayor de Inu no Taisho.​

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Siempre vengo por estos lares, el bosque es un lugar en el que me agrada pensar, pienso en él, su expresión tan fría e inexpresiva, de todas formas cautivadora.​

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Povs Narrador ​

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Observarla era su pasatiempo, el de ojos ámbar, ¿tenía una pasión secreta?, sí, admirarla, contemplarla, cave decir que muchos sinónimos, gozaba de ver como caían esas ondas desordenadas por sobre sus tersos y pálidos hombros cubiertos con esas prendas del futuro, que poco censuraban de su bien cuidado cuerpo, ese había sido por mucho tiempo su único placer, mirarla, hasta que un día se vio obligado a reaccionar por ella, la última vez que lo haría probablemente.​

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Caminaba como cualquier otro día, él la contemplaba como cualquier otro día, hasta que se rompen los esquemas. ​

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Unas alabardas con amenaza mortal se dirigían a su frágil y delicada anatomía, su cuerpo y su vida peligraban, él reaccionó afrontando el golpe con Bakusaiga rompiendo justo por la mitas esas feroces alabardas, poniéndose en guardia, desde orígenes desconocidos llovían los ataques, muchos a la vez, tantos que la estratégica y ordenada mente del peliplateado comenzaba a perder su cordura, se mareaba y se nublaba su vista, fueron horas de intenso combate, hasta que el atacante incógnito, se dio cuenta de su debilidad, su única debilidad, la próxima alabarda fue a parar en el cuerpo de la chica, que lo recibió pagando con su vida.​

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Le costó la vida a ella, ese instante en el que todo se desequilibró, y desde entonces por esa única debilidad que hasta ahora sólo un ser humano conoció, ella pagó con su vida, la frialdad en él aumento, y los dolorosos recuerdos que impedían repetidamente que esta se esfumara igualmente se acrecentaron.​

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Se reciben opiniones.​

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